Edición española: diciembre de 2007; Dolmen Editorial.
Formato: tomo en rústica de 240 págs.
Precio: 14’95 €.
No es costumbre de quien escribe estas líneas reseñar monográficos –aunque estén circunscritos al mundo del cómic–, pero en determinadas ocasiones vale la pena realizar una excepción, y centrar la atención en el análisis y valoración de las virtudes y defectos estéticos, bibliográficos y biográficos de una obra que por sus características, parece destinada tanto a incondicionales del autor en el que se centra, como a quienes estén dispuestos a adentrarse por vez primera en el peculiar universo de ficción creado por quien desde hace tiempo se ha consolidado como uno de los más importantes historietistas nacionales.
Este libro continúa la tradición iniciada por Dolmen Editorial con el volumen homónimo dedicado al dibujante Guillem March, abordando en este caso el examen de una trayectoria profesional acreditativa del talento de Víctor Santos. Desde los tiempos en que se embarcó en la aventura editorial de 7 monos, el guionista y dibujante valenciano dejó patente su clase e inconformismo, que derivarían en la gestación de una interesante bibliografía en la que predominan tebeos encuadrables dentro del género negro y fantástico. La ambiciosa saga de Los Reyes Elfos, Protector, Lone, Al mejor postor, Pulp Heroes, o Zombee, prometedora incursión dentro de la industria norteamericana, justifican la creencia compartida por muchos lectores de que su estilo -depuración de influencias que van desde Frank Miller hasta Mike Mignola, pasando por Bruce Timm, Matt Wagner o Jack Kirby– permitirá que la admiración que suscita su trabajo rebase las fronteras nacionales.
Comentaba en el encabezamiento de este artículo que no me prodigo en la reseña de monográficos. Pero en honor a la verdad, Works es mucho más que eso. A través de 224 páginas que alternan color y blanco y negro, se recopilan numerosas historias cortas, fragmentos de entrevistas, comissions, bocetos, diseños de personajes, y diversas anotaciones y comentarios que ayudan a comprender el desarrollo y la creación de la práctica totalidad de los proyectos en los que Santos se ha embarcado.
Por si las virtudes descritas pudieran considerarse insuficientes, cabe destacar que el diseño de este libro -por cuenta del propio Víctor Santos- resulta ser toda una demostración de clase y elegancia, contribuyendo de forma decisiva a la conformación de una edición sencillamente preciosa, a un precio que, teniendo en cuenta la naturaleza de la obra, resulta realmente competitivo. Muy recomendable.
Enlaces de interés
Web oficial de Víctor Santos.
Blog oficial de Víctor Santos.
Entrevista concedida a Es la Hora de las Tortas!!!
Entrevista concedida a La Espada de Orión.
Entrevista concedida a +QCómics.
Entrevista concedida a Zona Negativa.
Edición original: may. 2007 – Vertigo (DC Comics).
Edición España: abril 2008 – Planeta DeAgostini.
Guión: Brian K. Vaughan.
Dibujo: Pia Guerra, Goran Sudzuka.
Entintado: Jose Marzan Jr., Goran Sudzuka.
Portadas: Massimo Carnevale.
Color: Zylonol Studios.
Rotulista: Clem Robins.
Precio: 11,95 € (Rústica, 144 págs.)
Post de referencia. Y, el último hombre: Ciencia ficción contemporánea
Nueva entrega de Y, el último hombre, la penúltima, con el final de la edición española ya cada vez más cerca de nuestros ojos. Lo cierto es que a falta de sólo siete números, en este volumen que recopila las entregas #49-53 de la edición USA poco espacio hay ya para cambios formales o innovaciones. A nivel gráfico, Pia Guerra continúa con su trazo claro y firme ilustrando el material que comprende el arco argumental propiamente dicho (#49-52), y quedando Goran Sudzuka para realizar las tareas de dibujante en un número sobrante que argumentalmente explora distintos puntos de vista en un mundo sin hombres –como si se quisiera ofrecer deprisa y corriendo la visión de descripción distópica que ha estado ausente en toda la obra–. Para ello, junto a Vaughan retomamos tanto el personaje que vimos al principio de la aventura recolectando cadáveres nada más Yorick decidió salir de su apartamento, como el equipo creativo cinematográfico y teatral que conocimos un tiempo después. Sudzuka opta por mostrarse continuista con la ilustradora regular, aunque aporta su granito de arena a través de un trazo más grueso, unos volúmenes más angulosos y una caracterización facial más esquemática que introduce unas curiosas líneas de expresión (cuatro o cinco líneas paralelas por lo general) para incorporar la fatiga inherente a la existencia en un mundo caótico, que desgastaría hasta a la más bella de las mujeres.
