Aniversarios DC: 40 años de Firestorm

El hombre nuclear cumple años y lo celebramos con este pequeño homenaje a uno de los superhéroes con el planteamiento más original.

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En el inmenso archivo de DC Comics hemos encontrado una efeméride que hemos considerado muy importante destacar. Se trata de la celebración del nacimiento de un personaje diferente, con una premisa muy original y unos poderes casi ilimitados, estando bien usados. Este mes hemos decidido rendir un pequeño homenaje a un personaje que merece ser reivindicado: Firestorm, el hombre nuclear.

Este superhéroe vio la luz por primera vez en su propia cabecera en marzo de 1978, bajo el subtítulo de The Nuclear Man, en una serie que duró cinco números y estuvo guionizada por Gerry Conway y dibujada por Al Milgrom. La duración del título fue desgraciadamente efímera, porque se vio afectada por la triste decisión editorial conocida históricamente como DC Implosion, movimiento en el que dos docenas de series fueron canceladas abruptamente, dejando en el aire todas las tramas. En el caso de Firestorm, se publicó el #6 fragmentado como historias de complento de Flash entre los números #289-304 de The Flash en 1981. Tiempo después, en junio de 1982, el propio Conway recuperaba con fuerza al personaje en un nuevo título, The Fury of Firestorm, que duró 100 entregas. A partir del 65#, bajo los guiones de John Ostrander, pasó a denominarse Firestorm, the Nuclear Man.

Centrándonos directamente sobre la historia del personaje, en aquel Firestorm #1 conocíamos a Ronnie Raymond, un adolescente recién llegado a Nueva York, a un nuevo instituto, siguiendo los pasos de su padre, un periodista viudo que cambiaba de residencia a menudo por motivos laborales, afectando colateralmente la vida social de su hijo. Éste es bueno practicando deportes, pero no tanto como estudiante y en las primeras páginas se veía una situación anómala: el buen estudiante se burlaba del buen atleta llamándole tonto y metiéndose con sus capacidades intelectuales, provocando que perdiera los papeles delante de la chica que le gustaba. El matón del instituto no es la estrella del fútbol, sino el empollón.

Paralelamente conocíamos a quien iba a convertirse en la otra mitad de Firestorm, el ganador del premio Nobel de física Martin Stein, quien estaba experimentando en una planta nuclear que quería inaugurar en breves. Pero no todo saldría bien para el científico, pues un grupo de presión contrario a las plantas nucleares llevaba idea de explotarla con dinamita antes de que pudiera llegar a abrir sus puertas. Los caminos de los dos personajes se cruzarían cuando el joven, intentando impresionar a su amiga Doreen, ante la cual siempre hacía el ridículo, decidía unirse al grupo antinuclear. El líder del mismo, un tal Eddie Earhart, había impresionado a Ronnie por la tele, hablando como un auténtico líder de opinión.

Al unirse a ellos Ronnie se sorprendió al ver que la idea de Eddie era volar la planta y no detenerla desde el activismo. Y para desgracia del chico resultó que la idea era volarla con un mártir dentro, que al aparecer en su sede un joven desconocido resultó ser el voluntario (obligado) perfecto, pues era alguien a quien no conocían. Después de colarse en la planta, de noche, sorprender al Dr. Stein trabajando y apalear a ambos, vuelan la planta, pero… sorprendentemente la explosión no les mata, sino que reacciona con la energía nuclear, uniendo sus cuerpos en una inesperada reacción, llegando a convertir a los dos en un solo ser con poderes relacionados con la energía nuclear.

Ese es el origen de Firestorm. En el primer y segundo número se mostraba cómo Ronnie iba probando los poderes del nuevo héroe, que puede manipular los átomos de los objetos, manipulando la estructura molecular de cualquier sustancia en cualquiera que quiera, cambiando las partículas subatómicas de materia y energía para crear objetos que comprenden diferentes características atómicas, teniendo que tener la misma masa. Es un superhéroe con una base científica en sus habilidades. También se ve cómo puede volverse intangible, atravesar objetos, volar y posee una fuerza sobrehumana.

Los más original, sin duda, es la identidad que se esconde en el interior de Firestorm: el joven Ronnie Raymond y el profesor Martin Stein. Los dos fusionan sus cuerpos para convertirse en el hombre nuclear. Raymond es el conductor del cuerpo, mientras que Stein es la conciencia que le guía, le aconseja y le acompaña. Ambos pueden comunicarse mentalmente dentro del mismo cuerpo. Es esa idea, la de dos hombres formando un mismo héroe, la verdadera revolución que supuso la creación de este personaje y lo que más destaca de él.

