Batería de Lecturas para el Último Día Antes del Fin del Mundo

Durante los últimos días os hemos visto muy nerviosos en lo que respecta a la actualidad yankie. Puede que preveyendo el aluvión de novedades que se nos venía encima tanto parte de las dos grandes como por el mercado independiente, o puede que fuera por el inminente fin del mundo tal y como anunciaron los malogrados mayas. Sea como sea, en Zona Negativa siempre estamos atentos a vuestras inquietudes y para que podáis disfrutar de nuestro último día en la Tierra os hemos preparado una selección de cómics de cómics de los que salen a la venta esta semana para que al menos podamos irnos viviendo a lo grande nuestra afición. Si alguno de los rezagados todavía no habéis podido haceros con ellos en formato físico o a través de ComiXology, no perdáis el tiempo y hacerlo cuanto antes. Y si hay algún otro cómic del que hayáis disfrutado más que los que reseñamos, no dudeis en trasmitir vuestros pareceres u opiniones siempre respetando el derecho de los demás a destripárselo o no, a través del botón de SPOILER tal y como reza la parte superior del cuadro de texto. Dicho lo cual, cumplid las normas, y aquí van nuestros favoritos de esta semana antes del fin del mundo. ¿Y los vuestros? Si al final resulta que lo del Apocalipsis no eran más que habladurías, al menos nos quedará una bonita remesa de lecturas para estas vacaciones.

 

Título original: Hawkeye Vol VI #6.
Edición original: Diciembre 2012.
Guión: Matt Fraction.
Dibujo: David Aja.
Entintado: Klaus Janson.
Color: Dean White.
Formato: comic-book.
Precio: $3,99.

 

La navidad llega con unos cuantos días de adelanto a Ojo de Halcón con este número autoconclusivo en el que Matt Fraction y David Aja vuelven a darnos lo mejor de si mismos en la que parece destinada a convertirse en la mejor serie de la actualidad. El arco dibujado por Javier Pulido ya demostró que: a) Marvel Comics es consciente de que tiene un bocatto di cardinale y está dispuesta a mimarla en consecuencia; y b) que a pesar de su irresistible química con Aja, el guionionista de Casanova e Invencible Iron Man sabe brillar por su cuenta encontrándose en un momento dulce de su carrera.

La culpa la tiene un tono despreocupado en el que Fraction elude la sobrecarga de texto de otros trabajos para apostar por un estilo Twitter en el que priman los diálogos incisivos y divertidamente conscientes. Pero sobre todo, como ha sabido captar la voz del personaje más allá de una suma de sucesos en continuidad con un arco y un puñado de flechas. A día de hoy podemos afirmar que Clint Barton es Matt Fraction; y Matt Fraction, Clint Barton.

El cómic nos promete seis noches en la vida del Tío Halcón, deleitándonos con la cotidianidad absurda que ha caracterizado la serie desde sus comienzos. Vagabundo, un ladrón, feriante… tres rasgos fundamentales en la historia del personaje necesarios para entender a este defensor del hombre común, que no tiene más poder que un trozo de madera colgado en la pared de su sala de estar y su propia determinación. Cuando Fraction aborda a Clint, no como el superhéroe o el Vengador, sino como un tipo corriente intentando marcar una diferencia entre aquellos que le rodean.

La frivolidad se convierte en una virtud, dándole importancia a las pequeñas cosas, mientras algo tan sencillo como programar un DVD se convierte en un reto. Tan encantador como falible, Clint es la suma de sus virtudes y sus defectos. De su aguda puntería y su amplio margen de error. Y es así como lo vemos brillar en este delicioso número en el que sobrelleva la rutina frente a la amenaza de las crisis apocalípticas habituales, mientras intenta que Spider-Man y Lobezno no le destripen el último episodio de su serie favorita, o intercambia cervezas con sus vecinos.

