Edición original: Arkham Asylum (DC Comics), octubre 1989.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones, junio 2014.
Guión: Grant Morrison.
Dibujo: Dave McKean.
Formato: Cartoné, 216 págs. A color.
Precio: 21,50€.
Durante un aciago 1 de abril, los internos de Arkham logran hacerse con el control del hospital psiquiátrico, secuestrando a los trabajadores del centro. Liderados por el Joker, los criminales más despiadados e inestables de Gotham City —Dos Caras, Killer Croc o el Sombrerero Loco, entre otros— exigen una única condición para liberar a los rehenes: que Batman les acompañe en tan siniestra morada.
En 1989, Grant Morrison (All-Star Superman, Los Invisibles) y Dave McKean (Sandman, Cages) desarrollaron Asilo Arkham, una de las obras más exitosas de la historia del cómic, ahora recuperada a través de una edición repleta de extras: abundante material gráfico y el guion original anotado, que permiten apreciar toda la complejidad de esta inolvidable novela gráfica en la que el Hombre Murciélago se ve obligado a enfrentarse a sus enemigos más letales… y a sus miedos más profundos.
Empezaré sincerándome: No soy un enamorado de Asilo Arkham como muchos son, aunque lo soy de Batman y de todo lo que esta perturbadora obra contiene. Cuando lo leí empezaba a interesarme por Morrison por su curioso trabajo en Animal Man y, obviamente, me había quedado alucinado de que se pudiera hacer un cómic con el estilo gráfico de McKean. Lo leí y me gustó, y lo releí, y lo releí… captando infinidad de homenajes, guiños y referencias que el guionista escocés cosió entre sí para crear este mosaico de locura.
Y aun con todo, pese a su popularidad, me hace sentir como con un placer culpable. ¿Cuál puede ser el problema?
Si habéis venido a leer una disección de esta novela gráfica (no me veréis usar a menudo este término) siento decepcionaros. No es mi intención, y cuando terminéis de leer esta reseña espero haberos hecho entender por qué. Igualmente espero explicar mi aparentemente incomprensible puntuación.
La gente no suele entender por qué se considera a Grant Morrison un guionista provocador, porque no es simplemente que le guste usar ideas que otros no se atreven a tocar, es que además le gusta nadar contracorriente. Este Asilo Arkham surgió del escenario dejado por Frank Miller y su aproximación a Batman vista en El regreso del Caballero Oscuro y Año uno, una racional, medida y sólida caracterización del personaje como nunca se había visto. Tal fue la impresión causada que durante años los autores posteriores trataron de seguir en esa línea en la medida en que eran capaces.
Grant Morrison no.
Morrison sacó toda la fuerza del carácter de Batman, lo desnudó hasta convertirlo en un chiquillo herido y asustado y lo lanzó al corazón de la locura que anida en Arkham.
Y a eso, para bien y para mal, se reduce todo. Se trata de un argumento tan básico, tan elemental, que no podemos evitar sentirnos atraídos por él. El nudo de la historia es un recorrido por los pasillos del manicomio enfrentando a Batman con sus más clásicos villanos, que aunque siendo benévolo diré que no es ninguna maravilla, está enmarcado por una presentación y un desenlace a mi gusto impecables. El inicio nos introduce en Arkham, literal y figuradamente, de manera gradual: primero Batman es informado de la situación, tiene un primer contacto con el Joker por teléfono, traspasa el umbral en una inolvidable (una de muchas) imagen de Dave McKean, es recibido por los internos y comienzan los juegos a su costa… y hasta aquí explicaré, por el bien de todos los suertudos que no hayan experimentado la lectura de este potente cómic.
Paralelamente a la historia protagonizada por Batman se nos explica la vida de Amadeus Arkham, de quien podemos decir que es el “origen” de todo, tanto del asilo como de la maligna comunidad de enfermos que viviría en él. Es la historia de un hombre loco que poco a poco se percata de ello, lo que tampoco le impide dejarse llevar por su demencia. Tampoco entraré en detalles argumentales, pero es aquí donde reside el interés en la parte central del cómic, cuando el que hay por las acciones de Batman decae. Sin embargo considero que el modo en que Morrison liga ambas tramas es bastante pobre, dando al clímax una justificación que no se pedía. Por suerte a la resolución de esa situación sigue un auténtico final que nos da un cierre perfecto a esta inusual historia.
