Asylum

 

Edición nacional / España: Asylum. Colección Sillón Orejero, enero 2017, Astiberri Ediciones.
Guión, dibujo, tinta y color: Javier de Isusi.
Formato: 104 páginas a color editadas en rústica.
Precio: 15 €.

 

El ser humano es malvado, la vida es un purgatorio y esta civilización está condenada a extinguirse. ¿Ya tengo tu atención? Pues así, hablando en plata, Isusi nos habla de las miserias de la vida, de la guerra, del odio, de la tristeza de ser distinto y de las nefastas consecuencias de lo anterior. Pero también, como rayo de luz, nos habla de esperanza y bondad. A través de la historia de una superviviente de la Guerra Civil Española y usándola como nexo, Isusi nos presenta una serie de historias a cada cual más desgarradora, donde conocemos el drama de la migración, de la trata de blancas, del odio homófobo y racista y del feminicidio. Temas, desde luego y como presentaba, terribles, que Isusi no toma jamás a la tremenda, pero con los que no escatima ni un ápice de tristeza.
Con Asylum Isusi pone en evidencia las peores conductas del ser humano, como decía, pero abre la ventana a demostrar que entre tantas maldades aún queda gente dispuesta a ayudarse, a no aprovecharse de los demás a la primera de cambio. Y pone el ojo entonces en la necesidad de tomar consciencia de la existencia del otro, de que a nuestro alrededor viven otras personas con sus dramas particulares, apelando así a una necesaria empatía en esta civilización cada vez más pendiente de sí misma, cada vez más ególatra, cada vez con mayores posibilidades para comunicarse, pero más ensimismada.

Con este tebeo Isusi hace hincapié en la tragedia del exilio. El que marcha de su lugar de origen, ya sea por miedo a las bombas, por cuestiones políticas, por persecución religiosa, por la razón que sea, vamos, no lo hace sino motivado por la desesperación, de manera inevitable. Isusi narra entonces desde diversos puntos de vista, los largos viajes a los que exiliados se ven forzados. Las penurias, la muerte, la humillación… El exiliado sufre enfermedades, pérdidas, padece del odio xenófobo, se ve inmerso en una pobreza inesperada y pegajosa, se enfrenta al desprecio de las personas de los lugares de acogida. Un exiliado, explica Isusi, es una presencia que nadie quiere, que pierde su condición de ser humano, que supone un problema que casi siempre se resuelve de la manera más cruel. Entonces llega el hambre y la desesperación, la desubicación y la derrota. Y nunca, viene a decir, nos paramos a pensar que esos exiliados no están ahí, tras la alambrada, porque quieran, sino porque han sido obligados. Su falta de fortuna puede ser la tuya. La mala suerte de vivir en entornos bélicos o desfavorecidos es algo que puede tocarle a cualquiera, de modo que el autor incide una y otra vez en la humanidad de esos personajes que ha escogido para representar una de las vergüenzas más dolosas de la civilización actual, que es la del desprecio a los refugiados.

Pero Asylum entonces es además y de manera agradecida un alegato a la resistencia, a perdurar, a que las cosas pueden ir a mejor y que la bondad debe ser bandera de trato y negocio. Una historia necesaria, por tanto, que Isusi retrata con su estilo habitual, cercano, directo, de diálogos verosímiles, humanidad a flor de piel y dibujo concreto. Todo ello envuelto en esas acuarelas esponjosas, tristes, de colores apagados, que fomentan cierta desazón. Repito, una historia necesaria para abrir conciencias sin aleccionar desde perspectivas políticas o interesadas.