No queríamos cerrar el 2017 sin dedicarle un pequeño homenaje a una de las obras más grandes en la historia de Green Arrow, e incluso una de las mejores de DC Cómics, que ha cumplido 30 años. Green Arrow: The Longbow Hunters se publicó entre agosto y octubre de 1987. Escrito y dibujado genialmente por Mike Grell, uno de los autores más importantes y prolíficos de nuestro querido Robin Hood. Esta miniserie es un punto de inflexión, el magnum opus en la biografía de un personaje con un tremendo potencial que durante décadas ha sido un secundario de lujo en el universo DC.
Green Arrow: The Longbow Hunters narra una historia oscura con un tono muy adulto. Indaga en la madurez del héroe, de su responsabilidad a la hora de decidir cómo compaginar su vida diaria con su lucha contra el crimen. Pero es además una historia que toca la corrupción, el mercado de las drogas, la violencia callejera, la inseguridad en las calles y los límites legales de la justicia, con una subtrama acerca del honor de una familia japonesa. Es una trama con varios frentes que se van reduciendo número a número, desarrollándose poco a poco y resolviéndose con unas tremendas imágenes de gran impacto y una calidad de mucho nivel.
Oliver Queen es un héroe de 43 años que ya ha vivido sus días de gloria. Contempla con nostalgia el pasado y piensa en un futuro alejado de la lucha, rodeado de una familia. Su vida ha dejado atrás el tope de su estado físico, aunque, sigue combatiendo en las calles gracias a su experiencia, su conocimiento de los suburbios y su puntería, que sigue siendo finísima. Comparte su vida con Dinah Lance, quien está más centrada que él en seguir siendo una heroína y no tiene planes familiares a corto plazo. Acaban de mudarse a Seattle, donde hay una oleada de asesinatos de prostitutas apuñaladas y de hombres mayores, sin historial militar, atravesados por una flecha negra.
Grell narra una historia en la que chocaban los planes de un héroe maduro y cansado con el de una de espíritu joven, mientras ponía sobre la mesa dos casos para investigar, que más adelante se juntaban de una manera magistral. A lo largo de sus páginas hay referencias al pasado de Green Arrow, habla de la época en la que Roy Harper, Speedy/Arsenal/Red Arrow tuvo problemas con las drogas y narra su propio origen, contando cómo cayó al mar mientras viajaba en barco y acabó en una isla, donde tuvo que aprender a sobrevivir y vivió sus primeras experiencias heroicas, volviendo a su mundo siendo una persona totalmente nueva, con un nuevo objetivo: ser un héroe.
Plantea además el histórico debate acerca del deber de los héroes de matar o evitar hacerlo, confiando en la justicia. En una situación desesperada, con Dinah siendo torturada por un traficante, al borde de la muerte, Oliver se ve obligado a disparar a matar una de sus flechas para salvarle la vida. Este hecho le marca, sueña con el momento en el número final de la miniserie, y también lo recuerda en posteriores números de la serie regular. El debate sobre la muerte se hace más visible cuando conoce a Shado, personaje de vital importancia en las colecciones de Green Arrow que hace su primera aparición en esta historia. Shado vive para la venganza y camina sobre la delgada línea que separa a los asesinos de los que matan por una buena causa. El origen de la chica se narra con un tono espiritual, casi místico, profundizando en el arte del tiro con arco.
No es el único personaje que aparece por primera vez en estas páginas, pues Mike Grell dio vida también a unos personajes secundarios que acompañarían a partir de entonces a Oliver en sus historias: el teniente Jim Cameron, el agente renegado de la CIA Greg Osborne y a Eddie Fyers, un mercenario que empezó siendo un villano y acabó siendo un aliado.
