America’s got Powers toma su nombre de un programa de televisión muy popular en Estados Unidos llamado America’s got Talent. En él diversos concursantes, artistas de todo tipo como bailarines, cantantes, prestidigitadores, etc., tratan de acceder no solo al premio que otorga su jurado, sino también al estrellato que quizás su aparición allí les procure. La similitud del título del cómic del que vamos a hablar con este concurso no es casual, ya que hay motivos televisivos en el punto de partida de la historia, que trata sobre una mezcla entre un reality show y una Superbowl de gente con superpoderes.
Hace diecisiete años un misterioso artefacto cristalino proveniente del espacio se estrelló en la ciudad Californiana de San Francisco. A raíz de ello, todas las mujeres embarazadas en un radio de cinco millas se pusieron de parto independientemente del tiempo que llevasen de gestación. Milagrosamente, todos los bebés sobrevivieron a los nacimientos prematuros y todos ellos desarrollaron algún superpoder cuando crecieron. ¿Todos? No, el joven Tommy debería haber conseguido alguna capacidad extraordinaria al igual que su hermano gemelo, pero se quedó en humano normal. Normal y corriente, con una vida más o menos mediocre, trabajando en la tienda de souvenirs del estadio. ¿Qué estadio? Aquel en el que se celebra un programa de televisión que consiste en espectaculares combates entre los jóvenes superpoderosos. El mencionado hermano de
La premisa, expuesta de este modo, parece bastante interesante, y este cruce entre el Rising Stars de
Los personajes apenas están esbozados, y aquellos que podrían parecer interesantes como la novia objetora de Tommy, terminan actuando de una forma un tanto desconcertante a pesar de la acuciante necesidad en la que se les sitúa. Extraña también es la presencia de una político dibujada a imagen y semejanza de la famosa republicana Estadounidense Sarah Palin, con la que podría dar la impresión de que la historia recorre la senda de la parodia. Pero por lo demás no hay nada en el tono del relato que indique tal cosa, dejándole el uso del personaje en la obra a uno con cierta perplejidad. Tampoco resulta muy creíble la bondad casi mesiánica del hombre que ha montado ese concurso de jóvenes con superpoderes ganando millones de dólares con ello para así “protegerlos de la reacción de la sociedad”, y resulta casi anticlimático que no se explore por ningún lado tan evidente hipocresía.
Por todo lo que venimos comentando, puede dar la impresión de que queremos decir que America’s Got Power es una obra mala, que insulta la inteligencia del lector o algo así. Pero aunque resulte complicado no resaltar todos estos puntos bajos, tampoco es así, y la historia no transcurre de forma abochornante. Simplemente, y es difícil saber qué es peor, el interés se diluye en las idas y venidas de la trama y las diversas peripecias de los personajes.
Pero seamos sinceros, la estrella de la función no es otro que
Es una pena que no se pueda decir nada más destacable de esta obra que esperábamos desde hacía tiempo (su primer número apareció en EEUU en abril de 2012) y que pasó de los seis entregas programadas a contar con siete, todas ellas recopiladas en este tomo editado por Panini. El final, por otro lado, queda abierto para una posible secuela cuyo interés, visto lo visto, a priori resulta dudoso.
Coincido con tu crítica en casi todo, Sergio. La única parte que me chirría es la que menciona el arte del bueno de Bryan.
Recuerdo esperar este tomo desde que se anunció en… ¿febrero? y la ilusión que me recorría cuando, finalmente, pude hacerme con él en mi tienda habitual. Al llegar a casa comencé su lectura con verdadera pasión, pero ésta fue decayendo a medida que pasaba las páginas. El supuesto buen hacer de Hitch se vuelve «confuso», sobretodo en las «espectaculares escenas de combate», donde cantidad de personajes con uniformes casi similares se disparan todo tipo de energías. Todo es tan lioso que te cuesta saber quién lucha con quién o dónde comienza el cuerpo de uno y termina el de otro.