En aquella serie, cancelada tras el quinto número, fueron apareciendo sus primeros villanos. Multiplex fue el primero, creado como consecuencia de la misma explosión que dio vida a Firestorm. Mientras huían los matones de Eddie de la planta del Dr. Stein, Danton Black llegaba a la misma, pues iba detrás del profesor, a quien acusaba de haber copiado algunos de sus proyectos en otras plantas nucleares. Ganó la habilidad de crear copias de sí mismo y superfuerza, haciendo estragos con sus ataques y poniendo entre las cuerdas a Ronnie. En el tercer número tuvo lugar la primera aparición histórica de Killer Frost, con Crystal, una científica enamorada de Stein, como primera mujer en transformarse en la villana de hielo tras sufrir un accidente en una cámara de congelación. En el cuarto apareció Hyena, quien en realidad era la hermana de Doreen, Summer, que fue mordida por un nativo en luegar de África y le traspasó la habilidad de transformarse en una bestia con apariencia de hiena humanoide, como si fuera una licántropa.

Fueron las primeras aventuras de un personaje cuya base de su poder, la energía nuclear, era un asunto que estaba en el centro de la polémica en Estados Unidos durante la década de los 70. La preocupación social por la seguridad en las plantas nucleares, así como el tamaño de las mismas y debates como el de funcionamiento de los sistemas de refrigeración de emergencia para evitar la fusión del núcleo, levantaron polémicas, generando diversas opiniones en la sociedad, no solo la americana, sino en la mayoría de países en los que se levantaron plantas, como Francia, Alemania y Austria donde también hubo un fuerte movimiento antinuclear. La energía nuclear centró la atención de los medios de comunicación. El rechazo hacia las centrales derivó en un enorme crecimiento de los movimientos ecologistas, sin embargo el crecimiento nuclear no se detuvo y el debate sobre su idoneidad aún dura hasta nuestros días.

Así, Firestorm nació con motivo de una razón social candente en aquellos días. Y me atrevería a pensar que tal vez hubo curiosos lectores que rechazaron de lleno seguir la serie, sobre todo al ver cómo se pintaban a los movimientos antinucleares como villanos del primer número. Aunque, a este respecto, el doctor Martin Stein reconocía en el primer número la existencia de accidentes nucleares, (como el ocurrido el 22 de marzo de 1975, cuando se produjo el primer accidente grave en una central nuclear, en la localidad de Browns Ferry, Alabama, que no se nombra pero ocurrió tres años antes de la publicación de esta serie) reivindicaba la seguridad de la suya y su deseo de experimentar con buen propósito. Tal vez la polémica nuclear influyó en la prematura cancelación o tal vez fuera que no llegó a cuajar entre los lectores, pero el tiempo otorgó al personaje un hueco entre los héroes de DC.

Portada de la última serie protagonizada por Firestorm.

Entre 1982 y 1990, el tiempo que duraron los 100 números de su segunda serie, Firestorm llegó a formar parte activa de la Justice League (por supuesto, en la época de Conway al frente de la cabecera) y apareció en eventos como Millennium y Crisis en Tierras Infinitas. Aunque llegó a protagonizar dos series más, en 2004 y 2011, de 35 y 21 números de duración respectivamente, apareció en eventos como Crisis Infinita, 52, Blackest Night y Brightest Day, con el paso de los años ha sido un personaje que ha quedado relegado a un segundo, en ocasiones, incluso más aún, ingresando la lista de los personajes olvidados, quedando relegado a apariciones esporádicas, a veces en apenas una viñeta, como recientemente ha ocurrido en Super Sons #12, Batman: The Devastator y en el arco Back To Blüdhaven de Nightwing.

Desde ZN, queremos reivindicar a este entrañable superhéroe y recomendar, sobre todo la lectura de aquella primera serie, entretenida, entrañable, que dio pie a una larga y brillante etapa posterior.

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Mr. Bloom
Mr. Bloom
Lector
29 marzo, 2018 19:00

Una pena que este personaje nunca haya logrado encontrar su sitio, DC no debe rendirse y si no encuentran el equipo ideal para una serie individual que menos que forme parte de alguno de los numerosos grupos que hay actualmente, en los New 52 iba bien encaminado pero después que lo usaran en Maldad eterna es como si hubiese caído en desgracia entre los propios héroes

Ziggy
Lector
En respuesta a  Mr. Bloom
29 marzo, 2018 23:58

Y el paso atras al que lo llevó Conway en el comic Legends no ayudo mucho, pero sigue brillando de momento en television.

Gusgus
Gusgus
Lector
31 marzo, 2018 10:12

La verdad es que si, es uno de esos héroes olvidados, con unos villanos, Killer Frost, bastante interesantes o secundarios como Firehawk que podrian dar mucho juego. Por lo menos se lo aprovecho medianamente bien en Legends of tomorrow. Toda su etapa de elemental del fuego también fue muy interesante allá en los lejanos 80´s/90´s

Curioso
Curioso
Lector
31 marzo, 2018 23:49

Falto mencionar su aparición en la serie animada Super Amigos
Y que la serie de Flash le «tomo en préstamo» a Killer Frost