Una esperanza que rima con venganza
El mundo es un lugar tremendamente complejo en el que resulta muy complicado moverse entre términos categóricos. A pesar de que muchos insistan en separarlo todo entre “buenos” y “malos”, la realidad es mucho más complicada: hay temas en los que podemos tener la razón, temas en los que tiene razón nuestro contrincante y temas en los que quién demonios sabe qué es lo correcto. No hay blanco ni negro, solo una infinita escala de grises que nos obliga a poner en tela de juicio todo lo que nos dicen, y lo que es más difícil, todo lo que pensamos. Y eso es agotador. Por eso me gustan los nazis, porque no te obligan a pensar mucho. Sencillamente son los malos, sin excusas ni justificaciones, escoria ante la que estar enfrente. Y eso desfoga mucho.
Cada vez que nos llega un nuevo estreno de Víctor Santos por aquí hacemos la ola. No porque sea español y seamos unos chovinistas (que lo somos), sino porque el artista valenciano se ha convertido por derecho propio en uno de los nombres más potentes del panorama independiente USA. Desde el punto de inflexión que supuso el exitazo de Polar, Santos no ha dejado de realizar series excelentes al otro lado del charco, como Violent Love o Bad Girls. Against Hope es su último trabajo para Dark Horse, en este caso como autor completo, y desde que se anunció allá por 2019 hemos estado contando los días para poder hincarle el diente. Ese momento llegó primero en su versión inglesa el pasado verano de 2020, y ahora podemos repetir la experiencia en el idioma patrio gracias a Norma Editorial, habitual adjudicataria de la bibliografía del autor.
La historia nos pone en los zapatos de Hope Walker, una adolescente latina que ve cómo su vida explota en pedazos cuando un incidente racista termina con su novio asesinado y con ella cautiva en manos de una familia de supremacistas blancos. Tras sobrevivir a fuerza de rabia y coraje, viajaremos 13 años hacia el futuro para acompañar a una Hope convertida en cazarrecompensas, mucho más peligrosa y furiosa, que busca alcanzar la venganza contra aquellos que se lo arrebataron todo.
Si hubiera que comparar Against Hope con algo, sería con un buen chupinazo de epinefrina. Víctor Santos siempre ha sido un artista con grandes dotes para la acción, pero en esta ocasión estamos ante uno de los mayores despliegues de toñas y frenesí que podamos recordar. Against Hope va como un auténtico tiro: el autor valenciano realiza un guion que va directo a la yugular a lomos de un dibujo tan dinámico y explosivo como nos tiene acostumbrados. Usando ese formato apaisado tan amigo del digital que ya usara en Polar, el autor nos vuelve a dejar composiciones maravillosas que se regodean en cada movimiento, en cada golpe, en cada disparo. Desde su mismísima primera viñeta hasta su cierre, es una obra que no deja un solo respiro y cuya acción salta de página en página con un dinamismo brutal.
A nivel de guion, no se puede decir que la historia de Hope sea especialmente rompedora u original. A fin de cuentas, estamos ante un relato de venganza puro y duro sin grandes complicaciones, pero es evidente que en ningún momento ese es el objetivo de su autor. Against Hope huele a desahogo. En tiempos en los que parece que el racismo y el odio se abren paso con cada vez más facilidad entre ciudadanos y gobernantes, en que los discursos se retuercen para justificar la intolerancia incluso entre aquellos que creen que no la practican, este cómic sirve para desfogar. Porque los problemas de la vida real son mucho más complejos y difíciles como para solucionarlos a tiros, y sienta bien poder perderse durante una hora en una historia donde los malos son tan asquerosamente malos que no haya ninguna posible duda sobre cómo encargarse de ellos.
Eso sí, si bien el guion es simple, su ejecución no resulta nada trivial, y aquí hay de nuevo que alabar el talento de su autor. Santos elige una narración fundamentalmente a dos tiempos, alternando entre el momento del fatal encontronazo de Hope con los supremacistas y sus planes de venganza varios años después, de modo que vivamos casi a la vez la conclusión de ambas tramas. Esto se traduce en un sinfín de saltos temporales que podrían resultar confusos con muchísima facilidad, pero que en manos del creador de Polar te llevan de la mano por la página y van desenvolviendo la manta con precisión de cirujano.
Esta división de tramas se logra también gracias a los distintos estilos que el autor emplea para cada una de ellas. En la línea “presente” en la que tiene lugar la venganza vemos el estilo más habitual del autor, con una gran cantidad de negros intensos y colores planos digitales, con esas formas tan características de Santos en las que las escenas a veces carecen de trazo y se construyen solo con las formas coloreadas. En la línea pasada, sin embargo, vemos una versión de su dibujo mucho más tosca, con colores tono sepia aplicados en acuarela y un entintado más marrón que negro, con los niveles sin ajustar, dejándonos apreciar los “brochazos” de las sombras. Esto le confiere al dibujo un aspecto mucho más sucio, acorde con la propia escena de supervivencia que tiene lugar en esa trama. Es una decisión artística que no es que logre evitar cualquier duda temporal, sino que prácticamente nos sumerge en el clímax de cada trama solo con sentir la paleta de colores al pasar la página.
Con Against Hope, Víctor Santos lo vuelve a conseguir. El artista realiza una obra impecable de acción adrenalínica, composiciones dinámicas y violencia a raudales, en la que poder odiar a gusto a sus no tan ficticios villanos. Una historia de velocidad endemoniada, que se lee en menos de lo que se tarda en decir “putos nazis”.
Lo mejor
• La historia de venganza que Santos nos trae funciona como un tiro.
• El dibujo, como siempre, está a un nivel espectacular. Puro movimiento.
Lo peor
• Los putos nazis.
Guion - 8.3
Dibujo - 8.8
Interés - 8.5
8.5
Adrenalínica
Víctor Santos vuelve a encandilar con un trabajo de acción frenético en el que la acción salta de las páginas.