Con una narración desestructurada en la que saltamos de un día a otro hasta tener la imagen completa del relato, el número no brillaría tanto si no fuese por el inconmensurable talento de Aja. Más allá de las comparaciones con David Mazzuccheli, el dibujante español se ha encumbrado como un narrador extraordinariamente creativo, con unas composiciones de páginas tan aparentemente sencillas como complejas. Algo tan casual como poner fin al enésimo plan de IMA o hacer frente a una pila de cables enredados, se convierte en motivo de festejo para un artista capaz de plasmar con originalidad incluso las trivialidades más anodinas.

Repleto de humor e ironía, donde un simple cameo del Doctor Druida o los ya clásicos bocadillos metatextuales pueden hacernos arrancar a carcajadas, la sexta entrega de Ojo de Halcón toma el testigo del especial navideño de Daredevil del año pasado (corroborando que las series que mejor celebran estas fechas acaban convirtiéndose inequívocamente en los títulos de la temporada). Dejándonos con un final de los que terminan con una sonrisa en la boca y un subidón de optimismo en tiempos de tinieblas, Ojo de Halcón está aquí para quedarse dispuesto a ofrecernos toneladas de viñetas de diversión a cargo de un equipo creativo en estado de gracia.

¡Amazonas del Espacio! por Daniel Gavilán

Desde su debut en Septiembre del año pasado, la Wonder Woman de Brian Azzarello y Cliff Chiang se convirtió en una de las colecciones más estimulantes del panorama americano. Se trataba del enésimo relanzamiento de la princesa amazona después de una larga lista de intentos fallidos, y parecía que al fin habían dado con el clavo gracias al guionista de 100 Balas y el dibujante de Los Libros de la Magia.

Y eso que al principio no habá muchos que apostasen porque alguien tan orientado a los relatos de corte urbano como Azzarello pudiera sentirse cómodo en un marco tradicionalmente caracterizada por el heroismo mitológico y la fantasía clásica. Sin embargo, el resultado fue justo el contrario, y el tandem supo llevar la temática de la serie a su terreno, reinventándola para que el aspecto guerrero y mitológico brillase con una carnalidad y una fuerza irresistible.

El primer año de la serie da forma a una pequeña joya contemporánea en la que a través de los mitos modernos, Azzarello y Chiang reviven al panteón de la Grecia clásica en todo su esplendor. Pero si comparamos aquel primer año de la serie con los últimos números de la misma, lo cierto es que Wonder Woman se antoja como una criatura «domada» que aun manteniéndose como una serie fresca y altamente recomendable, parece haber perdido cierta parte de su arrojo original.

No hay más que comparar a la actual Hera con la de aquellos primeros números para darse cuenta de que algo ha cambiado. Un cambio que bien puede ser producto de la erosión del paso del tiempo, o una simple transión antes de volver a alcanzar los cielos que ya nos brindó con su saga en el inframundo. El caso es que tanto la trama de Sirocco como este primer número en que Orión hace su debut en el Nuevo Universo DC, parecen apostar por un tono más ligero y desenfadado que bien podría haberse prestado a los lápices del matrimonio Allred.

Aun con todo, una Wonder Woman autocomplaciente sigue siendo mejor serie que el 85% del panorama actual, y parece que los artistas están preparando algo grande con la trama de los hijos de Zeus (ese titán surgido de las profundidades de los hielos y su misterioso benefactor…). Chirrían detalles como la forzada entrada de un Hefesto salido de la nada, perso sigue siendo una lectura más que recomendable para recuperar la vitalidad nítida del sense of wonder de las sagas de superhéroes de antaño.

UNCANNY X-FORCE #35: Arco iris. Cachorritos. Luz del sol por Ander Luque

Rick Remender, el niño que empezó trasteando con los juguetes rotos, raros y/o excesivamente violentos de la editorial Marvel y al que hoy le han dado las llaves del cuarto de los juguetes de los mayores, siempre ha tenido un sentido del humor muy peculiar, ácido, entre negro y absurdo, pero sobre todo muy autoconsciente.

