Después de una parada sabática, vuelve a la carga la Batería de Reseñas (¡manteniendo la numeración original, para que aprendan las editoriales!). Ha pasado tiempo, y en ese tiempo han salido varias cositas que merece la pena reseñar, ya sea por su calidad, por su falta de ella, o por algo interesante en su contenido. Esta semana estará dedicada a material de Panini que ha sido publicado en este periodo, y la que viene será el turno del material de Planeta. La tercera semana será turno de novedades, pero la lista de cómics que serán reseñados todavía está fraguándose: si alguien quiere echar una mano pidiendo en la sección de comentarios la reseña de alguna publicación en concreto, será un placer escribirla. Sin más demora, pasemos a reseñar «los tomos perdidos». Que disfrutéis.
Asombroso Spiderman Nº29
Edición original: Amazing Spider-Man #568-#570
Guión: Dan Slott
Dibujo: John Romita Jr.
Mi interés por Spiderman y sus aventuras desde Un Día Más ha sido… limitado. No sólo por el método extraordinariamente chapucero y cutre de situar al personaje en una posición que sólo le apetece al editor en vez de trabajar para llevarlo en una dirección interesante dentro de los acontecimientos post-Guerra Civil. Todo este tiempo ha contribuido que las historias planteadas no fuesen nada que no se hubiese visto ya. Todos los arcos han ofrecido los mismos clichés y argumentos sobados: desde la situación del protagonista a su interacción con el resto de personajes, desde sus encuentros con otros héroes a la forma de enfrentarse a los villanos. No es sólo que las historias se repitiesen (el lógico que, después de tantos años, las sensaciones de deja vu sean cada vez más frecuentes), sino que la ejecución de las mismas transmitía la sensación de que el personaje estaba con el piloto automático en dirección a ninguna parte. Sólo el arco argumental Paparazzi introdujo algunos conceptos nuevos y avanzó tímidamente en lo que podría ser un sub-argumento a largo plazo, además de ejecutar correctamente la aventura. El resto se ha tambaleado entre lo previsible y lo aceptablemente entretenido, sin atreverse a ir a más, sin arriesgar.
Con Nuevas Formas de Morir, la tónica general no parecía cambiar. El planteamiento, sencillo y básico, no parecía dejar espacio para muchas innovaciones; de modo que mis expectativas se limitaban a tener una historieta con acción, y divertida. Y después de leer esta primera parte, Slott vuelve a estar a la altura, aunque sin la brillantez de otros proyectos. Los recursos básicos y un poco sobados – Amenaza, el nuevo DB y su actitud hacia el mundo, los diálogos anodinos de los secundarios – vuelven a la carga, aunque con una intensidad y presencia rebajadas. A cambio, Slott prefiere centrarse en durante la primera mitad en presentar y desarrollar al personaje-eje de la historia y la segunda mitad en mezclar los elementos que ha dispuesto para este arco y… dejar que la naturaleza siga su curso.
La primera mitad es genuinamente interesante, tanto por la situación del personaje como por la dirección en la que se le va a llevar a partir de ahora. Es un concepto atractivo, novedoso dentro del panorama actual del hombre araña, y con suficiente potencial como para ser un secundario con presencia. Su motivación también es diferente, ya que coge el planteamiento básico del superhéroe de combatir el mal, lo retuerce y le añade unas gotas de dedicación que roza el fanatismo: está haciendo el bien, pero no puedes evitar cierta inquietud y nerviosismo mientras lo hace. La segunda mitad es algo más previsible, aunque la actitud del nuevo secundario le da un toque distinto. En cualquier caso, introduce un giro al final que cumple bien su función de mantener la atención en el próximo número.
Por otra parte, la caracterización juega un papel importante. No central, pero sí importante. Los Thunderbolts son unos personajes de cuidado, sobre todo en esta última encarnación, y hace falta mano para manejarlos adecuadamente sin caer en la excentricidad violenta y casi caricaturesca de Ellis o el “buenismo” y actitud superheroica de algunos números de Nicieza. Slott tira más hacia el lado “malvado” de la balanza, pero con una actitud más acorde a su posición de matones con licencia. Una medida mezcla de arrogancia, crueldad y deformadísimo sentido del deber. Eso sí, su papel esencial es el de villanos, así que no esperéis un papel más extenso o que profundice en el grupo. Están bien retratados, pero su función es más básica que la de una bisagra. En cuanto al resto de secundarios, trabaja bien sus personalidades, plantando en uno de ellos un posible desarrollo en una dirección nueva, y llevando a Peter a un nuevo destino: Primera Línea, el diario que siempre tiene la razón porque el mundo del periodismo es blanco y negro. Veremos cómo sale…
Es agradable tener de vuelta a John Romita Jr., aunque no es tan vistoso como en sus buenos números en la etapa de JMS. Domina los aspectos técnicos y la narración con mucha soltura (evita que las páginas dedicadas a Eddie Brock resulten aburridas o pesadas, y contribuye a un desarrollo ágil de la historia en general) y, demostrando que siempre se aprende algo con el tiempo, ha reducido el número de posturas forzadas. Sin embargo no es tan detallado o rico, y algunas viñetas podrían tener un aspecto mejor. No obstante, el resultado global es notable y muy adecuado para la serie.
