Se llama apóstata a aquel que renuncia a la fe de Jesucristo para adoptar otras creencias y así es como los cristianos del siglo IV apodaron al emperador romano Juliano II, quien renunció a la fe cristiana cuando ascendió al poder e lideró un intento de restaurar la fe pagana en detrimento de los cristianismo ascendente dentro del imperio. Se trata de un personaje fascinante aunque poco conocido, que protagoniza esta obra firmada por Ken Broeders, en la que mezcla elementos históricos, personajes inventados y algún toque de misticismo.
Dentro del mundo de la bande dessinee las historias ambientadas en el Imperio Romano se pueden considerar un género en si mismas, con obras tan míticas como las aventuras de Asterix (que trascienden los límites del género) hasta otras más centradas en los hechos históricos como las aclamadas Vae Victis (Yermo Ediciones) o Murena (Planeta). Teniendo en cuanta los más de cinco siglos que duró dicho imperio y lo agitado de su historia, con grandes personajes cuya fama ha llegado hasta nuestros días, sangrientos conflictos tanto internos como externos y una cultura cuya influencia todavía es patente no es de extrañar que muchos artistas se sientas fascinados por dicho periodo histórico y las grandes posibilidades artísticas que ofrece.
La historia oficial nos cuenta que Juliano fue nombrado césar de occidente en el año 355, cuando el Imperio Romano ya había trasladado su capital a Constantinopla y gobernaba con mano de hierro el emperador Constancio II, primo de Juliano y quien había ordenado asesinar a toda la familia de éste para evitar disputas de poder. La misión de Juliano es avanzar hacia la Galia y repeler los ataques de los invasores alamanes del rey Chonodomario. La pericia militar de Juliano y un arrojo sin igual en alguien de su posición, que le llevó a dirigir personalmente varios ataques contra los germanos, le granjeó el favor de los soldados hasta tal punto de atreverse a disputar el trono de emperador a su primo.
Broeders toma como base la ya de por si fascinante y apasionante historia de Juliano y la adereza con algunos elementos y personajes de cosecha propia que le permiten explorar con más detalle los acontecimientos históricos y mostrarnos la personalidad del protagonista y las raíces de su apostasía. Así, a la corte de personajes que rodea a Juliano, el guionista añade a Milius, un mercenario que ejerce de guardaespaldas de Juliano y a Primigenia, una bella e intrigante mujer que entablará una compleja relación sentimental con Juliano. El guionista hace lo propio con el gran antagonista de Juliano, el rey de los alamanes al que presenta como un rival terrible capaz de doblegar a los poderosos ejércitos romanos.
La propuesta de Broeders, combinando hechos históricos con tramas y personajes secundarios resulta magnífica y absorbente desde las primeras páginas del relato. Con cuidado y esmero el artista nos va adentrando en el mundo de Juliano con una precisa reconstrucción histórica, atenta a los detalles y rica en matices, y nos va revelando las complejidades de un personaje que sorprendió a sus congéneres de la misma forma que sorprende al lector, pasando de ser un apocado estudiante a convertirse en un líder guerrero de firmes convicciones y una gran visión de estado. Un hombre con una firme confianza en la grandeza de su destino que le lleva a asumir desafíos de tal magnitud como el de restablecer la paz en la Galia y rechazar a los germanos a pesar de contar con menos efectivos y tener que hacer frente a las injerencias de su propio primo, celoso del éxito de Juliano.
Broeders mantiene el pulso narrativo firme a lo largo de todo la obra equilibrando las trepidantes escenas de acción y combate con las tramas e intrigas desarrolladas alrededor del césar consiguiendo un relato intenso, bien construido, fiel a la historia y con excelentes personajes en el que historia y ficción se entrelazan de forma verosímil para construir un retrato de la carga que supone disponer y ejercer el poder e ir en contra de lo establecido con el fin de defender lo que se considera correcto.
En el apartado gráfico, Broeders ejerce una labor tan ejemplar como en el guion, con un dibujo realista, rico en detalles y de gran precisión histórica con el que recrea ambientes, vestimentas y parafernalia de la época. Un estilo preciso que no se queda en la simple estampa y que cuando es necesario se transforma en dinámico y vigoroso para representar la acción de forma fluida. Todo ello rematado con un delicado tratamiento del color directo que ayuda a crear la ambientación adecuada para cada escena, con tonos cálidos para las escenas más íntimas del protagonista hasta tonos grises y apagados para mostrar la desolación de una ciudad asolada por el pillaje.
Nos encontramos ante una obra que debe ser considerada, por méritos propios, entre lo mejor que se ha hecho del género en mucho tiempo, al nivel de otras obras que han conseguido el reconocimiento de crítica y público como Las Águilas de Roma o Murena y que llama la atención sobre un autor atípico como es Ken Broeders y sobre el cómic belga no escrito en francés (la obra se publica originalmente en neerlandés).
Edición original: Apostata 1: De Purpuren Vloek, Apostata 2: De Heks (Standaard Uitgeverij). Edición nacional/ España: Junio 2015 (Yermo Ediciones). Guión:Ken Broeders. Dibujo:Ken Broeders. Color:Ken Broeders. Formato: Cartoné. 104 págs. Precio: 25€. Se llama apóstata a aquel que renuncia a la fe de Jesucristo para adoptar otras creencias…
¿Es obra completa o está aún abierta?
De momento en Bélgica han aparecido 6 tomos y creo que la obra está acabada. El tomo de Yermo recoge los dos primeros álbumes de la serie