Bienvenidos a esta nueva edición de la Batería de Reseñas. En primer lugar y antes de nada, renovados saludos para las personas a las que tuve el placer de conocer durante el Expocomic, y un sincero agradecimiento a todos los lectores por concedernos el galardón a mejor web en los premios de dicho evento: significa mucho para todo el equipo, y es una gran satisfacción. Ahora, al lío: esta semana no hay novedades en las grapas, aunque sí hay mucho contenido – para compensar la famélica última edición, y porque en esta ocasión hay mucho que comentar – que espero os guste. ¡A leer!
Capitán América #38
Edición original: Captain America #37
Guión: Ed Brubaker
Dibujo: Steve Epting
Momento de calma en todos los sub-argumentos, que Brubaker aprovecha para… uf, repetir un poco más cosas que ya sabíamos. En serio, hay números de Capitán América que están francamente bien, y la serie en conjunto está llevando a cabo planteamientos interesantes, pero de vez en cuando sale un número que aporta más bien poco, y éste es un muy buen ejemplo de ellos. Tomad como ejemplo la secuencia entre Cráneo y Faust, o todas las escenas de los villanos en general: ¿cuentan algo que no sepamos? ¿aportan algo relevante a la historia? ¿Sirve para caracterizarlos? Las respuestas varían entre un “no” y “un poco”, independiente de la trama en la que se apliquen. Es como si quisiese comprobar por última vez que todo está tal y como lo dejó antes de empezar a hacer cosas nuevas.
Con Buckie pasa exactamente lo mismo: hay momentos que nos recuerdan lo mucho que se está esforzando por estar a la altura de su predecesor y mentor, momentos que nos recuerdan lo duro que es y lo poco que se amedrenta, y poco más. Son cosas que ya sabemos, y que tampoco merecen ser repetidas con tanta insistencia. Para variar hay una escena de un sueño que, como casi siempre que se escriben sueños en los cómics, aspira a más de lo que realmente ofrecer. Hay algo de interacción muy básica que sirve a los mismos propósitos que el resto de momentos, y al final se deja entrever en qué dirección van a ir los próximos números.
Por último hay una breve y no muy interesante secuencia con Tony Stark, y un paso más en la trama de Shanon y el ¿clon? de Steve Rogers. Lo de la pobre Shanon tiene miga, y es que entre mostrarnos a los villanos y las andanzas de Bucky, las tramas relacionadas con ella acaban ocupando poco espacio, pero con una presencia permanente en la serie, de modo que cada número hace avanzar su historia pero sólo un poco. Es como esos números en los que la historia principal dura 20 páginas y el resto es un complemento que cuenta una historia paralela o complementaria (en la forma, no en el fondo).
En líneas generales es número en su mayoría irrelevante, pero que lanza pequeñas pistas sobre acontecimientos del futuro. Todos los aspectos que lo conforman están bien: el plan de los villanos sigue siendo inteligente, Buckie sigue revelándose como un joven aprendiz pese a su cáscara de tipo duro, y la sub-trama del clon es inquietante. Pero este número en particular sabe a poco, resulta menos entretenido e intenso que otros, y deja una sensación de no aprovechar del todo lo mucho que podría ofrecer.
El dibujo de Epting es bueno, como hasta ahora, y apropiado. Pero entre éste, Iron Man y Thunderbolts, este mes hay sobredosis de dibujantes oscuros. Siempre pensé que este estilo gráfico se vería limitado a serie negra, de detectives, urbanas, cosas como Gotham Central o Daredevil. Si me llegan a decir que una serie como Iron Man o Thunderbolts, con el vivo dibujo de Grumett lleno de color, iban a ser presas de esta tendencia, no me lo hubiese creído. En fin. Epting es apropiado tanto para las conversaciones como para escenas dinámicas, aunque a veces peca de exceso de caras de póker, y hay demasiados tonos negros por todas partes, incluso cuando no son enteramente necesarios. No está mal y técnicamente es bueno, pero se agradecería algo de luz y energía. Aunque sea para variar.
