Tras las Guerras Secretas de Jonathan Hickman y Esad Ribic y el nuevo renacimiento multiversal del Universo Marvel cortesía de Reed Richards y la Fundación Futuro, el Universo Marvel se relanza una vez más, con la generación de títulos All-New All-Different Marvel . Más de sesenta nuevas series regulares con mayor foco en la diversidad y menor rigidez narrativa respecto a tramas centrales, gravitando cada serie en su propia órbita y apostando por nuevos personajes y nuevos talentos.
La franquicia vengadora, tanto en las series grupales bautizadas como tal así como las cabeceras que se mueven sobre la periferia cercana, se compone de los siguientes títulos: Uncanny Avengers, de Gerry Duggan (Deadpool), Ryan Stegman (Superior Spiderman) y Carlos Pacheco (Squadron Sinister); All-New All-Different Avengers, de Mark Waid (Daredevil), Adam Kubert (Avengers vs X-Men) y Mahmud Asrar (Supergirl); New Avengers, de Al Ewing (Mighty Avengers) y Gerardo Sandoval (Guardians 3000); The Ultimates, de Al Ewing y Kenneth Rocafort (Red Hood and the Outlaws); y A-Force, de G. Willow Wilson (Ms. Marvel) y Jorge Molina (X-Men), además de dos series muy íntimamente ligadas a la franquicia, como son Squadron Supreme de James Robinson (Fantastic Four) y Leonard Kirk (Fantastic Four) y los Thunderbolts de Jim Zub (Skullkickers) y Jon Malin (New Warriors). Siete cabeceras en total, apostando por una mayor diversidad y siete enfoques completamente diferentes y sin ninguna cabecera troncal en concreto, en lugar de una apuesta más enfocada y con autores de calidad de primer nivel, como ocurría hasta el momento. Además, aprovechando este relanzamiento, los distintos grupos de vengadores suman a nuevos reclutas entre sus filas, como es el caso de Thor (Jane Foster), Nova, Ms. Marvel, Dazzler, Miles Morales, Synapse, Johnny Storm, Pájaro Cantor, Chica Ardilla, y… ¿Masacre? ¿¿Cable?? Y ese es… ¿GALACTUS? Por otro lado, entre las ausencias más destacadas en este relanzamiento están la Bruja Escarlata, la Avispa (en un principio), Odinson o Hulk. Por lo menos, ni rastro de Dientes de Sable… Veamos a continuación como están dando de sí los primeros números de estas series, las cuales analizamos hasta la llegada del nuevo crossover vengativo que se está publicando actualmente en España (Avengers: Standoff).
Gerry Duggan al aparato
No solo la salida de Jonathan Hickman de los títulos vengativos ha dejado a los aficionados un poco descolocados, sino que la marcha de Rick Remender de Uncanny Avengers también ha dejado un hueco difícil de rellenar. Tras haber escalado desde cabeceras como Punisher, Veneno, Secret Avengers y X-Force hasta la cabecera que unía los destinos de Vengadores y Patrulla-X en un mismo grupo, serie bandera del relanzamiento Marvel Now!, su siguiente paso de la editorial estaba filtrado: iba a ser el guionista central del nuevo relanzamiento de la franquicia mutante. Sin embargo, la salida de Marvel Comics del editor de la línea, Mike Marts, con destino a la nueva editorial independiente AfterShock Comics, truncó todas sus propuestas argumentales y el derecho adquirido por méritos propios (salvo el traspiés que supuso Axis) y hastió al guionista, quien ha preferido centrarse en sus obras de creación propia (Ciencia Oscura, Clase Letal, Low, Tokyo Ghost…) antes que seguir en La Casa de las Ideas, siendo la novela gráfica Vengadores: La Cólera de Ultrón junto a Jerome Opeña su último trabajo (sobresaliente) para la franquicia. Resuelto el enigma En su lugar, Marvel Comics ha seleccionado a Gerry Duggan para lanzar el tercer volumen (en tres años) de Imposibles Vengadores. Duggan es uno de los autores de segunda fila de la Marvel de Axel Alonso, cumplidor con nota en todos sus trabajos en series individuales como Hulk, Nova y, sobre todo, Masacre, a quien ha sabido interpretar y revitalizar cuando parecía imposible. En el relanzamiento All-New All-Different Marvel, además de continuar con la cabecera regular de Wade Wilson en el año de su película y de tomar las riendas de Matanza junto a Mike Perkins, Duggan asume el reto de conducir su primera serie de grupo, con todas las miradas puestas sobre él. A su lado, al dibujo, un Ryan Stegman que va a saltando de una serie a otra en Marvel, convirtiéndose en un “lanzador de series” (Scarlet Spider, Superior Spiderman, Wolverine) pero que necesita una serie donde afianzarse y estabilizarse (y alejarse un poco del tono caricaturesco de las primeras páginas, corregido con acierto posteriormente).
