Decía James Joyce, o alguno de sus exegetas, que en lo minúsculo se encuentra lo universal. Quería decir con esto que las experiencias que definen a una de las pequeñas hormigas que caminan por este planeta son las mismas experiencias que definen al resto.
Es bastante cierto que a lo largo de la historia de la literatura este enfoque se ha dejado de lado y que por el contrario han surgido como setas las grandes historias de héroes, los grandes relatos transformadores mitológicos. Y eso que, como nos recuerda el sempiterno Alan Moore en la introducción de Reyes Disfrazados, todo aquello que hace la vida más dulce a las pobres hormiguitas (la música, la literatura, la pintura, la ciencia) ha venido con frecuencia de gente modesta, gente anónima.
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando se unen estas dos perspectivas? ¿Cuándo el enfoque macro-cósmico y mitológico se fusiona con el enfoque cotidiano, con las historias a ras de tierra? ¿Qué ocurre cuando las hormiguitas viven en un mundo marcado por la presencia de auténticos reyes disfrazados?
Lo que tenemos es el estilo de Kurt Busiek. Una manera de ajustar el foco de una metafórica lente que bien podría representar la mirada de este escritor.
Unos pocos conceptos técnicos de fotografía. Con un teleobjetivo el fotógrafo puede conseguir una profundidad de campo corta (es decir, desenfocar el fondo y recortar contra el mismo al personaje). Con un gran angular el fotógrafo puede conseguir una profundidad de campo total (es decir, mostrar con la misma nitidez el fondo y el personaje).
Si la profundidad de campo total representara el enfoque macro-cósmico (misma nitidez del mundo y del personaje) y la profundidad de campo corta representara el enfoque micro-cósmico (el personaje recortado contra un mundo desenfocado) habría que aceptar que la mirada de Busiek es profundamente revolucionaria.
Y es profundamente revolucionaria porque utiliza la profundidad de campo corta para hablar sobre grandes relatos mitológicos. De este modo, mientras que percibimos sombras desenfocadas que (suponemos) representan a los grandes arquetipos de la humanidad, nuestros ojos solo pueden fijarse en los grandes rostros humanos que pugnan por llamar nuestra atención.
Ese enfoque es especialmente convincente en las historias presentes en este libro. Es el enfoque adecuado para la historia de una anciana que se dedica a reparar viejos villanos-robots rotos. Es el enfoque adecuado para la historia de una ola de amor que se extiende imparable por la ciudad. Es el enfoque adecuado para la historia de redención de Starbright.
Podría detenerme en esta última historia y glosar toda una lista de razones por las que los comics de super-heroes son cultural y emocionalmente relevantes. Uno podría detenerme, y sin embargo sería inane y vacuo. Podría detenerme, pero no lo haré.
Porque lo más inteligente es invitar a todo aquel interesado en las historias que importan a que abra este libro y lea este número. Y si después quiere quedarse en Astro City, todos sus ciudadanos le darán la bienvenida.
