Una joya moderna y clásica.
«¡En marcha, Mimi! ¡La agencia Atom entra en acción!»
Desde que Dupuis público el primer álbum de
En
En este primer álbum de la serie asistimos a la fundación y al primer caso de la agencia de detectives Atom Agency, ideada por Atom Vercorian, hijo de un conocido inspector de policía de origen armenio, y su amiga Mimi a que pronto se une el exluchador Jojo, La Peonza. En su primer caso deberán esclarecer quien ha robado las joyas de Begum, la mujer de Aga Khan, una de las parejas más acaudaladas del mundo. Aunque los personajes protagonistas son ficticios y la resolución del caso también es invención de los autores, el robo de las joyas que sucedió en agosto de 1949 y algunos personajes secundarios como Aga Kahn, su esposa y el gánster Paul Leca, entre otros son reales. Lo mismo que sucede con la ambientación y las referencias que hacen al pasado como maquis durante la ocupación nazi del padre y los tíos de Atom. Todo este trabajo de acercar la trama a la realidad que también se observa en el apartado gráfico que es una perfecta representación de la Francia de los años cincuenta.
Con los elementos extraídos de la realidad ya mencionados y los que los autores han fabulado para la ocasión construyen una historia de género negro muy bien urdida y con un gran sentido del misterio. Se puede considerar como heredera de las clásicas, tanto de los cómics, como de la novela o el cine, pero prescindiendo de los elementos que se han quedado más anacrónicos. El resultado es una trama con un gran equilibro entre la acción pura, el desarrollo de los personajes y la investigación policial, en la que todo lo que nos cuentan tiene sentido y los autores en ningún momento sienten la tentación de hacerle trampas al lector ocultando de manera deliberada información. Todo ello aderezado con el irreverente y gamberro sentido del humor que podemos encontrar en gran parte de los trabajos de Yann, además un tono algo descreído con el género.
El trio protagonista de la serie toma como base tres de los cuatro protagonistas arquetípicos que Tillieux empleo en sus series policiacas, algo que ya había hecho el propio autor belga, puesto que Gil Pupila no deja de ser la versión de Félix que creo para la revista Spirou, aunque con un nivel de calidad superior. Así en las páginas de Atom Agency nos encontramos con una versión modernizada de los mismos personajes evitando alguno de los tópicos de la época. Atom Vercorian es el típico protagonista de la BD clásica, es decir, muy inteligente, honrado y valiente, aunque no es tan perfecto, ni tan “listillo” como Gil Pupila. Él representa el arquetipo que menos han cambiado Yann y Schwartz ya que los otros dos han sido convenientemente actualizados, lo que supone un enorme acierto. Mimi, a diferencia de Cerecita, no es una mera secretaria, sino una mujer de armas tomar que no se queda atrás cuando surgen los problemas, además tampoco es la mujer asexuada que aparecía en las páginas de las revistas de Dupuis. Algo similar sucede con Jojo, que es mucho más que el compañero fortachón y tontorrón del héroe que solo sirve para la acción y para escenas cómicas, un rol que desempeñaba Libélula en las aventuras de Gil Pupila. Sin embargo, Jojo es un tipo inteligente y capaz de tomar la iniciativa al igual que Mimi, con lo que tenemos tres personajes capaces y que afrontan las aventuras en igualdad de condiciones. Para que el homenaje de Yann y Schwartz a los personajes de las historias de Tillieux fuera completo haría falta un sosia de Corrusco y Cabarez, los dos policías que ejercen la función de antagonistas-aliados de Gil y Félix, un rol que quizás terminen por desempeñar en la serie el padre o alguno de los tíos de Atom, pero que en este álbum no está claro.
Antes hemos hecho referencia a los orígenes armenios de Atom, algo que no solo sirve para poder bautizar al personaje principal con un nombre que sirva como homenaje a la corriente gráfica, sino que también permite crear una subtrama con la relación que tiene con su padre llena de ciertas tiranteces. Una figura paterna que quiere que su hijo tenga una mejor vida que la suya, por lo que no quiere que sea policía como él, pero también representa la resistencia de muchos inmigrantes a que sus hijos pierdan sus raíces. Por eso quiere que Atom se case con una chica armería, algo que genera problemas entre ambos.