En cuanto al avance argumental, en el tomo que nos ocupa se ofrece la –hasta ahora– explicación más lógica, desarrollada y explícita a la incógnita de quién causó la plaga y a través de qué medios fue posible que se extendiera tan rápido; al tiempo que también asistimos a una explicación plausible de por qué Yorick y su mono sobrevivieron (aunque eso ya lo intuíamos claramente desde el anterior tomo). Además, sabremos quién se ocultaba tras la misteriosa ninja que de un tiempo a esta parte hostigaba a nuestros protagonistas y, por último, veremos como todas las piezas del ajedrez se sitúan ya para los movimientos finales, que llevarán a Yorick, 355, Hero, Alter y las diversas Beth a encontrarse las caras.
¿Qué me parece todo esto? Está bien, aunque me deja un poco frío. El principal problema de colocar como piedra angular de cualquier producto serializado un enorme enigma es que, de una forma u otra (y salvo sorpresa mayúscula) las explicaciones nunca acaban siendo todo lo satisfactorias y catárticas que deberían ser. Y si pones todos los huevos en una cesta y la cesta se rompe, pues te quedas sin cena. Sin embargo si la serie hubiera incidido más en el retrato social, como he venido manteniendo desde casi que empecé a leerla, seguramente encontraríamos muchos otros elementos de valor para encumbrarla. El resumen tosco y simplista de todo esto es que el gran defecto de Y, el último hombre es no ser como Los Muertos Vivientes. Pero para eso ya no hay solución, y lo único que nos consuela es llegar con los personajes a un final que, por otra parte, quita el aliento a nivel dramático. Lo que quedará después será una notable pieza de ciencia ficción que estará lejos de haber redefinido el género aún teniendo elementos más que de sobra para haberlo hecho. En fin… otra vez será.
Edición original: Green Lantern: Sinestro Corps Special #1 y complementos de Green Lantern #18-20) USA
Edición española: Abril 2008 – Planeta DeAgostini
Guión: Geoff Johns
Dibujo: Dave Gibbons, Ethan Van Sciver, Ivan Reis, Patrick Gleason
Formato: Comic-book, 96 páginas, color
5,95 €
Geoff Johns pone la siguiente piedra en la construcción del Universo DC, tarea titánica que emprendió hace unos años teniendo en mente únicamente hacerlo evolucionar en base a la mitología ya existente.
Después de sorprender a propios y extraños con Green Lantern: Renacimiento hace unos años, atreviéndose a recuperar/resucitar a Hal Jordan ante el pasmo de todos, ahora nos presenta La Guerra de los Sinestro Corps, la segunda parte de trilogía cósmica con la que pretende rehacer el mito de Green Lantern y llevarlo un peldaño más arriba en su historia.
Desde Renacimiento Johns ha ido elaborando pequeñas historias y subtramas en la serie mensual de Green Lantern que han conducido a este punto: la recuperación de Coast City, los Manhunters, el Superman Cíborg, los Lanterns Perdidos, la creación de los Sinestro Corps… todo sumado a otros conceptos que ha desarrollado en otros cómics, como Crisis Infinita y 52. Y como es habitual en Johns, ha unido todas estas ideas en una única historia y lo ha hecho de forma natural, orgánica, sin que al lector recién llegado le cueste entrar en la acción. Johns simplifica y explica lo justo y necesario para que la historia no se pise a sí misma con un información redundante.
Este cómic de Planeta contiene el especial con el que DC dio pistoletazo de salida a la saga, un primer episodio de lo más espectacular, ambicioso y que cumple con lo que promete. En un sólo número plantean el principio de la guerra con un gran golpe de efecto: asalto al corazón de Oa y masacre Green Lantern. Y eso es sólo uno de los sucesos que tienen lugar en estas páginas y que van en un frenético crescendo hasta su inesperado cliffhanger, pero el resto es para que lo veáis con vuestros propios ojos.