Capitán Britania y el MI13 Nº01
Edición original: Captain Britania and the MI13 #01-#04
Guión: Paul Kornell
Dibujo: Leonard Kirk
Lo dije en su momento, con motivo de los resúmenes de Invasión Secreta durante su publicación en EEUU, pero nunca está de más repetirlo (las series buenas merecen que se les reconozca públicamente cuantas veces sea posible). Capitán Britania y el MI13 es una de las mejores series nuevas de Marvel, y una de las mejores series – si no la mejor – a la hora de aprovechar los elementos que brindaba la invasión Skrull y combinarlos con sus propias características. Mientras otras series han optado por perderse en hilar retrocontinuidad, narrar argumentos genéricos y deslegitimar a los Skrulls como un amenaza creíble, Capitán Britania y el MI13 ha hecho exactamente lo que había que hacer: introducir los Skrulls en la historia como una amenaza peligrosa y creíble, manteniendo las señas de identidad de la serie y escribiendo una aventura fascinante y adictiva.
En primer lugar, el grado de peligro es más real que la mayoría de series. Los Skrulls son retratados como una máquina de matar imperial ambiciosa, desalmada e implacable, como deberían ser todas las flotas enemigas en cualquier medio (ya sea literatura, cine, etc.). Se nota que tienen un plan claro, y que tienen los medios necesarios para barrer a todo aquel que se interponga en su consecución; en vez de dedicar las páginas a regodearse en cuantos años han pasado orquestándolo todo. Por si no fuese suficiente con esto, los Skrulls de esta serie están bien diferenciados del resto. Sigue habiendo Skrulls genéricos con poderes de distintos superhéroes Marvel, pero esta división tienen un objetivo distinto y particular, así como sus propias armas y estrategias. Se nota el esfuerzo de querer escribir una facción definida del ejército Skrull que encaje de forma natural con los protagonistas de la historia.
Hablando de los protagonistas, la caracterización también es excelente. En cuatro números, y con la acción desbordante ocupando un generoso porcentaje del tomo, los personajes tienen una personalidad clara e interesante. Juega muy bien con los elementos previos, retrata bien a los personajes, y los integra en la historia, ¿qué más se puede pedir? Que cada uno tenga un papel interesante, por ejemplo, objetivo que también cumple sobradamente.
La dirección de los acontecimientos también es un punto digno de mención. Prescinde de una presentación de la premisa como tal, asumiendo que el lector conoce perfectamente por qué Londres está siendo atacada por los Skrulls, para pasar directamente a los personajes y las bases de la historia. El ritmo es, desde las primeras páginas, frenético, y transmite con brillantez la tensión, la angustia y la lucha contrarreloj. Ya en el primer número sorprende con acontecimientos impresionantes, y esta tendencia se mantiene número a número: cada ejemplar ofrece un momento genuinamente impactante.
Pero no sólo se trata de número sueltos: la coherencia entre ellos y el papel de cada uno a la hora de narrar una trama mucho mayor está perfectamente trabajado. Así, engancha al lector con un primer número angustioso en el que reina la desesperanza, continúa con dos números centrales enérgicos, llenos de tensión, en el que se presenta una amenaza definitiva. Y por último, un número final explosivo y catárquico, con una conclusión a la altura de este gran evento de ciencia ficción y fantasía. Capitán Britania y el MI13 se lee de maravilla número a número, por la intriga que deja en las últimas viñetas y la elegancia con la que trabaja las sub-tramas, pero leído este arco en un tomo, el sabor de boca es inmejorable.
El dibujo va como anillo al dedo del guión. Es vistoso, es claro, y transmite muy bien la energía de todos los grandes momentos de este tomo. Puede achacársele cierta falta de detalle en algunas escenas, pero por todo lo demás es más que notable. En conjunto, Capitán Britania y el MI13 es una serie fantástica, entretenida, enérgica y sobresaliente a la hora de aprovechar la Invasión Secreta. Un trabajo profesional y concienzudo pero también pasional: de sus páginas se desprende un gran apego del guionista hacia los personajes, el escenario en el que trascurre la historia, la magia que recrea. Sobresaliente.