Pese a no ser quizás la serie más comercial o popular (ese honor parece ser que recae sobre los hombros de los Vengadores de Waid), conviene destacar que desde la perspectiva de un ciudadano del Universo Marvel, estos son los verdaderos Vengadores. Mientras que el grupo de Tony Stark es repudiado, El Escuadrón Unidad de Steve Rogers es el grupo oficial, el que sigue con las conexiones de S.H.I.E.L.D. y el gobierno y a quien recurren siempre que es necesario echar una mano (como en las series del Caballero Negro, Escuadrón Supremo, etc.). ¿Quiénes forman estos Vengadores? Dirigidos por Steve Rogers (todavía en su versión Old Man), encontramos a Picara (manteniéndose como líder de campo), Mercurio (que estrena el peor traje que ha vestido nunca), la Antorcha Humana (nueva casa para Johnny Storm mientras su familia y fundación juegan a ser Dioses durante un tiempo), el Doctor Voodoo, Spiderman, un nuevo personaje llamado Synapse (inhumana) y, por primera vez vengador, Masacre. Este último fichaje ha sido el más polémico de todos. Petición exclusiva de Gerry Duggan que se trae a “su” Masacre a esta serie, más que justificado a tenor de la evolución que estaba experimentado Wade desde el arco argumental “El Bueno, el Feo, y el Malo”. El guionista es inteligente y no satura la serie con la presencia de Wade, más discreta de lo esperado, aunque sí que reconoce las quejas de una buena parte del fandom en la persona de Spiderman, que abandona el grupo ante el pasotismo de Rogers, el divertimento de Johnny Storm y la incredulidad del lector tras hartarse de la presencia del mercenario bocazas. Y es que las salidas y entradas del grupo están a la orden del día, así como una dinámica de tensiones con secretos, roces internos y convivencias muy al estilo Claremont y, muy de agradecer, continuista con lo presentado por Remender. El nuevo statu quo mutante y la nueva cepa inhumana que actúa como un virus del Legado contra los mutantes, el Enjambre del Pantano como villano del primer arco argumental y la llegada de un Cable recién salido de los años noventa (en su propia línea temporal) es el material aportado por Gerry Duggan. Así pues, aunque la salida arácnida nos priva del team-up Johnny/Peter, en su lugar tenemos a un Cable que no puede regresar a su tiempo y a un Masacre de su futuro que prometen tardes de gloria al título.
Además, Duggan también retoma varias de las tramas de Remender, como la búsqueda de Cráneo Rojo por parte del grupo para recuperar el cerebro de Charles Xavier, un “cameo” de Gámbito en un espectacular número dibujado por Carlos Pacheco y el regreso de uno de los vengadores clásicos presuntamente muertos en forma de espectacular cliffhanger. Material más que suficiente que la convierte en la cabecera más en forma de toda la franquicia.
All-New All-Different
Cuando Stan Lee, Jack Kirby y Steve Ditko pusieron en marcha el Universo Marvel, uno de sus grandes aciertos fue el situar a sus personajes en un marco real, social, político y cultural. En lugar de recurrir a ciudades ficticias de exótico nombre, emplazaron sus aventuras en Nueva York. Así, podían escribir sobre la ciudad y hacer sus lecturas tangibles, empáticas y hasta cierto punto veraces, sobrevoladas o balanceadas por trajes de colores. Este interés por la realidad siempre ha sido parte intrínseca de Marvel, desde el Watergate de Steve Englehart en Capitán América hasta el 11-S de Joe Michael Strazcysnki y John Romita pasando por la jerga más juvenil de Brian Michael Bendis en Ultimate Spiderman en consonancia al nuevo siglo y mil ejemplos más, tratando de reflejar la realidad que lo rodeaba, siempre en constante evolución. Hay veces que fueron pioneros… pero también otras que se quedaron atrás, más atentos a los crossovers y los billetes que a una sociedad más diversa que nunca. Pero la Marvel de Axel Alonso quiere cambiar esto, y no solo en un par de colecciones secundarias catalogadas como “de culto”, sino en infinidad de series regulares protagonizadas por mujeres, un mayor interés por incluir personajes de distintas géneros, etnias y orientaciones sexuales. Si el mundo real es hoy más diverso que nunca, ¿por qué no iba a serlo también el Universo Marvel? En esa línea, para demostrar su compromiso con la sociedad actual, nos encontramos con la principal cabecera de la franquicia vengadora: All-New All-Different Avengers, de Mark Waid, Adam Kubert y Mahmud Asrar.
La alineación del grupo está compuesta por Iron Man (quien una vez más, y ya van unas cuentas, se encuentra en la bancarrota), el Capitán América (con Sam Wilson bajo el traje, antiguo exponente de reivindicaciones políticas), la nueva Thor (cuya verdadera identidad descubrimos hace poco en la cabecera de Jason Aaron), la Visión (con más secretos que nunca, aunque haya decidido purgar de su memoria todo recuerdo emocional hacia la Bruja Escarlata y ha puesto en marcha una “familia sintezoide” como experimento), Nova (con el joven latino Samuel Alexander bajo el casco) Miles Morales (el bautizado como “Spiderman del Siglo XXI” y exponente de la diversidad actual en Marvel), y, por último, Ms. Marvel (la bautizada como “Peter Parker” del Siglo XXI”, primer personaje musulmán en tener su serie propia en Marvel, galaronada recientemente con el Premio a Mejor Serie en el festival de Angoulême). Es cierto que los Vengadores habían abierto sus filas a personajes de todo tipo, desde mutantes como los hermanos Maximofff, series artificiales como La Visión o Jocasta, alienígenas como Starfox o minorías étnicas como Pantera Negra o Mantis. Parece que ahora han quedado lejos los tiempos de hombres blancos, rubios y altos, pero no hace mucho contaba Kurt Busiek que al hacer Siempre Vengadores con Carlos Pachecos había momentos que, sin uniforme, era difícil distinguir a Steve Rogers, Clint Barton y Hank Pym. En este grupo no hay dos personajes iguales, ni en apariencia ni en trasfondo.
En cuanto a las tramas, más allá de las dinámicas entre los tres miembros más jóvenes (menudos tutores más peculiares van a tener…) y un posible romance en el aire entre el Capitán América y Thor (con la potencia que tiene ese portada de Alex Ross), de momento Mark Waid esá jugando con tramas heredadas del volumen anterior de Nova, con el Chitauri Warbringer como enemigo inicial (algo no muy llamativo, todo sea dicho de paso) y Ciclón como segundo saco de boxeo (ídem). Sin torre, sin fondos y sin reconocimiento oficial (para desgracia y vergüenza el pobre Jarvis…), la trayectoria de este grupo puede que no dure mucho, pero eso no va a impedir que se dediquen a salvar el mundo por el camino. Pero… ¿qué pasará cuando los Vengadores de Steve Rogers se crucen en su dicho camino? Hasta entonces, Mark Waid tiene por delante la misión de demostrarnos que no solo sabe escribir historias de corte nostálgico o referenciales, sino que también puede hacer historias actuales y juveniles sin que estén cargadas de condescendencia.