Los Cuatro Fantásticos #12
Edición original: Fantastic Four #555
Guión: Mark Millar
Dibujo: Brian Hitch
Millar tiene muy buenas intenciones, pero en este segundo número de su etapa en los Cuatro Fantásticos falla considerablemente a la hora de implementar sus ideas. Básicamente, la premisa es que la Tierra va a irse al carajo, de modo que las mentes más brillantes y los bolsillos más abultados del mundo están creando una nueva que no repita los errores de la anterior. No es un mal planteamiento, pero cae en el error de casi todas las utopías de la literatura: confiar aspectos clave a entes en teoría perfectos. Lo cual está bien hasta que el ente en cuestión acaba fallando, o desarrollando consciencia, o volviéndose loco, y uno de los pilares del mundo se va al carajo. ¿Destinar la economía mundial y la seguridad a dos interfaces? Claro, tiene toda la pinta de funcionar de maravilla durante toda la eternidad. Seguro. Otros planteamientos igualmente pacifistas, como un mundo sin armas, tampoco se sostienen. Por ejemplo, surge la pregunta de si se detendrá por ir armado a todo aquel que se compre un cuchillo, o cualquier cosa susceptible de hacer daño a un semejante. Millar quiere hacer algo grandioso y espectacular, pero en estos casos, menos es más.
Si simplemente hubiese demostrado que se está construyendo un nuevo mundo y hubiese esbozado las líneas generales que lo regirán, dejando al lector que rellene los huecos por si mismo, posiblemente no metería tanto la pata. ¿Las mentes más brillantes del mundo no han pensado que cualquier cosa puede usarse como arma? Es genial encontrarse con conceptos más grandes que la vida en una serie como los 4 Fantásticos: genial, y necesario. Pero Millar tropieza y cae de morros a la hora de materializar los conceptos.
El resto del comic es bueno. Es interesante ver a Ben dando lecciones o advirtiendo de los peligros venideros a Reed – lo digo sin ningún sarcasmo – porque es una persona con bastante más inteligencia emocional y hasta cierto punto más sabia que su amigo. La idea de que Reed es un autista emocional puede resultar un poco manida, pero es de reconocer la idea de plantear que puede estar cegado por algo más que la razón. El sub-argumento de Johny y la villana es divertido, encaja bien con el personaje y puede dar lugar a algunos momentos divertidos. La presentación de la villana no es nada del otro mundo, eso sí. Por último, el final es harto predecible y es precisamente lo que apuntaba en el primer párrafo: cuando haces que algo se encargue de todo, si a ese algo se le cruza un cable las consecuencias pueden ser nefastas. Desde luego, si está a la altura de cómo se la presentó, va a ser una amenaza en condiciones. Esperemos que Millar sea listo y no lo convierta en los Cuatro Fantásticos contra un robot lanzando misiles.
El dibujo de Hitch es notable en general: muy bueno a la hora de dibujar cosas grandiosas y momentos impresionantes, y más flojo en aspectos muy, muy concretos. El nuevo planeta es impresionante, tanto por dentro como por fuera, y es perfecto a la hora de reflejar es ambiente de ciencia ficción a lo grande. Todo parece tan futurista y avanzado que casi parece de otro mundo, y la escala es tan abrumadora y grande como Millar quiere que sea. En ese aspecto, impecable. En el sub-argumento de Johny hay algunas escenas de acción con explosiones y acción bastante potentes, y hasta aspectos más flojos en el número anterior (como las conversaciones o la apariencia de Ben) mejoran. Eso si, su tendencia de que las mujeres contentas saquen 20 centímetros de lengua al sonreír no es divertido o sexy, es raro, y parecen un poco tontas.
Hulk #03
Edición original: Iron Man #27
Guión: Jeph Loeb
Dibujo: Ed McGuiness
Se suponía que éste comic iba sobre una investigación de quién mató a la Abominación, pero al carajo, mucho mejor dedicarlo a demostrar lo chulo y lo duro que es Hulk Rojo, dónde vamos a parar. Hulk Rojo es tan extremadamente duro que cualquier oponente que le plantes es reducido a una broma, como queda demostrado – una vez más – en este número. Además el personajillo es doblemente pernicioso, ya que no sólo devalúa a sus oponentes por su conocida victoria de antemano, sino que él mismo no aporta nada más que puñetazos y alguna bravata. Si por lo menos venciese a sus oponentes de una forma divertida y original pase, pero una serie que se basa en un personaje venciendo a puñetazos a cualquier oposición es una serie que no merece la pena comprar.