Muchas veces he leído que Batman se enfrenta a sus miedos en Arkham Asylum, como si fuese una de las virtudes del cómic. Si lo es lo siento pero no lo veo. En el caso de que Killer Croc simbolice una parte de la psique, Maxie Zeus otra y el Sombrerero Loco otra, todos esos enfrentamientos se resuelven del mismo modo: a hostias. Vaya, que si se trata de metáforas creo que están incompletas. No me sirve de nada que haya símbolos si no hay un mensaje. Es como el hecho de que la historia esté estructurada como una casa: muy bonito, muy interesante, pero a mí no me aporta nada como lector. Para mí esos no son los puntos fuertes de la obra.
Quisiera señalar que en Asilo Arkham fue la primera vez, que yo recuerde, que se presentó a Killer Croc como un ser prácticamente animal. Además, la versión de Morrison del Doctor Destino rompía radicalmente con su imagen tradicional y fue la que Neil Gaiman empleó en The Sandman.
Mucho más interesante encuentro lo implícito a la historia, toda la simbología que contiene en cuanto a la vida de Arkham, el modo en que conecta con Batman y todas las ideas que los propios personajes dejan caer a lo largo de las páginas. Hay un exceso de símbolos, pero entre ellos que encontraremos pequeñas perlas de la psicología del Hombre Murciélago, y no son precisamente los explícitos. Particularmente fascinante me parece la charla del Sombrerero Loco, amigo de la locura y tal vez más cercano a comprender las intenciones del guionista, quien dice que tal vez Arkham es una cabeza y que ellos no son sino sueños en su interior. Tal vez la cabeza del propio Batman… Amadeus Arkham y Batman entran en el asilo en sendas escenas que reflejan la una a la otra como si encontrasen ante las puertas de un infierno que únicamente está en sus cabezas. Escenas como estas, sumadas a un desarrollo extraño, en el que incomoda ver ese Batman tan frágil, y en el que se salta de situación como en un sueño, hacen de la lectura de Asilo Arkham una experiencia casi onírica, huyendo del realismo que Miller había marcado con sus obras incluso a nivel narrativo.
Morrison explicó que su caracterización de Batman en esta historia no era sino una crítica al personaje como se le había representado en los 80, violento, decidido y casi psicopático, pero que solamente era una versión, y no implicaba que posteriores trabajos suyos fuesen semejantes. Poco después lo demostraría en Legends of the Dark Knight: Gothic y mucho después en su popular JLA, ofreciendo dos visiones muy diferentes de Batman a la vista aquí y entre ellas.
No olvido a la otra gran estrella de Asilo Arkham, y es Dave McKean, un ilustrador que muchos echamos de menos en los cómics. Es muy difícil encontrar en otro dibujante que haya mostrado la locura del Joker tan gráficamente, con solo mostrar su rostro. McKean compone impresionantes páginas, sobrecogedoras imágenes que acompañan perfectamente a las ideas más perversas de Morrison, y convierte esta novela gráfica en un auténtico cómic de terror. Se adapta a cada momento como conviene a la historia, llegando a matices tan sutiles como hacer de la escena en el exterior de Arkham casi un boceto, convirtiendo el interior en lo auténtico, lo real, y variando la narrativa visual para provocar la reacción del lector.
Tras Morrison muchos han tratado de penetrar los muros de esta institución con la esperanza de rescatar algún resto del manjar que el escocés y McKean nos ofrecieron, pero el éxito no ha sido fácil de conseguir. Además, tras esta historia, debieron de reformar Arkham y le hicieron paredes de papel, porque cada año bisiesto los internos se fugan en masa esperando que a estas alturas de la vida aún nos produzca alguna sensación de peligro. Ya no es lo mismo, Morrison hizo una de esas cosas que solamente se pueden hacer una vez, y tuvo la suerte o el talento de hacerlo bien.
Artículo de David Fernández incluído en la edición española.
si hay una obra que se ajusta como un guante al termino sobrevalorado,sin duda,es esta.