Los jóvenes son los nuevos
Si antes poníamos el foco sobre Gerry Duggan, toca ahora hablar de Al Ewing (Loki: Agente de Asgard). Ambos autores, junto a Sam Humphries (Spider-Woman, Weirdworld), son quienes están destinados a tomar el relevo de una generación de autores de primera fila que ha abandonado Marvel en 2015, por una razón u otra (siempre con el cómic independiente como destino). A la marcha de los mencionados Remender y Hickman, se les suman las salidas de Matt Fraction (Hawkeye), Kieron Gillen (Iron Man), Kelly Sue DeConnick (Capitana Marvel). Cinco salidas en un mismo año, sostenidas únicamente con la continuidad de los pilares de la Marvel actual: Bendis, Slott y Aaron. Por eso mismo, Ewing y Duggan deben dar un paso al frente (junto al recién fichado Jeff Lemire) y suplir a los autores que han guiado Marvel durante los últimos diez años. En ese sentido, Al Ewing no es ajeno a la franquicia vengadora, ya que ha guionizado dos de sus series más recientes, así que a nadie le debería sorprender que fuera seleccionado para escribir The Ultimates (continuación temática de sus Mighty Avengers) y New Avengers. Si sorprende, en cambio, la propuesta un tanto atropellada y vacía que nos presenta Ewing en esta serie, vórtice de demasiadas ideas penalizada encima con un dibujo de Gerardo Sandoval más cerca del Joe Madureira más desatado que de los registros a los que estábamos acostumbrados en los tres volúmenes previos de New Avengers, con un baile de entintadores y mucho más cerca del manga de lo que nunca hayamos visto a los Vengadores, justificable únicamente por el éxito del especial reciente Ataque a los Vengadores, en el que los héroes más poderosos de la Tierra hacían frente a la creación de Hajime Isayama (‘Ataque a los Titanes’).
Una vez más, la serie se reimagina desde cero, dejando ya muy atrás el enfoque urbano de Bendis y las conspiraciones Illuminati de Hickman, centrando su atención en el equipo vengador de Mancha Solar, Ideas Mecánicas Vengadoras (la nueva I.M.A.) y su relación con S.H.I.E.L.D.. Así pues, mientras los equipos de Tony y Steve se pelean por ver quién es más molón, este grupo será quien proteja el mundo, fuera de la jurisdicción de cualquier gobierno, les lleve la acción donde les lleve. O… “cuando” les lleve. Junto a Bobby (más Tony Stark que nunca… sin perder su esencia) esta vez no encontraremos a Bala de Cañón, que se le supone cuidado al hijo que acaba de tener con Pegadora, pero encontramos un combinado de héroes juveniles de lo más curioso: Hawkeye (Clint Barton, en un concurso continuo con da Costa para ver quién tiene más gracia), Power Man, Tigre Blanco (ambos heredados de los propios Mighty Avengers de Al Ewing), Wiccan (quien cambia su nombre a Demiurgo), Hulkling, Squirrel Girl y, abrazando a su destino visto en Siempre Vengadores, Pájaro Cantor como líder de campo. Este nuevo grupo deberá enfrentarse al Reed Richards Ultimate (El Hacedor, uno de los pocos conceptos supervivientes del sello Ultimate, tras las Guerras Secretas), amenazas alienígenas en forma de los Caballeros del Infinito (una raza mestiza entre Krees y Skrull que aspira que Hulkling sea su nuevo rey) y varios monstruos loveracft tamaño XXL que harán las delicias de quienes busquen un perfil manga (o una sobredosis de Pacific Rim, con tanta tecnología vengativa por todos los lados), todo ello sin olvidarnos del los Vengadores del año 20XX, creados por Al Ewing y Alan Davis en una de sus colaboraciones recientes. En definitiva, una serie diferente a todo lo demás. Y eso, a veces, puede ser suficiente.
Ultimateando, que es gerundio
Como ya sabrá todo lector que haya degustado y disfrutado el final de las Guerras Secretas, por el momento los Cuatro Fantásticos se van a tomar un descanso, dentro y fuera del Universo Marvel. Con Johnny Storm en los Imposibles Vengadores de Duggan y con Ben Grimm de contrapunto cómico de Mapache Cohete en los Guardianes de la Galaxia de Brian Michael Bendis (y ciertos recelos en las esferas de Marvel Comics al cuarteto ante la nula posibilidad de explotar sus derechos cinematográficos), ya no existen los Cuatro Fantásticos. Para rellenar ese vació temático (y sumándole una dosis de Stormwatch de Warren Ellis), Al Ewing y el dibujante Kenneth Rocafort han fundado a este nuevo grupo de Vengadores que, en sintonía con los nuevos tiempos sociales a los que hacíamos referencia en los Vengadores de Waid, tiene cuatro miembros de color entre sus miembros y una mayoría de mujeres en sus filas. Sin olvidarnos de Galactus… pero a eso volveremos más tarde. A falta de Míster Fantástico, Ewing continua con su Blue Marvel. Supergenio científico de los años 50 forzado al exilio ante la incapacidad de la sociedad de la época a la hora de aceptar un superhéroe de color y olvidado desde entonces (un poco a lo Sentry…), el doctor Adam Brashear hará las labores de imaginauta de lo desconocido, quien nos descubrirá el elemento ISO-8.