Si un héroe se mide en relación a sus méritos, a los retos que supera, a los enemigos a los que se enfrenta, al leer este primer número de la Guerra estamos ya convencidos que los que sobrevivan habrán crecido como personajes y como héroes.
Solamente he de lamentar un par de cosas. Primero que la planificación editorial haya hecho que en este cómic se desvele el misterio de las 52 antes de que la serie semanal haya concluido. Paradójicamente en EEUU ocurrió mismo cuando el editor en jefe Dan Didio dio una pista sobre el final que él esperaba que fuese indescifrable, pero cuya solución recorrió internet en cuestión de horas.
Luego hay un par de inexactitudes de traducción: por un lado cuando los Guardianes hablan de un «muro fuente» (Source Wall), se refieren al Muro de la Fuente, la barrera que separa nuestro universo de la Fuente. Y la otra la encontramos cuando en la cafetería de Oa (extraño concepto) los Lanterns murmuran cosas sobre los terrestres. Uno de ellos dice «…Stewart no pudo derrotar al amarillo, como un maldito novato, y Xanshi se enfadó…», en el original «Xanshi went boom». Xanshi no es una persona, sino el gran error de John Stewart: en Odisea Cósmica (Sagas DC Vol.3) vimos cómo John intentó salvar el planeta Xanshi del Aspecto Antivida, rechazó con arrogancia la ayuda del Detective Marciano sólo para encontrarse que la bomba preparada para destruir el planeta era de color amarillo, así que no pudo evitarlo, y Xanshi explotó.
El cómic tiene de complemento los Relatos de los Sinestro Corps, en los que se narran los orígenes de algunos miembros destacados del ejército de Sinestro. El dibujo aquí corre a cargo de Dave Gibbons, dándole un aspecto clásico en comparación con las impresionantes ilustraciones de Van Sciver en la historia principal.
Coño José y Sergio, es trampa sacar estas reseñas en un popurri, que a pesar de seguir todas las entradas uno se fija más en según quien las escriba… Por afinidades en gustos y esas cosas…
Y José, es que hace tiempo que quedo evidenciado que Y es sobre las vivencias de Yorik en esa dispotia-no-lo-suficientemente-desarrollada (estoy de acuerdo y más ahora que estoy releyando 1984), y no sobre el origen de la plaga… De todos modos tengo pendiente leer el tomo y ya te contare…
Y también tengo pendiente leer el GL#6 y el SCW#1, a ver si esta tarde, así que tampoco comento nada sobre lo de Sergio…
En GL #6 ya verás que hay un aviso que dice que primero te tienes que leer La Guerra de los Sinestro Corps #1. Jejeje… Incluso yo diría que el 2, aunque argumentalmente no se estropea nada si se lee antes del 2.
Ok, gracias Sergio
El problema Phantomas es que Yorick me sigue pareciendo tan niñato e inmaduro como cuando empezó la serie. Tuvo una especie de avance tras el episodio psicodélico de la cabaña pero no me parece que –excepto la Dra. Mann e Hero– hayamos visto evolucionar a ningún personaje principal.
Sobre el origen de la plaga, yo creo que es el principal punto de interés de la trama, habiéndose descartado la descripción distópica por expresa voluntad, o incapacidad, del autor (sé que me repito mucho, pero cada vez que leo la serie no puedo sino apenarme por la oportunidad perdida). Ten en cuenta que por más que se intente eludir la importancia de la plaga en cuestión, no deja de ser el motor desencadenante de la narración y, la búsqueda de su cura y su porqué, el gran motivo de desarrollo de la obra.
Y sí, digo lo de la incapacidad porque parece que lo intenta a retazos con los dos números dibujados por Sudzuka –y otros similares que hemos visto con anterioridad– pero no llega.
Bueno José, 365 sí ha evolucionado algo también, y tampoco creo que Yorik siga siendo TAN inmaduro como al principio…
Pero vamos, estoy de acuerdo en que ha ido de más a menos, desinflandose poquito a poquito, aunque sigue siendo un comic bastante interesante para mi. Y no pierdo la esperanza de que Vaughan logre un buen final y quede una serie que, si bien no sea un hito de la historieta, quede como un producto más que digno
Coincido… quedará sin duda algo digno. ¿Pero no te ha pasado nunca que has leído un cómic o un libro, visto una película o echado el ojo a una serie y has pensado «con el buen material de partida que tenían ¡cómo lo han desperdiciado!»? Pues eso… y bueno, con Vaughan no es la primera vez que me pasa…
Uhm… sigo la edición española, de forma que no puedo opinar acerca del global de la colección, pero por lo disfrutado hasta la fecha, «Y» me parece mucho más que un producto digno.