Eso creo, pero también pienso que lo bueno que tiene es muy bueno.
Pues sí, me parece una puntuación incomprensible.
Con una complejidad que ralla la genialidad, ni las diez o veinte lecturas que he hecho ya me permiten captar todos los matices ocultos en la obra.
Al igual que «El misterio religioso», Morrison juega de forma perfecta con el estilo del dibujante para componer una obra en la que cada relectura se puede extraer algo de información: Cada viñeta es un ejercicio de misterio, en el cual con cada nuevo vistazo se descubren más piezas del puzzle.
Esa es la cuestión: por lo general las mejores obras de Morrison trabajan a varios niveles y, aunque este es el caso, la historia más superficial es más simple que un plátano. Trata de resumir el argumento y se hace evidente enseguida su simplicidad. A diferencia de otros trabajos suyos en los que la calidad entre niveles de lectura es equiparable, prima más el «cómo» que el «qué» cuenta. Por ello, dándote la razón, puntúo alto el interés, pero no el guión (donde nada fluye, todo es a base de retales de una historia y que no se notaría si falta alguno. Quitemos la escena del Doctor Destino, ¿afecta al puzzle?), y mucho menos el argumento.
Y, como digo, al terminar el cómic nos encontramos con que había un misterio, cuando lo natural hubiera sido plantearlo a lo largo de la historia. Si no, únicamente en una relectura nos lo planteamos, ahora sabedores de la resolución.
Hace mucho tiempo que no leo, pero no recuerdo que la ligazón entre la historia de Arkham y la de Batman sea tan pobre. AL fin y al cabo,
SPOILER
…si no fuera por el «legado» de Arkham, no se habría producido la fuga y Batman no estaría allí.
Aunque se trata de una obra bastante irrepetible, he de decir que Slott «hizo» un buen asilo en «Living Hell».
Hablemos a escondidas:
Se nos dice que los internos han tomado el asilo, pero en ningún momento nos planteamos cómo puede haber sucedido o si hay un motivo detrás. No es hasta el final que nos enteramos que había «algo más», pero hasta entonces tiene el aspecto de cualquier motín que hayamos visto, donde importa que ha sucedido pero no nos paramos a mirar el motivo. Ahí es donde creo que Morrison falla, currándose la historia de Arkham pero sólo conectándola conceptualmente a la de Batman. Propongo otro ejercicio de imaginación: al final Batman salva a la doctora del Joker y no del zumbado de su compañero y ella acaba matando a un cualquiera. ¿Cambia mucho la historia?
Ah, y de acuerdo con el Living Hell de Slott.
Una de las pocas obras maestras indiscutibles del cómic americano de superhéroes. Cualquier valoración que se le pueda dar en un margen de cinco estrellas se queda inevitablemente corto.
A pesar de entender lo que quiere transmitir Sergio, discrepo completamente con lo opinado respecto a la «simpleza». Si algo caracteriza a casi todas las grandes obras es tener una premisa nítida, contundende y sencilla, e ir añadiendo capas. En el caso de Arkham Assylum está repleta de viñetas, diálogos e ideas sugeridas que te incitan a querer adentrarte en esa guarida de la locura hasta que no haya posibilidad de volver atrás.
p.s.: Y ya de paso, suscribo lo dicho por el Señor Equis sobre Living Hell de Slott y Sook, que si bien no es tan brillante si que está francamente bien. Lástima que la mayoría de los interesantes personajes que introdujo en aquella mini quedasen en el olvido y -cuando se han usado- se han usado malamente en la mayoría de las ocasiones
Pues discrepo de la valoración, me parece una obra espléndida tanto en guión como en dibujo. No me parece especialmente inconsistente a nivel de guión, me encanta el simbolismo que emana en cada página, y tampoco creo que la visión de Batman de Morrison sea diferente aquí que como lo trata en otras obras. Precisamente en lo que el calvo siempre hace énfasis es en que Batman, al contrario de la imagen demente y desequilibrada de Miller o Sam Hamm, era un hombre que se había enfrentado a sus terrores y había salido fortalecido.
Del dibujo que vamos a decir.
