Edición original: Barry Sonnenfeld’s Dinosaurs vs. Aliens.
Guión: Grant Morrison.
Arte: Mukesh Singh & Liquid Studios.
Formato: Hardcover, 96 páginas.
Precio: $19,99.
Dinosaurs vs Aliens es una de las rarezas que aparecen a lo largo de la bibliografía de Grant Morrison, y por rarezas me refiero al sentido más llano de la palabra; es una cosa rara, una obra extraña, en sí misma y en el contexto de la carrera del guionista. Es además uno de esos proyectos que pretenden ser transmediáticos, una característica que está tornándose común en esta época. El escritor escocés no es la excepción ya que últimamente está viéndose involucrado en proyectos de este tipo (por ejemplo, cómics suyos que coquetean con ser adaptados al cine, o adaptaciones al formato cómic de proyectos de otros medios no concretados, como 18 Days). De todos modos, no son cosa del siglo XXI los proyectos raros de Morrison, como bien sabrán quienes conocen su carrera (o quienes leyeron las dos partes del artículo de mi compañero Enrique Ríos, aquí y aquí).
Este proyecto en particular, está propuesto y pensado para varias plataformas desde su misma concepción: cine, cómic y motion comic (con pretensiones de serie animada). El creador de esto no es Morrison, sino el director de cine Barry Sonnnenfeld (a quien al menos conocerán por Men in Black), quien ideó esta historia, la propuso al editor de Liquid Comics y éste gestionó la convocatoria del calvo guionista para desarrollar una novela gráfica como también el guión para una película (se habló de que sería una trilogía). El escritor afirma que trabajó en ambas de manera diferente, con abordajes distintos y por separado, por lo cual los dos guiones no serían productos idénticos, ya que pensó lo que escribió para el filme con la mente en el trabajo del director, mientras que con el cómic tuvo en cuenta el estilo del artista que trabaja con él, Mukesh Singh. Por el momento esto es imposible de comprobar, ya que mientras la novela gráfica salió a la luz en mayo de 2012, la película quedó en etapa de pre producción y sin fecha cierta de realización por el momento. Otro es el caso del motion comic, que sí se realizó y publicó, y sí es prácticamente idéntico al cómic. Sin embargo, hay que hacer una importante salvedad: tanto la novela gráfica como el motion comic son sólo la primera parte de la historia, que por ende está inconclusa.
Primer episodio del motion comic de Dinosaurs vs. Aliens (pueden verse los demás accediendo a la página web original)
La empresa responsable de este proyecto, Liquid Comics (publicando a través de Dynamite Entertainment), se enfoca en la producción de novelas gráficas para luego desarrollar productos en distintas plataformas digitales, aunque su éxito hasta el momento en este ámbito es relativo, si no cuestionable, contando varios títulos y ninguno de gran relevancia así como muchos proyectos ideados pero pocos concretados por completo. El que aquí nos compete está sufriendo el mismo destino, al igual que el otro trabajo de Morrison con Liquid Comics, 18 Days, pensado para ser una serie animada y hasta ahora sólo vio la publicación de un libro ilustrado acompañado con el guión y otras cuestiones propias de «extras». Pero, retomando, no sucede así con Dinosaurs vs. Aliens que sí es un cómic hecho y derecho.
El título de la obra no miente: efectivamente esta historia trata sobre un enfrentamiento entre dinosaurios y aliens, en el pasado de nuestro planeta Tierra, lógicamente en la época en la que reinaban los reptiles gigantes, el período Cretácico. No obstante, lo que dicho así de modo tan superficial, puede parecer algo muy tonto, imaginado por un niño, no lo es. O mejor dicho, en parte sí lo es ya que está parcialmente inspirado en los juegos de niño de Barry Sonnenfeld, pero adaptados con su mentalidad ya adulta, añadiendo cuestiones que hacen que sea más que una simple batalla sin sentido entre seres espectaculares. Sí, Dinosaurs vs. Aliens tiene truco, y es lo que motivó a Morrison a hacerse cargo del proyecto en el rol de guionista.