En Mighty Avengers, Blue Marvel descubrió en la Zona Neutral (cualquier parecido con la Zona Negativa es pura casualidad) a la que se accede vía Superflow (cualquier parecido con la Sangria de Warren Ellis y Authority también es pura casualidad) el neutronium, cristales congelados de espacio-tiempo que formaban estructuras inestables de entramados isométricos en grupos de siete átomos cuánticos. Realidad concentrada en forma de iso-esferas formada de los renacimientos del universo que puede llegar a formar cubos cósmicos (de hecho, es una de las amenazas a las que se debe enfrentar Sam Wilson en la cabecera guionizada por Nick Spencer). Sin embargo, a raíz del un nuevo «renacimiento multiversal» (eufemismo para reboot, ya que técnicamente eso fueron las Secret Wars), estos neutronium son estables ya que tienen ocho átomos… en lugar de siete. La continuidad ha cambiado, por séptima vez, y esta es la forma metatexual que tiene Al Ewing de explicar porque el Universo Marvel se ha rescrito en numerosas ocasiones (cualquier parecido con el Supreme de Alan Moore es pura casualidad). Y es que originalmente Reed Richards y Ben Grimm habían luchado en la Segunda Guerra Mundial. Luego resultó que había sido en Vietnam y en la siguiente reescritura lo habían hecho en la Guerra del Golfo. También explicaría por qué Franklin Richards nunca crece. Y tantas conveniencias aceptadas por el fandom marvelita. Como el hecho de que Galactus sea el único superviviente de uno de sus universos previos, donde el neutronium no era estable, afectando a la naturaleza misma del Devorador de Mundos. ¿Podrán estos Ultimates encontrar una cura para Galactus? Para ello, Blue Marvel contará con la ayuda de Pantera Negra, la Capitana Marvel, Spectrum (Monica Rambeau) y Ms. America.
Willow Wilson y su A-Force
Roberto Aguirre Sacasa (Marvel Divas), Kathryn Immonen (Heralds), Cullen Bunn (Fearless Defenders), Brian Wood (X-Men) y hasta Chris Claremont y Milo Manara (X-Men: Mujeres en Peligro) han intentado durante el presente siglo crear distintos equipos Marvel protagonizados exclusivamente por mujeres, con distintos enfoques pero idéntico éxito (nulo). El abismo entre centrarse enteramente en su condición de grupo formado exclusivamente por mujeres y a la vez no centrarse era tan grande que todos los autores, veteranos y novatos, han acabado precipitándose por él. Aprovechando la inercial social y la diversidad, importancia y omnipresencia de las mujeres Marvel en su catálogo actualmente, Marvel ha querido volver a intentarlo, poniendo al frente a su guionista más en forma. Este enésimo intento, en plenas Secret Wars, recayó en las manos combinadas de de G. Willow Wilson (Ms. Marvel), Margueritte Bennett (Insexts) y Jorge Molina (Vengadores: La Iniciativa), en la miniserie A-Force (Fuerza V en nuestro país), acercándose más a la contrapartida deceita de Isla Paraíso (Arcadia) en vez de la habitual adaptación de Birds of Prey. Una historia cerrada en torno a un nuevo personaje, Singularidad (Capitana Universo 2.0), y una excelente caracterización de las heroínas elegidas: Nico Minoru, Medusa, Hulk, Capitana Marvel, Dazzler y Loki, la historia dejaba la puerta abierta a la continuación con la llegada de Singularidad al Universo Marvel como uno de los conceptos supervivientes de Secret Wars.
Concluido el evento y ya afincada en la continuidad tradicional, la editorial decidió relanzar la serie con un nuevo número uno, mismas protagonistas (excepto Loki), mismo equipo creativo (menos Bennett) y mismo enfoque. Singularidad recuerda a todas sus compañeras de Arcadia… pero el sentimiento no es mutuo, y cuando se presente en plena órbita terrestre y será interceptada por Alpha Flight (la nueva versión del equipo canadiense, liderada esta vez por Carol Danvers, ha sido reformulada como la primera línea de defensa de la Tierra). Los encuentros con sus antiguas compañeras darán que hablar y las amenazas a las que se enfrentarán (Antimatter) serán solo el principio de una serie que ha llegado para quedarse. Sin embargo, la presencia de Willow Wilson se reducirá al primer arco argumental, dejando la cabecera prematuramente, cediendo el relevo a Kelly Thompson (Jem y los Hologramas) y Ben Candwell (Prez), quienes ya han confirmado que mantendrán el reparto de la serie. Sin ser consideradas Vengadoras como tal, la nueva Guerra Civil de Bendis llamará la atención de Hulka y necesitará ayuda como nunca lo ha hecho. ¿Estará Fuerza V ahí presente?
Escuadrón Supremo
Desde la llegada de James Robinson a Marvel Comics desde su salida abrupta de la Tierra 2 de DC Comics a raíz de la enésima interferencia editorial en casa de Dan Didio y Jim Lee, todos los proyectos en los que ha estado al frente han tenido un corte nostálgico. Además de un nuevo intento de relanzar a Los Invasores con Steve Pugh, el último volumen de los Cuatro Fantásticos con Leonard Kirk, el Wonder Man ochentero con chaqueta roja y una serie regular de la Bruja Escarlata con Agatha Harkness de secundaria, también se ha hecho con la cabecera de otro de los conceptos creados por Roy Thomas para la franquicia vengadora: el Escuadrón Supremo. Pero un Escuadrón Supremo (o en plural) muy distinto del que todos conocemos, ya que esta encarnación condensa miembros de las distintas versiones que han existido del grupo desde su creación. Las incursiones de distintas realidades durante la etapa de Hickman destruyeron las tierras y universos de distintos Escuadrones Supremos, cuyos únicos supervivientes se han reunido en este nuevo grupo, en el que encontramos a Halcón Nocturno (del Supreme Power de Joe Michael Strazcysnki y Gary Frank), Hiperión (la versión creada por Hickman y que tendrá serie propia por Chuck Wendig y Nik Virella), Doctor Espectro (de la Gran Sociedad creada por Jonathan Hickman y destruida por Namor), Blur (del D.P. 7, del Nuevo Universo), la Princesa Poder (de Tierra-S, del Escuadrón de Gruenwald, el “Watchmen” de Marvel), así como la Thundra de la continuidad oficial (anteriormente conocida como Tierra 616 y ahora, desde las Secret Wars, Tierra Prima).
