Edición original: enero 2010 – mayo 2010 – Marvel Comics
Edición España: noviembre 2010 – Panini Cómics
Guión: Kieron Gillen
Dibujo: Steven Sanders
Entintado: Craig Yeung
Portada: John Cassaday
Color: Matt Wilson
Precio: 9,75 € (Tomo en tapa blanda)
La afirmación de que la franquicia mutante está definitivamente agostada constituye el punto de partida de una opinión bastante extendida en el seno de la afición. La Patrulla-X enlaza etapa tras etapa, cruce tras cruce, sin que parezca recuperar una fracción de la magia con la que atrajo antaño a la afición, hasta el punto de convertirse en el título de referencia para un género. Ni siquiera el regreso (en dos ocasiones) de Chris Claremont ha logrado revertir la tendencia de unas colecciones y unos personajes que, bien atados editorialmente para no perder su condición de arquetipos, han pasado de representar un mundo en el que cualquier cosa podía pasar a un ejemplo de lo que sucede cuando se cuentan historias casi con el piloto automático puesto. Este panorama general contrasta poderosamente con la existencia, afortunada, de etapas en las que un autor (como Grant Morrison) o un equipo creativo (como el compuesto por Joss Whedon y John Cassaday) brindan un necesario soplo de aire fresco y recuerdan que los patrullosos, como los llamara el recordado Profesor Loki, todavía pueden dar mucha guerra. En el segundo de los ejemplos, se introducen los elementos definitorios del tebeo del que toca hablar aquí: SWORD.
El padre literario de Buffy y el padre gráfico de Planetary se encargaron de relanzar a una Patrulla-X que recordaba profusamente a la de los viejos buenos tiempos, en el marco de un título propio, Astonishing X-Men. Allí vio la luz SWORD, la división de SHIELD dedicada a la protección de la Tierra frente a amenazas extraterrestres. Su cabeza visible, Abigail Brand, se presentaba como una oficial expeditiva en cuanto a los métodos y poco escrupulosa a la hora de cumplir con el objetivo de defender al planeta de peligros provenientes del espacio exterior, por lo que en principio, su relación con Cíclope y su equipo fue, cuando menos, poco cordial (y que viva el eufemismo). Al final de la historia, su relación con la Patrulla-X y, especialmente con Hank McCoy, la Bestia, había pasado a ser sensiblemente distinta (y que viva nuevamente el eufemismo). Su integración en el universo marveliano vino de la mano de eventos como Invasión Secreta, quedando determinado su estatus en una condición según la cual, ella viene a ser a SWORD lo que tradicionalmente ha sido Furia para SHIELD: un comandante cuyas elecciones, actitudes y decisiones vienen marcadas por el peso de estar al frente de una organización con un papel fundamental. En función de la trama, su postura puede ser más heroica o estar bien alejada de ese punto, y consecuentemente, resisten las etiquetas, por tie aquello de que el fin marcado justifica los medios escogidos. Los parecidos con el viejo coronel se acentúan cuando Brand es presentada como una oficial dura, determinada y con la capacidad diplomática y la sutileza propias de un martillo pilón.
SWORD, que en la edición de Panini ha sido precedida por la referencia a la serie donde organización, escenario y protagonista vieron la luz, empezó como una serie regular en Estados Unidos, pero los motivos habituales determinaron que no alcanzara más de un arco argumental, concretado en cinco números que por aquí vemos en este tomo. En este tiempo, el guionista Kieron Gillen tiene tiempo de explicar con cierto detalle qué es la organización y para qué sirve, al tiempo que desarrolla un poco más a personajes que ya aparecieron en Astonishing X-Men. Como quiera que la Bestia y la agente Brand tienen ahora una relación mucho más cordial, aprovecha para devolvernos a una versión más alegre y entrañable del bueno de Hank McCoy. Aprovechando además la presencia del peludo hombre-X / vengador / defensor, hace un guiño a los lectores veteranos para traer a la palestra a otro Hank, Henry Peter Gyrich, que en sus días como enlace gubernamental con los Vengadores era motivo de desesperación para los miembros del equipo en general y para la Bestia en particular. Gillen nos presenta a un Gyrich más obtuso y ridículo de lo habitual, aprovechando para que el resto de los personajes se mofen de quien antaño tuvo la virtud de convertir a los héroes más poderosos de la Tierra en una organización amordazada. No acaban aquí las apariciones, por cuanto también aparece Death´s Head, el popular personaje salido de la Marvel inglesa. Estos y otros personajes son los que pueblan una historia cuya premisa principal es echar una mirada a las entrañas de una organización que, recuperándose de sus últimas batallas, ha de lidiar también con la omnipresente presencia del oscuro reinado de Norman Osborn.
