Batería de reseñas: semana 23-29 de julio

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Reseña de Darkness # 2, por Alberto Benavente

 

Edición original: The Darkness (v2) #4 a 6 (2005); Top Cow
Edición España: 2007; Norma Cómics.
Guión: Paul Jenkins
Dibujo: Dale Keown
Entintado:
Color: Mat Milla
Formato: Tomo prestigio 72 paginas.
Precio: 7,50€.

 

Hace tres semanas decía yo, a colación de la reseña de Darkness #1, que ese comic debería ser del agrado de los lectores que únicamente buscan acción a borbotones. Nada más.

Aquello pareció ofender a unos pocos y, sobretodo, causó cierta polémica porque se supone que los lectores habituales de esta serie buscan algo más que sangre, sudor, disparos y explosiones, amén de demonios del averno y una trama ( supuestamente) gangsteril ociosa.
Bien. Pues como decía entonces, igual me pillaba el segundo número, porque quizá me apeteciera no comerme la cabeza a la hora de leerme un comic. Darkness me sigue pareciendo, a día de hoy, una opción que describe exactamente eso. Que para disfrutarlo no hace falta mucho.

La cosa sigue chunga chunga en casa Joe. La mafia a la que había traicionado Jackie, se plantea ahora si no sería mejor dejarle volver, `puesto que cuando cometió su traición, tenía más que argumentos justificados. Justo cuando se plantea la posibilidad, aparece Paul, sacando un argumento de telenovela para tener al desgraciado de Jackie de su lado. Le chantajea con la hermana de su amada muerta. Una hermana, que todo sea dicho, nadie sabía que existía hasta ahora. Si quiere que ésta siga viva, Jackie debe rendir pleitesía a Paul y hacer que el resto de la mafia le acepte como nuevo Cappo.

Entre medio de todo ello, como podéis imaginar los mas iluminados, Jackie se ha dedicado a descuartizar, matar, mutilar, disparar, incendiar y explosionar un almacén con unos pobres diablos traficantes de drogas. Esto, señoras y señores mías/os, es Darkness. Quien quiera ver otra cosa, se equivoca.

Dale Keown sigue en su línea de no aprender de sus errores y darnos unas viñetas sin control, un tanto abruptas, splah pages a tutiplén y poco más. Bien es cierto que hay momentos donde utiliza una (falsa) técnica de acuarela para contarnos ciertas partes de la historia o que su línea fina es lo bastante efectiva como para que, repito, disfrutemos sin más. Jenkins sigue por los derroteros habituales en estos casos. Se desentiende de todo lo anterior (sí, he hecho los deberes, oigan) e intenta ir a otro lado. A ver si pesca.

Si alguno tiene dudas al respecto, resumo. Si tienes el primero, pilla este segundo tomo. Sigue igual y en algunos aspectos es aún más cafre. Mas “molón”. “Mola mil” que decía mi colega.

A los que no se agenciaron el primero, este segundo completa (de alguna manera) el anterior, y si lo que te gusta son las pelis de acción, frases lapidarias y situaciones límite (que rozan el paroxismo del culebrón al más puro estilo Soprano), prueba. Igual, con el verano, las picadas de mosquitos tigre, y las terrazas de los bares escupiendo guiris borrachos, descubres que Estacado y sus demonios te pueden dar algunas ideas…..

Enlaces a reseñas anteriormente publicadas en Zona Negativa:

Darkness #1

Reseña de Capitán America # 20, por Toni Boix

 

Guión: Ed Brubaker
Dibujo: Steve Epting
Color: Frank D’Armata
Panini – 24 pags – 1,95 €.

 

Tan solo para que pudiera desdecirme de mis palabras del mes pasado, Ed Brubaker y Steve Epting han realizado un gran trabajo con el número 20 del Capitán América. Una excelente caracterización, intriga, emoción y cuatro mamporros bien dados nos llevan hasta el final de este cuadernillo en un suspiro.