Todos ellos, reunidos con un propósito común: el de vengar a los distintos causantes de la destrucción de sus respectivos mundos, como el caso del Principe Namor, responsable directo de la destrucción de la Tierra y universo de la Doctor Spectrum. El resultado de este enfrentamiento entre los análogos marvelitas de la Liga de la Justicia y el ejercito del Hombre Submarino (Attuma incluido) sobre Attlantis hará que más de uno pierda la cabeza y dará que hablar. Pero la actitud proactiva del Escuadrón no acaba ahí, sino que pondrán el foco en una (nueva) invasión alienígena con la que no mostrarán ni signo de piedad, y es que este team-up multiversal se desmarca del resto de grupos Marvel, moviéndose en una zona incómoda para los Vengadores y más cerca del modus operandi del Escuadrón Siniestro. Una zona de grises de la que James Robinson sabe sacar provecho, así como de la dinámica entre personajes, que no se resiente en ningún momento de que ninguno de ellos tenga técnicamente historia conjunta con el resto de miembros del grupo. El dibujo recae sobre los lápices de Leonard Kirk, quien mantiene el listón respecto a obras anteriores canalizando su Stuart Immonen interior pero sufre con los cambios de entintador de la serie entre Paul Neary (bien) y Scott Hanna (no tan bien). Una de las series más en forma de este relanzamiento y que promete tardes de gloria para la franquicia.
A veces el rayo sí golpea dos veces
Los Thunderbolts han orbitado, desde su nacimiento tras Onslaught en 1997, en torno a la franquicia vengadora. Sustituyéndoles primero, retándoles poco después y haciendo equipo con ellos más tarde amén de volviendo a sustituirles durante el Reinado Oscuro de Norman Osborn), el trasvase de miembros entre ambos equipos ha sido bidireccional y constante durante sus casi veinte años y doscientos números de vida. La búsqueda de redención interna y externa, un corte nostálgico, un aprovechamiento de secundarios del Universo Marvel y varios líderes de carisma innegable (Barón Zemo, Ojo de Halcón, Luke Cage, Norman Osborn…) fueron sella de identidad de la serie, independientemente de los sucesores de Kurt Busiek o Fabian Nicieza. Sin embargo, en el relanzamiento Marvel Now! alguien desde la editorial debió pensar que sería buena idea cambiar por completo la premisa de la serie, y reunir en ella a un grupo de anti-héroes solitarios que poco o nada tenían en común, como era el caso de Punisher, Hulk Rojo, Elektra, Masacre y Veneno. El guión de pistolas, regueros de sangre y romances absurdos, recayó en las manos de Daniel Way, quien había escrito con éxito moderado a cuatro de ellos en solitario, pero que fue incapaz de hacer la colección mínimamente entretenida y mucho menos hacer honor al título de la serie, quien tras cambiar trimestre tras trimestre de manos fue a parar en los guiones de un Charles Soule recién fichado de DC, que poco pudo hacer para evitar su cancelación, ni siquiera fichando para el título a “el que faltaba”: el Motorista Fantasma. Los experimentos, mejor con gaseosa. Afortunadamente, la Casa de las Ideas ha corregido el rumbo y los Thunderbolts regresarán en 2016 con un “back-to-the-basics” tan esperado como necesario.
Con la excepción de Pájaro Cantor quien hace de niñera en los Nuevos Vengadores de Al Ewing, el resto de Thunderbolts originales serán los protagonistas de la serie escrita por Jim Zub (guionista de la veterana Skullkickers en Image Comics) y el novato, de curioso apellido, Jon Malin. Así pues, como queda claro en la auto-homenajeada portada de co-creador Mark Bagley para el primer número, Mach-V, Tecno, Piedra Lunar y Atlas se reunirán bajo el liderazgo de un personaje de lo más propio para el título: el Soldado de Invierno. Tras la conclusión de su serie regular a cargo de Ales Kot y Marco Rudy, el bueno de Bucky Barnes será su nuevo líder, lo cual a buen seguro sacará de quicio al Barón Zemo. Buen conocedor del camino de la redención, Bucky será el encargado de conseguir que el grupo “haga lo que hay que hacer, que no tiene por qué ser lo mismo que hacer el bien”. Además de los miembros mencionados (y a falta de saber dónde se dejará ver el Ciudadano V, que fue uno de los personajes promocionados al inicio de All-New All-Different Marvel), el último miembro del grupo será un nuevo personaje surgido de las páginas de Avengers: Standoff, el nuevo crossover vengativo, del que hablamos a continuación.
Avengers: Standoff
Como habrán comprobado los lectores que siguen las novedades a ritmo Panini, concluido el primer arco argumental de las cuatro nuevas series vengativas y tan solo dos meses antes del nuevo mega-crossover Marvelita (Civil War II, de Brian Michael Bendis y David Marquez, de la que hablaremos en otro momento), en la oficina dirigida por Tom Brevoort han decidido que era la hora de un nuevo crossover, Avengers: Standoff. Si, otro. Entre un especial Alpha de apertura y otro Omega de clausura, durante dos meses las tres cabeceras con la marca “Avengers” en el título, este crossover será más contenido que las grandes sagas en las que se han visto involucrados los héroes más poderosos de la Tierra recientemente. Orquestado por Nick Spencer (Sam Wilson: Captain América), la razón principal del crossover es celebrar el 75º cumpleaños del Capitán América, en una saga que llevará a los Vengadores a Pleasant Hill, el clásico pequeño pueblo estándar americano donde una apacible tarde de verano acabará dando paso a una pesadilla para el veterano Steve Rogers. ¿Cubos cósmicos? ¿La esperada reunión entre Steve Rogers, Sam Wilson y Bucky Barnes? ¿La decisión de Rogers de retomar el manto del Capitán América con nuevo escudo y uniforme? Todas esas preguntas, y respuestas, son secundarias al lado del fichaje de Jesús Saiz (Checkmate, Birds of Prey) para dibujar parte del crossover, en su primer trabajo en Marvel Comics. Una buena noticia a la que habrá estar atentos para ver cuáles son sus siguientes colaboraciones.
