Batería de Reseñas #06

Bienvenidos a la segunda Batería de Reseñas de Octubre, con las grapas de Planeta, incluyendo JLA, JSA, Batman, Superman, la serie que los junta a ambos y Green Lantern. Tres de ellos están escritos por Johns y, efectivamente, son los mejores de la semana. Cuando se canse de guionizar (si es que eso ocurre, el tipo es una máquina) tendrían que darle el puesto de editor en jefe, y con honores, por todo lo que está haciendo por la editorial. Y un breve comentario sobre las ausentes: Robin está bien – aunque mejorará con Nicieza, ya veréis – y Outsiders tiene un número bueno, aunque resulta un poco desaprovechado dado el potencial, y otro con una historia algo más floja, algún que otro error argumental y un dibujo muy feo. A un click, las reseñas. Que las disfrutéis.

Batman #17
Edición original: Robin #168, Nightwing #138
Guión: Fabian Nicieza, Peter Milligan
Dibujo: Freddie Williams III, Don Kramer

Continúa la saga de la resurrección de ya sabéis quién, y continua mal. Es una pena que un planteamiento inicial prometedor con un gran personaje implicado se esté yendo al garete a pasos agigantados (¡Y nada más empezar! Debe estar batiendo algún record…) por la sencilla razón de que no se pone ningún mimo en las historias que componen el arco. Este ejemplar recopila dos números, siendo el primero un bastante flojo número de la serie de Robin. En primer lugar, R’as tiene más de villano maloso que de manipulador sibilino e inteligente, lo que le resta interés (aunque podría explicarse a partir de su ansiedad, queda un poco fuera de personaje). En segundo lugar, Tim actúa como el matón desconfiado que nunca ha sido – y que precisamente ha sido uno de los rasgos que le diferenciaban del paranoico y pesimista Batman – y se dedica a perseguir a Damian mientras se comporta como un perfecto capullo. Ah, y Damian corretea por la mansión Wayne buscando a Batman mientras su personalidad cambia de viñeta a viñeta. Así que no hay nada destacable: un montón de páginas aburridas y predecibles con personajes comportándose de forma extraña, y un “cliffhanger” en el que un montón de ninjas sitian la mansión. Ninjas. ¿Cuando fue la última vez que un ninja supuso un peligro o una amenaza en los comics?

El número continua con un ejemplar del Nightwing de Nicieza. El guionista consigue que lo normal sea algo más divertido, que la acción sea más fluida y que lo que podría ser aburrido se vuelva dinámico y ágil. Cubre todos los cabos de la saga con bastante oficio, aunque está obligado a centrarse en los puñeteros ninjas asaltando la mansión. Obviamente no hacen nada de nada, y aunque al final resultan aceptablemente eficaces, durante las páginas no pasan de ser un montón de carne inútil blandiendo katanas. Por Dios, si hasta Alfred es capaz de mantenerlos a distancia cuando han recibido instrucciones de matar a todo el mundo… no hay forma, no funcionan como enemigos. El núcleo de la historia, por lo tanto, es bastante flojo, aunque todo lo demás está bastante bien.

El dibujo es correcto y claro en el número de Robin, aunque hace que Damian y Tim sean directamente irreconocibles (menos mal que están vestidos con diferentes trajes). El de Nightwing es bastante mediocre: descuidado, con errores anatómicos, poco detallado y con niños que parecen adultos. Don Kramer puede hacerlo mucho mejor, y para ver trabajos suyos que casi parecen dibujados por otra persona echad un vistazo a sus números en JSA. ¿Será el entintador? En resumidas cuentas, estos dos números son bastante prescindibles, y los acontecimientos que narran tampoco son tan importantes. Personajes mal caracterizados, dibujo mediocre, ninjas, previsibilidad… no ofrece nada bueno, y sí muchos motivos para evitar su compra.