El guión es patético, los diálogos son penosos y el argumento no va en ninguna dirección. Hay un momento en el que Loeb nos tienta con una falsa alarma de descubrir la identidad del Hulk Rojo, pero pasa por alto que para que te importe el alter ego de un personaje, un buen primer paso es hacer que dicho personaje merezca un minuto de atención. Y no es el caso. Es un añadido plano y aburrido que no aporta nada al universo de Hulk. Así que la mayoría de páginas son un par de mastodontes dándose puñetazos mientras intercambian amenazas. Fascinante, ¿verdad? Pues si hacemos caso a la última página, en el próximo número vamos a tener más de lo mismo. Cual es el propósito o la idea de ésta serie es algo que todavía queda por descubrir. Y no, no me vale aquello de “es entretenida, no pretende más”: estoy convencido de que no es necesario pagar dos euros por dos minutos – lo que tardarás en leer esto – de entretenimiento que no es tan, sino sencillamente estar mirando a unas hojas.
El dibujo de McGuiness es bastante bonito y agradable, aunque es casi cómico en este ejemplar: al ser el Hulk Rojo y A-Bomb dos personajes tirando a lo redondo, cuesta tomarse en serio una pelea entre ambos. Tiene algunos dibujos fuera de lo acción/caricatura que quedan sorprendentemente bien, y se le da bien dibujar acción bestia y explosiva, disparos y cataclismos. Él se lo tiene que estar pasando como un enano dibujando este guión. Los lectores, al leerlo, no tanto.
Iron Man: Director de SHIELD #11
Edición original: Iron Man #27
Guión: Daniel y Charlie Knauf
Dibujo: Roberto de la Torre
Curioso número, éste Iron Man. Una de las premisas de los Knauf, a tenor de lo publicado hasta ahora, ha sido darle una pátina de realismo a la serie, tratando de integrar en ellos más aspectos del mundo real. Y sin embargo, todo lo orientado a éste aspecto es lo que hace fallar a éste número, mientras que aquellos momentos que pasan de esa ambientación y se limitan a contar una buena historia son los que lo redimen. ¿A qué se debe esto? En primer lugar, no está mal intentar darle una dimensión más “terrorista” y acorde con los tiempos que corren al villano. Cierto es que queda un poco soso, quizá demasiado burdo y forzado, pero al menos es coherente – tipo que lleva queriendo matar/esclavizar a la humanidad durante décadas cambia mucho de vestuario y poco de métodos… pues vale – y tiene cierto sentido. Lo que ni es coherente ni tiene sentido es que a Tony Stark le monten un tribunal en la ONU por salvar vidas a cambio de saltarse un poco el protocolo y lo que es mejor, sin haber puesto en peligro vida alguna.
Es de chiste. Una serie que se enorgullece de ofrecer un retrato real y serio de SHIELD y la situación de Tony respecto al mundo plantea que detonar un artefacto nuclear en una zona despoblada para acabar con una amenaza a escala mundial es susceptible de acabar con tu culo en un banquillo en la ONU. No es que el comic falle por llevar elementos realistas a un mundo de fantasía – que falla, pero ese es otro tema – es que falla a la hora de escribir con lógica ése mundo real que quiere reflejar. No solo es estúpido que lleven a juicio a Tony, teniendo en cuenta todo lo que ha hecho, y lo que acaba de hacer, por la humanidad. Es estúpido que en vez de destinar esfuerzos a perseguir al Mandarín, que es la verdadera amenaza, monten semejante tinglado por una acción que, como mucho, habrá comprometido la vida de media docena de cáctus. Es como encarcelar al director de una prueba nuclear.
El juicio en sí también tiene miga. Es un poco ridículo ver la ONU llena de personajes Marvel discutiendo entre ellos una cuestión que se cae de puro básico y tonto. Y el hecho de ver a Samson, Cooper y Osborn en la sala da un poco de vergüenza ajena, como si la ONU fuese una sala pública que se alquila para celebrar juicios a la americana, juez con martillo incluido.
Y, como comentaba al principio, aquellos aspectos que ignoran la pretensión de realismo son los que molan y hace que el número se salve de las cloacas. La sorpresa del final es muy, muy buena, y pese a que va haciéndose más predecible conforme avanza el número – es lógico, teniendo en cuenta que se desarrolla a lo largo de varias páginas: más viñetas, más pistas, más sospechas – es todo un impacto, y un buen ejemplo de la inteligencia y capacidad de manipulación del villano. Y lo hace sin tener que esforzarse por tener un correlato con la vida real. También empieza a desarrollarse un sub-argumento que, si bien tampoco parece demasiado interesante, introduce a un nuevo jugador que puede revolver un poco el estatus quo de la serie, que está en un punto en el que corre riesgo de estancarse. Y el dibujo, como hasta ahora. Bueno para gente hablando en ambientes oscuros, regular para todo lo demás.
