Reseñas de Angela: Asgard’s Assasin y Thanos Vs Hulk

 

Edición original: Thanos Vs Hulk # 1 de 4 (Marvel comics).
Guión: Jim Starlin.
Dibujo: Jim Starlin.
Entintado: Andy Smith.
Color: Frank D’Armata.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3,99 $.

Valoración:

 

Como venimos comentando desde hace un tiempo, Jim Starlin está de vuelta en Marvel con varios proyectos relacionados con su más popular creación para la editorial, Thanos. Uno de ellos era un arco argumental como autor completo en la colección Savage Hulk, dedicada a contar aventuras aisladas ubicadas en distintos momentos de la trayectoria vital del alter ego de Bruce Banner, con equipo creativo cambiante de historia a historia. No obstante, en Marvel debieron de pensar que la aparición del titán loco en la exitosa película Guardianes de la Galaxia podría ser capitalizada usando ese relato como una miniserie propia, dándola más visibilidad que en los números 5 al 8 de la colección antológica dedicada al gigante esmeralda. Y así, esta miniserie vio la luz. El propio Starlin declaró su sorpresa con lo repentino de esta decisión, con la que afirma no haber tenido nada que ver.

Como decíamos, las historias de Savage Hulk transcurren en momentos distintos de la vida del protagonista distintos al que dicta la actualidad, dando la oportunidad a los artistas implicados de explorar la versión y periodo vital que más les interesa de la mutable trayectoria de la Increíble Masa. Por supuesto, Thanos Vs Hulk no es una excepción, y a pesar del aspecto que luce el Goliat verde (más propio de la versión de los años 70, la verdad; tal vez sea debido a que como Starlin ha declarado, Hulk era su héroe Marvel favorito de joven), la historia hay que situarla cronológicamente algo antes del evento Infinito. En aquellos tiempos en los que Mark Waid y Leinil Francis Yu nos contaban cómo Bruce Banner trabajaba con SHIELD en las páginas de Indestructible Hulk, y la fuerza destructiva de su alter ego era lanzado de forma quirúrgica sobre objetivos seleccionados, como supervillanos variados.

De ese modo, Bruce, tomándose un día de permiso de sus labores para la organización dirigida por María Hill, es repentinamente secuestrado por Pip el troll. El teleportador enano, vieja creación del propio Starlin que éste usa cuando quiere hacer gala de su sentido del humor y presentar un personaje algo amoral y degenerado, pero con buen corazón en el fondo, lleva a su presa ante nada menos que Blaastar. Éste, siguiendo órdenes del propio Annihilus, señor de su Zona Negativa natal, ha encontrado una forma de chantajear a Pip y obligarle a realizar el secuestro. Y también han conseguido un método para mantener prisionero a uno de los mortales más fuertes del universo Marvel, con oscuros propósitos todavía no aclarados. El antiguo ayudante de Adam Warlock, una vez realizada la entrega, decide enmendar la acción que le han obligado a perpetrar, y para ello no se le ocurre otra cosa que tratar de manipular al mismísimo Thanos para que libere a Hulk. Ideas de Troll.

El guion resulta bastante estándar, sin mucho que destacar en este primer número aparte de uno los paisajes psicodélicos habituales de Starlin: una representación de la psique de Banner y Hulk donde ambos reposan sobre un pequeño planetoide, como si del Principito de Antoine de Saint-Exupérry se tratasen, compartiendo sus puntos de vista. También resulta divertida la inclusión del Bar Starlin en Knowhere, concebido por otros autores para homenajearle. El creador de Dreadstar reconoce que su ego le exigía hacerlo aparecer en alguna de sus propias historias, repleto de cameos de personajes de fondo, como si del Superbanco de Jan o del Top Ten de Moore y Ha se tratase. En lo gráfico, hay que decir que el entintado de Andy Smith marca mucho el dibujo de Starlin, hasta casi no hacerlo reconocible. No da un mal resultado en absoluto, pero le arrebata mucha personalidad a los lápices y da una impresión demasiado aséptica.

Sin estar mal, juzgando por lo visto tal vez a este arco argumental le hubiese beneficiado haberse quedado en Savage Hulk – a la cual también le hubiese venido bien para así seguir siendo potenciada por la presencia de autores de peso- y no ponerlo bajo los focos con todo un número uno propio que a pesar de ser correcto nos deja algo tibios.

 

Edición original: Angela: Asgard’s Assasin # 1 (Marvel comics).
Guión: Kieron Gillen y Marguerite Bennet.
Dibujo: Phil Jimenez y Stephanie Hans
Entintado: Tom Palmer.
Color: Romulo Fajardo.
Formato: Grapa, 32 páginas.
Precio: 3,99$.