Con la historia no me meto porque ni es historia ni es nada. La premisa inicial daba para mucho más (simplemente «Rising Star» es muchísimo mejor obra partiendo de un concepto idéntico) y el desarrollo no deja de distraerte y confundirte, llegando al punto de pensar que tal personaje es bueno y al momento se convierte en un cabrón sin sentimientos. Todo esto unido a que no llegas a empatizar con ninguno de los personajes (incluído el supuesto protagonista) hace que desconectes de la obra en un momento dado y que termines de leerla de mala leche y con el único aliciente de acabarla por los casi 20 euracos que has soltado para hacerte con ella.
En definitiva, un chasco más y ya van…
P.D.: ¿a nadie más le parece que el personaje del general está basado en un Paul Newman talludito?
Me parece muy extraño que cada vez que se nombra a Bryan Hitch (que aún no tengo claro si me gusta como dibujante o no), el párrafo no cite a Alan Davis. Poco a poco se despega de su influencia (en algunos casos fue hasta plagio) pero no siempre lo consigue. Dicho esto y dado que ambos han compartido entintadores, me encantaría que Neary volviese con Davis, porque a Farmer lo veo un poco descuidado últimamente.
«podría arrojar fascinantes posibilidades considerando las metáforas imbricadas acerca de ese lavado de cerebro que sufrimos a diario por parte de los medios que nos aparta de nuestro potencial personal y para cambiar el mundo. Pero el guion de Jonathan Ross pasa apenas de puntillas por estas cuestiones»
Apenas pasa por esas cuestiones… porque no son el tema de este cómic. Esta historia no va sobre un tema tan manido, es una reflexión sobre otro asunto diferente que creo que no has mencionado en la reseña.
Buenas a todos!
Gracias Sergio por tu crítica, coincido bastante con ella.
En mi caso, tenía bastante «mono» de Hitch tras la superdecepción de AoU, y en cuanto a dibujo bonito, creo que cumple bien con lo que esperábamos.
Coincido en que el gran problema de esta obra es el guión, que no se sabe si va o si viene, o qué pretenden contar. «Fallo» achacable a ambos creadores, ya que aunque el guión es de Jonathan Ross, creo que Hitch metió mucha baza en el argumento…
Aunque artísticamente hablando, labor exclusivamente achacable de Hitch, sus fotoreferencias como la de Sarah Palin son un error monumental, ya que aunque el sentido está claro, identificar automáticamente a la «mala» de la película, lo único que consigue es descentrarte de la lectura… En lugar de pensar en la historia, estás más pensando en ¿En qué actor se ha inspirado para dibujar al profesor?
Obra solo para los muy fans al trabajo de Hitch, entre los que me incluyo, lo reconozco…
Saludos!!
Gracias por la reseña señor Aguirre, la verdad, esperaba este cómic con ganas desde hace mucho tiempo, sobre todo (o casi exclusivamente) por el dibujo de Brayn Hitch, pero, después de tenerlo en las manos he visto un dibujo (el guión por que no decirlo, no me importa lo mas mínimo) que no es tan espectacular como me gustaría, hay muchas desproporciones y mucho batiburrillo de gente, y eso que sólo le di un vistazo rápido. Esperaba bastante mas calidad de un trabajo personal del señor Hitch, donde, además tuvo mas de año y medio para hacer 7 números, así que no creo que pueda decir que le metían prisa por terminar.
Como resultado de todo lo anterior ahí se quedó para una segunda oportunidad, pero después de ver aquí el precio que tiene (se me metió en la cabeza que eran 15,95€)creo casi con toda seguridad que ahí se quedará.
Pues tenía dudas de hacerme con esta obra porque en un principio me llamaba mucho la atención, pero tras leer la reseña y la opinión de Mr. Cesar lo tengo totalmente claro, paso totalmente de comprarla y eso que me ahorro.