Los Nuevos Vengadores #36
Edición original: The New Avengers #39
Guión: Brian Michael Bendis
Dibujo: David Mack
Se avecina la Invasión Secreta, y se avecina uno de sus más molestos daños colaterales: Nuevos Vengadores pasará a convertirse en un gran spin-off de ésta, contándonos como los Skrulls se encuentran con los héroes, como llegaron a ser lo que son, y un largo etcétera de historias relacionadas. Si quieres conocer hasta el último detalle de la invasión con el característico estilo lento de Bendis estás de enhorabuena. En caso contrario, si compras una serie que lleva “Vengadores” en la portada para leer historias de los Vengadores… entonces ya no eres tan afortunado. Este mes le toca a Echo, y el resultado no es para nada satisfactoro.
Por resumir: Echo combate a un Skrull con varios poderes mientras interacciona con un par de personajes. El primer apartado es mediocre: el Skrull juega con una gran ventaja que es el poder manejar los poderes de varios héroes, de modo que Echo tiene que usar su astucia para no convertirse en fiambre. El resultado es una pelea bastante típica, con un par de momentos buenos y un desenlace un poco decepcionante. La interacción de Echo con los personajes está dentro de la línea de Bendis: mucha repetición pero poco contenido. Para rellenar los huecos hay algunas viñetas mudas, o momentos trascendentes estirados para ocupar más. Un producto totalmente prescindible que no aporta nada al personaje ni a la Invasión, no explica nada, y sólo ofrece una triste pelea y un par de malas conversaciones.
El dibujo de Mack no lo redime ya que, aunque es bonito y tiene algunas buenas escenas de pelea, no es para tirar cohetes. Su estilo no es especialmente rico ni destacado en ningún área en particular, aunque es competente en todas: buen manejo de la anatomía, conversaciones aceptablemente conducidas, buena narración dentro de lo que marca el guión… es bueno, pero también un poco anodino. Por ejemplo, algunas posturas resultan un poco estáticas: encajan bien dentro de la narración de una pelea, pero por si mismas son poco inspiradoras y espectaculares.
Los Poderosos Vengadores #11
Edición original: The Mighty Avengers #11
Guión: Brian Michael Bendis
Dibujo: Mark Bagley
Oh. Dios. Mío. Después de los dos últimos números de Mighty Avengers, estaba convencido de que no se podía hacer una peor caracterización del Dr. Muerte. ¿Qué le faltaba para ser un villano estereotipo y ridículo, imposible de tomar en serio? ¿Un gato persa? ¿Una enorme bola del mundo delante de la que carcajearse? ¿Secuestrar a los héroes en vez de matarlos y contarles su malvado plan, dándoles tiempo para maquinar y pensar? El gato y la bola eran excesivos pero ey, Bendis no ve inconveniente en usar lo tercero. Si eres un aficionado a los comics, deberías alejarte de este ejemplar como de la peste. Pero si además eres aficionado al Dr. Muerte, deberías prender fuego a la tirada entera.
En primer lugar, después de que la horda plana, aburrida y sin gracia de robots no haya funcionado, ¿qué hace Muerte para derrotar a sus enemigos? ¡Lanzar contra ellos una horda plana, aburrida y sin gracia de bichos místicos, por supuesto? Hombre de recursos, éste Víctor. Esta vez los héroes son derrotados bajo una enorme masa negra contra la que son incapaces de pelear. ¿Qué hace Muerte? ¿Acabar con ellos? ¿Sacarlos de Latveria? No, claro, eso sería inteligente, o tendría lógica, y el Muerte de Bendis no puede permitirse eso. El Muerte de Bendis tiene que actuar como lo haría el Dr. Maligno, llevando a los héroes al centro mismo de su base, suspendidos en un campo de fuerza. Por supuesto, aprovecha la situación de éstos para hablar mucho sobre su plan, su odio y demás chorradas. Es tan patético, tan cutre, que si fuese una parodia o un chiste no sería peor. Es lamentable.
