¿Estamos solos en el universo?
«Y si queremos ayuda. Somos nosotros, solo nosotros, quienes tenemos que buscarla.»
Astiberri reedita
La explosión de la novela gráfica de principios de este siglo ha propiciado que el medio se abra a temáticas que eran totalmente imposibles de ver en el siglo pasado, algo que ha sido toda una bendición para los autores y lectores y ha servido para aumentar la consideración general del cómic y demostrar que en el medio cabe cualquier tema. En plena época de las revistas, para publicar un cómic con la temática de Azul y pálido, Pablo Ríos habría tenido que revestir la historia de una de género, algo que cambiaría por completo la historia y la forma de narrarla.
Tras la introducción que está protagonizada por Carl Sagan y también el capítulo final que sirve para cerrar la obra y le permite al autor reflexionar sobre las preguntas que la obra plantea, cada uno de los distintos personajes que aparecen en Azul y pálido nos cuentan directamente sus historias en un formato similar a una entrevista. Los protagonistas tienen plena libertad para contar su historia, algo que hacen mirando directamente al lector, contestando sus preguntas, sin que en ningún momento Pablo Ríos valore lo que cuentan, que en casi todos los casos es en lo que creen. Y ese resulta ser precisamente el tema principal de la obra: la fe en una creencia, aunque no tenga ninguna base cuantificable. Todos son personas que buscan respuestas y no son capaces de asumir que hay preguntas que no pueden ser respondidas, de manera que se aferran a una fe ciega que le sirve a cada uno para construir su propia realidad. En este caso la creencia son los extraterrestres, pero puede ser aplicable a un ser supremo como hacen las religiones, sin embargo, la fe en ellas está mucho mejor vista y nadie acusa a los creyentes de locos o perturbados. Esas creencias pueden ser algo muy respetable si sirven de consuelo, sin embargo, el problema suele venir cuando tratan de hacerla creer al resto para lucrarse o como herramienta de control.
Pablo Ríos no pretende ni convencer a los lectores de la existencia de extraterrestres, ni burlarse de las personas que aparecen en su obra. Porque, pese a todo, estamos ante una historia sobre personas. Simplemente trata de mostrarnos como lo vivieron sus protagonistas, pero siempre desde la distancia, lo que provoca una sensación de frialdad que puede impedir que algunos lectores conecten con la obra. No es necesario creen en extraterrestres para disfrutar de la obra, puesto que en el fondo la obra transciende ese tema para hablar de cuestiones universales como la fe, la soledad o el miedo a lo desconocido, pero también es posible quedarse y disfrutar con la lectura superficial de cada uno de los casos.
En el apartado grafico Pablo Ríos opta por páginas de tres tiras de tres viñetas para casi todas las historias, salvo en el relato de Sixto Paz donde el espíritu de Jack Kirby se apodera del lápiz del historietista de Algeciras para ofrecernos un relato épico y poderoso como solo él sabía hacerlo. Un oasis en un cómic de composición aparentemente rígida, que no lo es tanto gracias a las diferencias de estilo y de punto de vista de cada uno de los relatos. Quizás hay un exceso de primeros planos de los bustos parlantes de los entrevistados, pero es una decisión narrativa que tiene todo el sentido para dotar a la obra del caracter documental que pretende.
Pablo Ríos es un historietista nacido en 1978 en Algeciras. Tras debutar con Azul y pálido, posteriormente encadeno Fútbol. La novela gráfica (Astiberri) y El portero (Fundación Athletic Club), dos trabajos seguido junto al guionista Santiago García sobre el mundo del futbol. Posteriormente publica cuatro cómics satíricos, Presidente Trump, Presidente Puigdemont, Nuevo desorden mundial y El evangelio según Santiago, centrados la actualidad política editados por Sapristi. En la actualidad está trabajando en un cómic sobre Jesucristo que publicará gracias a un crowdfunding.
Astiberri hace una muy buena edición con un diseño muy cuidado y una nueva portada para la ocasión de una obra que era imposible de encontrar.
Azul y Pálido es una obra que nos relata con respeto algunos de los casos más célebres relacionados con abducciones, pero que en realidad nos invita a reflexionar sobre algunas de las preguntas que la humanidad se lleve haciendo desde muchos años. Sin embargo, a pesar de ser una propuesta muy interesante resulta difícil conectar con ella entre tantos personajes peculiares y ser bastante fría. Fue un debut notable de un autor que demuestra un gran amor por el medio.
Lo mejor
• Es una obra que puede interesar a cualquier, crea o no en los extraterrestres.
• No juzga a ninguno de los personajes que aparecen.
Lo peor
• Demasiado fría.
Guión - 7
Dibujo - 6.5
Interés - 7
6.8
Abducidos
Pablo Ríos nos ofrece a modo de documental los testimonios de persona que dicen haber sido abducidas, sin caer el error de intentar convertir a los lectores.