EL TERROR ACECHA EN GOTHAM
«I have to eat the child»
De las cenizas del evento A- Day y su impacto en Arkham surge esta nueva colección DC que promete una fuerte combulsión entre los fans de la franquicia Batman.
Partiendo de la huida masiva de reclusos, los autores de Coffin Bound, el guionista Dan Watters y la ilustradora griega Dani, se adentran en las emulsiones psicopatológicas del sanatorio de Gotham y nos muestras las versiones más sordidas y tremebundas de algunos de los residentes de Arkham.
Batman, a día de hoy y de lejos, es la franquicia más saludable y potencialmente creativa de DC. La evolución cultural, la incertidumbre y volatilidad de estos tiempos se reflejan con mucha más facilidad en Gotham. La riqueza, la versatilidad del contexto permiten desarrollar una gran cantidad de historias con matices y géneros diferentes.
El cómic que nos ocupa se sitúa en el contexto de un post-evento de Batman, ubicado en los restos del Asilo Arkham y protagonizado por villanos de la franquicia, sale del genero superheroico, incluso del noir y se adentra en el terror.
Sin caer demasiado en spoilers, la historia nos muestra a la debutante Jocasta Joy como la única psicóloga de Arkham. Empieza el número con su mediación para evitar que Cazador de Ratas asesine a una niña pequeña. Seguidamente, Joy realiza un repaso de los criminales de Gotham que han escapado por las calles de Arkham.
El guion de Watters potencia los elementos terroríficos y nos ofrece un trabajo denso de lectura lenta, no en vano, en este primer número se explican muchas cosas y se repasa la situación de muchos personajes. Contrasta con el tipo de cómic al que estamos acostumbrados, con mucho ritmo, que se leen rápidamente. El escritor se encuentra cómodo con elementos escabrosos y se recrea en las versiones más oscuras de los personajes.
En el apartado gráfico, Dani nos regala un trabajo sobresaliente, un estilo evolucionado del Frank Miller de 300 y el de Sin City, en menor medida, dando predominancia a las sombras para definir las figuras y los objetos. Su versión tremebunda y arácnida de Ten-eyed-man nos retrotrae en algún momento a Sandman.
La exhibición de la dibujante hace pensar que en algún momento se regala demasiado en detrimento de la narración de la historia, sin embargo las ubicaciones, la ambientación y la caracterización de las rarezas que han escapado de Arkham son lo más destacado en del número. Una autora muy a tener en cuenta.
El color plano y retro de Dave Stewart es un acierto, potencia el dibujo de Dani (que seguramente en su versión en blanco y negro es excelente) y ayuda a crear la atmosfera de terror. Es una muy buena noticia que, para un cómic como este, se hayan olvidado de los coloreados estridentes y excesivos en brillos y texturas.
También merece mención especial el trabajo de rotulación de Aditya Bidikar. Un recurso gráfico que bien utilizado le da tono y textura al cómic. Esperemos que se mantenga en la edición en castellano.
En definitiva se trata de un primer número muy interesante con un nivel de dibujo poco habitual pero superior a la media, original que encaja perfectamente con la atmosfera sórdida y terrorífica de esta colección.
Lo mejor
• La premisa de la historia.
• El dibujo de Dani con reminiscencias de Miller.
• Las versiones tenebrosas y sordidas del Profesor Pyg, Ten-eyed man o el Cazador de Ratas.
Lo peor
• Ese miedo inevitable a que la historia acabe cayendo en tópicos y lugares comunes.
Guion - 7.5
Dibujo - 9
Interés - 8
8.2
Esperanzador
Un trabajo gráfico delicioso y terrorífico con una historia que profundiza en la locura criminal de algunos de los villanos más turbios de Gotham.