Mientras tanto los héroes, con cara de pena, rumian sus pensamientos en varias páginas de pura y genuina diarrea verbal Bendisiana, llenando la página de superfluos y aburridos globos de texto que saturan las viñetas con irrelevancias. La conclusión, a juego con el resto, de traca: Spiderman, ojito derecho de Bendis, hace de Deus Ex Machina y se saca un poder conveniente y apropiado de vaya usted a saber dónde y libera al resto del equipo. Ya os imagináis el resto.
En este número Bendis demuestra no sólo que no tiene ni idea de caracterizar a Muerte, sino que en cuanto el villano que escribe no se ajusta a sus parámetros oscuros y urbanos se queda sin ideas y tiene que echar mano de la Enciclopedia de los villanos de los años 60 para inspirarse. La única forma de tragarse esto es tomándoselo con mucho humor. La cuestión es que no necesito gastarme casi dos euros en algo que necesito tomarme a cachondeo para no marearme.
El pobre Bagley sigue haciendo lo que puede, y sus bonitos dibujos son lo único bueno de estas 24 páginas. Se nota que está por debajo de lo que puede hacer pero, ¿qué esperabais? Imaginad que sois un dibujante profesional, os llega por correo el guión de vuestro próximo número, y es esto. Bastante habrá hecho con aguantarse la risa, o las lágrimas, mientras sujetaba el lápiz. Huid de este despropósito como de la peste.
Punisher: Diario de guerra #15
Edición original: Punisher: Wal Journal #17
Guión: Matt Fraction
Dibujo: Howard Chaykin
Si el comic va de Clarke, ¿a cuento de qué viene una portada en la que sale el Castigador, y en una pose totalmente genérica? Una cosa son las portadas pin-up, y otra cosa es esto. Qué pocas ganas de hacer bien las cosas. En fin, éste es un número de Stuart Clarke, actual sidekick del Castigador. No es una mala idea dedicarle aunque sea 24 páginas para contar una historia que, pese a ser predecible, es interesante. Antes de entrar en harina con el contenido, cabe señalar que éste primer aspecto – lo predecible – es especialmente abultado, y puede llegar a enfangar a todo lo demás. ¿Una mujer de malas intenciones y peor trayectoria que vuelve, mimosa como una gatita, a pedir favores? Me viene a la cabeza el Moriría por ella de Sin City. Se ve venir a un kilómetro.
La caracterización de Clarke es bastante buena. Fraction sabe darles a los personajes los toques necesarios de “villanía” de modo que en el fondo sean personales normales, con sus ilusiones y sus defectos, pero que no pierdan la esencia de lo que los hace los malos de la historia. Puede parecer sencillo, o que basta con exagerar algunos aspectos, pero no muchos guionistas saben hacerlo tan bien. Es un personaje que puede caerte bien, pero del que nunca se pierde la perspectiva. Hay algunas reflexiones superficiales sobre el pasado y la superación, pero lo realmente interesante es leer el muy bien guión de Fraction, el punto de vista de Clarke y el desenlace de la misma, a la altura. En general es un número entretenido pero poco más, muy bien escrito y con una caracterización sólida, pero prescindible en el fondo.
El dibujo de Chaykin sigue siendo un completo desastre, y horrible para la vista. No es ya que tenga un aspecto desagradable, o que la narración deje que desear, o que los personajes tengan caras formadas a partir de bultos, o que la perspectiva sea un espanto en varias viñetas, o que no sepa dibujar un salpicón de sangre sin que parezca una gota de mermelada. No es sólo eso. Es que no sabe dibujar las expresiones emocionales básicas: una mujer le dice a Clarke que tiene un regalo para él, que se supone es una noticia feliz, y su cara parece reflejar una mezcla entre asco, odio y estreñimiento. Cada vez que pienso que va a estar dibujando todo el arco de puzzle, me entran temblores.
Thor #09
Edición original: Thor: Ages of Thunder
Guión: Matt Fraction
Dibujo: Patrick Zircher y Khari Evans
Es curioso reseñar éste comic, porque el bueno de Fraction se encuentra con el guión hecho. La Edad del Trueno es una adaptación al comic de historias de la mitología nórdica en las que los Asgardianos se enfrentaban a los ardides y ataques frontales de los gigantes del hielo. Anticipo que no me es fácil ser imparcial con éste comic, al que intentaré juzgar por sus propios medios, porque me apasionan las sagas escandinavas.
