Assassination Classroom

 

Guión: Yūsei Matsui
Dibujo: Yūsei Matsui
Edición España: Panini Cómics (2014)
Contiene: Ansatsu Kyōshitsu Vol. 1 JAP (Weekly Shonen Jump/Shūeisha, 2012-2014)
Formato: Tomo manga rústica con sobrecubierta de 184 páginas (Serie Abierta)
Precio: 7,95€

 

Hablando de cómics hay que reconocer que hay propuestas e ideas que sólo son posibles y tienen visos de funcionar en latitudes muy concretas. De la misma manera que en Estados Unidos las historias protagonizadas por gorilas parecen una seña de identidad de la industria solo en el manga japonés podríamos encontrar una obra tan inclasificable como Assassination Classroom de Yūsei Matsui. ¿Se imagina alguien el revuelo que podría provocar, mismamente en Estados Unidos, o incluso en España, la publicación de una historia cuya sinopsis tratase de cómo un grupo de escolares intentan asesinar a su profesor? Pues este, a grandes rasgos, es el punto de partida de la mencionada Assassination Classroom, un shōnen -de esos que en el Bakuman de Tsugumi Ōba y Takeshi Obata consideraban bajo el término de «atípicos»– serializado desde 2012 en la revista Weekly Shonen Jump de la editorial Shūeisha y con un total de diez volúmenes publicados hasta la fecha. La obra licenciada por Panini Cómics en nuestro país ha visto la luz coincidiendo con el pasado XX Saló del Manga de Barcelona después de un importante retraso pues inicialmente había sido anunciada para principios de este año. Pero la espera ha terminado y, finalmente, ya podemos hablar con propiedad de unos de los más curiosos y originales mangas -dejando las obras de Shintaro Kago a un lado- que han llegado por estos lares en los últimos tiempos.

Hora de puntualizar. La historia de Assassination Classroom no promueve propiamente la rebeldía en las aulas ni la desobediencia y linchamiento del profesorado sino que su planteamiento de partida resulta, simplemente, un ejercicio de surrealismo y absurdo propio de la imaginación de un autor como Yūsei Matsui asistente en su día de Yoshio Sawai el creador de la extravagante Bobobo-bo Bo-bobo. Por si este significativo dato -al menos para los que conozcan o hayan disfrutado de las aventuras del gran guerrero capilar- no es suficiente para hacernos una idea de la obra que tenemos entre manos acerquémonos un poco más a su sinopsis. Este extraño manga nos habla del grupo de alumnos de la clase de secundaria 3-E del instituto Kunugigaoka que tienen por misión el asesinato de su autoproclamado profesor Korosensei, un alienígena tentacular y con un emoticono por cabeza que ha sido capaz de destruir parcialmente la Luna y amenaza con hacer lo mismo con la Tierra. Para sorpresa de todos Korosensei ha dado el plazo de un año para cumplir con su plan mientras asume el puesto de profesor en Kunugigaoka y anima e instruye a sus alumnos en el arte del homicidio a fin de que puedan acabar con su vida. Las habilidades de Korosensei, su increíble fuerza y velocidad, hacen casi imposible llevar a cabo la tarera pero estos jóvenes contarán con el apoyo de los servicios de inteligencia y el gobierno del país que les ha prometido una recompensa 10 billones de yenes al cumplir el objetivo.

Este argumento nos propone un shōnen que hace de la originalidad su bandera mientras en la práctica mantiene los clichés del género: el instinto de superación de los protagonistas, las pruebas a las que se deben someter, el sentimiento de amistad siempre floreciente y las grandes dosis de humor para aligerar tensiones. Todos estos elementos, en mayor o menor grado, están presentes en Assassination Classroom siendo el contexto de la acción y la némesis a la que deben hacer frente los colegiales de la historia lo que, como diría el maestro Ángel Sanchidrián en sus desternillantes Sinopsis de cine, «le da la calidad a este manga». El primer tomo de esta esperada serie editado por Panini Cómics no deja de ser una introducción a la historia en la que apenas hay tiempo para situar la acción, ilustrarnos con las reglas y normas del juego y presentarnos un poco más en detalle a un par de sus protagonistas. En este aspecto, en este primer contacto, Assassination Classroom aún no ha revelado todas sus cartas, todavía no nos encontramos ante una obra verdaderamente asentada pero todo apunta que sus planteamientos no alcanzarán las cotas de locura de la mencionada Bobobo-bo Bo-bobo y seguirán senderos más convencionales y cercanos a los establecidos por el shōnen. Esto no tiene por qué entenderse como algo peyorativo, Yūsei Matsui demuestra en estos primeros capítulos habilidad para caracterizar a sus personajes y su capacidad e ingenio para sacar petróleo de esta simpática cultura del asesinato.

Estas últimas son las premisas básicas para construir un buen shōnen, sea típico o atípico como sería en este caso, una cuestión que a pesar de su aún corta carrera no desconoce Yūsei Matsui que desborda personalidad en sus páginas de este manga e imprime el ritmo necesario para que el lector disfrute de una lectura ágil, rápida y ligera como se le pide a este tipo de publicaciones. El dibujo de la obra tiene como gran virtud su fuerza e intensidad lo cual contrarresta en parte su trazo más común, funcional y cumplidor pero sin el arrebatador atractivo del que hace gala su verdadero descubrimiento: el simpático y letal Korosensei. La personalidad de este se traslada al resto de la obra y la arrastra a un pasatiempo rápido, lleno de tiroteos, envenenamientos y puñaladas como si se tratase de una versión light de 1001 maneras de morir. En la carrera de Yūsei Matsui como mangaka sólo destaca un trabajo anterior de largo recorrido, Majin Tantei Nougami Neuro, y un par de historias cortas, Rikon Choutei y Tokyo Depato Sensou Taikenki, por lo que Assassination Classroom por su relevancia e impacto -ya ha sido adaptada al anime por Brains Base y tiene en desarrollo una película de acción real- va camino de convertirse en su obra más exitosa y habiéndose ya codeado en las listas de ventas con auténticas vacas sagradas como One Piece o Naruto. El único problema de Assassination Classroom puede ser su «edad de caducidad» al ser una obra que por su temática y su ambientación estudiantil puede no conectar con el lector más adulto.