Gráficamente estamos ante un trabajo impecable por parte de Schwartz, sin duda el mejor representante actual de la corriente atoomstijl o estilo atómico. Hay que recordar que el título de la serie y el nombre la agencia no es casual, sino un premeditado homenaje a este estilo. Se trata de una evolución de la línea clara clásica de Hergé, surgida en la década de los setenta de la mano de autores como Joost Swarte, Ever Meulen, Ted Benoit, Floc’h, Serge Clerc e Yves Chaland, posiblemente el mejor y más conocido autor de ese movimiento y, sin duda, el que más ha influido en el estilo de Schwartz. El atoomstijl estaba caracterizado por usar colores planos y una anchura de líneas mayor de lo habitual que no distingue entre personajes y escenarios, además los autores tenían una cierta inclinación por la estética de los años cincuenta. Todas esas características están presentes en este trabajo, que además cuenta con unos diseños de los personajes principales fantásticos dinámicos y muy expresivos que se complementa con un trabajo muy minucioso y detallado en los escenarios y en todos los elementos que aparecen en el cómic. Además de una narrativa soberbia tanto en las escenas de acción con en las más pausadas, muy cercana a la que podemos encontrar en los trabajos de Tillieux. La composición de página está directamente inspirada en las de las obras de los años cincuenta, con páginas de tres y cuatro tiras, con una densidad de viñetas por páginas mayor de lo que se estila en el cómic francobelga en la actualidad. Un cómic con un apartado gráfico insuperable en el que perderse en cada página y en cada viñeta contemplando los mil un destalle que esconde.
Yann Le Pennetier (Marsella,1954) es uno de los guionistas más prolífico y personales de los últimos años del mercado francófono. En sus cuarenta años de trayectoria ha cultivado todo tipo de obras y géneros, pero con una personalidad muy marcada, en particular por un sentido del humor bastante gamberro y muy reconocible. En España le conocimos gracias a sus colaboraciones con Yves Chaland en la serie Freddy Lombard, pero también ha firmado obras tan destacadas como los dos primeros números de Sambre (Glénat) con Yslaire (Glénat), Pin-up (Norma) y Poison Ivy (Norma) con Philippe Berthet, Los innombrables (Dibbuks) con Didier Conrad, Diente de oso (Norma) con Alain Henriet, Sauvage (Yermo) con Félix Meynet o El piloto del Edelweiss< (Norma) y Angel Wings (Norma) con Romain Hugault, además su excelente trabajo le ha servido para encargarse de series tan importante como Spirou, Lucky Luke, Marsupilami, XIII o Thorgal. Sin duda uno de los guionistas más talentos de Francia que últimamente ha vuelto a brillar en nuestro país gracias a sus colaboraciones con el dibujante Olivier Schwartz es un dibujante francés nacido en 1963. Es uno de los más talentosos representantes de la línea clara en particular de la corriente atoomstijl. En España solo habían visto la luz sus colaboraciones con Yann en tres álbumes de Spirou por… y Gringos Locos, a los que hay que añadir el álbum que estamos reseñando. Sin embargo, todavía no ha visto la luz la serie de 18 álbumes Les enquêtes de l’inspecteur Bayard con guiones de Jean-Louis Fonteneau, Jean-Claude Cabanau y Dieter, ni otros trabajos previos suyos como Le testament du docteur Zèbre con guion de Christian Goux o Le Bal de l’émail con guion de Vincent Peilleron, algo que esperemos que alguna editorial subsane. En la actualidad está trabajando en el tercer álbum de Atom Agency.
Nuevo Nueve hace una gran edición con gran tamaño, reproducción y diseño. Quizás podría haber añadido como extras las diferentes portadas que el cómic ha tenido en su edición original. Algunas son un precioso homenaje a las de Gil Pupila.
Este primer álbum cumple con todas las expectativas que había creado, en él Yann y Schwartz firman una historia que destila lo mejor del género negro clásico con un apartado gráfico inmejorable. Sin duda estamos ante una de las novedades del año entre las que provienen del mercado francófono.
Lo mejor
• Olivier Schwartz hace un trabajo espectacular.
• Una magnifica historia de género negro con un toque clásico, pero modernizada para limar algunos de sus defectos.
• El sentido del humor de Yann.
Lo peor
• La espera hasta que aparezca Pequeña escarabajo, el segundo álbum.
Guión - 8.5
Dibujo - 9.5
Interés - 9.5
9.2
Atómico
Una joya que encantara a los amantes del género negro y la BD clásica dibujado impecablemente por Schwartz.
Gracias por la reseña Diego. Esta obra tiene una pinta tremenda. Por cierto, ojalá alguna editorial tenga en sus planes reeditar Gil Pupila
Pues sí. Otra opción sería que Planeta Cómic reeditara los cuatro integrales que saco siguiendo la edición de Dupuis.
Gracias por el artículo, coincido con Nippur en que tiene muy buena pinta, me interesa bastante hacerme con este comic.
Ojala y que publiquen toda la obra.