Los autores han intentado hacer un tebeo divertido, sobre la premisa de una organización que se encarga de vigilar lo que llega del espacio exterior a un planeta tan transitado de etes (y otos) como la Tierra. Quizá lo que más flojea sea la parte que le tocaba a Steven Sanders, cuyos dibujos no terminan de dar a la historia el aspecto de ciencia-ficción que requiere. Eso sí, llama mucho la atención (por el contraste) ver su versión del leonado aspecto de la Bestia (reminiscente, como se ha dicho por aquí alguna que otra vez, de su homónimo disneyano) con la que ejecuta Cassaday en la portada del tomo. Si además la comparamos con la de otro personaje de la historia, igualmente cercano a Brand, entenderemos ciertas elecciones.
En resumidas cuentas, tenemos un tebeo donde en cinco capítulos hay algo de comedia, algo de acción y hasta algo de ciencia-ficción. No pasará a los anales marvelianos, pero tampoco es que mate del susto.
no habian hecho ya una reseña sobre esto??? o tengo un deja vu??
sip, tengo la misma sensacion que tu…
Tuvimos reseña del mismo tomo a cargo de Raúl, si. Pero nadie dice que el resto de los colaboradores pueda añadir. Es mas: son muchas las obras las que hemos reseñado mas de uno en distintos posts.
En la variedad está el gusto, you know. 😉
ooh no, lo decia porque no estaba seguro si era aqui o en otro sitio donde la he visto,y me estaba quedando tonto…
el problema de las repeticiones es que la gente no entra tanto…
y no hay que desmerecer este trabajo, aparte de que la reseña y el comic son buenos
y que existan las opiniones diferentes por siempre para que aprendamos unos de otros
y dale con lo mismo…
Marvel tiene una facilidad extrema para abrir series de cualquier cosa…. pero luego tiene muy poca paciencia y las cierra aun más fácilmente.
Considero que si esta serie venia a desarollar un concepto nuevo en Marvel como el de Sword no puedes cancelarla a los 6 números.
Primero porque da una sensación de pobreza e improvisación, segundo porque obligas al autor a cerrar tramas todas forzadamente en el último número y tercero porque eliminas la posibilidad de cambiarle el equipo creativo y probar a ver que tal responde la gente.
En una época actual en la cual Marvel tiene las cuentas económicas muy saneadas gracias a la compra de Disney y al dinero ingresado por obra y gracia de las películas, considero que deberían arriesgar un poco más porque a este paso apenas ninguna serie posterior a los Thunderbolts va a alcanzar los 100 números.
Don Tíldoras: esa falta de paciencia se ve en muchos campos del entretenimiento, léase el televisivo, con las series. ¿No se alcanza la audiencia que se considera necesaria? Pues carretera y manta con la primera temporada y a hacer hueco para otra cosa. Así a bote pronto, recuerdo que «Cáprica», la esperada precuela de «Battlestar Galáctica» no ha durado sino un puñado de episodios, dejando paso a «Sangre y Cromo», otra precuela donde se prevén menos filosofías y más tiros. Yo a esta serie -SWORD- le veía buenos mimbres, pero quizá le hubiera convenido otro dibujante con más mano en el campo de la ciencia-ficción.
Esta era la serie en la que aunar todo el espectro extraterrestre que hay disperso en la Tierra. Además servía como conexión entre el apartado mutante y el apartado cósmico y además aportaba el desarrollo en profundidad representado en SWORD.
Pocas veces tiene Marvel series que representen un concepto nuevo o al menos un apartado desaprovechado, en cambio son raudos y veloces para abrir 300 series redundantes de Vengadores o de supergrupos genéricos.
Es por ello que hay que darle una oportunidad y si no funciona cambiar el equipo creativo, no cerrarla sin más.
Es que, a lo que se ve, «Vengadores» es ahora la franquicia estrella y SWORD no tenía, para empezar, un equipo de campanillas. El hecho de que Panini la vinculara a «Astonishing X-Men» indicaba que tampoco tenía muy claro que el tomo fuera a funcionar. Se va demasiado a las seguridades y con ello se pierden oportunidades. ¿Que hay más posibilidades de que al final sea una serie del montón que una serie memorable? Pues cosas que pasan, mala suerte y poco más. Que pase la siguiente propuesta. En el caso de Thunderbolts me viene a la memoria el puñado de series que vieron la luz junto a ella: Alpha Flight, Héroes de alquiler, Ka-Zar… ¿Qué ha quedado de ellas, salvo los propios Thunderbolts?
Steven Sanders es el puto amo.