Eso sí, coincido en que presenta altibajos más que evidentes.
Un saludo!
Yo no estoy de acuerdo en cuanto a la plaga como motor de la acción, sino que se me antoja más bien un mcguffin. Leído el primer arco argumental se hace evidente que nadie se pregunta por el por qué de la situación, cada cual tiene sus teorías y simplemente tratan de seguir adelante. Y es así de sincera desde el principio. Pero claro, somos curiosos y siempre tratamos de racionalizarlo todo. No creo que siempre sea necesario.
Sergio, yo creo que el problema de Y no es tanto la explicación de la plaga, que estoy de acuerdo es el caramelo para que te enganches, como que no sabe explotar el mundo que ha creado…
Es decir, a mi la explicación me vale tanto si es por el amuleto como si es por el virus de la madre de Mann, como si es por cualquier otra cosa -no he leido todavia Madre Patria-. Lo que me decepciona un poco es que al principio parece que va a contar, no sólo la historia de Yorik que al final es la única que hay en el comic, sino también la de toda esa distopía que ha creado. O al menos, así lo entendí yo al principio, con todo el tema de la elección de la nueva presidenta de los USA o la situación del ejercito israelí…
Pero eso se va diluyendo, poquito a poquito, y lo único que queda es la road movie de Yorik. Qué está bien, con sus altibajos, pero que como dice José, si te paras un momento a pensarlo, da pena que Vaughan no haya sabido sacarle más provecho a lo que tenía… Ey, David, y yo he dicho que si el final es bueno, para mi quedara un producto más que digno, pero sin llegar a ser una de las grandes series de Vertigo, en mi opinión. Y que conste que para mi está entre las… 5-6 mejores series regulares que leo actualmente. La pena es que cuando empezó, la tenia entre las 3 mejores (Toni podrá dar fe de ello, que incluso llegue a preparar un post para la sección de colaboraciones ocasionales que luego, por motivo de tiempo no pude terminar y corregir).
José, para mi lo mejor de Vaughan son sus Runaways… Frescos, divertidos, con evolución de personajes y dialogos ingeniosos. Y, al ser un comic sin tantas pretensiones como Y o Ex-Machina, no genera esa ligera decepción que tienen otras de sus obras. Sé que no los tienes, y es una pena porque ahora no voy ni siquiera de paso por Sevilla, sino te los dejaría para que los leyeras…
Yo he disfrutado mucho con la serie de Y hasta ahora. Pero reconozco que la serie ha ido a menos, ha habido muchos momentos que era como una road movie en plan de «Yorick, su mono y sus compañeras llegan a un sitio se encuentran una aventura y de un modo u otro la solucionan».
Creo que Vaughan se ha preocupado mucho más de preparar un clifchanger (seguro que lo he escrito mal) en cada número que en ver los 60 números de forma global.
Los 40 primeros números más que leerlos casi me los bebí, pero luego se me ha hecho un poco larga.
Espero al último tomo, de como soluciona todo el embolao va adepender mucho mi opinión final de la serie.
De todas maneras como ya habéis comentado casi todos, la serie es muy recomendable y uno de los mejores comics de los últimos años, pero la pena es que hubiera podido ser mucho mejor.
Panthomas, mi comentario iba por José: «Coincido… quedará sin duda algo digno» 😉 Y por cierto, a ver si entre los dos le convencemos de que Runaways vale mucho la pena! 😀
Un saludo!
Vaya, en primer lugar darte las gracias Phantomas por la intención de dejarme los comics 😀 Demuestra cierta confianza hacia mi cuidado por los objetos propios y ajenos –algo en lo que por otra parte soy bastante maniático–. Si la frase «quien presta un libro a un amigo, pierde al libro y al amigo» sigue vigente, yo nunca he tenido problemas con ella. No obstante, espero que Panini pronto haga ediciones en TPB a ver qué tal, porque viniendo la serie recomendada por ti y por David se me está haciendo una lectura bastante apetecible. Si no, pues buscaré medios alternativos de lectura…
Respecto a Y, el último hombre… mi intención con el comentario era darle la razón a Phantomas, y debería haber escrito «Coincido… quedará sin duda algo más que digno». Pero, a mi gusto, no mucho más que eso.