Vengadores, reuníos
En definitiva, la era post-Hickman y post-Remender nos trae unas nuevas cabeceras vengativas de perfil más bajo, de menor peso en el hilo narrativo central del Universo Marvel y con un arranque un tanto diesel, pero que a medida que pasan los números ganan en disfrutabilidad, haciendo que su carácter liviano e independencia hagan de la lectura de estas series algo distinto a la trascendencia y tensión continua de las etapas anteriores. La estabilidad artística y la solvencia de los guionistas hace que no nos encontremos ante una franquicia descompensada como ocurría anteriormente, donde podías degustar los Vengadores de Hickman pero llevarte las manos a la cabeza con experimentos como Avengers World o Avengers A.I. Si el nuevo crossover no supone un coitus interruptus y Duggan y Ewing continúan haciendo su labor (heredada de tramas anteriores a este relanzamiento), el balance será muy positivo y Tom Brevoort habrá dado en el clavo. Al menos hasta el siguiente relanzamiento…
Enhorabuena por el amplio repaso, Pedro. Aun así, no tengo claro que The Ultimates, Escuadrón Supremo, A-Force o Thunderbolts puedan considerarse como títulos de los Vengadores, de la misma forma que tampoco lo eran los Defensores en su día. Por no llevar no llevan ni la palabra «Vengadores» en el título, además de que son series con sus propios rumbos y sin más conexiones que las que pueden tener los Inhumanos y los X-Men o el Doctor Extraño y Masacre en un universo compartido.
De hecho, diría que uno de los aciertos de esta etapa es que los Vengadores se encuentren de capa caída, permitiendo que otras iniciativas ocupen su lugar, lo que permite a los responsables abordarlos con una falta de pretensiones que supone un agradable respiro tras las suma de grandes ambiciones de Busiek, Millar, Johns, Bendis, Hickman o Remender.
Centrándome en las tres series de Vengadores, en general diría que el estado actual de la franquicia es «simpático», y que si bien ninguno de los títulos se puede considerar ni mucho menos un must have, si que tienen cierto encanto ligero y en ocasiones irreverente que se me antoja muy similar al que tenía la franquicia en los ochenta.
De los tres títulos, el que más disfruto es el de los Imposibles Vengadores de Gerry Duggan, que si bien le falta un algo para terminar de estar a la altura de los momentos álgidos de los Gemelos de Apocalipsis y otros grandes momentos de su predecesor, si que sabe estar a la altura de su legado sin por ello renunciar a su propio tono con una disparatada mezcla entre espíritu clásico y socarronería noventera inesperadamente disfrutable. La química entre los componentes es genial, y para sorpresa de todos Pícara, Masacre, Cable y el Doctor Vudú funcionan de maravilla como Vengadores junto a otros como Mercurio o la Avispa brillando como llevaban sin hacer desde hace tiempo, lo que -junto a una acción que siempre esta por delante del lector- la convierte en una serie que disfruto bastante cuando me apetece algo ligero.
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Después citaría Nuevos Vengadores, pero creo que es un título que sigo más por Al Ewing y algunos de sus personajes que porque de verdad me funcionen como una serie de Vengadores. Mancha Solar está genial y -si hubiera justicia en el mundo- debería estar durante mucho tiempo ligado a los Vengadores, de la misma forma que también deberían estar unos Wiccan y Hulkling que al fin dan el siguiente paso lógico a sus carreras de superhéroes y una Chica Ardilla que ha dejado alguna que otra pincelada. Aun así, el resto de las nuevas incorporaciones ha sido bastante anodina (Power Man II y Tigresa Blanca III) o desaprovechada (Pájaro Cantor), y aunque ha habido cierto ingenio y buen humor en las historias, todo en sí es un tanto volátil y los números dibujados por Gerardo Sandoval se me hicieron bastante difíciles de digerir. Además sigo sin entender porque no decidieron seguir apostando por aquel grupo que a los que seguíamos la etapa de Hickman tanto nos molaba con Pegadora, Distribuidor y compañía, pudiendo haber sido una oportunidad para fortalecer sus lazos que se ha dejado escapar a favor de un grupo bastante más aleatorio.
