El esperado final
Si bien tuvieron que pasar dieciséis años desde que aquella maravilla llamada American Jesus (o The Chosen en su origen) tuviera su esperada continuación, podemos sentirnos afortunados de estar ya ante la tercera y última parte, apenas tres años desde la anterior. Es cierto que Mark Millar es famoso por dilatar sus segundas partes pero con esta se la había ido un poco de la mano, al autor inglés le gusta mucho estrenar nuevas creaciones y American Jesus lo pagó muy caro. Pero aquí estamos ante el final de la trilogía, ¿ha merecido la pena la espera?
De primeras ya podemos decir que los autores no se han roto la cabeza con el esquema de la serie. Si el primer volumen nos presentaba al protagonista de un bando, el segundo hacía lo propio con el del contrario y en el tercero se enfrentan. Nada nuevo por aquí. American Jesus nos ha dado pinceladas de calidad pero más por sus pequeños giros que por la trama en sí.
El problema de este tercer tomo es doble. Por un lado tenemos un dibujo que no es tan impresionante como en los anteriores capítulos. No está mal pero acabamos de ver a Peter Gross haciendo un trabajo espectacular en The Highest House, aunque en la edición española había que mirarlo con lupa, y aquí pasa de páginas maravillosas a otras que flojean un poco, quizás debido a que no está solo en el dibujo y los acabados no son tan buenos como suele acostumbrar. Eso sí, la narrativa sigue siendo suya, con lo que el manejo de las partes lentas y el simbolismo de las páginas siguen estando ahí, en lo alto, cosa importante dado el tono del cómic.
Otro problema que tiene el tomo es la reiteración. American Jesus es una historia que se ha caracterizado por ir al grano, con giros pero sin estirar la trama, y aquí hay ciertas páginas que sobran. Señores que escriban sobre temas religiosos: si no van a cambiar lo que dice La Biblia, no es necesario que nos lo vuelvan a repetir con pelos y señales. No es necesario gastar páginas para decirnos que Lucifer se rebeló contra Dios, bastaría con una frase. Pero lo cierto es que quitando todo esto, la conclusión no está nada mal.
Gross y Millar toman la decisión de darnos un tercer tomo que tiene un principio muy protocolario, en el sentido en que está enfocado a señalarnos cómo el mundo está en declive porque el mal se está haciendo cargo de los poderes políticos, pero luego gira para acercarse al estilo de primer volumen, donde Jodie vuelve al pueblo para reflexionar sobre su condición.
El inevitable enfrentamiento final y su resolución es realmente original. Depende mucho del gusto del lector, pero se valora de forma positiva que Millar se aleje de sí mismo en el último capítulo para ofrecer algo diferente a lo esperable. No es que sea la absoluta maravilla que fue el primer tomo, pero resulta una agradable sorpresa. El tomo en general resulta entretenido, en especial porque sabe hacernos empatizar y comprender a los personajes, y tiene un final curioso, aunque tampoco es que se rompan la cabeza. Digamos que hay partes que se podrían haber desarrollado mejor, pero es satisfactorio.
La edición de Panini incluye un diálogo final entre los autores que es muy ilustrativo, bien puesto en las últimas páginas para que el lector pueda reflexionar con ellos sobre este. La única pega es que la traducción flojea en algunos diálogos. No son muchos, pero hay partes que quedan algo forzadas.
Lo mejor
• Un final sorprendente y una lectura entretenida.
Lo peor
• Tampoco es que se rompan la cabeza, les sobra alguna parte algo repetitiva.
Guión - 7.2
Dibujo - 6.7
Interés - 7.2
7
Revelador
Si bien no llegan a la altura del primer volumen, American Jesus tiene un buen final.
Es un buen final. Mas o menos lo vi venir ya desde el segundo tomo pero aún así bastante original. Creía que tendría más mala baba con el tema de la iglesia al estilo predicador, pero creo que al final no se mete en esos fregados y veo a Millar bastante contenido. Es un «La profecia 2.0»