Cada vez veo más paralelismos entre la creación de Vaughan y Predicador. Dejando aparte la plaga y la oportunidad desaprovechada, se ha convertido en una road movie algo alargada por haber caído en una deriva narrativa considerable; deriva que hará que la serie acabe cuando su guionista así lo decida, y no cuando la obra lo pida.
Jajajaja, la verdad es que si que me fio de ti en ese sentido… Aunque también me fiaría de Cannonball o de otros miembros de ZN, así como de alguno de los participantes de algún foro de Dreamers (Marvel Age, principalmente). De hecho, mi experiencia con algún forero en el intercambio de comics siempre ha sido bastante satisfactoria.
Aunque también te digo que, al fin y al cabo, son unos comics recomendables en grapa, y no la edición absolute renovada de The Sandman 😛
Y por cierto, a mi también me salta cada vez más ese paralelismo Predicador-Y el último hombre…
Preguntador P/ Pregunta:
¿Qué tal el absolute de Alan Moore de superman?, ¿Merece la pena el precio? Comentad algo, porque se ha dicho muy poco de esta «cara» edición, pero siendo algo tan clásico y con tan buena pinta…
¿Y que ha pasado con Shaolin Cowboy de Panini?
Vaughan tiene un problema con la política. En Y crea un escenario idóneo para desarrollar una trama social y política con el género como centro, pero luego no la desarrolla (coincido, ¿no quiere o no puede?). Ex Machina toma la política en su concepción más prosaica como un elemento esencial pero luego recibe un tratamiento demasiado superficial incluso para un cómic limítrofe con el territorio de los superhéroes. Es como si Vaughan no pudiera evitar introducir la política en sus tramas pero luego fuera incapaz de desarrollarla correctamente.
Aun no he leído este tomo de Y, pero vengo coincidiendo conlos comentarios de José desde hace tiempo. En cuanto a la conclusión, coincido en que se cierre como se cierre (hasta ahora me he mantenido alejado de spoilers, así que será una sorpresa para mí), la cuestión de la plaga siempre va a ser algo decepcionante, por lo que sólo le pido que sea mínimamente verosímil y coherente con lo narrado previamente.
Una pregunta, si no he leida nada de los green lanters jamas, ¿me voy a enterar de algo si me compro el sinestro corps???tiene muy buena pinta, por cierto, a mi Y me sigue encantando, siempre lo he visto un comic «pachangero», pero vamos, es qe me molan mazo los monos…..no es coña, jeje
Hombre, si no has leido nada de Green Lantern antes… ¡¡¡MUY MAL!!!
😉
Citándome a mí mismo:
Para la comprensión de la saga no hace falta haber leído antes nada más, pero para mayor disfrute recomiendo por orden de importancia:
– Green Lantern: Renacimiento, donde no sólo se recuperó el personaje de Hal Jordan como Green lantern, sino que se puso la primera piedra de su nueva mitología.
– Green Lantern/Green Arrow presenta: Green Lantern, el actual volumen de las aventuras de Hal, donde se desarrolla rápidamente lo que seguidamente veremos en la saga.
– Green Lantern Especial, los números inmediatamente anteriores a GL/GA presenta completan la historia aunque a priori no parecen directamente relacionados.
Como diria «manolo cabezahuevo»:
«tu no no tienes madre!!!»jajajaja, me dejas sin cuartos!!!!!el otro dia fui a comprar y no me quedaron cuartos para el pucño de hierro, claro que ya he cobrado y me lo pillare la semana que viene, jeje, pero vamos, que me lo pillo, y si me flipa, empiezo poquino a poquino con renacimiento y sigo adelante..la verdad es que siempre he sido marvelofilo, pero desde hace unos añicos empeze a picar con batman, algo de superman, casi todo lo que veo de vertigo(menos los exterminadores, que fue tb otro descarte de la ultima compra) pero es que es mucho!!!, ademas tengo un taco de tomos por leer todavia, a parte del tomazo ese de 45 pavos de las guerras infinitas que me trajo santaclaus, pero no hay tiemnpo, coño!!!!
Ole! Pues no empiezas mal, no. Espero que te lo pases bien por aquí. 😀