Coincido punto por punto con la opinión del artículo, de una premisa que promete (aunque fusilada de Rising stars) la historia pierde interés número a número,desaprovechando las muchas posibilidades y niveles de lectura que podía tener. Una decepción.
La otra obra de Hitch, la de los actores de pelis de supers si que me gustó bastante.
Parece que por los comentarios, mayormente estamos de acuerdo con este America’s got Powers. Mayormente, digo, que hay detalles en los que no, así que procedo a hacer unas defensas y aclaraciones a mi reseña:
Mr. Cesar, no puedo ponerle pegas a su análisis sobre el arte de Hitch. Sólo puedo decir que a mí subjetivamente, aunque cada vez menos, me sigue gustando.
Ianu, lo de Hitch y Davis no lo he mencionado básicamente por no ser repetitivo. Creo que es algo que se lleva comentando desde los años 90, y la verdad, no hay mucho que añadir: la influencia es patente, aunque lógicamente con los años su estilo va despegándose poco a poco. En su día se podía hablar incluso de plágio, y no sólo a Davis; también me viene a la mente una viñeta de Mys-Tec Wars calcada del Punisher o el Cable (no recuerdo bien) de Romita Jr, con eso sí, el estilo de Davis. Ha sido un tema que ha vertido ríos de tinta, física y digital durante muchos años, y no tenía nada que pensase de interés sobre el asunto que pudiese añadir en esta reseña.
Tachuela, la verdad me dejas pasmado. No he visto ningún subtexto, ningún gran tema en esta obra, esa es precisamente mi gran crítica, que creo que daba posibilidades (las que mencionas que he escrito eran sólo ejemplos que se me ocurrían) pero se queda en los bandazos de la trama sin hablarnos realmente de nada. Pasa también con el pacifismo de Debbie que mencionaba, que podría dar pie a algo muy interesante pero se queda en nada con el desdibujamiento del personaje, y con docenas de cosas más. En mi opinión desperdicia todas las oportunidades de hacer alguna reflexión, pero parece que he pasado algo por alto. Mi compresión lectora ha debido estar en horas bajas, así que ¿a qué te referías? Me ha picado la curiosidad realmente, por favor comenta, que me parece muy interesante y enriquecedor.
Igverni, Wizard, lo dicho: estamos de acuerdo. También contigo, Dhaldon, lo que llevo leído de Real héroes me está gustando bastante más.
Y Winter Widower, no sé si sentir que la reseña te haya hecho desistir de hacerte con la obra, o alegrarme de que de ese modo te hayas evitado pagar un dinero por algo que probablemente te hubiese decepcionado. Las cosas inherentes a las reseñas con veredictos no muy favorables, supongo.
Muchísimas gracias a todos por comentar.
No lo sientas, la cosa no está para ir probando historias a base de 20 del ala, así que no me queda otra que agradecerte (y muy gustosamente que lo hago) haberme evitado tal gasto.
Gracias señores Dhaldon y Aguirre por descubrirme Real Héroe, la cual de un primer vistazo (hablando siempre del dibujo) me parece muy superior a esta otra.¿Alguien sabe si hay planes a corto plazo de publicarlo por aquí?
Efectivamente, Sergio, el tema Davis-Hitch está muy manido, pero, a mi modo de ver, debería acompañarle hasta que se separase lo suficiente de su estilo. Lo digo un poco por despecho, porque soy fiel seguidor de Davis desde los 80 y veo que últimamente lo están «Hitchificando» vía entintado (y en gran medida también por la baja calidad de la reproducción del mismo). El colmo es la historia de las guerras asgardianas de los Vengadores (¡acabo de flipar viendo que vuestra reseña es de 2011!) donde se nota un descuido total en las tintas (hay viñetas que parecen más de Hitch que de Davis) y en la reproducción de las mismas, un mal del que Davis siempre se ha quejado (sus lineas más finas se pierden, y se aprecia un efecto borde de sierra que ensucia bastante el acabado). Tampoco el color digital le sienta del todo bien.