Edición original: Aquaman núms. 44 a 47 USA .
Edición nacional/ España:ECC Ediciones.
Guión:Cullen Bunn.
Dibujo: Trevor McCarthy, Vicente Cifuentes.
Entintado:John Dell, John Livesay, Marc Deering.
Color:Guy Major.
Formato:Rústica, 96 págs. A color.
Precio:8,95 €.
Un Rey está acostumbrado a mandar y a ser obedecido.
Así ha sido siempre y así es como vemos a la figura de un monarca que acapara el poder de forma que su decisión es ley. Aquaman es el Rey de Atlantis y su voz no solo se escucha, sino que se obedece. Tal vez su mestizaje genere ciertas tiranteces internas y siempre deba esta lidiando con conatos de rebelión que son aplastados con contundencia, pero al final el Rey Arthur es la ley de Atlantis.
Cullen Bunn lo ha entendido a la perfección y está siendo capaz de mostrarnos la otra cara de ese Rey que está acostumbrado a mandar, llevándolo al extremo contrario donde se ve obligado a suplicar. Esa nueva faceta, esa nueva forma de ver al Rey de Atlantis rompe con lo establecido hasta el momento en el que todos los lectores sabíamos perfectamente que Arthur soporta una enorme carga sobre sus hombros que hace que no tema tener que tomar decisiones que no han de contentar a todos, pero que han de tomarse por el bien común de la mayoría. Ahí es donde Bunn se queda y donde nos quiere dejar a los lectores, mostrándonos a un Arthur centrado en un objetivo muy concreto, evitar la destrucción de la ciudad dimensional gemela de Atlantis, Thule. Guiado por su afán solitario está decidido a salvar la ciudad por la ingente cantidad de inocentes que hay en ella, aunque mientras lo intenta las manifestaciones dimensionales de Thule están causando serios daños por toda la Tierra. Ese toma y daca, esa cara y cruz en una situación en la que está solo, más solo que nunca, es de la que se vale Bunn para despellejar a Arthur y mostrarlo tal y como es, un hombre que necesita ayuda y se ha olvidado de cómo se pide. Bunn juega con el personaje a todos los niveles. Le muestra como su imagen es vista en otro mundo como la de un conquistador implacable. Juega con su deseo por Mera. Lo hiere físicamente. Y lo hace enfrentarse directamente a una inquisitiva Wonder Woman que lo acusa de falta de confianza en sus compañeros y por ende en sí mismo. Todo lo que Bunn ha construido alrededor del personaje es solo una excusa para llegar a este punto en el que, sin la necesidad de un villano de los clásicos, se consigue aplastar al personaje de forma que, como lectores, lleguemos a percibir como tras la caída llega el momento de levantarse de nuevo y asumir la responsabilidad más difícil de todas, pedir perdón.
Su condición de errante le confiere además cierto tono trágico a la historia en la que el Rey de Atlantis malvive como un proscrito sin llegar a ser capaz en ningún momento de empezar a enderezar las cosas.
Estamos en el punto medio de la historia, en esa puerta que queda entreabierta al finalizar el tomo y que deja entrever que estamos a un paso de lanzarnos de lleno hacia el desenlace final de esta historia en la que Aquaman se ha vuelto más terrenal que nunca. La desconstrucción psicológica es profunda, ya que no se recurre a golpes de efecto ya vistos en otras historias en las que el héroe es pisoteado a nivel personal antes de que su enemigo le aseste el golpe final. Bunn es más sutil, tanto que puede parecer que su trabajo es menor cuando no lo es, ya que se centra en que los propios acontecimientos sean los encargados de ir hundiendo a Arthur en su propia miseria personal.
Toca dejar de hincar la rodilla. Toca volver a ponerse de pie, aprender de los errores y empezar a conquistar, una vez más, las propias miserias que nos definen por naturaleza y nos hacen humanos, sin importar donde hayamos nacido. Bunn, fiel a su estilo, acompaña a la historia con textos de apoyo que nos dejan percibir en todo momento los pensamientos internos de Aquaman, como procesa las situaciones y cómo reacciona a ellas emocionalmente, logrando que el conjunto quede muy homogéneo entre lo que ocurre a su alrededor y lo que siente en su interior.
Nos quedan cinco números para cerrar esta etapa del héroe submarino de DC y solo se puede ya esperar lo mejor.
Si hay que añadir un pero es la falta de consistencia que hay con el dibujo. El cambio de dibujantes no ayuda mucho, aunque hay que reconocer que todos se molestan y preocupan de que sepamos que estamos viviendo aventuras submarinas, añadiendo burbujas, peces y un movimiento oscilatorio al pelo de los personajes que se agrace en extremo ya que permite ligar todo de forma más coherente. En definitiva, una de cal y una de arena en lo que al apartado gráfico se refiere, ya que no brilla por su espectacularidad, pero si por su eficiencia.
Estamos ante el penúltimo clavo de Bunn en la serie y lo vamos a añorar. Sus inicios fueron titubeantes, pero ha sabido adecuarse y adaptarse al tono de la serie hasta ser capaz de hacerla suya y alejarse de la estela de los anteriores guionistas. Ese alejamiento le ha permitido evolucionar y ofrecer algo nuevo que debe ser descubierto por todos.
Por cierto, ¿desde cuándo puede volar Aquaman? ¿Será gracias a esa espada – tridente de Neptuno?
Edición original: Aquaman núms. 44 a 47 USA . Edición nacional/ España:ECC Ediciones. Guión:Cullen Bunn. Dibujo: Trevor McCarthy, Vicente Cifuentes. Entintado:John Dell, John Livesay, Marc Deering. Color:Guy Major. Formato:Rústica, 96 págs. A color. Precio:8,95 €. Un Rey está acostumbrado a mandar y a ser obedecido. Así ha sido…
Aquaman #13
Aquaman #13
2016-07-30
Gustavo Higuero
Guion - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8
77
7.7
Mejorando.
Interesante puesta en escena con un Aquaman diferente al que estamos acostumbrados a ver.
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