Al Ewing toma las riendas de Jennifer Blood

Jennifer Blood es la historia de la típica ama de casa que decide convertirse en vigilante nocturna, al más puro estilo Punisher, y haciendo honor a su apellido desata su furia implacable contra los delincuentes de su ciudad. Con el primer arco de seis números finalizado, y donde su creador Garth Ennis nos relata la brutal campaña de la protagonista contra los Blutes, una “familia” de despiadados criminales, toma el relevo el veterano escritor de la serie Judge Dredd, Al Ewing, acompañado a los lápices por Marcos Marz. CBR charló con Ewing sobre los cabos sueltos del primer arco y, como es lógico, el futuro como vigilante de Jennifer.

En principio la campaña contra los Blutes se da por finalizada al comienzo del séptimo numero de la serie, pero todavía quedan en el aire unas cuantas preguntas sin resolver. ¿Ha conseguido cazarlos a todos? ¿Su vida convencional como ama de casa se ha visto comprometida? ¿Ha habido algún testigo de sus correrías nocturnas? ¿Ha cometido algún error que pueda pasarle factura en el futuro? Es de suponer que todas esas preguntas tendrán respuesta en el nuevo arco que comenzara a publicarse a partir de este mes de agosto bajo el sello Dynamite Entertainment, y es que, como muy bien apunta Ewing, “Una de las cosas en las que Garth insistía una y otra vez desde que comenzó a escribir la serie, consistía en que los convencionalismos de ficción no siempre funcionan en la vida real. Los silenciadores hacen ruido, etc. Creo que, tomando esa filosofía, decidí aplicarla al mayor convencionalismo de todos… cuando una película termina, la historia llega a su fin. En una historia de venganza, el héroe o heroína consiguen su objetivo y eso es todo, el fin. La audiencia no se queda a ver el día después. Por ejemplo, ¿Qué hará Jennifer con el arsenal de armas que tiene escondido tras un muro en el sótano? ¿Ha tomado alguien la matricula de su SUV? ¿Qué pasará con el montón de pruebas obtenidas tras el asesinato de Nick Blute? No puedes hacer las cosas que hace, sin que algunas de ellas se vuelvan contra ti para morderte. Las acciones tienen consecuencias y has de pagar por ellas”.

De ese modo Jennifer tendrá que hacer frente a dichas consecuencias en la forma de diferentes antagonistas. Ricas familias de “afectados” por la campaña contra el crimen de la protagonista, y que tienen contactos con compañías paramilitares privadas, le harán la vida imposible. También hay una investigación de la policía en marcha, la cual se está acercando peligrosamente, e incluso la propia familia de Jennifer podría dar la voz de alarma sobre ella de manera involuntaria. Sin olvidarnos del asombrosamente poderoso Nathan Lazarr.

En cuanto a la evolución del personaje a lo largo de la serie, Ewing comenta que “Ahora es tiempo de limpieza y de volver a su vida normal. Lo malo es que una vez has abierto la caja de Pandora, es extremadamente difícil volver a cerrarla, y esa parte fría y pragmática que la define como justiciera se está haciendo con el control de su vida. Obviamente con cada número que escribo se perfectamente por donde va a ir la historia, pero algunos personajes todavía tienen la capacidad de sorprenderme, y algunas de las decisiones de Jennifer me han asustado un poco, por así decirlo, pero me doy cuenta de que son las decisiones correctas en lo que a ella respecta”.

Otro de los aspectos importantes de la serie es la doble vida de su protagonista, y la lucha constante por mantener separadas sus dos facetas. Al contrario que el otro “justiciero” de Ewing, Judge Dredd, ella intentara por todos los medios mantener viva su parte normal, su hogar, su familia, bajo unas circunstancias nada favorables. Vamos a ser testigos de los juegos malabares que tendrá que hacer para mantener ambas facetas, pero lo que es seguro es que si juegas con fuego, al final alguien terminará quemándose.