Astérix: La Hija de Vercingetórix

¡Cómo se te echa de menos René!

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Edición original:Astérix 38 La Fille de Vercingétorix FRA, Albert René
Edición nacional/ España:Salvat
Guión:Jean-Yves Ferri
Dibujo:Didier Conrad
Entintado:.
Color:Thierry Mébarki
Formato:Cartoné, 48 Páginas
Precio:9.95€

Su padre le pidió que siguiera resistiendo y que fuera libre, y eso es lo que ha hecho… ¡A su manera!

El pasado 23 de octubre se produjo el lanzamiento mundial de La Hija de Vercingetórix el álbum número 38 de la colección de Astérix. Apareció en 20 países de manera simultánea y contó con una tirada de 5 millones de ejemplares. Se trata del cuarto que realizan la pareja Jean-Yves Ferri y Didier Conrad después de retirada de Uderzo en 2005. Desde que retomaron la serie en 2013 han ofrecido un nuevo álbum cada dos años. Debutaron con Astérix y los pictos, en 2015 apareció El papiro del Cesar y en 2017 Astérix en Italia, pero muy lejos del brillo que impuso a la serie su guionista Goscinny y en esta ocasión tampoco lo han logrado.

Dos jefes avernos llegan a aldea de los irreductibles galos en plena noche para pedirle a Abraracúrcix si pueden proteger y esconder a la misteriosa joven que los acompaña, mientras iran a buscar un barco que los lleve a Londinium. La joven se llama Adrenaline y es la hija del jefe galo derrotado por Julio Cesar Vercingetórix. Desde el sitio de Alesia los jefes avernos la han protegido y cuidado por la promesa que le hicieron a su padre de seguir luchando por la libertad de los galos. Ella debe ser el símbolo que levante a los galos en una futura revuelta contra Roma. Así que Abraracúrcix encomienda a su dos mejores guerreros, Astérix y Obélix, que la custodien. El problema es que ella, como todos a su edad, se rebela en contra de un destino que no ha elegido y siempre trata de escaparse, algo que también hará en la aldea.

Jean-Yves Ferri (1959) y Didier Conrad (1959) eran dos autores con una trayectoria consolidada en la BD cuando fueron elegido para sustituir a Uderzo. Ferri había realizado una exitosa colaboración con Manu Larcenet en El retorno a la tierra (Bang Ediciones). Algo que también se podía de decir de Conrad que junto a Yann había creado Los Innombrables una de las series que mejor renovaba el espíritu de la BD humorística de aventuras. Así que parecían una buena elección si conseguían alejarse de los autores originales de la serie y encontrar su propia voz. Algo no han coseguido hasta la fecha ya cada nuevo álbum es un pastiche sin gracia de los mejores álbumes de René y Albert.

En su etapa han replicado una de las constantes de la serie como que es que un álbum se desarrolla en la aldea y otro fuera. Esto le servía a Goscinny para criticar la sociedad en la que vivía en los álbumes de la aldea y para jugar con los tópicos que los franceses atribuían a otros países cuando los galos viajaban. En esta ocasión toca un álbum que transcurre en la aldea y la crítica que pretenden hacer los autores es sobre los adolescentes y el choque generacional que se produce entre ellos y sus padres, algo que ya trataron Goscinny y Uderzo en Astérix y los Normandos, aunque con mejor fortuna. La Hija de Vercingetórix hace hincapié en cómo los adultos educan a los jóvenes para que sigan sus pasos y les niegan la posibilidad de construirse una identidad propia. Algo que provoca que estos se rebelen y pretendan seguir su propio camino, pero el resultado no acaba de funcionar. En parte porque los autores tratan a los jóvenes con bastante condescendía y paternalismo, en un tomo similar a la visión que dio Uderzo del manga en ¡El cielo se nos cae encima!, pero también porque no acaban de profundizar en los distintos temas que ponen sobre la mesa, como sucede con el mensaje ecologista que parece metido con calzador o la relación de los jóvenes con el alcohol a través de la poción mágica que apenas está abocetada. A la critica que pretenden hacer le falta la fina ironía de Goscinny que le permitía contraponer los dos puntos de vista, algo que aquí no sucede.