Tras aquel primer arco de “La Solución Apocalipsis”, muchos lo tomaron por un friki al que le habían regalado una serie noventera en donde todo eran poses, violencia gratuita y personajes entre poco interesantes (el Arcángel llorica y su novia) y promocionales por sobreexposición (el ubicuo Lobezno y el pesado Masacre), o directamente raritos y anacrónicos por estar alejados de su creador (Fantomex, el hijo de Morrison). La conclusión de aquel arco levantó iras y bilis ácidas porque aparentemente un acto desagradable hasta la náusea, por mucho que intentasen justificarlo, no iba a tener consecuencias y pasarían enseguida a otra historia con unos robots asesinos del futuro, pseudo-Terminators que no le interesan a nadie… Ilusos.

Hoy, día 19 de diciembre de 2012, a 2 días del fin del mundo, ha llegado el fin de la imposible Fuerza-X de Rick Remender. Y hasta hoy, cuando se publica el número 35 de la serie, nos llegan las consecuencias de aquel primer arco (¡más de 30 números después!), cerrando todas las tramas, consecuencias y recovecos que la serie había ido acumulando a lo largo de sus arcos sucesivos.

Desde aquel lejano y atípico número unitario del encargo de venganza del amo del magnetismo al mejor en su trabajo, hasta el juicio y condena al hombre de los tres cerebros
enamorado de la hermana de su acusador. Desde el increíble-pero-más-cierto-que-nunca viaje de redención y heroización progresiva del mercenario bocazas, hasta la reivindicación viviente de que la formación y los valores inculcados son los que hacen al héroe y no su naturaleza, encarnada en la semilla de Apocalipsis.

Épica. Venganza. Culpa. Emoción. Dolor. Final…

…”Arco iris. Cachorritos. Brillo del sol.”. Así es como Rick Remender ha decidido titular esta rúbrica a una etapa dorada y autocontenida, perfecta y circular en sí misma. Como decía al principio, Rick Remender siempre ha tenido un sentido del humor muy peculiar.

Pesadillas Industriales de Diseño por Daniel Gavilán

Una singular portada fue suficiente para probara suerte con Nowhere Men. No tenía ni idea de quienes eran Eric Stephenson ni Nate Bellegarde ni sabía de que iba la serie, pero me lancé en su lectura y lo que me encontre fue un atmosférico cómic a medio camino entre los trabajos de Jonathan Hickman y el cine de Vincenzo Natali.

Para describir de que va esta obra, trasladémonos a los años sesenta e imaginemos que The Beatles se hubieran dedicado a la ciencia en lugar de a la música. Ahora pensad en ellos como una suerte de proto-Cuatro Fantásticos que hubieran cambiado la imagen del mundo tras 50 años de éxitos en el campo de la I+D empresarial. Unos Cuatro Fantásticos cuya monstruosidad se lleva por dentro y que han sido perfilados en un entorno asépticos habitado por figuras humanas tan comunes como grotescas.

También hay un incidente que cambiará sus vidas, pero no tanto como las de sus becarios, sumergiéndonos en un despiadado juego de intrigas en el que las personas no tienen más valor que como peones en una guerra silenciosa. Como una visión perversa y descorazonadora del mundo de la ciencia, Nowhere Men se mueve por varias epocas, apostando por el horror de ciencia ficción como una traslación al nuevo milenio de la literatura de Philip K. Dick y las fábulas de David Cronnenberg. Con un claro paralelismo con la Weyland Corporation cinematográfica, World Corp les ofrece el sueño del futuro mientras se esfuerza en esconder las pesadillas de nuestro presente. Para todo el que se vió frustrado a causa de Prometheus con lo que pudo ser y no fue.

En Busca del Amor Perdido en la Antesala del Apocalipsis por Daniel Gavilán

Es costumbre habitual que en ocasiones puntuales -o incluso periodos prolongados de tiempo- los responsables de una serie decidan trasladar el protagonismo a un personaje secundario de la misma. Esto ayuda a aportar profundidad al contexto en el que se desarrolla el personaje capital y a desarrollar la empatía del lector hacia el microcosmos humano que le rodea de cara a futuros acontecimientos de la serie.