Increíble Hércules Nº02
Edición original: Incredible Hercules #116-#120
Guión: Greg Pak y Fred Van Lente
Dibujo: Rafa Sandoval
Increíble Hércules ha sido la otra gran serie en aprovechar la Invasión Secreta a dos niveles: beneficiándose ella de la situación que atraviesa el Universo Marvel (aprovecha para indagar en la fantasía y crear una saga épica) y proporcionándole a la Invasión Skrull una dimensión más, profunda e interesante, y que refuerza la peligrosidad de los villanos y su deseo de no dejar piedra sobre piedra en la Tierra. Todo ello ampliando los horizontes y la magnitud de la serie, manejando bien los personajes, avanzando y creando una historia coherente y fascinante en cada uno de sus números. Y además, con un dibujo que quita el aliento de una de las promesas más sólidas de Marvel. No hay ninguna razón para no echar un vistazo a esta pequeña joya: los personajes resultan accesibles y cercanos aunque no se conozcan (además de tener aspectos distintivos que los hacen únicos), la temática religiosa es aprovechada para crear una historia impresionante y funciona bien como relato de aventuras y como historia de superhéroes. ¿Qué mas se puede pedir?
La premisa no sólo es creíble y grandiosa, sino que encaja perfectamente dentro del marco de la Invasión Secreta, cubriendo un aspecto importarte de la misma ella solita. La orientación fanática del “él te quiere” refuerza la sensación de peligro y la magnitud de la amenaza, a la altura de los héroes embarcados en esta misión. Hablando de héroes, si leéis este tomo preparaos para leer sobre unos personajes atractivos cuya interacción pasa de lo notable a lo directamente sublime. El equilibrio entre humanidad y divinidad es excelente, de modo que en ningún momento resultan distantes o aburridos pero tampoco se alejan de su posición como seres más allá de lo humano. Hacen que los diálogos sean muy divertidos y cada uno tiene un papel determinante en la historia.
En cuanto a la aventura, está a la altura de un conflicto entre seres divinos. Los conceptos son adecuadamente grandes y majestuosos – con algunas licencias fantásticas o extravagantes que hacen que el contenido resulte refrescante, creando momentos pasmosos – y el desarrollo es intenso, con una estructura sólida y espacio para todo: diálogos, acción, aventura, etc. Ningún aspecto queda desatendido en este magnífico arco, que parte de una presentación potente hasta llegar a una conclusión dramática.
El dibujo de Sandvoal es perfecto para el contenido y más que notable bajo cualquier baremo. Su grado de detalle es muy elevado, así como su determinación a sacar lo mejor de cada escena y viñeta. Y gracias a las muchas situaciones que ofrece, puede dar rienda suelta a su imaginación y talento y recrear escenas impresionantes. Entrando en detalles, hace un Hércules expresivo e imponente, conduce bien las conversaciones y sus diseños de algunos personajes fantásticos está muy conseguido. Cuesta pensar en un dibujante más adecuado para este arco argumental, capaz de darle forma a todas las ideas y de potenciar una historia tan completa.
Masacre: Contra el Universo Marvel
Edición original: Cable & Deadpool #43-#50
Guión: Fabián Nicieza
Dibujo: Reilly Brown
Breve nota sobre el formato: es la primera serie que poseo publicada en tres tomos, cada uno diferente del otro. Pasando al contenido: ojala a este tomo, o a la serie en éste punto, sólo le faltase Cable. De verdad, sería genial que el comentario final, después de leerlo, fuese: “bueno, no hay ojos brillantes, pero todo lo demás sigue ahí”. Pero no es así, por desgracia. No os equivoquéis, sigue siendo una serie buena, y bastante divertida en muchos momentos, pero es una sombra del anterior recopilatorio, y el eslabón más débil de la colección en general. Empezando por el propio Masacre. Se le nota sólo, perdido, deambulando de un arco argumental a otro llevado por otros personajes y situaciones en vez de ser él el agente activo, el que propicia los acontecimientos. Los chistes se notan más desgastados – aunque la mayoría siguen estando a una distancia generosa de cualquier otro intento de humor en Marvel, ni que decir del nuevo Masacre de Way – y, simplemente, no resulta tan entretenido leer su andanzas.