A mí Arkham Asylum me parece una gran obra de Dave McKean. Se puede hablar del guión y sus capas pero creo que todos tenemos claro que sin su apartado gráfico hoy dudo que nadie recordase esta obra de la misma manera.
Entonces no discrepas, Daniel. 😉 Si estamos de acuerdo en que la primera capa es simple, y es la única que lo es. De hecho es su sencillez la que propicia que el aluvión sensorial y emocional que se nos viene encima sea digerible. Tal vez con un 10 en interés hubiera dejado más claro mi punto de vista, pero no ando lejos, ¿eh?
Graficamente es una mierda. Se ve todo muy negro y las imágenes están movidas. No vuelvo a leer un tebeo en screener.
Lemmytico, en eso tendrás que discutir con Morrison, porque lo ha dicho él 😛
Pero de «era un hombre que se había enfrentado a sus terrores y había salido fortalecido» al hecho de que Batman llega acojonado a Arkham hay un trecho, creo. De hecho ese es un momentazo del cómic: cuando te das cuenta de cómo se siente Batman nada más llegar, sin ni siquera haber entrado, te das cuenta de que esto es chungo chungo.
«Lemmytico, en eso tendrás que discutir con Morrison, porque lo ha dicho él :-P»
Yo le he leído justo lo contrario. Pero bueno.
«Pero de “era un hombre que se había enfrentado a sus terrores y había salido fortalecido” al hecho de que Batman llega acojonado a Arkham hay un trecho, creo. De hecho ese es un momentazo del cómic: cuando te das cuenta de cómo se siente Batman nada más llegar, sin ni siquera haber entrado, te das cuenta de que esto es chungo chungo.»
No sé si he entendido bien el comentario, pero precisamente esta obra lo que hace es eso: Batman empieza acojonado pero sale más fuerte tras enfrentarse a sus miedos.
Lo has entendido bien, pero es que no hay desarrollo. Está huyendo de todos los internos y de repente se enfrenta a Croc y es el puto amo y ya sabe quién está detrás de todo. Y yo, personalmente, creo que si es Batman y ya se ha enfrentado a toda esa gente, YA ES el puto amo que conocemos. No es un Elseworlds, no es un Año uno, es Batman en la actualidad.
De las anotaciones del propio Morrison para la edición de aniversario de Arkham Asylum:
The repressed, armoured, uncertain and sexually frozen man in ARKHAM ASYLUM was intended as a critique of the ’80s interpretation of Batman as violent, driven, and borderline psychopathic.
[…]
Again, this appraisal of Batman’s sexuality applies only to the «damaged» version of the character presented within these pages. I prefer to think of him now as Neal Adams drew him–the hairy-chested globetrotting love god of the ’70s stories.
¿Este es el mismo tebeo que salió en el coleccionable ese de planeta que valía cada uno 10 pavos no? Me lo pillé y por las barbas de Odín fueron 10 euros tiraos a la basura! El dibujo es caca de la buena y en cuanto al resto, tuve que dejar de leerlo antes de que me reventara la cabeza. Ahí lo tengo en la estantería, sin acabarlo de leer(no pude acabarlo,fue superior a mi) y cogiendo polvo. Me lo pillé pensando en que joder como habían sacao el juego relacionao con este tebeo, y éste me gustó pues dije a ver si hay suerte con el tomito este. Y nada mas lejos de la realidad me lleve una buena sorpresa. Quizá tenga unos gustos muy raros pero este tebeo sigue sin gustarme. Saludos
Algún día tendríamos que quedar en una cafetería y discutir de un tema de estos, que a veces escribir en el chat me da mucho palo, por más interesante que sea todo lo que dice la gente.
«The repressed, armoured, uncertain and sexually frozen man in ARKHAM ASYLUM was intended as a critique of the ’80s interpretation of Batman as violent, driven, and borderline psychopathic.
[…]
Again, this appraisal of Batman’s sexuality applies only to the “damaged” version of the character presented within these pages. I prefer to think of him now as Neal Adams drew him–the hairy-chested globetrotting love god of the ’70s stories.»
