Desde el comienzo de su andadura, Milky Way ha apostado por desarrollar un catálogo variado, que dé cabida a mangas de todos los géneros y demografías, a fin de llegar a un público muy variado y conseguir que se interese por obras que, en principio, no fuesen de su interés. También ha conjugado la publicación de obras de autores consagrados, como FURUYA Usamaru u OKU Hiroya, con el descubrimiento de autores desconocidos por el público español. Entre estos últimos se encuentra SHINOHARA Kenta, un autor de la Weekly Shōnen Jump de Shueisha, revista donde publicó tanto Sket Dance, su obra más longeva y exitosa, como la obra de la que hoy os hablamos.
La historia comienza en el año 2063 y nos muestra un futuro en el que la tecnología terrícola ha avanzado exponencialmente y la humanidad tiene la capacidad de viajar en el espacio. Seremos testigos de cómo un grupo de nueve adolescentes, con diferentes personalidades y habilidades, debe asistir a un campamento y colaborar entre sí para conseguir un objetivo planteado por sus profesores. Sin embargo, este propósito queda rápidamente truncado y el grupo se encuentra perdido en el espacio profundo, junto a una nave abandonada y conseguir volver a casa pasa a ser su única preocupación.
El autor hace gala de un buen manejo de la intriga para narrar la adaptación de los jóvenes a una situación que escapa a su control, la necesidad de colaborar entre sí, las rencillas que surgen fruto de las dificultades, la historia personal de cada uno de ellos y la evolución que sufrirán a raíz de los acontecimientos a los que se verán sometidos.
El dibujo de SHINOHARA es agradable, pero peca de ser demasiado arquetípico, ya que sigue el proceder de los autores de shonen, utilizando trazos finos y formas redondeadas para diseñar personajes estilizados pero que dejan un regusto a algo ya visto miles de veces, sin que sirva para hacernos una idea de la personalidad de este mangaka. Muchas de las viñetas no tienen fondos, pero el autor reserva sus esfuerzos y su tiempo para lucirse en las viñetas cuya acción transcurre en el espacio, donde la nave surca el infinito, plasmando correctamente la sensación de inmensidad. Asimismo, cuando los personajes exploran nuevos planetas, dibuja viñetas con muchos más detalles, para mostrar la vegetación y la fauna de los mismos y facilitar la inmersión del lector en la historia.
En octubre del año pasado, la editorial Milky Way publicó este primer volumen, de un total de cinco, siguiendo los estándares para este tipo de mangas. Se trata de un tomo en rústica con sobrecubiertas, de tamaño 11,5×17 cm y un papel de buena calidad, que incluye un desplegable de doble página a color al principio del mismo. Sin embargo, en abril la editorial asturiana emitió un comunicado de prensa para informar que habían detectado un error de traducción en los tres primeros tomos, el cual afectaba al sentido original de la obra, al mismo tiempo que explicaban que ya estaba en marcha una nueva tirada de los tomos afectados y daban facilidades para cambiarlos los defectuosos por los nuevos, que se identifican fácilmente gracias a una pegatina en la portada que indica que son de la segunda edición. Sin duda, este ha sido todo un gesto de honestidad y profesionalidad al que, por desgracia, no todas las editoriales nos tienen acostumbrados.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 6
Dibujo - 6.4
Interés - 6
6.1
Este primer volumen de Astra: Lost in Space, a pesar de no tener un carácter particular, sienta las bases de una historia interesante y acierta con los mecanismos para generar curiosidad por saber cómo continúa la trama.