El resto de elementos tampoco salen muy bien parados. La tasa de momentos cómicos por página disminuye, y si bien esto no es malo, sí lo es el hecho de que cuando aparecen, tienen menos gracia que antes. No sólo porque ya pueden sonar del anterior tomo, sino porque no son tan originales, chispeantes o divertidos. Los mejores, eso sí, suelen proceder de la gran adición de este tomo: Bob, agente de HIDRA, una incorporación inesperada y brutal de la que proceden la mayoría de momentos cómicos. Es un personaje que funciona bien como estereotipo tonto de sidekick acostumbrado a ser un peón y como crítica: si personajes como Bob pueden existir es porque hay una organización que durante décadas no ha sido más que una broma y una fábrica de esbirros aburridos a los que abofetear.
Por desgracia, el bueno de Bob no puede cargar con todo el peso él solo, y la serie hace aguas. Los argumentos resultan inanes y poco interesantes, impredecibles no por un uso acertado y sorprendente de los elementos, sino porque no parecen tener una dirección clara. ¿Explota en mayor profundidad elementos del Universo Marvel? No, sólo rasca la superficie y hace algunos chistes con ellos. ¿Profundiza en los personajes? No. ¿Introduce elementos nuevos de la serie? Algunos, pero no justifican que se construya un arco argumental en torno a ellos. ¿Favorece el humor y la frescura? Tampoco. El término “deambular”, del primer párrafo, es el que mejor definiría qué ha hecho la colección después de “Enema del estado”. Ir dando tumbos de un lado a otro mientras pierde cosas por el camino.
Pero después de abrirle la ceja a puñetazos, vamos a darle un poco de mercromina a la serie. Hay chistes, insisto, que se salvan e incluso brillan más al estar rodeados de otros más mediocres. La interacción entre los personajes es notable. El guión sigue siendo ágil y capaz incluso de motivar a leer más de una premisa plana y poco atractiva: el estilo de Nicieza, inconfundible, hace que los personajes se estén más que correctamente plasmados en los diálogos, y hace interesantes todo tipo de situaciones. Por hacer una comparación, es como si te llevasen de paseo por el desierto en un jeep bonito. El paisaje es monótono, no sabes muy bien a dónde te diriges y hay pocos elementos que te animen a seguir adelante, pero al menos los asientos son bastante cómodos y los CD’s de música son decentes.
El dibujo, sin ser malo, hace que se eche de menos a Zircher: es menos claro, menos atractivo visualmente, menos detallado, menos intenso… todos y cada uno de los aspectos del apartado gráfico resultan menos vistosos. Pero no sólo en comparación con el dibujo de la serie hasta ahora, sino comparándolo con la media: no tiene grandes errores, pero tampoco ninguna virtud destacable. Es adecuado para una serie cómica, pero poco más. Incluso los colores parecen en general más apagados y sosos, lo que refuerza la sensación de estar ante una versión pobre y desnatada de lo que ha sido la serie hasta ahora. Recomendé encarecidamente el tomo anterior – ¡y con razón, era genial! – pero lamento mucho no poder hacer lo mismo con éste. Simplemente, no vas a encontrar lo mismo, ni en la misma cantidad. Sólo para incondicionales de primera línea.
Y hasta llega la cosa. La semana que viene más, pero DC. ¡Nos vemos entonces!
A ver si me animo a leer la serie del Capitán Britania porque su guionista ha hecho un trabajo muy bueno en la limited de Wisdom. Ya podían haber recurrido a él para relanzar a Pantera Negra, o a Jason Aaron ya puestos.
¿Y que van a hacer con todos los numeros que van entre el tomo anterior y este?
Capitán Britania y la saga de la «Invasión sagrada» de Hércules es lo mejor que ha dado SI. No es que la competencia fuera demasiado alta, pero esas dos historias merecen todo el reconocimiento posible.
la serie de spiderman se animará un poco con la historia de Harry Osborn.
Es imposible que la serie de Spiderman se anime a estas alturas
Pues a mí tanto «Wisdom» como «MI13» me dejaron bastante frío. Le daré una oportunidad al siguiente tomo, pero es que tras lo que se leía por la red me esperaba bastante más.
Opino lo mismo que Animal Man.
Me acabo de pillar el nuevo numero de hercules y debo decir que es la crema es de lo mejor que he leido de hercules desde que Walter simmonson hizo aquella historia en un numero de thor enfrentando a los dos dioses. Tiene ese gusto a histora de cuentacuentos tan bien narrada y mejor dibujada , no se si el capitan britania sera tan bueno como decis pero lo que es cierto es que la serie de hercules es de lo mejor en mucho tiempo que he leido en la casa de las ideas espero que continue el buen nivel como hasta ahora