En primer lugar, la historia está convenientemente narrada y bien escrita. Hace un buen trabajo a la hora de reflejar la inconsciencia de los asgardianos y la personalidad de Odín como líder sabio y juicioso pero capaz de cometer errores (antes de cambiar su ojo por el conocimiento, y… ¡mal, Alberto! ¡Mal! ¡Cíñete al comic!), aunque sus muestras de ira están bastante exageradas, tirando más a “Homer estrangulando a Bart” que a “Dios sabio y antiguo amonestando a quien le hace enfadar”. Alguien puede argumentar que hay personajes que no reciben caracterización alguna, pero es porque en las historias originales no se indagaba mucho en ellos, y más que personajes propiamente dichos eran símbolos y representaciones. Hubiese sido un poco pretencioso por parte de Fraction intentar darle una personalidad profunda y compleja a un personaje cuyo mero propósito historia es reflejar la dedicación y el trabajo femenino, o la alerta y vigilancia (muy bonita narración sobre las capacidades de Heimdall, por cierto).
Thor puede resultar un poco desagradable y otro tanto de capullo por cómo está representado aquí: es un tipo bastante hosco, casi egoísta, que parece librar sus cruzadas por su propia voluntad o por el simple deseo de combatir. La verdad es que es curioso y casi refrescante dejar de lado al Thor bonachón y bienintencionado y plasmar a un dios del trueno un poco más arisco, más antiheróico, más difícil de gustar. La caracterización de Loki sí puede dejar un poco que desear: Loki manipula y miente para sus propios propósitos, mientras que aquí parece que lo haga por una especie de compulsión. En vez del maestro del ardid de las historias originales, parece un pobre diablo que miente porque sí.
En cuanto a la amenaza principal, los gigantes de Hielo, son prácticamente un chiste. Si bien en los relatos también acababan derrotados, es un poco triste que caigan con semejante facilidad. Thor los despacha como si fuesen moscas, de modo que cuando aparece uno con los brazos en alto y bramando, pierde toda la emoción: sabes que Thor llegará y acabará con él en un santiamén. Por muy básico que resulte, parece ser que a muchos guionistas se les escapa el hecho de que para que una amenaza sea eso, una amenaza, tiene que suponer un peligro. Si no, se convierte en un incordio, o una molestia. En poca cosa.
El dibujo es bastante bueno a la hora de dibujar personajes y localizaciones, y encaja muy bien con el contenido tanto en la forma (secuenciación) como en el fondo (historia, ambientación). A veces exagera un poco para crear un golpe de efecto (ataques de Thor, arrebatos de ira de Odín) pero no restan mérito a un trabajo destacable. En general es una buena adaptación del material original. No es excepcional, pero es buena. Algunos elementos hacen que cojee un poco, pero en general consigue narrar con mucho oficio las aventuras de Thor.
Thunderbolts #11
Edición original: Thunderbolts: Breaking Point #01
Guión: Christos Gage
Dibujo: Brian Denham
Se marcha Ellis, y tanto la diversión descabellada como las burradas descienden considerablemente, y son sustituidas por una mala leche bastante más sutil y fina. El comic empieza con una pelea bastante innecesaria que, pese a su sencilla pero eficaz resolución, resulta superflua y hasta confusa. A continuación llega la miga: los odios internos dentro de los Thunderbolts dan pie a una serie de manipulaciones para deslegitimar y dañar la imagen pública de uno de sus miembros. Es una idea bastante sencilla y lógica teniendo en cuenta la alevosía que existe dentro de los Thunderbolts… pero es una idea que se estira mucho. Muchísimo.
Vale que sea el planteamiento central del arco, pero algo tan sencillo y básico no necesita tantísimo espacio para contarse. La mayor presencia no se traduce en una mejor narración, ni en un conocimiento más profundo de la trama, ni en un análisis más detallado de los personajes. Simplemente es estirar una idea que, pese a ser buena, no merece tanta dedicación.
La caracterización de los personajes es uno de los puntos fuerte de este número, y Gage intenta hace un muy buen trabajo a la hora de encontrar un término medio entre la asocialidad casi psicótica de Ellis y el exceso de buen rollo que llegó a haber en algunos de los números de Nicieza. Se odian entre ellos, pero eso no implica que se peguen por los pasillos. Son villanos reformados – o que, sencillamente, prefieren esto a ser perseguidos por los héroes – pero eso no significa que hayan perdido sus viejos hábitos, o que tengan un espíritu y fuerza de voluntad tan fuertes como los héroes. En cuanto a la caracterización individual, básica pero aceptable, se centra en dos o tres personajes, dejando totalmente de lado al resto (que sólo tienen una o dos líneas irrelevantes).