Concluído el cruce de caminos con la princesa amazona, J.H. Williams y W. Haden Blackman dedican el último número de Batwoman al personaje de Maggie Sawyer (creada por John Byrne en páginas de Superman) metiéndola de lleno en el infierno que vive la ciudad de Gotham. Con los suburbios asediados por una legión de fanáticos y las gentes buscando refugio mientras todo se viene abajo, un acertado monólogo interno en el que la detective del GCPD nos guía a través del apocalíptico escenario por medio de sus miedos e inquietudes.

Potenciando el sentimiento de desesperación a la par que se dota al relato de cierto trasfondo religioso, Williams y Blackman nos ofrecen una inspirada narración que te atrapa desde la primera línea de diálogo pero que por desgracia no se ve acompañada por el dibujo. Algo irónico cuando hablamos de esta serie, pero lo cierto es que no son pocos los pasajes en los que los personajes lucen como si estuvieran disfrutando de una plácida charla en una tetería en lugar de atrapados en semejante caos. Aun así, el cómic cumple con creces su cometido antojándose como una lectura con un perverso timing ahora que el fin del mundo está tan cerca.

Western a Ritmo de Soul por Daniel Gavilán

Con el inminente estreno de la nueva película de Quentin Tarantino, DC Cómics ha lanzado una miniserie basada a en los storyboards de del director de Kill Bill y Pulp Fiction con los lápices de R.M. Guera y Jason Latour. El cómic básicamente adapta los guiones originales del film, por lo que si preferís manteneros al margen sin saber nada de la historia será mejor que lo reserveis para después de ver la película.

Retomando el título del clásico del spaguetti western protagonizado por Franco Nero, la historia nos narra como un esclavo negro es rescatado de su caravana por un enigmático dentista. En su compañía, Django se embarcará en un viaje de venganza a través del salvaje oeste en el que tendrá la oportunidad de saldar viejas deudas mientras se sumerge en un extraño festival de violencia. Con notable influencia del género que va desde John Ford hasta Silverado, pasando por clásicos más recientes como Quntaquinte o el Color Púrpura, el dibujante de Scalped compone un relato crudo y violento que recuerda irrevocablemente al Blueberry de Giraud.

Mostrando con suma presición las desigualdades de un sistema clasista en el que el color de la piel era suficiente motivo para prohibirte entrar en un bar o tomar asiento, si eres de los que piensan que el western nunca se fue o que por lo menos nunca debió haberse ido, esta es probablemente la lectura con la que te interese acabar el día mientras escuchas un disco de James Brown.

It’s Alive por Daniel Gavilán

De entre las series del sello editorial de Boom Studios dirigido a publico más menudo es imposible encontrar una serie más demencial y desfasada que la surgida de la web serie de Pendleton Ward. A cargo de los guiones de Joey Comeau y el dibujo de Mike Holmes, tras un simpático debut la serie se ha convertido en un festival de humor surrealista para grandes y pequeños. Basada en las aventuras de cuatro críos que velan por la paz del universo protegiendo a las razas de los más esperpénticos mundos alienígenas de los peligros del espectro emocional (espera, ¿Geoff Johns está detrás de esto?), la serie parece beber directamente del lado más impredecible y salvajemente creativo del cadáver aun caliente de Futurama.

Pasando de un arranque más o menos comodicio a convertirse en un festival coulrofóbico remasterizado con los grandes éxitos del cine de terror, su concatenación de gags a cada cual más desnortado y delirante brinda una dosis concentrada de carcajadas para lectores de todas las edades. Con una animación al más puro estilo sencilla y globosa al más puro estilo de la edad dorada, su gamberrismo innato para demoler todos los clichés del género y su alocada imaginación la convierten en una lectura francamente disfrutable para toda la familia. Solo por el gag del viajero del futuro, irse con unas buenas dosis de humor bien puede merecer la pena.

Sin nada más que añadir, os concedemos la palabra para que expreseis vuestras opiniones sobre vuestras lecturas a lo largo de la semana, y a que seais respetuosos tanto con vuestros compañeros como con las reglas de la web. Por lo demás, vuestra es la palabra para hablar de cualquier novedad comiquera que deseis, antes de que el Queztalcoal llegue para devorarnos a todos. Agradecimientos especiales a Ander Luque por su participación en el post.