Arslan, la heroica leyenda
Publicada en 1986 por primera vez, la serie de novelas de Arslan se ha convertido en un gran fenómeno de la fantasía épica en Japón que cuenta ya con 14 novelas, su propia serie de animación y varias películas. Todo un compendio de derroche de imaginación que cuenta ahora con su adaptación al videojuego, muy influenciada por la serie de animación. Arslan, heredero del reino, se enfrenta a su pasado y su inevitable futuro con el telón de fondo de la terrible guerra que diezma su país.
El trasfondo de la historia resulta interesante, aunque no es su trama lo que más llama la atención del juego. Sí, estamos ante un arquetipo de la fantasía heroica que bebe de muchas fuentes y mezcla, a priori en su justa medida, muchos de los elementos que enriquecen nuestras sagas favoritas. Sin embargo, la estética es lo primero que llama la atención. Y es que Arslan the Warriors of Legend viene de la mano del anime, aprovechando tanto los concept arts como el diseño de personajes, así como las cinemáticas realizadas por el propio equipo del anime.
Dada la increíble acogida de las novelas y la serie en Japón, era solo cuestión de tiempo que llegase una superproducción. Y lo hace de las manos de Omega Force, creadores del genial Dragon Quest Heroes. Aprovechando el mismo sistema de juego, el tradicionalmente japonés musou, Arslan nos brinda un juego a medio camino entre el rol estratégico y el combate puro y duro, con escenarios amplios y llenos de enemigos entre los que repartir leña.
Pero ay, lo que parece una buena idea, muchas veces se torna en desgracia. Desde ya os digo que Arslan no ha cumplido con muchas de mis expectativas.
Simpleza máxima
Vale, tampoco es que el género musou se preste a grandes innovaciones ni a decisiones de diseño muy arriesgadas, lo acepto, las cosas como son. Pero Arslan the Warriors of Legend es simplemente…simple. Es probablemente uno de los juegos más simples a los que me he enfrentado; si bien tiene algo de gracia la personalización de personajes y la posibilidad de realizar grandes combos en batalla, jugarlo es prácticamente hacer lo mismo en diferentes mapas. Falta mucho de esa vuelta de tuerca que trataba (y conseguía) de dar Dragon Quest Heroes; falta mucho de ese guión bien trabajado, de esa narrativa llevada a medida que avanzamos a golpe de espada. En general, falta mucho de todo. La dificultad nos invita a pasarnos el juego en apenas una tarde de vicio sin parar, lo que no dice nada bueno de un juego que cuesta su medio centenar de euros. Los controles a veces son algo confusos y el inicio de la historia, donde pasaremos una hora entre tutoriales, es sencillamente desquiciante.
A todo esto, le añadimos algunas decisiones que no se comprenden del todo, como el hecho de que el juego llegue con voces en japonés y subtítulos en inglés. Bien en sabido que los amantes del anime suelen preferir las voces originales en japonés, y me parece estupendo que estos juegos nipones traigan la posibilidad de escuchar así los diálogos. Pero también es sabido (o debería serlo) que los que no gustamos de oír voces en japonés nos resultan estridentes y sobreactuadas. Yo, personalmente, no soporto los doblajes japoneses. Me superan. Parecen un grupo de pollos sin cabeza graznando. No me creo la sobreactuación extrema. Es cierto que esto no es más que una valoración personal, pero si me pones un juego en que tengo que comerme las voces japonesas por fuerza, mal asunto. ¿Tanto les costaba dar la opción de voces en inglés? Sí, pues probablemente no han contratado actores ingleses para doblar el juego. Pues te llevas una tarjeta roja.
Demasiados problemas, pocas soluciones
Mapas demasiado simples o demasiado rebuscados; misiones sin aliciente, un sistema de combate rico pero mal aprovechado…En fin, que Arslan no se lleva precisamente la palma al mejor diseño. Y es que parece que a Omega Force se le acabó la brillantez con los maravillosos juegos que nos brindó el año pasado. Y eso que se están convirtiendo en unos pequeños expertos en adaptar animes (esperamos como agua de Mayo el Attack the Titan), pero no sé si por falta de tiempo, de interés o de buena materia prima con la que trabajar este Arslan solo gustará a los fans del anime y de los juegos musou en general…y eso siendo bastante permisivos con algunos errores de serie que tiene el juego. Como que no sea divertido.
Valoración
Gráficos - 6.5
Jugabilidad - 5.5
Historia - 5
Sonido - 4.5
5.4
Valoración
Un juego lamentablemente mediocre con el que se hace difícil conectar si no eres fan del anime.