Cualquier aficionado a los comics de superhéroes, sobre todo al principio de su afición, ha debatido airosamente con sus amigos sobre que personaje era más fuerte, más listo, más invulnerable… y como no, más rápido. Es una conversación recurrente cuando uno empieza a leer historias de estos héroes y heroínas de extraordinarios poderes y va sintiéndose atraído por las cualidades de uno u otro. Los hay que defienden que Wonder Woman podría aguantar perfectamente un combate con Superman, otros que Green Lantern debería poder derrotar a cualquiera con su anillo (no en vano es el arma más poderosa del universo) … combates, enfrentamientos, competiciones, una forma más de disfrutar de los héroes y heroínas que se ve alentada por los propios autores que no dudan, de vez en cuando, en medir las cualidades de algunos héroes a fin de despejar las dudas de los aficionados. Y una carrera es la mejor forma de hacerlo.
Una de esas grandes dudas es quien es más rápido, Superman o Flash. Una pregunta que se hicieron el guionista Jim Shooter y el dibujante Curt Swan el verano de 1967 y que intentaron responder en el Superman #199. Cincuenta años han pasado de aquello y merece la pena recordarlo, así como las otras carreras que vinieron después.
Este año se ha estrenado la Liga de la Justica y en una de sus escenas postcréditos aparecían Flash y Superman, preparándose para una carrera para determinar quién es más rápido. Obviamente la inclusión de esta escena no es algo rodado al azar, sino que responde al citado aniversario de la primera competición entre estos dos conocidos héroes.
En el Superman #199, la ONU invitaba a Flash y Superman a una carrera con fines benéficos en la que dos organizaciones criminales apostaron por cada uno de los corredores y pusieron todo tipo de trabas para que ganara la carrera el héroe por el que habían apostado. Superman y Flash nunca aflojaron en su empeño y sin llegar a detenerse lograron desbaratar los planes de los criminales. ¿El desenlace? Empate. Ni Shooter ni Swan fueron capaces de decantarse por uno de ellos y el enfrentamiento entre Clark Kent y Barry Allen quedó en tablas.
Si esto ocurría en agosto de 1976, en diciembre de ese mismo año, en The Flash #175, ambos héroes volverían a medir su velocidad, empujados por las exigencias de dos villanos siderales, Rokk y Sorban, que habían secuestrado a la Liga, incitando a Superman y Flash a una carrera en la que la ciudad del perdedor sería destruida. Ambos decidieron empatar para que ninguna de las ciudades quedase destruida.
Como podemos ver la pauta ya es clara. El enfrentamiento parece estar destinado a quedar siempre en tablas, pues la trama así lo requiere, dejando a los aficionados sin respuesta y con el debate totalmente abierto.
El siguiente encuentro llegaría ya en 1979, en el World´s Finest #198-199, en el que la historia obliga a los dos héroes a correr de nuevo para enfrentarse a una amenaza con la forma de robots aracnoides que viajan a la velocidad de la luz. La excusa que Dennis O´Neil y Dick Dillin crean para el enfrentamiento, dado que vencer a los robots llega a ser algo irrelevante, permite que estemos ante el primer desenlace a favor del Flash. Muchos aficionados dicen que Flash gana debido a que Superman esta debilitado por los rayos emitidos por una supernova, pero sin duda la victoria de Flash es relevante porque el mismo Superman la da por válida.
A partir de este momento, aunque los héroes volverían a colaborar (DC Comics Presents #1-2 / 1978) no se volverían a enfrentar hasta principios de la década de los noventa, en The Adventures of Superman #463 (1990).
En este punto hay que hacer un inciso. El nombre de Flash lo han portado varios personajes a lo largo de su historia desde que fuera creado en 1940. El primero de ellos fue Jay Garrick, el segundo Barry Allen, que dio paso a la Silver Age y el tercero Wally West que heredó el traje y el apelativo tras la muerte de Barry en Crisis en Tierras Infinitas. Cada época ha tenido su Flash y cada uno ha tenido sus propios poderes derivados de la Fuerza de la Velocidad. Tres héroes que comparten habilidades, pero no el alcance de las mismas, ya que cada uno de ellos tenía sus propias limitaciones. En las dos historias previas a Crisis, Superman medía sus fuerzas contra Barry Allen, el Flash más rápido, mientras que en el año 1990 Superman ha de correr contra Wally, mucho más limitado que su predecesor. Wally debía dormir más, comer más y todo ello para alcanzar velocidades relativamente bajas para su estándar. No sería hasta que Mark Waid (The Flash #73 / 1993) tomara las riendas del personaje e introdujera el concepto de la Fuerza de la Velocidad, que el personaje de Flash, encarnado por Wally West, se despojaría de estas limitaciones.
