Con la publicación del sexto álbum de Barracuda por parte de Norma Editorial se cierra la serie obra de Jean Dufaux y Jérémy. Lleva por título Liberación y fue editado por Dargaud en 2016. La serie comenzó en 2012 siendo los anteriores: Esclavos, Cicatrices, Duelo, Revueltas y Caníbales, todos ellos editados aquí por Norma Editorial.
Jean Dufaux es un guionista belga nacido en 1949. Debuta como guionista de cómics en el semanario Tintin en 1983. Autor principalmente de cómic de aventuras, durante su larga carrera ha tocado casi todas las variantes del género. Sus obras más conocidas publicadas en España son Murena con Philippe Delaby, Djinn con Ana Miralles, La balada de las landas perdidas con Grzegorz Rosinski, Lobo de lluvia con Rubén Pellejero o Rapaces con Enrico Marini.
Jérémy Petiqueux es un dibujante belga nacido en 1984. Trabajó como ayudante de Philippe Delaby. Encargándose del color de Murena. Su debut como dibujante se produce en el primer álbum de Barracuda. También se ha encargado de finalizar el álbum que dejo inconcluso Delaby de La baladas de las landas perdidas. Acaba de publicar en Francia el primer álbum de su nueva colaboración con Dufaux titulado Les Chevaliers d’Héliopolis.
Los piratas del Barracuda liderados por Blackdog y su hijo Raffy, abordan el barco en el que viajan María, heredera del diamante Kashar y su criado Emilio. Son hechos presos y vendidos como esclavos en la isla de Puerto Blanco. La tripulación del Barracuda partirá en busca del diamante Kashar, mientras los tres jóvenes lucharan por sobrevivir en Puerto Blanco…
No deja de ser curioso que cuando en el primer álbum, Dufaux habla de las obras de piratas que le influyeron en esta historia, nombra obras cinematográficas, literarias y cómics pero por algún motivo ignora las obras más importantes sobre piratas del cómic franco-belga, Isaac el pirata de Blain, El Gavilán de Perellin y sobre todo la más importante de todas, Barbarroja del gran Charlier y Hubinon. Todas son obras muy superiores a este Barracuda. También dice que no le interesaba contar lo que sucedía en los barcos piratas sino lo que pasaba en tierra. Pero cuando lees una historia de piratas quieres barcos, duelos, abordajes, tesoros, piratas tullidos de dudosa moralidad, etc… y a pesar de sus palabras todo eso aparece y es lo mejor de la historia. El motor de todas las historias de los personajes es la venganza, todo el mundo tiene algo de lo que vengarse y si no lo tiene los acontecimientos que suceden en los cómics le cargaran de motivos. No hay espacio en Puerto Blanco para el honor o los juicios justos. No es un guión brillante pero sí solvente. Como el gran referente del que no consigue huir que es la película Piratas del Caribe. Aunque por suerte la calidad de la historia se acerca más a la de la primera película que a la de las posteriores.
Dufaux es un guionista con gran oficio pero que muy rara vez es genial. Esta obra tiene varias pegas, una es lo lento que es el desarrollo de los primeros álbumes y lo precipitado que se hace el final, que dicho sea de paso está muy bien resuelto, mejor de lo que parecía. Lo que lo convierte en una sólida historia de aventuras. Además los comienzos lentos son uno de los frecuentes males de la BD moderna. Otro problema es que al igual que le suele suceder a muchos Shonen manga, los protagonistas, en particular Raffy, tienen el mismo carisma que Rajoy. Igual pasa con María. Emilio sí que es más interesante, pero desde el final del tercer álbum pasa a un segundo plano. Los personajes realmente interesantes son los secundarios que ejercen de mentores de los tres protagonistas y les ayudan lo quieran o no, a recorrer el camino que les convertirá de niños a adultos. Lo poco que vemos de sus historias hacen que nos lamentemos de que no se decidieran a contárnoslas con más detenimiento. La búsqueda del diamante de Kashar por Blackdog en el Barracuda, la enemistad entre Flynn y Morkam o la relación entre Jean Estocada y el Halcón Rojo despiertan mucho más interes que los amorios de Raffy y María. Ferrango por otro lado es un personaje tan caricaturesco y estúpido que resulta totalmente increíble. Muy loable es la naturalidad y falta de prejuicios con la que se trata la homosexualidad. El tratamiento de la corte española lleno de tópicos absurdos es un total despropósito.
El dibujo de Jérémy peca de ser muy estático e inexpresivo. Algo habitual en los dibujantes de estilo realista que surgieron a la estela de Juan Giménez, cosa que a él no le sucede. Pero él es un genio. Es un dibujo pensando para que brille el color a acuarela del propio Jérémy que es lo más destacado de la parte gráfica. No hay que olvidar que es el colorista del segundo ciclo de Murena de Dufaux y el desgraciadamente fallecido Delaby. Al que sustituye en La balada de las landas perdidas y con al que no puede evitar parecerse. Con todo se puede ver una mejoría con el paso de los álbumes. Sus diseños de los piratas parecen directamente sacados de Piratas del Caribe, sin embargo el diseño tanto de Emilio como de Raffy tiene una más que evidente influencia del manga y los videojuegos de rol nipones. En donde brilla de manera impresionante es en las portadas de cada álbum, que son estupendas.
Los seis álbumes cuentan con la calidad habitual de reproducción y edición marca de Norma Editorial.
Una aventura de piratas con los tópicos del genero, algo fallida en cuanto a la construcción de los personajes principales, pero que disfrutaran los amantes del genero. Jérémy es un joven dibujante al que seguir con atención.
Guión - 6.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.2
Piratas!!!
Buen final de una serie de piratas que podría haber dando mucho más.