All Star Batman es la serie que va de menos a más, para terminar su andadura editorial como algo que estuvo bien, pero no acabó de funcionar como debería. Snyder buscaba, con la materia prima disponible, hacer un elegante ejercicio alrededor de la figura de Batman, sirviéndose de varios dibujantes. La intención, siempre loable, arrancó con un primer arco argumental pobre, insulso, sin fuerza, donde todo parecía estar escrito para uso y disfrute de John Romita Jr. Tras este irregular y poco interesante inicio, la colección dio un vuelco de ciento ochenta grados, cambiando diametralmente de objetivo. El segundo arco sube el listón del anterior y nos lleva por caminos más trabajados, donde la historia importa y todo resulta mucho más armonizado. Sin embargo, aún con el citado aumento de calidad, la serie continúa lastrada por un Snyder que no parece estar excesivamente centrado en lo que quiere contarnos, como si el objetivo inicial se hubiera diluido y su trabajo pasara a ser meramente alimenticio.
Con esto en mente toca encarar el último arco argumental de la serie que ya cierra sus puertas de forma definitiva.¿Snyder ya estaba trabajando de forma activa en Metal y no quería disociarse mentalmente en dos cabeceras? Sea como sea, toca analizar lo que podemos encontrarnos en la recta final de una serie que de momento el mejor adjetivo que la define es inconsistente.
Snyder usa, para encarar este arco, a Alfred como narrador de los acontecimientos, haciendo uso del pasado de este para rellenar huecos con los que poder seguir expandiendo el microcosmos del Caballero Oscuro. En toda historia ha de haber una idea, un concepto base que permita explicarla en una sola frase. Esa frase para Snyder es un círculo, un camino que empieza en el pasado de Alfred y continúa hasta nuestros días al servicio de Bruce Wayne. Snyder cambia de punto de vista y nos trae un nuevo protagonista, Alfred, desviando la atención de Batman de tal forma que su presencia, aun siendo relevante, carece de utilidad real a la hora de dibujar de forma completa ese círculo de la vida que Snyder quiere dibujar con esta historia.
Sin duda estamos frente al mejor trabajo de Snyder al frente de la colección, pues se deja sentir que está cómodo escribiendo esta historia sobre la juventud militar de Alfred y sus consecuencias en el presente.
Batman cae derrotado por un enemigo al que no puede hacer frente, alguien capaz de vencer a uno de los hombres mejor entrenados del planeta, y cuyo nombre es el Primer Aliado. Una investigación exhaustiva a manos de Batman, irá deshilachando la verdad que se esconde tras la máscara d este nuevo enemigo. Una investigación que inexorablemente apunta al pasado de Alfred. Un arma de incalculable poder, un pasado oscuro que rodea a uno de sus más fieles aliados y un enemigo implacable, son los tres ingredientes con los que Snyder adereza y condimenta una trama que ejecuta a dos tiempos.
Si nos centramos en la forma, en la estructura de la historia, podemos ver que Snyder va moviendo con maestría las piezas y juega con el tempo de tal forma que cada paso que Batman da en su investigación nos acerca más a cerrar ese círculo del que, como lectores, somos conscientes desde el principio del arco. Los primeros números funcionan a la perfección y son capaces de sustentar el paso de la trama que Snyder va elaborando. La narración de Alfred resulta sólida, contundente y nos permite conocer mejor el alma del leal mayordomo de Wayne. Pero una vez superados los primeros números la historia se debilita, sobre todo cuando entramos en la parte más superheróica de la misma, dejando al descubierto las debilidades de una trama a la que le falta dar una puntada más con la que fijar de forma clara y definitiva sus intenciones reales. Snyder se descontrola y deja escapar un final que no precisaba de un giro argumental que se antoja forzado, buscando la sorpresa, que al final no lo es, de manera innecesaria.
Y que ocurra esto es una lástima, dado el armonioso inicio de la saga y el desarrollo de la misma hasta su mitad. La historia de Alfred resulta muy humana y nos demuestra que debajo de esa flema británica hay un hombre con sentimientos, un hombre que tuvo que asimilar su propia oscuridad para poder entender cuál era su lugar en el mundo. Y es que esta historia es una historia sobre el perdón, la redención y el entendimiento de las razones que empujan a los hombres a hacer lo que hacen en vida.
Batman y Alfred, Wayne y Alfred. Alfred y Batman, Alfred y Wayne. Una dupla que se permuta sin cesar en esta historia y que funciona de forma excelente en manos de Synder que solo falla en el punto final, el desenlace, no así en las conclusiones, donde de nuevo retoma el pulso perdido y acierta, palabra por palabra, a la hora de dejarnos claro cuales eran sus intenciones cuando escribía este guion.
Acompañando a Synder tenemos a un motivado Rafael Alburquerque, que narra con destreza tanto las escenas de acción como las de diálogos, moviéndose con soltura entre las sombras emocionales que Snyder nos plantea, creando la atmósfera adecuada que la historia requiere. Un Rafael Alburquerque que se lanza a guionizar, ayudado por Rafael Scavone, la historia de complemento que acompaña a la de Synder, en la que Batman se ha de infiltrar en la mafia rusa. Una historia que enlaza con la de Snyder, complementado las grietas que Snyder deja entre número y número. Un trabajo correcto, dibujado con talento por Sebastian Fiumara, que nos ofrece una visión más urbana de Batman.
Así que se puede concluir que la serie no acaba por estar Synder desmotivado, pues ningún escritor es capaz de orquestar una trama de este tipo sin estar centrado en lo que hace. Una historia de Batman con garra, sencilla en concepto, algo forzada en algunas ocasiones, que funciona como final de una serie que no pasará a la historia, pero que ahí está para deleitar a los fans del personaje en unos tiempos en los que necesita mostrase más humano y terrenal que nunca.
Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 7
7.3
Cierre digno.
La serie de All Star Batman cierra sus puertas y lo hace con el mejor arco argumental de toda la colección. No pasará a la historia por lo planteado y desarrollado, pero su final dignifica a una serie que empezó de la peor de las maneras.
Supongo que cuando ECC lo reedite, lo hará en formato pequeño y saltándose capítulos. Así que mejor me lo pillo ahora
Cuando lo reediten (que lo harán, y en varios formatos) probablemente «recorten» la historia de complemento, pero aun con eso, les puede quedar un tomito de lo más chulo. Algo así como el de Spiderman Marvel Knights de Mark Millar y Terry Dodson.
Una historia interesante que gana enteros como «cierre del círculo» de los complementos de Snyder y Albuquerque de la etapa de Batman sobre el padre de Alfred.
En general, a pesar de sus fallos y sus tics, la etapa de Snyder tiene toda la pinta de acabar quedando como una de las etapas más sólidas que un guionista ha hecho del Murciélago. Y digo la etapa de Snyder porque más allá de los cambios de atmósfera de cada dibujante, a lo largo de Detective, Batman, All-Star (incluído el primer arco que, en serio, ni es tan malo ni tan diferente a otras historias de Snyder con el personaje) y finalmente Metal va desarrollando una serie de temas y de subtramas que van planteándose, desarrollándose de forma interrelacionada y concluyendo. Yo por mi parte estoy muy interesado en esa despedida del personaje fuera de continuidad!