Adrenalina es una de los aciertos del álbum ya que es un personaje bien construido, que añade una visión femenina alejada del rol de madre o novia que siempre tenían en la serie. Pero pese a ser un personaje fuerte e independiente al final tiene que ser rescatada por Astérix y Obélix volviendo al rol de chica-rehén. Si el álbum hubiera planteado una lucha feminista seguramente habría ganado en profundidad, lo mis que si hubieran explotado más la relación de Adrenalina con sus dos padres. La impresión que me queda es que no se han atrevido a tratar dos temas que podrían haber generado alguna controversia y perdida de ventas millonarias. Otros personajes creados para la ocasión como Blínix y Sélfix, hijos de Ordenalfabétix y Esautomátix, no funcionan nada bien, ya que se limitar a ser comparsas de Adrenalina. Ella lleva todo el peso de la trama quedando Astérix y Obélix simplemente reducidos a ejercen de séptimo de caballería para solucionar los problemas en los que se meten ella y sus amigos. La astucia de Astérix no aparece en todo el álbum y Obélix es simplemente un recurso cómico. Los mismo sucede con los romanos acuartelados en torno a la aldea que apenas tienen presencia en toda la historia.

Si los temas de fondo que trata el álbum no funcionan nada bien, y por desgracia lo mismo sucede con la trama. La aventura resulta profundamente insulsa ya que realmente no pasa nada. Lo poco que sucede resulta irrelevante porque el resultado final es el mismo, si Adrenalina y el torques de su padre hubieran acabado en Roma, los avernos seguirían tenido un símbolo para liderar la revolución como se puede ver la conclusión del cómic. Lo único que hubiera diferido sería el destino de Adrenalina. Así que todas la trama resulta algo absurda. En los mejores álbumes de la serie a la trama principal le acompañaban varias microtramas que dotaban a las historias de un ritmo elevado. En cambio, en La Hija de Vercingetórix se produce un contagio de la BD actual en las que las escenas se alargan de manera innecesaria y la historia tiene una sensación perpetua de no arrancar nunca, el mejor ejemplo es la escena con los piratas y el abordaje a los romanos que se prolonga demasiado tiempo, aunque tiene algunos de los momentos más graciosos del álbum. Tampoco ayuda el villano de la función que es muy plano y sin ningún carisma ni gracia, lejos de los mejores de la serie.

Conrad hace un buen trabajo, aunque no se aleja ni lo más minino del realizado por Uderzo, teniendo muchas veces la sensación de estar ante un álbum dibujado por él. La composición de página es la clásica de cuatro tiras por plancha, aunque si la narrativa lo requiere no hay problema en saltársela. El diseño de personajes tampoco tiene nada que lo distinga del anterior dibujante. Lo mismo que sucede con el color. El resultado es bueno, pero da pena que el talento de Conrad, que habíamos disfrutado en Los innombrables, quede sepultado por el de Uderzo.

Salvat-Bruño han editado el álbum coincidiendo con su salida a nivel mundial se puede encontrar en castellano, catalán, asturiano, gallego y euskera. Además, tiene un precio realmente asequible para este tipo de productos. La edición es correcta: bien reproducido y con buen tamaño. Quizás se podrían haber incluido las páginas que se usaron de promoción. Lo que es incompresible es la decisión de los traductores que hace que el pirata con los rasgos del cantante francés Charles Aznavour cante canciones de Raphael, una decisión que nos recuerda a los infames tiempos en los que Bruguera editaba la colección.

Después de cuatro álbumes creados por Ferri y Conrad, las esperanzas de que la colección abandone el sopor que caracterizo los últimos álbumes de Uderzo son cada vez más tenues. En los dos primeros parecía que podía remontar, pero era producto de la comparación con el esperpento que fue ¡El cielo se nos cae encima! Toca asumir que los autores actuales nunca se van a atrever a dar su propia visión y van a replicar sin gracia lo que hicieron Goscinny y Uderzo en los mejores tiempos de la serie. Una visión propia que sí han podido dar otros autores como Lacernet en su versión de Valerian, Bonhomme en la suya de Lucky Luke, Tome y Janry en Spirou o Van Hamme en Blake y Mortiner. Esperemos que el próximo Blueberry de Sfar y Blain siga este camino y deje que los autores muestren su enorme potencial.