No veo que nada de esto contradiga lo que yo decía. En la edición extendida que yo tengo dice claramente que el Batman que escribió en LJA era heredero del Batman que TERMINA (ojo a esto) saliendo de Arkham Assylum. Y leí un artículo sobre su etapa en la serie regular donde decía igual.
Lo leí cuando lo sacó Zinco y la verdad es que me gustó mucho, aunque me chocara el rollo travesti del Joker. Pero no lo he vuelto a leer desde entonces, así que no puedo decir si ha mejorado con los años (como el Stray Toasters, que me gustó aún más en la relectura) o si es de esas que tuvieron su momento y tal.
En todo caso, mis felicitaciones, Jordi, por un acercamiento desprejuiciado y fresco, analizando con ojos y cabeza y no bajo el peso de la mitificación.
Entonces será Morrison el que tendrá que discutir con Morrison 😛
Contradice lo de «tampoco creo que la visión de Batman de Morrison sea diferente aquí que como lo trata en otras obras», porque aunque puedan ser herederas una de otra no es la misma.
Jo. Toca relectura. Me pillé el tomo de Zinco en su momento. Y no lo he vuelto a leer desde entonces. Apenas recuerdo nada aparte de lo mucho que flipé con el dibujo.
«Entonces será Morrison el que tendrá que discutir con Morrison 😛
Contradice lo de “tampoco creo que la visión de Batman de Morrison sea diferente aquí que como lo trata en otras obras”, porque aunque puedan ser herederas una de otra no es la misma.»
Amos a ver que nos estamos liando. La intención de Morrison siempre ha sido la de oponerse a la del Batman psicopático de Miller & Co, porque por el contrario, él piensa que una persona que ha padecido tanto como Batman pero sigue adelante es básicamente una persona bastante equilibrada mentalmente. Todo «Arkham Assylum» le sirve para ilustrar eso: como Batman supera sus miedos y sale más fuerte. Ese Batman «más fuerte» y un poco zen (el calvo dixit) es el que escribe en LJA y su serie regular.
¡Cabezota! 😆
Yo es que hace siglos que no lo leo, pero recuerdo que en su día me encantó. Todo lo de Morrison lo hacía.
Se impone relectura este fin de semana.
Curioso…por un lado este comic está en todas las «listas top» de comics de batman y por otro lado mucha gente (incluido yo y por lo que veo muchos más) necesitarían volver a leerlo puesto que no recuerdan la historia desde que leyó/compro el comic…
«En el caso de que Killer Croc simbolice una parte de la psique, Maxie Zeus otra y el Sombrerero Loco otra, todos esos enfrentamientos se resuelven del mismo modo: a hostias»
En el 99% de cómics de super heroes que he leído de Batman o del personaje que sean, siempre se resuelven así las historias, por muy detective que sea Bataman siempre acaba dándose de hostias con todos
Es que Batman es un detective de la hostia.
«[…] él piensa que una persona que ha padecido tanto como Batman pero sigue adelante es básicamente una persona bastante equilibrada mentalmente.»
Y eso quedó muy claro en su etapa de Batman con tonterías como la de Zur-En-Arrh 😛
Retranqueiro: Es que Batman es un detective de la hostia.
XDDD ¡Oye, ahí has estado muy bien!
En el 99% de cómics de super heroes que he leído de Batman o del personaje que sean, siempre se resuelven así las historias, por muy detective que sea Bataman siempre acaba dándose de hostias con todos
Esa es la cuestión: si la resolución de cada enfrentamiento es la de siempre, esto de «enfrentarse a sus miedos» es lo que hace cada día y con bastante soltura. Porque al final el mensaje es ese: el miedo de Batman es ser igual que sus enemigos (cosa que ya nos dice al principio), pero terminada la historia nada ha cambiado, simplemente «es más fuerte», porque les ha dado lo suyo. Toma moraleja.
«La gente no suele entender por qué se considera a Grant Morrison un guionista provocador»
A lo mejor la moraleja es que por mucho que se intente de hacer historias mas adultas de super héroes, jugando con la psicología de los mismos, al final todas acaban igual
¿como acababan el Batman de Miller o Miracleman?
¿se suponía que Batman tenia que psicoanalizar a los malos en esta historia?
