Animosity 2: El Dragón

Para empezar el año analizamos Animosity, una de las mejores obras de Aftershock, publicada por Planeta

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Edición original: Animosity 5-8, World of Animosity.
Edición nacional/ España: Planeta Cómic.
Guión: Margerite Bennett.
Dibujo: Rafael De Latorre.
Formato: Tomo, 128 páginas.
Precio: 14,95 €.

 

Para empezar el año nada mejor que una de las series que más llamaron la atención de lectores y críticos, que se llevó el premio Carlos Giménez a mejor obra internacional, y con la que Planeta Cómic inició la publicación de las obras de Aftershock. Animosity pronto se alzaba como uno de los grandes éxitos de la editorial, de las pocas con un spin-off, Evolution, que Planeta ya ha anunciado que se publicará pronto, y eso que dentro de esta tiene fuertes rivales, véase Babyteeth o A walk through hell, pero lo cierto es que esta serie tiene un planteamiento muy interesante y una enorme capacidad para moverse entre la ternura y la brutalidad, para tratar los grises morales y para fomentar la empatía hacia seres humanos y animales. Dentro de su crudeza se le ve un corazón enorme.

En el anterior tomo, Marguerite Bennett y Rafael De La Torre nos presentaban un mundo que bien podría ser el nuestro, en el que los animales se convierten en racionales y atacan a los humanos en venganza por lo que les hacen, por comerlos, por cazarlos, por matratarlos, por hacerles sufrir… cada uno tiene sus razones, pero todo ello genera algo que guarda bastantes similitudes con un mundo postapocalíptico al más puro estilo de epidemia Zombi, pero con algún detalle importante, no todos los animales están en contra de los humanos, y ahí es donde los autores apelan a nuestro sentimentalismo, con un perro que lo da todo por su niña mientras que la familia de esta no se acaba de fiar. Ese tomo nos daba un poco de todo, brutalidad y ternura, como decía antes, pero también tensión, algo de diversión y buenos diálogos. Aquel tomo era una muy buena introducción y nos dejaba con ganas de más, ahora es el momento de la prueba de fuego. ¿La pasarán?, solo nos hace falta leer el primer número para saber que sí.

Los autores pisan el freno, el primer tomo tenía un ritmo frenético, había mucho que decir, debían poner las piezas en el tablero y este tenía el tamaño de un mundo, ahora solo hay que ir a los protagonistas y es donde Bennett se crece, en gran medida porque se mueve hacia lo personal y deja la gran incógnita de la serie como algo secundario que se trata en diálogos de otros personajes, de forma muy superficial. En este sentido recuerda un poco al principio de The Walking Dead, el cómic de Robert Kirkman trataba a un grupo de personas que se unían para sobrevivir, teniendo que lidiar con los problemas diarios de ese nuevo mundo, aquí se repite lo mismo pero en vez de humanos son animales, haciendo hincapié en el gran problema que supone todo esto para la cadena trófica.

Este cambio en la cadena crea situaciones curiosas, el mensaje pro-animales sigue tan claro como en el primer tomo, pero la propuesta comienza a cuestionarse a sí misma cuando piensa ¿hasta dónde llega este cambio?, ¿animales o también virus y bacterias?, haciendo que la pregunta sobre lo que está bien o mal sea mucho más complicada, solo hay que leer la primera página del primer capítulo para poder verlo. Se nota, como decía antes, que los autores van a por nuestro corazón, la escena de Jesse teniendo su primera menstruación nos vuelve a llevar a la ternura con un halo de tristeza, no tanto por marcar el paso a la adolescencia sino por la soledad de tener solo a Sandor, su perro, en un momento tan importante de su vida, pero la empatía nos la dan el resto de animales. Lo cual no deja de ser muy curioso, a saber, que la narración, tanto visual como en los diálogos, consiga que empaticemos con los animales como si fueran personas, pero ¿acaso no lo son?.