Por último, el título que se puede considerar como verdadera cabecera de los Vengadores sin más añadidos -el de Waid- me sigue recordando a la serie de televisión Avengers: Earth’s Mightiest Heroes de Chris Yost, y como tal le veo tanto potencial para servir de gancho para chavales y chavalas que estén aproximándose a los Vengadores por primera vez tras salir del cine, como falta de chicha para los lectores que busquemos algo que cale más al hueso. El elenco mola, el tono es clasicote pero desenfadado, tiene ciertas gotas de ingenio y es una serie bastante vistosa y con mucho color. Pero aunque en los últimos números comienzo a verle algo más de jugo, en general lo veo más como una serie para regalar a los sobrinos que quieren adentrarse en los superhéroes o para los que busquen una vuelta al espíritu de los sesenta, que para perros viejos que tenemos The Ultimates de Millar y Hitch como referentes o hayamos disfrutado apocalípticamente bien la andadura de Hickman. Puedo respetarla como producto que sabe a que target va dirigido y que ayudará a mucha chavalada a acercarse a os cómics, pero yo personalmente no conecto mucho con esta serie
Claro que si expandiera el cupo al resto de series que citas, mi favorita sería sin duda The Ultimates de Ewing y Rocafort por su temática de sci fi cósmica desatada, pero de esa ya he hablado en otras muchas ocasiones
Pues no estoy de acuerdo con la nomenclatura, no es lo mismo la relación Inhumanos X-Men o Doctor Extraño q la q hay entre estas series. A- Force se entiende como Avengers Force, The Ultimates además de ser los Vengadores de otro mundo están compuestos por vengadores y es una continuación de los Poderosos Vengadores, los Thunderbolts fueron los sustitutos q luego se quisieron redimir tomando como ejemplo al gran grupo y siendo liderados por Ojo de Halcón o Luke Cage, de hecho Pájaro Cantor es Vengadora gracias a sus esfuerzos como Tbolt, te acepto lo del Escuadrón aunque su líder sea Vengador XD.
Supongo q es cuestión de perspectiva.
Supongo q es cuestión de perspectiva
Sin duda Igor, que tampoco lo comentaba como dueño de la verdad absoluta 😆
Y aunque comparto lo que dices y entiendo las razones por las que los ha incluido Pedro -al ser títulos que en su práctica totalidad han nacido en el entorno de los Vengadores y hasta vinieron promocionados juntos en el Vengadores #0- también creo que las cuatro colecciones han seguido sus propias sendas para definir una identidad que está más cerca de lo que los Defensores y los Campeones fueron en su día que como títulos integrados dentro de la familia de los Vengadores.
De hecho los Thunderbolts, aunque con Busiek claramente estaban hermanados con los Vengadores con lo de Ojo de Halcón, la saga de Nefaria y demás, diría que en su encarnación actual están más conectados con el entorno del Capitán América que con estos
Algo similar a lo que pasa con A-Force, que si bien es verdad que en principio todos pensábamos que la A era de «Avengers», desde la propia editorial terminaron denominándola extrañamente como Awesome Force -¿qué pensará ROB! de esto?- y que en los cómics a quienes los han terminado conectado ha sido con otro AF (Alpha Flight) sin ningún tipo de vínculo estructural ni de ningún tipo con los Vengadores en todo lo que se ha publicado de ellas hasta la fecha
Con Ultimates algo similar, ya que si bien el grupo original era una contrapartida de los héroes más poderosos de la Tierra de otro universo, en su actual encarnación también se convirtió en un grupo con su propia infraestructura -dentro del trígono Ultimates – Alpha Flight – A-Force– que parece cumplir más la función de ser unos Cuatro Fantásticos cósmicos a gran escala que a tener ningún tipo de conexión con los Vengadores más allá de que dos de sus fundadores sean antiguos integrantes de estos, ya que al igual que el citado Escuadrón Supremo también es fundado al margen de cualquier relación con los Vengadores.
De hecho lo de no haber mostrado ningún tipo de vínculo hasta la fecha con ninguna de las tramas o series de los Vengadores es algo que se puede extender a cualquiera de las cuatro series. Aunque claro, también se me puede alegar que las tres series de Vengadores van bastante a su bola más allá del mini-cruce entre los Vengatas de Waid y el Unity Squad de Duggan. Pero aun con esas, siguen siendo series en las que se refieren a si mismo como Vengadores, interaccionan con Vengadores que se venden a si mismos como Vengadores y hay un uso activo de la mitología de los Vengadores (Jarvis, la Mansión, el cuarteto loco del Capi, los Jóvenes Vengadores…) cosa que en ninguna de estas cuatro hay ni rastro.
Pero bueno, no deja de ser un poco lo del vaso medio lleno o medio vacío, ya que si bien cada una de estas series ha adquirido su propia personalidad al margen de los Vengadores -agradeciéndose que la compañía apueste por algo que no sea cuarenta series de «Vengadores Nosequé»-, tampoco es menos cierto que sus orígenes primigéneos estaban conectadas a estos, aunque en muchos casos sea de forma tangencial
Eres el puto amo XD
Miraa lo de A-Force no lo sabía pero sí hay relación como para juntarlos o separarlos a gusto del consumidor q era lo q decía, pero me dejo convencer!
Totalmente de acuerdo contigo, creo que el grupo The Ultimates ni A-Force se autodenominan vengadores, es como si Los Campeones fuesen también Vengadores. Y si fuera series vengativas seguramente habrían participado en Punto Muerto, pero al final solo participaron series vengativas y relacionadas con SHIELD.
Coincido bastante con las opiniones de Daniel Gavilán:
La mejor serie de Vengadores hasta el momento es Uncanny Avengers. Combina lo mejor de los tiempos clásicos y aporta sangre nueva a los Vengadores, y encima ha conseguido lo «imposible» que es que Cable y Masacre hayan cuajado como Vengadores. No hay personaje malo para ser hecho Vengador, sólo guionistas incompetentes. Un 10 para Duggan.
La que menos me interesa, por otra parte, es la de Ewing. ¿Porqué siguen confiando en Marvel en este guionista para hacer series Vengadoras? Es que a ver, el tipo lleva ya ¡3! relanzamientos: Poderosos V. Capitán América y Poderosos V., IMAvengers y se avecina el 4º con USAvengers. Ninguno de estos volúmenes ha superado los 15-20 comics. Sus grandes aportaciones a los Vengadores son cosas de las que nadie se querrá acordar jamás como Kaluu, los Vengadores BlaxPloitation Funky de los ’70 (Que podrían perfectamente ser borrados de continuidad, para bien), se ha empeñado en crear el epítome del personaje token-mira-que-moderno-spy creando a la Capitana América negra y mujer (1º como personaje alternativo en varias series y parece que en USAvengers como personaje de la continuidad oficial) una Chica Ardilla que no tiene ni puta gracia… Ha podido jugar con Cage y Jessica Jones salidos recientemente de ser las estrellas en los Vengadores de Bendis, con Hulkling y Wiccan, con Songbird hecha por fin Vengadora y no ha hecho nada importante con ninguno de ellos. Cambia de elenco a cada volumen, deja atrás a montones de personajes, mete nuevos, no hace nada con ellos, mete otros y saca los anteriores… Un desastre de historias, de enemigos, les da a los personajes una «voz» completamente equivocada. ¿Pero cómo demonios consigue seguir teniendo trabajo como guionista de Vengadores?