Podéis ver el booktrailer francés aquí:

Edición original:Astérix 38 La Fille de Vercingétorix FRA, Albert René Edición nacional/ España:Salvat Guión:Jean-Yves Ferri Dibujo:Didier Conrad Entintado:. Color:Thierry Mébarki Formato:Cartoné, 48 Páginas Precio:9.95€ Su padre le pidió que siguiera resistiendo y que fuera libre, y eso es lo que ha hecho... ¡A su manera! El pasado 23 de octubre…
Guión - 4
Dibujo - 7.5
Interés - 5.5

5.7

Sin alma

Ferri y Conrad firman una historia anodina que no hacer justicia a la grandeza de la serie.

Vosotros puntuáis: 9.26 ( 284 votos)
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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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Japacore
Japacore
Lector
30 octubre, 2019 12:00

Pues es una pena. La verdad que tenía ganas de más Astérix.
Aunque los últimos álbumes no me había emocionado demasiado, tenía alguna esperanza en la remontada.
Supongo que acabará cayendo por puro completismo. Es el cómic que más he seguido toda la vida, herencia de mi tío que me los iba regalando por Reyes. Pero bueno, sin prisa, que tengo otros dos años hasta que saquen el siguiente…

Alejandro Ugartondo
Autor
30 octubre, 2019 16:06

Totalemente de acuerdo con la reseña. Un álbum insulso y sin gracia. El material de partida y algunos detalles que apuntas (como los dos padres de Adrenalina) daban para mucho más. Yo creo que los autores deben estar tan controlados por la editorial (o por Uderzo, no sé) que no pueden aportar nada propio a la obra.

Lo que es peor es que dentro de ese corsé editorial no sean capaces de aportar algo de gracia al conjunto. Para mi, una de las grandes bazas del estilo de Goscinny era el ritmo y eso era fruto de la publicación seriada de las historias en revista. Esa forma de publicar obligaba a que pasaran cosas en cada página para despertar el interés de los lectores. Sin esa presión, el ritmo languidece y perjudica al conjunto.

Después de cuatro álbumes queda claro que la cosa no va a mejorar e incluso parece que van a hacer buenos algunos álbumes de los realizados por Uderzo en solitario (aunque nada hará bueno ese horror que fue «El cielo se nos cae encima»)

Lord_Pengallan
Lector
30 octubre, 2019 19:09

Alguien dudaba de que el resultado de la explotación fuese a ser otro?
La editorial hará algo si la gente compra ciegamente?

Drury Walker
Drury Walker
Lector
30 octubre, 2019 19:18

El completismo. Trae vida a la industria y muerte a las historias.

Yo lo dejé con «la espada y la rosa», creo. Y vivo divinamente, releyendo los números buenos cuando me apetece.

Lord_Pengallan
En respuesta a  Drury Walker
31 octubre, 2019 21:19

A mis brazos!!! Yo he hecho lo mismo.

Drury Walker
Drury Walker
Lector
En respuesta a  Lord_Pengallan
31 octubre, 2019 22:12

Ferpectamente! A mis brazos!

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Lector
21 diciembre, 2019 2:19

Un par de tipos del FARC, que hablan con la CH (y que resultan francamente insoportables de leer, ¿»chabes» lo que te digo?) ocultan en la aldea a Adrenalina, hija de Vercingetorix, un gran jefe. La ocultan de los planes de Cesar, que pretende encontrar a la joven y educarla como a una romana. Envian a un tipo a por ella. pero ella huye y se topa con los piratas a los que los galos siempre hunden el barco. Asterix y Obelix parten en busca de ella.
Poco antes de todo esto de la huida, algunos momentos en la aldea en los que se retrata la brecha generacional entre Adrenalina,otros chavales, y la gente más mayor de la aldea gala (me ha faltado algún: «no te jiba» de los traductores).

Y ya está. Una trama lineal que cabe en un par de lineas de una servilleta de papel, sin esos giros sobre giros de las grandes aventuras de los galos.
Una aventura que parece escrita en una tarde. Una trama argumental y un guión infames. A bastante distancia de lo que se debería esperar de un álbum que se cocina, minimo de año en año.

Se salva por el 50% de la dupla, ese fenomenal hallazgo para la colección que supone el delicioso dibujo de Conrad, y porque ya era hora de que diesen algo más de protagonismo a los piratas, esos entrañables secundarios que a todos nos caen tan bien.

Creo que si no es por EL CIELO SE NOS CAE ENCIMA, sería facilmente la peor historieta de los galos que he leido nunca.

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Lector
21 diciembre, 2019 2:28

Y fantastico analisis, Diego.
Bravo!.