Entonces lo lógico es que, si son personas, han de actuar como tales, y este arco va mucho de eso. Las historias post-apocalípticas siempre dedican algún capítulo al hambre, muchas veces en medio de bosques donde escasea la carne, pues de eso va esta parte, y su desarrollo, aunque muy típico, no deja de ser natural. Pero el personaje que tiene la fuerza real es Sandor, que trata de ejercer de padre protector de Jesse, pero donde se crece es en las conversaciones en las que ella no está. Se cuestiona todo, ejerce de líder del grupo, es cauteloso y brutal, pero se deja ver sus momentos de debilidad cuando no está la niña, preguntándose a sí mismo por la educación de la niña y qué pasará cuando el no esté, consciente de que le queda poco tiempo de vida, no, no es un spoiler, es un perro y no viven lo mismo que nosotros, por desgracia, el que aquí escribe sufrió la perdida de una hace muy poco. Evidentemente el arte nos toca en lo personal, debo mencionarlo no por hablar de mi, que no soy nadie, sino porque es posible que mi vida influya de manera más fuerte de lo normal en mi evaluación de esta obra. Avisados quedan.

Pero si algo de este tomo me ha fascinado es la última parte, donde se discute de religión ante la clásica visión desde el monoteísmo de que los animales no tienen alma, tema que no solo se refería a ellos durante unos cuantos siglos, sino que incluía a las mujeres, pero también se habla de trabajo, de sacrificio y de derechos sociales. Es en estos puntos, en sus conversaciones y en sus reflexiones, donde la serie gana realmente, el resto se puede equiparar a otro tipo de distopías que hemos visto mil veces, aunque la parte de acción que imbuyen esas páginas están lo suficientemente bien llevadas como para que la serie sea, efectivamente, una de las del año.

No se puede acabar la reseña sin mencionar a Rafael De La Torre, el principal narrador de las ideas de Bennett que sigue en la línea del anterior tomo, un dibujo muy bonito cuando tiene que serlo y muy brusco cuando es necesario, no es nada fácil hacer tantos animales y dotarlos de personalidad en su simulación del movimiento, pero el autor lo hace muy bien, consigue que entremos en todo momento en las vivencias de este variopinto grupo de especies diversas.

Al final del tomo encontramos un añadido que viene de perlas y nos da más información sobre lo que ocurre en el resto del planeta, más en formato catálogo que cómic, World of Animosity es una guía de personajes que añade un pequeño texto en sentido cómico sobre lo que pasó en el resto del mundo, si buscáis España no está en la sección de Europa sino en Sudamérica, ¿os parece mal?, seguro que a Reino Unido también, que está en la misma página, yo prefiero pensar que es algún tipo de error al no dejar clara la separación, sin más. Pero errores aparte, son unas páginas interesantes para situarnos, nada de relleno.

  Edición original: Animosity 5-8, World of Animosity. Edición nacional/ España: Planeta Cómic. Guión: Margerite Bennett. Dibujo: Rafael De Latorre. Formato: Tomo, 128 páginas. Precio: 14,95 €.   Para empezar el año nada mejor que una de las series que más llamaron la atención de lectores y críticos, que se…

Animosity 2

Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 9

9

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La serie de Animosity se crece en su segundo tomo a base de expandir en universo interior de sus personajes. Bennett y De La Torre pasan con nota la difícil prueba de continuar una gran obra.

Vosotros puntuáis: 8.52 ( 8 votos)
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Almenglo
Almenglo
Lector
1 enero, 2020 12:18

Feliz año
Animosity ha sido una de las sorpresas del año,ultmamente no salgo mucho fuera de DC o Marvel,basicamente porque el bolsillo no me lo permite,incluso me «canse» de Valiant,pero esta serie es maravillosa,espero con ansia el tercer tomo y si hay un spin off,caera tambien.

Francisco Muñoz Melo
Francisco Muñoz Melo
Lector
1 enero, 2020 13:37

interesante reseña, buscare este cómic por ahora en la red para ver sus primeros capítulos ojalá este en Santiago de Chile, para poder comprarlo en mi próximo viaje …. saludos