Aquaman #09

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Edición original:Aquaman núms. 30 a 32, Aquaman Annual núm. 1 USA (one-shot).
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Dan Abnett, Phillip Kennedy Johnson.
Dibujo:Max Fiumara, Riccardo Federici, Stjepan Seijic, Rick Leonardi.
Entintado: Max Fiumara, Riccardo Federici, Stjepan Seijic, Rick Leonardi.
Color: Sunny Gho.
Formato: Rústica, 112 págs. A color.
Precio: 11,50 €.

 

Las profundidades oceánicas viven ajenas a los moradores de la superficie. Dos civilizaciones que comparten un mundo, pero que son diametralmente opuestas, a todos los niveles, cultural, social y políticamente. Tan solo hay algo en común en ellos, las ansias de poder que parecen ser desmesuradas se mire donde se mire en este planeta que llamamos Tierra.

Dan Abnett ha virado en su planteamiento y ha reconducido su atención a los fondos marinos para seguir desarrollando las intrigas políticas que se desarrollan en Atlantis y que han desencadenado todo un maremoto de consecuencias. Magia, luchas de poder, asesinatos, alianzas imposibles, dramas personales, traiciones, conspiraciones, todo parece caber en este reducido juego de tronos en el que Abnett ha sumergido a Aquaman. El doblete Atlantis versus la superficie (léase sobre todo EEUU) ya no daba para más en manos de Abnett, por lo que es de agradecer que ya desde el anterior tomo, el tono y enfoque de la serie haya derivado a lo que podemos encontrarnos bajo la superficie, mientras se asiste al escabroso tema del matrimonio de Aquaman y Mera que dista mucho de ser algo que vaya a ocurrir de forma sencilla.

El tiempo pasa y lo evidencia el cambio de aspecto de Aquaman que luce barba y pelo largo, mientras intenta tomar le control de la situación de descontrol que ha puesto en marcha Rath, que continúa en el trono con mano de hierro, cegado por su odio hacia Aquaman. Una situación que se hereda del tomo anterior con Atlantis aislada por completo por un poderoso conjuro que impide que alguien pueda entrar o salir de la ciudad. Una maniobra que se vende desde el gobierno para la seguridad de los atlantes, pero que en realidad esconde el querer controlar a la población mediante un encierro técnico sobre el que poder operar con mano firme y dura, donde Abnett busca desmarcarse y no caer de nuevo en algo que ya se ha contado otras veces en las series de Aquaman. Un trono usurpado y su legítimo heredero luchando por recuperarlo. En este caso el cambio viene del propio Aquaman que no busca volver a reinar.

El peso de la corona y el áspero abrazo del trono son la cara oscura de todo rey. Donde unos ven privilegios, riqueza y vida libre de preocupaciones, otros experimentan dolor, angustia y responsabilidad, pues el liderazgo equilibrado, el real, el sincero, es lograr que las miradas apunten más alto, que la gente alcance su potencial y que todos puedan superar sus limitaciones personales. Y todo ello sin caer en el liderazgo paternalista, autoritario y técnico y sí en el facilitador, integrador y visionario. Esa es la verdadera naturaleza de Aquaman, soportar aquello que muchos ven como un beneficio cuando en realidad no es sino una corona de espinas.

Una corona de espinas que encierra Atlantis.

Una metáfora que Abnett maneja con soltura mientras continúa deshilachando la densa y enmarañada madeja que hay asentada en Atlantis. El trono, los súbditos, los barrios donde el crimen se concentra, áreas que se agradece poder ir descubriendo desde otra perspectiva y que enriquecen una de las áreas que menos se han explotado del personaje.

Abnett explora todo eso y aplica la máxima de que en tiempo difíciles aliados difíciles, llevando a Aquaman a esos bajos fondos, ese crimen organizado que también parece estar asentado en Atlantis y que ahora se puede ir vislumbrando. Un lugar sórdido, donde impera la ley del más fuerte, donde se aplican las mismas normas que en la superficie para obtener objetivos similares. Un lugar donde se desencadena el que va a ser el siguiente arco argumental de la serie y que se abre en este tomo con toda su intensidad.

Otro de los cambios relevantes de la serie a parte del tono y ubicación de la historia, tiene que ver con el dibujo que empieza con Stjepan Sejic, que continúa desplegando todo un arsenal gráfico espectacular, continuando con Riccardo Federici, de estilo más detallado, pero igualmente efectivo para esta aventura submarina. Con el cambio de dibujante queda patente que la serie de Aquaman está disfrutando de un nivel de dibujo muy por encima de la media. Federici se formó en arquitectura y anatomía, algo que se deja notar en cada página que dibuja, pues la complexión de los personajes es simplemente perfecta. Sus poses y expresiones faciales resultan naturales, dinámicas, casi vivas, molestándose en plasmar lo que implica estar bajo el agua, con dibujos donde la ropa, el pelo y el entorno de los protagonistas parece ondear en todo momento. Su aportación a la colección resulta tan abrumadora que hay instantes que uno parece estar inmerso en un álbum BD y no leyendo una serie de cómic USA.

Para cerrar el tomo tenemos el primer anual de la colección, escrito por Philip Kennedy Johnson y dibujado por Max Fiumara, donde se revisita la famosa historia de Alan Moore de Superman titulada, “El Hombre que lo tenía todo”. El resultado final de este homenaje es muy interesante, pues Johnson aprovecha las circunstancias para profundizar en los secretos de los personajes que se ven atrapados por la Piedad Negra, permitiendo contarnos una historia en la que se dibuja un futuro muy diferente al que se puede esperar de los protagonistas. Fiumara aporta un toque diferenciador con su grafismo roto, de anatomía imposible, que aporta un enorme grado de complejidad al conjunto de este anual.

Aquaman es la serie que más fluye en su evolución en un intento constante por ir a nuevos lugares, tanto en lo gráfico como en lo literario. Abnett ha mejorado enormemente a la hora de plasmar la política interna de las situaciones que plantea, tal vez ayudado por estar trabajando con atlantes y no con humanos, lo que le da más margen para ir por derroteros más sencillos sin caer en la simpleza que ya demostró a la hora de tratar los asuntos más terrenales de la serie.

La serie se aleja del tono más superheroico, gracias a su apartado gráfico y al trabajo que se está desarrollando por centrar la atención no solo en el protagonista, sino en todo su entorno submarino.

  Edición original:Aquaman núms. 30 a 32, Aquaman Annual núm. 1 USA (one-shot). Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión: Dan Abnett, Phillip Kennedy Johnson. Dibujo:Max Fiumara, Riccardo Federici, Stjepan Seijic, Rick Leonardi. Entintado: Max Fiumara, Riccardo Federici, Stjepan Seijic, Rick Leonardi. Color: Sunny Gho. Formato: Rústica, 112 págs. A color.…
Guion - 6.5
Dibujo - 9
Interés - 7.5

7.7

Emergiendo del letargo.

Abnett se libera de la dualidad superficie odia a atlantes y viceversa, pera centrar su atención en Atlantis, desplegando su potencial con historias puramente submarinas, mejorando respecto a sus números anteriores.

Vosotros puntuáis: 8.94 ( 3 votos)
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