Green Lantern #09
Edición original: Green Lantern #26 y #27
Guión: Geoff Johns
Dibujo: Mike McKone

Da gusto leer al Cuerpo de Linterna Verde como una organización. No, lo siento mucho, un grupo de líderes mandando de forma errática y poco definida a un montón de subordinados, por numerosos que sean, no implica un nivel muy avanzado de organización, que se diga: es una jerarquía básica, un grupo de gente obedeciendo a sus superiores inmediatos, y ya. Con el relanzamiento de la idea, el Cuerpo ahora es un Cuerpo con todas las letras. Tiene una jerarquía, una estructura, unos procedimientos definidos, distintos cuerpos con distintas tareas, funciones y asignaciones… es encomiable la labor realizada por Johns, Morrison y el resto de guionistas que se han encargado de escribir al cuerpo en las distintas series de la editorial el haber definido a un nuevo y más interesante Cuerpo. ¿Quién iba a pensar hacer unos cuantos años no sólo que el ejército verde iba a volver, sino que iba a incorporar ideas como una división de asuntos internos o servicios funerarios, y que esas ideas iban a estar tan bien ejecutadas?

Es sobre ésta división de “asuntos internos” sobre la que trata éste número. La idea es buena, aunque habría que preguntarles a los Guardianes si no se acuerdan de cómo les salió la última iniciativa de éste tipo, y si merece la pena darle más potencia a una pistola que ya disparó por la culata una vez. En cualquier caso, como nuevo concepto está bien presentado y desarrollado, refuerza el planteamiento del Cuerpo como una organización entre el ejército y la policía, y de paso indaga un poco en los Lantern perdidos. Puede achacársele falta de contenido, pero lo que hay está muy bien escrito.

El dibujo corre a cargo de Mike McKone, y está francamente bien. Es muy claro, es bastante bonito, y sus composiciones son buenas. Sin embargo, la anatomía le queda un poco rara en algunas ocasiones y los rostros… muchos personajes parecen bastante más jóvenes de lo que son, o resultan un poco inexpresivos; por lo que el contenido del comic, centrado en gente hablando en vez de en escenas de acción, juega en su contra. Sin llegar al fantástico nivel exhibido en los primeros números de los Titantes, McKone sigue estando por encima de la media de dibujantes de superhéroes.

JLA #14
Edición original: JLA #14
Guión: Dwaine McDuffie
Dibujo: Ed Benes

Historia de superhéroes al uso, y de molde. Ya sabes, los buenos, los malos, plan de los malos para derrotar a los buenos. Lo de siempre. Nada malo, en absoluto… si fuese original, o divertido, o tuviese algo novedoso. Pero, por desgracia, no es el caso. El plan de Luthor no parece ir más allá de cabrear a Superman, de modo que actúe precipitadamente, y el plan de Superman es caer alegremente en la trampa y enfrentarse frontalmente y sin un plan a un montón de villanos. La estructura es un perfecto arquetipo, por lo que la historia resulta aburrida y poco interesante, a menos que juegues contigo mismo a prever lo que ocurrirá en las siguientes páginas.

Al mismo nivel que la historia está el uso de los personajes y sus poderes. A la ya mencionada falta de planificación e inteligencia del ataque de Superman hay que añadir un Luthor que limita su armadura a proyectar hologramas, un Grodd que no usa su telepatía, y un par de villanos más que podrían ser sustituidos por prácticamente cualquier otro maloso del Universo DC. Y luego están los aspectos irritantes porque no se explican, como de dónde sale un nuevo Shaggy Man, de donde saca el Joker kryptonita para hacer pintura con ella (iba a decir aquello de que poner kryptonita hasta en la sopa queda ridículo, ya que se supone que es un material escaso y precioso, pero a estas alturas…), o cómo consigue Relámpago Negro que sus rayos creen campos estáticos, en vez directamente freír circuitos. No es desesperante, pero pone de manifiesto la falta de mimo puesta en el guión.

Si hay un aspecto positivo, es la caracterización, que sin ser un prodigio, es buena. Superman, Relámpago, Luthor o Joker están bien escritos, dentro del personaje y con los elementos que les hacen distintivos y únicos aceptablemente reflejados. Esto da lugar a unas buenas líneas de diálogo que ayudan a pasar las páginas sin reparar demasiado en la falta de originalidad, los agujeros argumentales y la absoluta simplicidad del guión.

Benes vuelve a encargarse del dibujo: mucha raya, mucho primer plano y mucho ceño fruncido. Nada nuevo. Y nunca pensé que lo diría pero pese a sus músculos rellenos de aceite, sus figuras femeninas imposibles y sus evidentes dificultades para narrar una secuencia, está a kilómetros del anterior dibujante. Sigue habiendo dientes apretados y grandes errores anatómicos, pero al menos cumplen las nociones más básicas (pero básicas, básicas) de anatomía, perspectiva y técnica de dibujo, y los personajes no tienen los pies del tamaño de sus brazos o un tiro de pantalón de medio de metro de longitud.