Batman: Jocker, háblame de tus padres…
Me apunto lo del detective de la hostia, que me ha hecho gracia 🙂
La verdad que esta obra me dejó un poco frío pero cuando leí solamente el guión, gracias al material adicional de la edición de Planeta, adquirí otra opinión. El guión me flipó pero creo que tanto simbolismo para el tipo de dibujo de Dave McKean no es lo adecuado. El dibujo está muy bien para darle el tono tan oscuro que tiene la obra pero querer reflejar tantos simbolismo con un dibujo tan abstracto pues creo que es un error porque se hace muy difícil desentrañar la obra, de ahí que se necesite mil lecturas. Desde mi punto de vista es una obra muy interesante pero que mejora muchísimo si luego se lee el guión.
Yo soy de los que piensan que esta obra está sobrevalorada en grado sumo, como por otra parte casi todo lo de morrison menos animal man, doom patrol y jla. Le falta algo que no sabría que es pero que es lo único que importa para rozar ese nivel de maestría que parece que le atribuyen muchos. Yo creo que si en vez de dibujada por McKean la hubiese dibujado sal buscema ahora ni estaríamos hablando de ella; el ilustrador (que no dibujante de tebeos) imprime una atmósfera insana, oscura (para alegría de ocioso) y morbosa que le va que ni pintada a la obra.
Personalmente, me gustó más GOTHIC, del mismo autor. Y lo de la simbología y tal que comentan varios contertulios…pues respondo como el jóker, si te tienen que contar el chiste es que no tiene gracia.
Aprovecho para lanzar una salva en honor a la edición absolute de Planeta, una de las mejores Hernandiadas de su reinado; el guión a tres espacios en inglés y en castellano, ocupando casi más que el tebeo original.
Pues yo no creo que esta obra esté sobrevalorada, porque usualmente la crítica siempre la ha puesto donde le corresponde: un peldaño por debajo de las auténticas obras maestras del murciélago.
Creo que el 7 de Sergio es muy justo y sus pegas al guión bastante fundamentadas. Más o menos las comparto, puesto que en realidad se trata de una historia con un desarrollo muy simple. La parte de Jeremiah Arkham está bien y la de Batman al principio y al final también, pero todo lo que le acaece en los pasillos del manicomio podría estar muchísimo mejor.
Yo me quedo con el potente apartado gráfico y lo sugerente que es en algunos aspectos. De hecho, como fuente de influencia para obras posteriores si le doy un gran valor. Mismamente, en el videojuego de Arkham se toman muchas cosas que aquí tuvieron su génesis y se integra mejor la historia de Jeremiah al ser fragmentos de diario que el propio Batman va encontrando.
Y en cuanto a lo que Morrison pretendía con este Batman tan «fragil». Me dan igual sus intenciones. Se le fue la mano. El personaje sencillamente no es Batman. Es tan débil, está tan superado por una situación que para él no debería ser para tanto, que produce rechazo en el lector. Ni empatizas con él porque sus reacciones te pudieran parecer más humanas, ni lo ves como el héroe que te ha llevado a comprar la novela gráfica. Está tan fuera de papel que mata en parte la obra.
Alan Moore en la Broma asesina nos mostró a un Batman muy normalito, alejado de la imagen de supergenio invencible actual. Y Starlin arrastró al personaje a una indefensión mental total en The Cult. Pero en ambos casos funcionaba mucho mejor que éste de Morrison.
Y es que no se me puede ocurrir algo más inapropiado que el Joker metiéndole mano a Batman. Será muy transgresor e irreverente, pero no le hace ningún buen servicio al protagonista, ni a la obra en general.
Offtopiqueando, ECC ha puesto en su próximamente que va a sacar la JL 3000 en tomos cuatrimestrales a partir de septiembre
Me estaba acordando de esta reseña esta mañana porque he estado «anca» mi librero preferido y he visto este tebeo en la estantería y me reafirmo en lo dicho, joder que tebeo mas malo. En serio debo ser mas raro que un perro verde y más aun cuando diga que venía de recoger el tomo 3 y 4 del Spiderman de Todd McFarlane… Que huevos tengo!