Green Arrow: The Longbow Hunters fue nominada en 1988 al Premio Eisner como mejor serie limitada, premio que ese año ganó nada más y nada menos que Watchmen . Sirvió de inspiración para la serie de televisión Arrow, cuyas primeras temporadas basan su argumento en la presencia de Oliver en una isla, donde aprende a usar el arco y se convierte en el justiciero encapuchado. Además, dio pie a la segunda serie propia del personaje, que salió a la venta en febrero de 1988, siendo la primera cabecera regular, pues la primera propia duró solo cuatro números en 1983. El mismo autor se mantuvo al frente del título durante 80 números que se alargaron durante seis años de aventuras. Ésta fue siendo la serie más longeva de Green Arrow hasta la fecha, pues concluyó en noviembre de 1998 después de 139 números.
No solo el guión de la historia es de un enorme calibre, el dibujo de Mike Grell en los tres números de The Longbow Hunters es fantástico. Su estilo, serio, elegante, destinado a un público adulto, es realista, expresivo, con una narración casi cinematográfica que denota el enorme talento del autor. El color de Julia Lacquement, que acompañó a Grell en su andadura con el personaje, es una maravilla. La paleta de colores variada y bien tonificada transmite la dosis de realismo y crudeza necesaria para cohesionar con el dibujo y dar un mayor empaque a la historia. Es digna de mención una curiosa costumbre que se repite en los tres números: en un momento de clímax, cuando dos personajes están conversando sobre un tema vital, el momento más álgido, el de la frase lapidante, se sitúa en una viñeta en la que aparece la cara del personaje que habla en primer plano, con un coloreado en grises que le da una dureza y un impacto espectacular. Un ejemplo de la magia artística que lograron juntos Grell y Lacquement.
Desde que Green Arrow fuera creado en More Fun Comics #73, en noviembre de 1941, ha pasado por muchísimas etapas, muchas recordables y muchas olvidadas. Tardó más de cuarenta años en tener su propia serie con su nombre, demasiado. Actualmente se encuentra en el séptimo volumen de su cabecera, con un nivel enorme. Personalmente creo que The Longbow Hunters y su continuación es la mejor etapa del personaje, junto a las que protagoniza junto a Black Canary de Judd Winick y Cliff Chiang, su célebre equipo con Green Lantern de Adams y O’Neal y el arco argumental Quiver (Carcaj) de Kevin Smith y Phil Hester.
The Longbow Hunters fue publicado en España por Ediciones Zinco en 1988, en formato grapa y respetando las portadas originales, como Flecha Verde: El Cazador Acecha. La influencia de la miniserie fue tal que la serie regular, publicada poco después, llevó el mismo subtítulo durante los tres primeros números. Casi 20 años después, en julio de 2007, Planeta DeAgostini Cómics lo reeditaría en un tomo. Diez años después, hace unos meses, ECC Ediciones lo publicó nuevamente para su Colección de Novelas Gráficas, bajo el título El Arco del Cazador, incluyendo en el mismo tomo el Adventure comics #256, una aventura de la Edad de Oro que vio la luz en enero de 1959.
Zinzo no lo sacó en grapa, lo editó en su formato Prestigio
donde tuvo que aprender a sobrevivir y vivió sus primeras experiencias heroicas, volviendo a su mundo siendo una persona totalmente nueva, con un nuevo objetivo: ser un héroe.´´
Porque en el tebeo no queda claro que el origen de Grell es una desmitificación del de Kirby, al que le quita todo elemento fantástico y convierte a Oliver Queen en un superviviente y un cazador en vez de un superhéroe. que esperar del tío que le da casi un 10 a Doomsday Clock.
La lectura de la reseña me trae gratos recuerdos. Encontré los tres tomos en una visita al rastrillo de Santa Cruz de Tenerife y los leí y releí, fascinado por el dibujo y el color, así como por el tono realista de la aventura.
La verdad es que fue una grata sorpresa para mí. El G.A. de Grell pasa de tener un tono más aventurero y de reivindicación social junto a Green Lantern para pasar a un tono más oscuro.