JSA #11
Edición original: JSA #11
Guión: Geoff Johns
Dibujo: Dale Eaglesham

Un episodio más del Superman de Kingdom Come en Tierra-1, y Johns sigue en plena forma. Este número tiene un poco de todo, todo bien escrito, todo interesante. A la altura de algunos de los números de la etapa anterior, que dejaban una profunda sensación de satisfacción a base de ofrecer caracterizaciones sólidas, pistas de futuros argumentos que resultan intrigantes a la vez que amenazadoras, introducción de nuevos personajes con aspectos distintivos y un montón de detalles trufándolo todo. Este ejemplar tiene todo esto, y todo a un muy buen nivel.

La caracterización y uso juicioso de los personajes del Universo DC brilla con luz propia desde la primera secuencia, en la que los héroes se aseguran de que el Superman de Kingdom Come no viene de una esfera de supervivencia listo para arrasar el planeta entero. Johns define con bastante estilo a muchos personajes en una sola línea, de modo que todos tienen un poco de presencia sin que ésta resulte forzada. Se nota que controla muy bien sus personalidades y lo que es mejor, sabe cómo hacer que funcionen entre ellas. Además aprovecha bien muchos elementos del Universo DC, de modo que transmite la sensación de que los elementos nuevos están integrados en un universo vasto y grande, en vez de en la parcelita personal del guionista. Es una de esas cosas difíciles de explicar, pero que se disfrutan más cuando lo lees que cuando te lo cuentan.

En cuanto a cómo se va a desarrollar la idea, Johns sigue empleando la experiencia de este Superman para contrastar la Tierra de todos conocemos con la Tierra de la que él viene, como parte del proyecto del guionista de dignificar Tierra 1 y alejarla del mundo terrible, oscuro y paranoide pre-Crisis Infinita. Además, va ofreciendo pinceladas del futuro de Power Girl (que tiene una escena aterradora…) y su interacción con Superman. ¡Ah! Y la forma que tiene éste de encajar con el resto de personajes, a medio camino entre la esperanza y el miedo característicos de un superviviente, también está bien desarrollada.

Por último, se introduce a un dos nuevos personajes, ambos revisiones de viejos conceptos. El primero es una nueva Judomaster. Su “poder” es curioso (no puede ser objetivo de golpes o habilidades salvo de aquellas que no vayan dirigidas específicamente hacia ella, como ciertas cartas de Magic) y su personalidad puede resultar o muy misteriosa o muy irritante. Y uno se pregunta porqué llamándose Judomaster la mayoría de sus ataques son golpes en vez de derribos, presas y llaves de sumisión: vale que dichas técnicas no son tan vistosas, pero es como si un personaje llamado “Maestro del boxeo” despachase a sus oponentes a patadas. El segundo personaje es el nuevo Mr. América – compañero del antiguo, al que vimos asumir su nuevo papel como héroe al final de la primera saga de la serie -, de vuelta en su rol de héroe forense.

Del dibujo de Eaglesham queda poco por decir que no se haya dicho ya. Es bonito, es detallado, es pulcro, es versátil y es claro. Una gozada visualmente, sin fallos notorios, bien narrado y con personajes distintivos, expresivos y bien dibujados. ¿Qué más se puede pedir? Todos los factores recogidos en esta reseña hacen de este número y de la serie en general una opción muy recomendable. Busques lo que busques, lo más probable es que lo encuentres en JSA, bien escrito y manejado por un Johns en estado de gracia y un dibujo fantástico.

Superman #17
Edición original: Action Comics #860 y #861
Guión: Geoff Johns
Dibujo: Gary Frank

Johns sigue con la fórmula de futuro horriblemente deformado y dominado por héroes sin escrúpulos, aunque al haber cubierto la presentación en el número anterior, en éste puede dar rienda suelta a su imaginación y empezar a desentramar secretos y presentar a nuevos personajes a medida que la historia avanza a un muy buen ritmo. Todos los aspectos están muy cuidados, y cada dos páginas hay algo sorprendente u original que mantiene el interés y aviva las ganas de descubrir algo nuevo: los héroes son ingeniosos, divertidos y eficaces a la hora de hacernos creer que hay esperanza; los villanos tienen su propia personalidad e historia, y el universo en el que tiene lugar la historia resulta plausible y atractivo.

