Viendo la propuesta que nos hace Planeta Cómic este año para las novedades de Aftershock nos queda una cosa clara, Babyteeth es una buena apuesta. Este 2020 sus publicaciones se alejan en estilo con respecto a las del año pasado en tanto que no van a apostar por los tomos unitarios ni por series nuevas, tan solo hay dos volúmenes completos, que serán el Dreaming Eagles de Garth Ennis y el Hot Lunch Special con Eliot Rahal y el español Jorge Fornés, y una serie que empieza, Animosity Evolution, que no es más que un spin-off de la famosa colección de Marguerite Bennett. Así que hay un claro triunfo para las que podemos llamar las tres grandes, por tamaño y por apuesta editorial, Animosity, Dark Arc y esta Babyteeth. De todas ellas si tuviera que quedarme con una sería la de Donny Cates y Garry Brown, por originalidad, por sentimiento y por la variedad de temáticas que encontramos en la misma, aunque admito que Animosity cada día me gusta más y me falta A walk through hell, aunque esta es más cortita.
El primer tomo de Babyteeth nos mostraba una situación que ya habíamos visto en varios lugares, la llegada de el anticristo en forma de recién nacido desde la perspectiva de la madre, pero los autores nos daban un tono muy adecuado que la hacía alejarse de otras obras similares, había algo de terror, en gran medida por el trabajo de Garry Brown y su juego con la oscuridad, había mucha ternura, un tratamiento de la maternidad que nos hacía que nos aferráramos a la realidad a la vez que nos planteaba un mundo fantástico. Elecciones como que la madre, Sadie, fuera una chica normal hacía que nuestro interés por los secundarios creciera, con un padre comprensivo, una hermana defensora y una madre inexistente, Cates y Brown conseguían generar una atmósfera perfecta para que el lector se sumergiera en esta propuesta.
Donny Cates logra, en esta obra propia, separarse un poco del tono habitual que suele dar a sus historias de superhéroes en Marvel, se trabaja más el fondo, la historia, sin caer en el aburrimiento, se vuelve mucho más densa y, aunque hay acción, vemos que lo importante son las pausas. El segundo tomo sigue la misma línea, aunque sí que encontramos una mayor violencia física, esta se separa de lo que podemos ver en series como Guardianes de la Galaxía o Veneno, no lo digo como crítica negativa a estas últimas sino para establecer una diferencia, y los diálogos siguen siendo el punto fuerte. Aquí sigue con la idea de centrarse en la maternidad, pero lo hace de manera diferente, ya no centra los problemas en Sadie y Clark (recordemos que lo llamaba así por Superman), sino en Sadie y su madre, que entra en la historia dando un pequeño giro que, si bien resta algo de misterio a la historia, nos recuerda que Babyteeth no va tanto sobre el Anticristo sino sobre la familia.
A pesar de que la temática sigue siendo la misma, lo cierto es que este segundo tomo cambia en varios niveles, por ejemplo ya apenas hay terror. En el anterior muchas de las páginas sucedían en la casa, donde Garry Brown se defendía a las mil maravillas, aquí nos vamos más a campo abierto, hay más búsqueda de la verdad que introspección, pero el dibujante sigue estando magnífico principalmente por su capacidad para ofrecer algo diferente que casa totalmente con el estilo de guión de Cates.
Hay tres personajes que se alzan como secundarios de gran importancia y los tres tienen características muy diferentes entre ellos y con el resto de los presentados hasta ahora. Por un lado tenemos al misterioso Dancy, que aquí ya no lo será tanto, pero que nos acerca más al mundo de lo místico, es un personaje que crece en muchos sentidos y termina por ser de los más interesantes por sus capacidades. En el plano más moral desarrollan a Carl, que ya salía en el anterior, pero aquí consigue captar la atención del lector de forma bastante potente. Por último Christine, la aparición de la madre de Sadie es la que más nos llama desde un principio por el choque que supone, ella es la que nos da a conocer toda la trama que se esconde detrás de lo que en el primer tomo fuera el gran misterio, en este caso, al igual que con Carl, lo bueno del personaje son las emociones que nos consigue transmitir, pero en esta ocasión son de otro tipo.
Básicamente podemos decir que este tomo nos da un buen puñado de revelaciones, aunque no todas, sobre la trama, aun hay cartas bajo la manga, pero además nos hace ver que los autores no se quieren dormir, no van a alargar la historia hasta la extenuación, la rapidez de la trama nos traslada también un buen movimiento por parte de los autores y eso es de agradecer. Babyteeth sigue demostrando ser un cómic de fondo que no descuida la forma, Cates construye una buena historia y Brown le mete los elementos que la hacen distinguible. Ambos logran que la trama evolucione sin olvidarse de su punto fuerte, los personajes que forman el núcleo familiar, nos ofrece un futuro prometedor y algún salto en el tiempo que acelerará la historia sin que ello le afecte negativamente.
Babyteeth 2
Guión - 8.5
Dibujo - 7
Interés - 8.5
8
Avanzando
Babyteeth fue una de las favoritas del pasado año y sin duda repetirá este.
Felicidades por la crítica una vez más, Igor. Estoy de acuerdo contigo en casi todo. Quizás el dibujo de Garry Brown me parece más feista en este segundo tomo y la aparición de la madre me pareció que podía ser mala elección, pero, en general, me está gustando mucho.
Sin duda, para mi, la mejor de todas las colecciones que Planeta nos ha traido del sello Aftershock. Espero con ansia el siguiente volumen, aunque no sé cuándo volveré a pisar una librería. Mi columna dórica de pendientes está bajando muy deprisa y me veo releyendo Watchmen por doceava vez.
Una serie bastante gamberra y con una buena cantidad de giros argumentales en estos dos primeros tomos. El amigo Cates parece pasarlo en grande mezclando géneros, sorprendiendo al lector y, en definitiva, tratando de dar vueltas de tuerca sobre vueltas de tuerca. Da la sensación que improvise y hasta aquí le ha salido bastante bien. A partir de aquí la cosa ya desbarra bastante y parece que pierde el rumbo…