Amatista – La leyenda renace

Edición original: Amethyst 1-4 USA (1987)
Edición nacional/España: Amatista: La Leyenda Renace Salvat
Guion: Mindy Newell, Keith Giffen.
Dibujo: Esteban Maroto.
Color:Tatjana Wood
Traducción: Francisco San Rafael Simó.
Formato: Cartoné, 110 págs. A color.
Precio: 13,99 €

Luces y brillos

En 1983 DC estaba expandiendo sus horizontes. Era el momento de llenar el mercado con nuevos personajes y grupos, siguiendo la estela de sus series estrella: La Legión de Superhéroes y Los Jóvenes Titanes. Fue el año del lanzamiento de Batman y los Outsiders, con personajes de nuevo cuño como Geo-Force, Katana y Halo. Debutó el grupo de Infinity Inc., así como los Omega Men, Vigilante y la incorporación de un nuevo Robin a la mitología de Batman, cuyo nombre era Jason Tood.

Y una de esas nuevas creaciones fue la de Amatista, Princesa de Mundo Gema, que hizo su aparición en las páginas del La Legión de Superhéroes #298, como un inserto de 16 páginas en la que los guionistas Dan Mishkin y Gary Cohn (los mismos que crearon a Blue Devil), con el mítico, Ernie Colon, presentaron este mundo extradimensional que halló una nueva princesa en la figura de Amy Winston, una joven de la Tierra destinada vivir increíbles historias como Amatista, la defensora de Mundo Gema, en oposición a la oscura figura de Ópalo, el villano de la función. Un mundo regido por distintas casas con nombre de distintas piedras semipreciosas (12 en total), que se mueve entre la fantasía épica, la espada y la brujería, así como la ciencia ficción, y cuya historia editorial ha sido más bien efímera.

De las páginas insertadas en la serie de la Legión, Amatista saltó a su propia maxi serie de 12 entregas publicada en 1983, a la que seguiría un anual en 1984, como paso previo a una serie regular que tan solo duró 16 entregas en 1985 (escrita Dan Mishkin y Gary Cohn y dibujada por Ric Estrada), con una continuación en 1986 de un especial (obra de Giffen y Newell) y una miniserie de cuatro números (a instancia de Jenette Kahn) que puso punto final a las aventuras en solitario del personaje, hasta su recuperación, por parte de Bendis, en la serie Young Justice, que la llevó a tener una nueva miniserie, en 2020, como protagonista.

Para esta ocasión estamos de enhorabuena porque dentro del coleccionable de Universos DC de Salvat se ha editado, por primera vez en nuestro país, la miniserie de 1986 que tiene la particularidad de tener a los lápices a un autor patrio de la talla de Esteban Maroto. Un peso pesado de la industria vinculado a trabajos de espada y brujería que firmaría otras dos obras para DC, Las Crónicas de Atlantis y una miniserie dedicada a Zatanna (que sigue inédita en nuestro país).

¿Y qué se puede esperar de esta obra?

En primer lugar hay que señalar varios aspectos que no tienen que ver propiamente con la miniserie de Amatista aquí recopilada. Uno de esos aspectos es que la edición viene especialmente arropada por dos textos escritos por Francisco San Rafael que ayudan al lector a posicionarse con la obra y sus autores. Es algo que se agradece y que viene rematado por la inclusión de las portadas entre cada número a tamaño completo. Así se puede apreciar el magnifico trabajo realizado por Maroto y tener cada número definido dentro del total de páginas del tomo. Dos aspectos que hay que alabar y que dejan buenas sensaciones en la experiencia de lectura.

Una vez señaladas estos dos importantes detalles, solo queda terminar por decir que estamos ante la entrega 13 pero que en realidad se corresponde con la posición 55 del coleccionable a fin de que su lomo forme parte de la imagen que se compondrá para todos aquellos que adquieran todas las entregas.

Y dicho todo esto toca adentrarse en el terreno de lo artístico.

La obra busca recuperar a Mundo Gema tras los acontecimientos de Crisis. El nuevo Universo DC se iba mostrando a los lectores de manera progresiva y muchos de sus personajes se vieron relanzados. Hubo una nueva Liga de la Justicia, el Escuadrón Suicida operaba desde la clandestinidad, Superman, Batman, Wonder Woman vieron como su historia era reiniciada, así como Flash y a lo largo de los años les llegaría a otros conceptos y personajes como Aquaman. Mundo Gema y Amatista no iban a ser una excepción puesto que formaban parte del Universo DC y de esa moda surgida por el auge de la espada y brujería a raíz de los cómics de Marvel dedicados a Conan, por lo que no se la podía dejar morir en el olvido.

Tocaba, por tanto, narrar una historia que pusiera de nuevo a este mundo en orden, aclarara algunos aspectos, sirviera de presentación para posibles nuevos proyectos y dejara todo encarrilado al futuro.

Para dar forma a este proyecto DC recurrió a dos figuras que ya habían trabajado con Amatista antes, Giffen y Newell, concretamente en el especial que se lanzó tras la cancelación de su serie regular y que servía como cierre de la historia vista hasta ese momento. Tanto Newell como Giffen tenían claro que este trabajo debía ser un paso iniciático en Mundo Gema y su protagonista, Amatista,, por lo que construyen una trama muy sencilla en la que el Caos acecha al Orden infectando a su propio agente con el que tomar el control de Mundo Gema. El conflicto esta servido. No hace falta más.

A partir de este punto la trama discurre con el objetivo muy claro, enseñar al lector que es Mundo Gema, al tiempo que remueve sus bases para renovar el concepto. Un recorrido en el que se ve claramente donde hay trabajo de Giffen y donde de Newell. Todo lector con experiencia en los trabajos de Giffen podrá identificar algunas de sus herramientas narrativas, así como su fino humor, mientras que los textos más detallados, poéticos incluso, responden más a los intereses de Newell.

No estamos ante una historia especialmente locuaz, ni imaginativa, sino funcional, que en algunos momentos quiere ser más de lo que puede ser, por lo que su lectura puede resultar algo espesa para paladares más actuales. Amatista no es una obra que brille por su propuesta, pero abruma en el aspecto gráfico donde Maroto eleva un guion muy plano y lo convierte en todo un despliegue visual donde lo épico se da la mano con lo sensual, lo mundano se transforma en fantástico, el orden y el caos se mezclan en un todo orgánico que llena la página por completo. Lo que hace Maroto es recurrir toda su experiencia en el medio y en el género de fantasía para plasmar todo lo onírico que se esconde tras Mundo Gema. Sin el trabajo de Maroto esta miniserie difícilmente podría ser recordada. Lo que el dibujo logra es trascender más allá de la mera historia.

Poder tener este trabajo en España es toda una celebración y solo queda esperar a ver si algún día llega el trabajo de Maroto en Zatanna para poder cerrar su trilogía DC.

Un trabajo que deslumbra en lo visual, que cumple lo justo en lo narrativo, resultando un todo especial por ser material inédito recuperando una porción de la historia de DC Comics tras Crisis para cerrar una pequeña herida con los aficionados.

Y puestos a desear, nos vemos de nuevo cuando el coleccionable llegue a su entrega número 20, pues entre sus páginas se editará el trabajo de Don Newton en Shazam. A dos semanas de la llegada a los cines de su nueva película, no puede ser mejor noticia. Sin embargo, que estas obras lleguen a los quioscos abre un debate interesante sobre la apreciación de un lector ocasional puede tener el respecto y su apreciación en un círculo más afín a este tipo de trabajos, como una tienda especializada. Reflexionemos.