El único que parece no encajar en todo esto… es Superman. Éste es el mayor problema del número: la serie es Action Comics, y el papel de Superman es el de perfecto pato mareado, continuamente debilitado y tan útil como un coche sin ruedas. El hecho de que su papel en este embrollo no esté del todo definido tampoco ayuda: su única función es la de imagen inspiradora ante la que todo el mundo se ilusiona, pero al no saber el lector muy bien por qué, no puede participar en esa alegría, y lo único que queda es un pelele dando tumbos por un futuro en el que pinta más bien poco.

El dibujante de turno es Gary Frank, con los problemas de siempre: todo lo que no parezca un ser humano le queda muy, muy bien. Muy detallado, muy fino, todo eso está muy bien, pero más de la mitad de los rostros parecen haber recibido una buena dosis de veneno del Joker combinado con botox. No es expresivo, es ridículo, y a veces aterrador. La anatomía le va a la zaga, y si los cuerpos masculinos se parecen como dos gotas de agua entre ellos (pero mucho, hace falta verlo para creerlo) en el caso de las mujeres es aún peor. Que le mantengan lejos de JSA, porque es capaz de hacer a Stargirl con la misma anatomía que Power Girl… o viceversa.

Si buscas una buena historia de Superman, busca otra cosa, porque aquí tu héroe favorito está en horas bajas, contemplando con la boca abierta un mundo que le supera y ante el cual él solo puede reaccionar. En cambio, es una opción muy, pero que muy recomendable si lo que quieres es una historia cuidada y entretenida de la Legión, o una aventura sorprendente en un futuro desolado plagada de giros y sorpresas.

Superman/Batman #14
Edición original: Superman/Batman #41
Guión: Alan Burnett
Dibujo: Dustin Nguyen

Por un lado, Superman se embarca en un viaje cósmico-personal, y Batman sigue intentando abortar los planes de Darkseid. Ninguna de las dos partes es demasiado buena: la de Superman no es evocadora, épica o grandiosa, sino confusa y poco inspirada (si queréis algo grande y asombroso con el Hombre de acero esperad a que se publique aquí All Star Superman o Superman Beyond); y Batman podría ser sustituido perfectamente por cualquier otro personaje y nadie se daría cuenta. Su interacción con el personaje secundario es simple, apenas se le saca partido y en ocasiones llega a aburrir. En resumen, tenemos unos personajes principales con una caracterización bajo mínimos y papeles poco interesantes.

La historia es aceptable. La idea de que Darkseid esté buscando recuperar su poder casi a espaldas del resto del universo da al guionista la posibilidad de centrar toda la atención en unos pocos elementos; pero el plan de los villanos, motivo y motor de la historia, resulta un poco confuso, torpemente ejecutado y poco impresionante. No es emocionante, y hay evidentes dificultades a la hora de encontrar un equilibrio entre historia cósmica a gran escala y viaje interior por los rescoldos de un personaje.

Eso no significa que no haya buenos momentos. Hay una escena bastante dramática hacia el final del comic y el viaje de Superman tiene algunos encuentros muy divertidos (glorioso Batman Zebra). Sin embargo, son cosas puntuales: no estamos ante una buena historia con personajes sólidos que además tiene buenos detalles, sino ante una historia insípida pese a sus intentos de resultar grandiosa, llena de personajes poco definidos, y con un par de buenos momentos.

Nguyen hace un buen trabajo dentro de sus capacidades, pero falla en algunos aspectos. Falla a la hora de hacer a Darkseid impresionante o a Bekka atractiva, falla a la hora de dar una consistencia normal a los rostros o al cuerpo humano, por poner dos ejemplos. Sin embargo, algunas escenas cósmicas le quedan francamente bien. El resto, aprobado sin excesos, pero suficiente.

Y esto ha sido todo por esta semana. Si os ha parecido poco DC, esperad a que vayan saliendo los tomos… ¡este mes hay un montón! La semana que viene, tomos de Panini (Marvel). No faltéis.