Como perros y gatos
Rebelión en la granja es, con toda seguridad, una de las fábulas más famosas de la historia de la literatura. Publicada en 1945, con ella el célebre escritor George Orwell lanzaba una feroz sátira sobre la caída en el totalitarismo de la Unión Soviética de Stalin tras la Revolución Rusa. Una obra a la que la maquinaria propagandista estadounidense dio mayor difusión para apoyar su lucha ideológica contra el eje comunista, en sonada ironía con el hecho de que Orwell era un socialista declarado. Pero sobre todo, una obra que se convirtió en una novela inmortal, que continúa sirviendo hoy como análisis de la corrupción que suele acompañar a la obtención del poder.
No cualquiera tendría los bemoles de atreverse con su propia versión de un clásico como este, pero si alguien se lo ha ganado, ese es Tom King. El célebre guionista de exitazos como Visión, Mr. Milagro o Supergirl lleva años siendo uno de los cabezas de cartel del cómic estadounidense, arrasando entre crítica y público fundamentalmente gracias a su trabajo dentro de DC Comics. Sin embargo, en los últimos tiempos estamos empezando a verle, como a tantos otros, ganas de sacar también sus propios trabajos de autor, como esa Amor Eterno realizada junto a la gran Elsa Charretier, que ECC está publicando en nuestro país. Y con Animal Pound, amplía su catálogo personal de la mano de BOOM! Studios.
Lo hace junto a Peter Gross, veterano artista al que recientemente hemos visto finalizar su famosa trilogía American Jesus junto a Mark Millar. Es King quien se acerca a él con la idea, una que, según cuenta el guionista, le surge a raíz de vivir en primera persona (su residencia se encuentra muy próxima al edificio) el asalto al Capitolio del 6 de enero, en el que una turba alentada por Donald Trump pretendió evitar la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020. Unas elecciones que a día de hoy sigue habiendo un enorme porcentaje de votantes republicanos (se estima que un tercio) que cree que fueron manipuladas, a pesar de las pruebas que demuestran que fue precisamente Trump quien trató de alterar el resultado. Aquel intento golpista coincidió en el tiempo con la lectura del clásico de Orwell en las clases de los hijos de King, y la idea tomó vida propia.
Animal Pound nos sumerge en una libre adaptación de Rebelión en la granja en la que seguimos a un grupo de perros y gatos encerrados en un centro de animales que conspiran para escapar de sus jaulas y expulsar a sus cuidadores humanos a fin de lograr la libertad. Una libertad en la que abanderarán la igualdad entre animales, dejando atrás antiguas rivalidades. O al menos, esa es la intención.
Si algo se nota en este número, es que estamos leyendo a Tom King. El guionista dirige la historia con un narrador de prosa extensa, además de numerosos diálogos igual de densos, en una suerte de planteamiento teatral para los primeros compases del número. Los menos afines al ex-guionista de Batman podrán encontrarlo pretencioso, pero servidor es de los que se queda absorbido por las largas e intensas peroratas de King. La introducción de la serie me cautiva, y el clímax de esa revolución animal aporta un pico de acción y tensión que termina de hacer de este primer número una presentación excelente.
Por supuesto, por su propia naturaleza de ser, hablamos de una serie cuyo verdadero valor como reinvención del clásico de Orwell tendrá que ser juzgado con la lectura completa de la miniserie al completo. Cuando uno se pone intenso, siempre se corre el riesgo de pecar de ambición, y habrá que ver si King es capaz de aportar un análisis interesante de la situación política de su país o si se queda en algo simplón. Por mi parte, y sabiendo de lo que ha sido capaz en obras como Omega Men, apuesto a que el resultado será bueno. Por el momento, ese planteamiento inicial con la revolución animal liderada por dos especies rivales como son perros y gatos, poniendo a un lado sus diferencias, aporta un toque fresco que puede dar mucho juego para distanciarse de la obra original.
En el apartado artístico, el trabajo de Peter Gross ha sido una grata sorpresa para mí. Su labor en American Jesus, siendo muy competente, no es un dibujo que me entusiasme especialmente, pero aquí consigue marcar la diferencia para la identidad de la serie. El artista opta por buscar un estilo lo más realista posible para el diseño de los animales. No es desde luego lo que uno se podría esperar, ya que para una historia de animales parlantes el cuerpo pide tirar por un estilo más cartoon. Y sin embargo, la decisión resulta un acierto total, porque ese realismo aporta una frialdad al relato que combina a la perfección con la prosa de King y la solemnidad de sus diálogos. Por su parte, Tamra Bonvillain realiza un trabajo solvente en el color.
Valoración: Un arranque potente de un cómic denso pero absorbente. El frío realismo de Gross acierta de pleno y la prosa de King embelesa, a falta de ver si su desarrollo está a la altura de jugar con un clásico como el de Orwell.
Guion - 8.5
Dibujo - 8.5
Interés - 9
8.7
¡Guau! ¡Miau!
Tom King y Peter Gross se atreven con una versión libre de Rebelión en la granja teñida por la actualidad política estadounidense, con un resultado prometedor.
Los picapideras de Mark Russell?
Se nota la empanada que llevo encima con el catarro ¡Corregido, gracias y perdón por el despiste!
Justo han dicho hoy los editores de ECC, en un directo con la gente de Mundo Skrull, que la piensan publicar este año, por si alguien quiere esperarse a que esté en español; lo de que la traiga ECC, ya tal.
¡Un saludo y gracias por al reseña!
¡Justo me avisó un compi! Yo no estaba al tanto. Muy buena noticia (sobre todo porque han dicho que va a ser en tomo ) ¡Gracias por comentar!
Fuá.
Pues no sabía nada de esto, y tiene toda la pinta de que me va a encantar.
Voy por el #3, es una muy buena actualización de Rebelión en la Granja, con la internet, etc. Creo que lo mejor que leí de King ultimamente. Y el dibujo excelente
De momento me ha resultado un cómic entretenido y sin pegas que pueda hallarle en el apartado formal, pero honestamente no le veo mucho chicha a este retelling orwelliano orientado a la política estadounidense, aunque me divierte buscarle los paralelismos históricos junto a un amigo de habla inglesa (juro que los conejos son la izquierda marginal fuera del bipartidismo estadounidense).
La menos firme de la etapa de Tom King como escritor de cómics propios.
Epa esa es buena, más con el final del último número. Acá nuestro propio perro Piggy argento diria «Conejos zurdos de mierda!!»