En primer lugar, la concepción del mundo desde el mismo comienzo del cómic tiene ya un elemento que la distingue levemente, tratando a los dinosaurios como seres de cierta inteligencia, y no simples bestias que se matan entre sí o huyen por su vida, lo cual justificaría que estén en lo más alto de la cadena alimenticia de la Tierra en este momento histórico. A partir de ellos, se realiza la presentación del mundo y de la premisa de la historia, en la cual se nos muestra principalmente a los dinosaurios pero está narrada por uno de los extraterrestres invasores, quien se propone dejar un registro de los sucesos de cuando llegaron al «planeta azul» y todo lo que siguió. Mediante su narración retrospectiva reflexiva anclada en la forma de vida de los dinosaurios, no tardamos mucho en entender que esta historia será una alegoría de las colonizaciones, de los invasores que buscan recursos y se imponen sobre los habitantes originarios del lugar al que llegan. Desde ya que tampoco es un planteo de lo más original (que según sabemos corresponde a Sonnenfeld), pero el guionista lo plasma correctamente realizando una especie de contrapunto de las posturas que se oponen en un caso como este, llevado al extremo por las motivaciones de la raza extraterrestre para intentar establecerse en la Tierra. Realmente es una sorpresa, ya que la expectativa más común ante este cómic sería leer algo llano, básico, incluso contando con un guionista como el escocés.
Esto a su vez está soportado por el trabajo del artista, Mukesh Singh, que despliega una calidad de imágenes, detalles, y paisajes verdaderamente impactantes, siendo igualmente capaz de lograr una doble página digna de ser enmarcada como de crear una diagramación de página con diversos encuadres utilizando tanto planos cerrados como panorámicas, concluyendo en un dibujo narrativamente correcto, legible y dinámico. O lo que es lo mismo, Singh demuestra tener la capacidad para dibujar a lo grande, pero lo hace cuando corresponde, priorizando la narración de la historia sobre su despliegue artístico (y aún así tiene varios momentos para lucirse ocupando la página completa), y esto no implica que no trabaje en detalle en paneles pequeños sino que muy por el contrario todo lo que está en foco es dibujado minuciosamente.
Además de todo esto, consigue dar a los dinosaurios una expresividad notable, acentuada por el creativo diseño de los personajes, y en conjunto con el trabajo de guión vemos a estos seres con diversos gestos, emociones, reacciones, que transmiten lo que sucede sin necesidad de palabras, que por otra parte, le restarían la porción de realismo que lo hace más interesante y destacable, y en consecuencia va el mérito para el escritor y el dibujante que logran narrar su historia y dar vida a sus personajes con recursos limitados en este aspecto.
De todas formas, aunque esté todo muy bien logrado, cuando finalmente se produce el enfrentamiento entre aliens y dinosaurios (que demora en ocurrir) es inevitable que cause gracia lo absurdo de la situación, no tiene sentido negarlo. A partir de ese momento, la raza extraterrestre va obteniendo mayor protagonismo que hasta entonces recaía en la primitiva sociedad terrestre de los dinosaurios. Con ello, se va elaborando el conflicto de la historia, profundizando en el trasfondo de estos personajes, hasta que nos topamos con el mayor problema de Dinosaurs vs. Aliens: es una obra inconclusa. Luego de la introducción, y cuando está planteándose el nudo que hará más interesante la lectura, se nos indica que es el final de la Parte I, lo cual no se indica en ningún otro sitio más que en esa última página. Y aún peor, nada indica que vaya a ser continuada al menos en el corto plazo; quizás los números de ventas no fueron lo suficientemente altos, pero tal vez se concreta la realización de la película y se revitaliza y completa la obra…
Por lo pronto, y por este motivo, es imposible recomendar la lectura del cómic. Desde luego que vale la pena por la apreciación del trabajo del artista, verdaderamente notable, y por el trabajo de guión que también tiene su nivel de atractivo, pero al estar incompleto anula una posibilidad de valoración real, integral. Y mucho más si lo que interesa es la historia, o ver cómo se desenvuelve la curiosa y absurda guerra entre dinosaurios y aliens, lo que por el momento no es posible. El tiempo dirá que sucederá con Dinosaurs vs. Aliens, pero de quedar así no será ni el primero ni el último cómic inconcluso.
A mí esto me recuerda a Megashark vs Giant Octopus
«A mí esto me recuerda a Megashark vs Giant Octopus»
Eso sólo puede ser algo bueno.
No sé por qué pero los artículos de Grant Morrison no aparecieron en mi cuenta de Google Reader por ninguna parte. Si no es por este artiículo ni me entero (por cierto, el enlace a la primera parte está malo).
Gracias por el aviso Armstrong, ya está corregido.
Pues es una pena que la obra esté inconclusa porque a nivel visual tiene una pinta magnífica
Mientras no sea otro Aliens vs cowboys…
Franz
ha comentado
Mientras no sea otro Aliens vs cowboys…
Ni otro Aliens contra Predators, ni otro Aliens contra nada.
Por lo que se puede ver en este primer volumen, no va por ese lado de «Alien vs. «, sino que es mucho mejor, pero efectivamente está inconclusa y a mi parecer con pocas chances de concretarse las continuaciones, y muy poca gente querrá pagar por algo incompleto, desde editores hasta lectores.