El principal problema de la miniserie es que el propósito de ésta es bastante pobre. La premisa es interesante y encaja muy bien en el contexto de los Thunderbolts, y su está llevada a cabo correctamente pero, francamente, ¿da para más de un número? Dependerá de las consecuencias que acarree, pero de momento resulta poco entretenida y previsible en todos los aspectos: previsible en qué va a hacer la protagonista, previsible en qué va a ocurrir a continuación. Ojala el próximo número tenga una gran sorpresa, algo más de contenido o un ritmo más emocionante – las tres patas de las que cojea éste – porque está muy por debajo de lo que puede hacer Gage.
El dibujo es un buen ejemplo de la puñetera manía en Marvel y DC de meter a dibujantes sobrios, serios y oscuros hasta en una sería sobre Capitán Color y sus Resplandecientes Aventuras. Con la excusa de que la mayor parte del comic son conversaciones tenemos la enésima galería de cabezas parlantes con un escaso grado de detalle, poca expresividad – y cuando lo intenta, queda mal – y un aspecto soso y aburrido. Falta dinamismo, falta energía, falta una buena narración, pero hay oscuridad y tonos negros para dar y tomar. Sinceramente, esta estética acaba hartando, y mucho.
Habréis caído en la cuenta de que no hay un comic recomendado esta semana, y es que ese puesto se disputa entre Thor y los Cuatro Fantásticos: ambos tienen aspectos positivos a los que merece la pena echar un vistazo, pero también algunos problemas. Thor es una buena historia bien narrada y entretenida, con un dibujo a la altura, pero parte de un guión que ya está escrito y no aporta nada nuevo; y los Cuatro Fantásticos ofrece ciencia ficción a gran escala y sub-tramas, pero tiene algunos errores y obviedades que chirrían bastante.
¡Y eso es todo por esta semana! La que viene las de Planeta, con una novedades destacada: la imprescindible Booster Gold. Y la tercera semana los tomos de Panini, con una más que disputada pelea por el título de «Recomendado de la semana«. Hércules, Cable/Masacre e Iniciativa. ¡Casi nada! ¿Quién se alzará victorioso? Lo desubriréis en su correspondiente entrega. ¡Nos leemos!
Y cual sería el ZN recomienda? Porque Thor y los 4 fantásticos tienen ambos 3 estrellas y media
ZN recomienda leer más DC.
😉
Bueno, lo recomiendo yo…
Vaya, me lo estás poniendo en bandeja para ahorrar para hacerme la SI…
>>> Y cual sería el ZN recomienda? Porque Thor y los 4 fantásticos tienen ambos 3 estrellas y media
Lo pone al final de la Batería. 🙂
Segio Dixit: «ZN recomienda leer más DC.
Bueno, lo recomiendo yo…»
Pero para eso igual Planeta tendría que cumplir fechas de entrega. ¿Veré algún día el JSA #11?
Para variar, no estoy de acuerdo en tu crítica hacia la serie del capi y justamente este número tenemos varias escenas que hacen avanzar la trama de una manera vertiginosa, como la final o el tema Clint. Por no hablar del principio.
Eso si, se pone mas interesante a partir del mes que viene, que duda cabe, pero estos números de implantación de Bucky como Capi son necesarios para el desarrollo mismo de la historia general.
Y voto por Thor como favorito.
Por cierto, ya estoy mejor. Machacado físicamente, pero mejor. A las doce o la una, el resumen de SI de ayer. 😉
Alberto leyendo tus artículos haces que se me quiten las ganas de ir a mi tienda de comics mas cercana esta semana, realmente son tan malos como parecen que son?
>>> Para variar, no estoy de acuerdo en tu crítica hacia la serie del capi y justamente este número tenemos varias escenas que hacen avanzar la trama de una manera vertiginosa, como la final o el tema Clint.