Por otra parte discrepo profundamente en calificar como mala a Avengers World y más en ponerla a la misma altura que el aborto que fue Avengers IA. AWorld fue una magnífica serie, con un primer arco enorme en duración y número de personajes implicados que encima dio profundidad y momentos de gloria a todos y cada uno de los Vengadores de Hickman que en la serie principal hacían más bien poco.
Pues de todas estas series, sin duda las que más me han gustado han sido las que no son estrictamente de Vengadores. Imposibles Vengadores y Nuevos Vengadores, con altibajos, están siendo entretenidas, ambas han tenido sus bajones y también sus puntos divertidos (lo del Kaiju americano ha sido tronchante) pero tampoco son espectaculares. Los de Waid directamente son prescindibles. Con historias que no aportan nada nuevo y con una alineación que no me motiva en absoluto, cuya mitad está compuesta de adolescentes y cuya otra mitad está compuesta de personajes provisionales que espero que dejen su lugar lo antes posible a sus sustitutos.
Por cierto, curiosamente hace poco he empezado a releerme Thunderbolts desde el número 1 y ando con mono de volver a ver en acción al grupo original (o lo más parecido) y le tengo muchas ganas a este volumen, pero el dibujante me ha parecido atroz, un clon de Rob Liefeld. Por otro lado una de las cosas que me han fastidiado de estos últimos tiempos es cargarse la evolución que Nicieza le dio al Barón Zemo y a Piedra Lunar. No tengo claro qué haré cuando panini saque el tomo, ¿alguien se lo ha leído a ritmo USA y lo recomienda?
Pues no sabría bien que decir, Ultron. De hecho lo que si te puedo afirmar es que el dibujante con estilo ROB! -que aun así es bastante mejor que Rob- es bastante apropiado para estos Thunderbolts, ya que Jim Zub está marcándose un festival nostálgico en homenaje a aquel estilo de cómic de superhéroes de los X-Force de principio de los noventa, Young Blood y demás. Y aunque a priori puede sonar a una aberración, pero la verdad es que si entras en el juego tiene cierta gracia, ya que el tipo tiene un buen conocimiento del clifhanger. Especialmente el del primer número. Pero vamos, en general una serie ligerita que puede caer en gracia o repeler según a uno le interesen Bucky y panda, y este dispuesto a entrar en el juego o no.
Pero vamos, por ampliar a todas las series asociadas estas, ya comentaba antes que -de entre todas- la que me resulta más destacable es Ultimates de Ewing y Rocafort con su rollete de sci-fi a lo Stormwatch, y -ya más abajo, por debajo de Imposibles Vengadores y ahí ahí con Nuevos Vengadores– el Escuadrón Supremo de Robinson, que aun con su sabor clasicón ha conseguido que me enganche a toda esta guerra de poder entre los personajes.
De las otras, a Fuerza V tuvo un arranque bastante majo en Secret Wars, pero actualmente no termino de cogerle el punto a pesar de que gráficamente es una delicia y que se le nota un visible esfuerzo para crear lazos que se sientan verdaderos entre las miembros de su equipo mientras las aprovecha.
Thuderbolts lo dicho, el comienzo simpático, pero ahora mismo tampoco me atrevo a una valoración más afinada, ya que depende mucho de lo que venga para que sea un divertido disparate o una ida de olla bastante gorda.
A mi personalmente me gustaría defender la serie de Nuevos Vengadores de Ewing que personalmente me parece la más creativa de las 3 pero que acabe bajando, no por el guión, sino por el baile de dibujantes y los cruces, que se hacían evidentes.
Mientras tanto, la peor serie de todas en mi opinión es la Waid, que se siente poco inspirada con la excusa de «es para nuevos lectores», además de que a pesar de ser una serie «bandera», no hay emoción, también tiene cruces y no se siente muy relevante (Tony anda sin plata, pero en su serie escrita por Bendis está con su Torre y viajando de aquí a allá, por mencionar un ejemplo de lo que digo)
Y bueno, simplemente quería escribir esos pensamientos y decir que me alegra volver a comentar en esta página
Ah y casi me olvido, gracias por el articulo y su respectivo esfuerzo al hacerlo
Rebienvendio, NME. Sobre lo que comentas, fíjate que yo diría que de las series actuales de los Vengadores, Nuevos Vengadores es precisamente la que menos problemas tiene con los crossovers. De hecho en el que tiene con Agentes de SHIELD cada una de las colecciones narra los eventos desde su perspectiva, por lo que ni siquiera es necesario pillarse los de la otra -y gracias, porque la serie de Guggenheim tela- y la trama de Civil War II es tan tangencial que tampoco creo que sea necesario pillarse la maxiserie central del evento, por lo que a falta de dos números para su conclusión diría que es una serie que se puede leer por si misma sin necesidad de ninguna otra lectura añadida.
En cuanto a lo de Iron Man entre Waid y Bendis, pues sí. Aunque en ambas colecciones el latas tiene problemas económicos, desde luego no parece estar ni de lejos en las mismas circunstancias
cuando se recopile en tomos le echare un vistacillo a este material…de momento me quedo con los tochales ..que hay mucho y bueno…