“Castro, Flynn, Camilo Cienfuegos… grandes nombres de gente que pasará a la historia. Yo solo soy un fotógrafo, y ahora, además… un testigo incómodo”.
Cuando el fotógrafo Frank Spellman viaja a Cuba acompañando a la estrella de Hollywood Errol Flynn, no sospecha que una simple localización de exteriores para una película va a transformarse en una pesadilla tropical.
Hampones mafiosos, agentes de la CIA, representantes de multinacionales sin escrúpulos, servicios de inteligencia militar… Todos compiten por salvar los restos del régimen corrupto y violento de Fulgencio Batista frente al avance de los guerrilleros de Castro.
Arde Cuba nos ofrece una mezcla de película de acción y espías con la realidad de la Revolución Cubana que acabó con el régimen corrupto de Batista. Observamos todas las injerencias de los Estados Unidos en la isla, desde la mafia hasta las grandes empresas pasando por el Gobierno, son de todo tipo, honesta o deshonestas, pero siempre interesadas, mezquinas y obviando las necesidades del pueblo cubano. Sin embargo también nos nuestra la cara oscura de la revolución, con su coste en vidas y la traición a los ideales que se produce al acercarse al triunfo. Lo hace mezclando personajes y situaciones reales con otros de su creación ya que no se trata de narrar con veracidad la historia sino de entretener. Los personajes reales aparecen despojados de toda mítica, salvo Ernest Hemingway, y se nos muestran tremendamente humanos. En ese sentido destacan por encima de todos Errol Flynn y Camilo Cienfuegos. La única pega es que algunos de los personajes reales solo aparecen de pasada. Si en Cazador de Sonrisas lo importante era lo que había en la mente del protagonista, aquí lo que importa son los actos y lo que observan los personajes principales. En esto y el minucioso aspecto gráfico de la obra se ve el tremendo trabajo de documentación que ha realizado el autor. A pesar de ser una obra eminentemente dramática abundan las escenas cómicas que aligeran la tensión.
Frank Spellman es el protagonista de la obra pero el motor de la historia es Errol Flynn. Es el gran hallazgo de la obra y que nos da los mejores momentos, por ello resulta extraño que no se narre el bizarro encuentro que tuvo con Batista, pero me imagino que la descartaría por problemas de espacio. Este es un problema que se da en la obra ya que hay momentos que son algo apresurados según nos acercanos al desenlace de la historia que nos deja la sensación de que faltan páginas para hacer la obras más redonda.
Cazador de Sonrisas y Arde Cuba consiguen ser obras conectadas no solo por las similitudes temporales, gráficas y geográficas sino también porque vemos a los protagonistas de la primera pasear por Cuba. Es algo buscado ya que por estilo gráfico es la época en la que seguramente más brille el estilo de Agustín Ferrer.
Agustín Ferrer hace un trabajo estupendo en el aspecto gráfico destacando sus edificios, vehículos y paisajes, todos ellos recreados con gran realismo, lo cual nos transportan a la Cuba de 1959. Gráficamente es heredero de la línea clara pero se diferencia de ella en su uso del color, con unas acuarelas que llenan toda la obra de luz. Ambas características ya resultaban brillantes en Cazador de Sonrisas, donde da un salto es en su dibujo de la figura humana que aquí son más dinámicas y sobre todo en las escenas de acción que son tremendamente realistas, lo que potencia su dramatismo. Narrativamente hablando destacan dos cosas: su capacidad para conseguir expandir las viñetas sacando el dibujo fuera de los margenes y cómo cada vez que Spellman hace una foto la superpone a la narración sacándola de las viñetas. Me gustaría que su siguiente obra tuviera formato álbum europeo porque creo que en ese tamaño su arte brillaría más.
Edita Grafito Editorial que pese a ser una editorial pequeña hace un producto más que digno con una edición magnífica, también hay un extenso articulo que nos narra los antecedentes históricos de la Revolución Cubana y su desarrollo. Acompaña al álbum una lámina exclusiva dibujada con acuarelas por Agustín Ferrer. Es otra obra que añadir a su catálogo que aunque escaso es muy variado.
Con Arde Cuba Agustín Ferrer confirma todo lo bueno que se observaba en su trayectoria previa y eso le convierte en un autor a seguir. Es una obra de ficción histórica pero sin necesidad de dogmatizar y conservando el entretenimiento por encima de todo pero que nos acerca sucesos históricos.
Guión - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 8.5
8.3
Recomendable
Agustín Ferrer nos ofrece con Arde Cuba una obra que mezcla con acierto la realidad de la Revolución Cubana con una historia de acción. El dibujo sigue el buen hacer mostrado en Cazador de Sonrisas.
Sólo por la presencia de Errol Flynn la obra tiene que valer la pena. Es un personaje que se merece su propio tebeo. Hace unos meses vi un documental sobre su vida y me pareció increíble : la reunión con Castro, sus historias de amor, sus problemas con la justicia, sus días en la España de la guerra civil… Increíble.
Trataré de hacerme con el tebeo 🙂