Valoración:

 

Desde su irrupción en las páginas finales de Age of Ultron, es innegable que desde Marvel Comics han intentado que Ángela fuese un personaje que nos gustara. La mayoría del peso ha recaído en los guiones de Brian Michael Bendis, con permiso de otros autores como Al Ewing o Jason Aaron más recientemente, y siempre con la bendición y supuesta guía de Neil Gaiman y Joe Quesada de fondo. Sin embargo y a pesar de sus obvios y fútiles esfuerzos, no lo habían conseguido hasta ahora. Hasta Kieron Gillen. Desaparecido del mapa mensual Marvel durante los últimos meses desde que acabase su fantástica etapa en Jóvenes Vengadores primero y en Iron Man segundo, el guionista británico había estado ausente para nuestra desgracia. Pero, al contrario que con Matt Fraction cuya vuelta a Marvel está confirmada como inexistente, Kieron Gillen sí tenía trabajo en curso con la casa de las ideas. Además de ser el autor elegido para encargarse de la serie mensual de Darth Vader (junto a Salvador Larroca, a partir del próximo mes de Febrero), también fue la figura elegida para narrar la nueva serie regular de Angela, a quien le acompañan Phil Jimenez (Infinite Crisis) en los lápices y el tándem Marguerite Bennett/Stephanie Hans en las historias de flashback. Un equipo de lujo elegido en ex profeso para este personaje. Porque… ¿qué me dicen de la elección de Phil Jimenez? El mejor dibujante que ha representado a Wonder Woman en el presente siglo es sin duda la mejor opción para la cabecera regular de la hija de Odin.

¿Cómo? ¿Hija de Odin? Sí, Ángela es la hija de Odin. Quizá os hayais perdido algún capítulo, así que ahí va un “Previously” bastante resumido. Hace eones, durante una guerra entre Los Ángeles del Décimo Reino (también conocido como Heven, fonéticamnente similar al Paraiso inglés) y los Dioses de Asgard, la recién nacida hija de Odin y Freyja fue aparentemente asesinada por La Reina de los Ángeles. Odin, más cabreado de lo que suele ser usual en él, se cargó de un plumazo al Décimo Reino y lo mandó a otra dimensión. Sin embargo, pocos podían adivinar que en realidad que Ángela había sido salvada por una de las sirvientas de la Reina y educada para ser un Ángel. Hasta ahora. En pleno Pecado Original, Thor y Loki han sabido de la existencia de una hermana y de un reino nuevo… aunque cualquier intento de acercamiento ha sido rechazado por la propia Ángela, cuyas creencias le impiden amar a cualquier cosa que empiece por «Asg» y acabe por «ard». No en vano, la próxima vez que vea a Odin su plan es matarlo. Tenemos con esto un personaje de primera fila con un nivel al que Sif y Valquiria nunca podrán llegar. Y con esto llegamos a esta cabecera, una más entre el tsunami de series de féminas Marvel. Y a riesgo de pensar que publicar por publicar tiene un riesgo, los autores demuestran desde el principio que tienen el pulso cogido al personaje y a lo que piensan hacer con ella. Y sin arrugarse, porque el cliffhanger del primer número es de órdago.

Kieron Gillen, de quien no me canso de decir que escribe los mejores diálogos en los cómics hoy en día (por delante de gente como Brian Michael Bendis o Dan Slott), combina elementos cómicos con retórica poética de forma muy natural, de la misma forma que lo hace con escenarios divinos y cósmicos. Introduce con cierto carisma a una especie de sidekick para Ángela (con nombre evocador del de Xena, todo sea dicho de paso) que sirve para dar voz al relato y dejar toda la acción sobre los hombros desnudos de Ángela, dejando a las claras que ella es el personaje principal (y evitando cometer un error de novato como en el caso reciente de Spiderwoman). Un relato muy compensado (¿hemos hablado ya del cliffhanger?) el cual además deja sitio para que el flashback encaje orgánicamente y tenga su propio espacio para respirar. De Phil Jimenez está todo dicho. Uno de los mejores dibujantes del medio y muy desaprovechado durante el último lustro. Esperemos que este sea el regreso por la puerta grande a la primera línea, porque aquí borda todos sus trazos. La dinámica de dos dibujantes le permitirá mantener un ritmo mensual, aunque para ser honestos a la verdad, Phil Jimenez nunca tuvo problemas con las fechas de entrega (salvo cuando Didio se metió de por medio y tuvo que redibujar los dos últimos capítulos de Infinite Crisis, acudiendo a un por entonces verde Ivan Reis y algún otro). Marguerite Bennett y Stephanie Hans cumplen con nota en sus apartados y el ritmo del relato no se ve afectado en ningún momento. En definitiva, un estreno redondo que, por primera vez y contra todos los pronósticos, ha hecho que nos guste Ángela. Y que así sea.