Sobre lo del final: en realidad Brubaker sólo «ejecuta» lo que ya presentó el número anterior. Apenas avanza: es como si en el número anterior viésemos a alguien empujando a otro por un barranco, y en éste lo viésemos rodando barranco abajo. ¿Ha pasado algo nuevo? Sí. ¿Ha avanzado la trama? Un poco. ¿Ha supuesto algún esfuerzo por parte del guionista, algo novedoso? No.
>>> Alberto leyendo tus artículos haces que se me quiten las ganas de ir a mi tienda de comics mas cercana esta semana, realmente son tan malos como parecen que son?
Hay algunos que sí, que son malos, como Nuevos Vengadores o Hulk. O cosas muy, muy malas como Poderosos Vengadores, que es de traca. Pero, como casi siempre, también hay cosas majas como Cuatro Fantásticos, Thor, o Capitán América – número aceptable, pero buena saga en general -. Siempre hay algo interesante que comprar.
No obstante, si queréis apuntar algo en la lista de compras, ahorrad para cuando salgan los tomos, que esa sí que va a ser una buena semana. 🙂
«En caso contrario, si compras una serie que lleva “Vengadores” en la portada para leer historias de los Vengadores… entonces ya no eres tan afortunado.»
Es que actualmente los Vengadores no son «los vengadores» asi que estos, dentro de la estela de guion de los nuevos vengadores, decir que te decepciona por decir que no es una historia de los vengadores es un poco iluso si se me permite alberto, porque al uso, es una historia de los nuevos vengadores perfectamente, que es lo que va yendo en 3 meses, lo mismo el capitan america, que la historia avanza poco? bueno, que es poco esfuerzo para el guionista? claro, el ya tiene sentada de base una historia que va desarrollando, desde luego los comics no pueden ser a lo loeb, una sucesion de PQC?! a cual mas irrisorio para que cada numero sea un huevo kinder con una sorpresa dentro.
«Si eres un aficionado a los comics, deberías alejarte de este ejemplar como de la peste. Pero si además eres aficionado al Dr. Muerte, deberías prender fuego a la tirada entera.»
Totalmente de acuerdo, Alberto. Te juro que cuando lo leí hace meses no me lo podía creer. Mira que hay mimbres para hacer una buena historia con Muerte, los Vengadores, viajes al pasado… ¿Y Bendis va y hace este bodrio? Es un claro ejemplo de: «Eh, lectores clásicos que tanto me criticáis por no tener ni idea de lo que es el Universo Marvel: no os podéis quejar, que he sacado al Doctor Muerte».
Los diálogos entre Iron Man y Muerte en esta mini saga son propios de tarados mentales (pego primero, ya hablaremos un día de estos) cuando se supone que son dos de los cerebros más brillantes del Universo Marvel. Es vergonzosa la desnaturalización de los personajes.
En lo que no estoy tan de acuerdo es en el dibujo de Roberto de la Torre en Iron Man. Para mí, una de las sorpresas más agradables de los últimos tiempos. Y sí, aunque la escena del juicio no se sostiene por ningún lado, estamos ante una de las mejores sagas del viejo Cabeza de Lata (¿sabrá Bendis a quién me refiero?) en años.
Un saludo a todos.
«¿Qué le faltaba para ser un villano estereotipo y ridículo, imposible de tomar en serio?»
Bueno, está aquel comecocos metálico del tamaño de Júpiter con el que pretendía, literalmente, comerse el mundo. O aquel enfrentamiento con Squirrel Girl. O…
Sergio, a día de hoy leer más DC es bastante complicado si solo sacan 2 ó 3 cosas al mes, llevamos desde el verano a dos velas y sin ninguna noticia, lo cual es peor ya que no dicen que sucede. Siempre se puede tirar de la edición americana, pero no todo el mundo puede.
Un saludo.
Nadie entiende mis chistes… 🙁
No se, yo soy fan de los vengadores clasicos, y sobre todo muerte, y no veo que sea todo tan desastre como mencionas. Que es flojillo, vale, pero esta entretenido.
Sí que te entedemos Sergio,
🙁
pero el cabreo y la fustración con Planeta no nos lo quita nadie…
🙁
Pues yo ni siquiera he llegado a encontrar el primero de los 4F de Millar. A ver si reponen porque si se deja pasar no va a haber manera ya.
Yo con la etapa de millar y hitch me esperaba algo mas,pero por ahora solo va por el número dos,sin embargo el numero nueve de thor es muy recomendable…ah y por si le interesa a alguien superman rojo es cojonudo he dicho