Por tanto, en 1990 Superman corre contra Wally por la supervivencia de la Tierra, en un enfrentamiento organizado por Mr. Mxyzptlk. El número esta escrito y dibujado por Dan Jurgens y la portada es todo un homenaje a la mítica de Superman #199. En este primer enfrentamiento postcrisis, Jurgens, si decide dar a uno de ellos como ganador y contra todo pronóstico, tras una extenuante carrera, en la que los dos héroes han de forzarse al máximo, Flash es el ganador por muy poco.
La siguiente vez que los dos héroes corren juntos no es una carrera en si misma, sino una necesidad motivada por estar Flash buscando a Linda Park por todo el mundo, dejándose llevar por la desesperación. Superman lo persigue intentando ayudarle, algo a lo que Wally se niega. Geoff Johns escribe, en el Flash Vol. II #209 (2004), la historia que sirve para medir de nuevo la velocidad de ambos, creando una situación que invite a ello… sin embargo, no resuelve para nada el tema de quien es realmente el más rápido.
Ya en 2009 los dos héroes se vuelven a cruzar, esta vez es Barry quien viste de nuevo el traje, y lo hacen en un número muy especial ya que pertenece a la miniserie de Flash Renacimiento, en al que Johns reintegra a Barry en el Universo DC tras poder escapar de su confinamiento en la Fuerza de la Velocidad. Clark corre junto a Barry intentando que no entre de nuevo en la Fuerza de la Velocidad. Johns aprovecha esta circunstancia para hacer un guiñó al pasado y escribir de paso uno de los mejores diálogos entre ambos héroes.
Flash: No puedes detenerme.
Superman: He corrido antes contra ti, Barry. Incluso gané algunas de aquellas carreras.
Flash: Aquello era para beneficencia, Clark.
Así de contundente se muestra Barry en su respuesta. Algo que ratifica como acelera y deja atrás a Superman de forma clara, contundente e inmediata. Johns zanja, por fin, el debate. Flash es sin duda alguna el más rápido. Y es que al final no es solo cuestión de mover las piernas para de correr, sino de entender la velocidad, asimilarla, sentirla dentro, recorriendo cada fibra muscular, avanzando siempre entre milésimas de segundo, viendo un mundo estático, lento, lleno de posibilidades. Flash procesa el mundo a otro ritmo, de otra forma, percibiendo el tiempo como algo tangible y no solo medible. Esa es la diferencia entre Flash y Superman.
Flash es esperanza, sacrificio, entrega y furia. Flash se mueve a través de las grietas invisibles de nuestra realidad y de nuestros recuerdos, para lograr lo que nadie más puede hacer. No es invulnerable, ni falta que le hace, ni puede levantar un coche, ni atravesar el Sol… pero Flash puede acceder a la esencia misma del tiempo y el espacio y pulverizarlo. Flash es estática, chispas, relámpagos, movimiento extremo que mira directamente a los fotones que conforman lo que nosotros llamamos luz. Flash es todo eso y más.
Para terminar este breve repaso de los enfrentamientos entre Flash y Superman solo nos queda hablar del más reciente, el que ha acontecido este mismo año en la serie de los Titanes, donde Wally y Superman corren, no compitiendo, sino para charlar entre ellos de forma que Dan Abnett, el escritor de Los Titanes #07 (2017) crea el espacio necesario para rememorar los viejos tiempos. ¿Qué viejos tiempos? Los que ambos compartieron antes de los Nuevos 52, los tiempos y los recuerdos de dos amigos que se reencuentran en un mundo que no es el suyo y han de adaptarse a sus más que importantes diferencias. Los recuerdos de ambos son sinceros y crea un gran vínculo entre ambos, haciendo que la historia gire en torno a los personajes y se centra en la esperanza, el amor, la amistad y la comprensión. Algo que resume a la perfección a Flash y a estos cincuenta años que han pasado desde que ambos quemaron el asfalto juntos.
Nos vemos en el 75 aniversario.
Muy interesante repaso! La verdad es que es una imagen tan icónica y familiar que me ha sorprendido que a lo largo de 50 años sólo se haya producido una media docena de veces
He reflejado las carreras como tales, pero Flash y Superman se han cruzado en otras ocasiones colaborando y no compitiendo. Aun así la cifra sigue estando por debajo de la decena. 🙂
Mil gracias por tu aportación.