Reconozco que, para mí, lo mejor han sido las conversaciones entre el Capi, Sharon y Spitfire y el retrato que se hace de Bucky Barnes y de la extraña relación establecida entre Alexander Lukin y Cráneo Rojo. También el final, por supuesto, del todo inesperado e impresionante, a lo que contribuye el acertado trabajo de Epting y D’Armata en este número, sólo un tanto fallido en algunas de las escenas de acción. Conste que digo eso valorando que el trabajo gráfico de esta pareja es excelente por lo general a lo largo de todo este episodio y, si en algún momento muestra sus nimias carencias, es en las ocasiones en las que su estilo fotográfico resta dinamismo al retrato de los acontecimientos.

Lo peor, como es norma en los comic-books de hoy en día, la poca “chicha” que ofrecen 24 páginas. Algo que en Planeta se ha compensado con entregas de 48 páginas de una sola serie, pero para lo que aún no creo que hayan encontrado una solución satisfactoria en Panini.

Reseña de Capitán América 19.

Reseña de Capitán América 10.

Reseña de Las Luces del Amalou 3. El Pueblo Torcido, por Toni Boix

 

Guión: Christophe Gibelin
Dibujo: Claire Wendling
Norma – 48 pags Color – 13 €.

 

Debo reconocer que esta tercera entrega de Las Luces del Amalou me ha decepcionado un tanto.

Si ya comentaba en mi anterior reseña de esta serie que los cambios introducidos de su primera entrega a la segunda hacían chirriar algo el desarrollo argumental, a la altura de este tercera parte casi me atrevería a manifestar que Gibelin y Wendling presentan ciertas carencias como narradores, a pesar de las indudables buenas ideas del primero y de los excelentes dibujos de la segunda.

Los giros argumentales que van produciéndose siempre parecen demasiado improvisados. O aunque no lo sean, raramente los acontecimientos precedentes dan razón de lo que a continuación sucede, hasta el punto de rozar lo contradictorio en algunos momentos. La conducta de Theo en sus primeras apariciones poco tiene que ver con la condición que se le atribuye en esta tercera entrega. Y al igual que con Theo, pasa lo mismo con personajes como Orane o Andrea. Sólo el pobre Elwood guarda una cierta integridad a lo largo de la serie.

Para colmar el vaso, tampoco en este tercer número progresa demasiado la trama, siendo de transición todo lo que se nos cuenta, cuando no simplemente anecdótico.

El interés de los elementos argumentales sembrados en el segundo número y los soberbios dibujos de Wendling a partir de esa misma entrega justifican que nos mantengamos a la espera de los próximos números de esta cabecera (quedan dos), pero mucho tendrán que mejorar las cosas en cuanto a desarrollo narrativo para que la valoración final de la historia sea positiva.

Reseña del primer y segundo números.

Reseña de La Patrulla-X #19, por David Fernández

 

Guión: Ed Brubaker
Dibujo: Billy Tan
Correspondencia USA:
Uncanny X-Men #
Panini cómics -48 págs- 2,90 €

 

Por fin, tras el prometedor preludio que representó la miniserie X-Men: Génesis Mortal, Ed Brubaker comienza su andadura como guionista de la principal colección mutante. Y lo hace a lo grande: con una arco argumental de tintes cósmicos titulado Ascensión y caída del Imperio Shi’ar, que contará ni más ni menos que con doce entregas. Por fortuna, para su edición española Panini Cómics ha optado por recuperar el formato de 48 páginas, lo cual, con toda probabilidad, favorecerá considerablemente la lectura de una saga tan ambiciosa como extensa.

El punto de partida, como se puede desprender de las líneas precedentes, deriva de la miniserie anteriormente citada, donde Brubaker sentó las bases de la enésima revolución de la franquicia mutante mediante el análisis con efectos retroactivos del rescate de la Isla de Krakoa. Como bien es sabido por todos aquellos que han leído X-Men: Génesis Mortal, el status quo de la familia mutante ha variado considerablemente, relegando a Charles Xavier a un segundo plano del que saldrá precisamente en estas páginas. Con la intención de evitar que Vulcano consume sus ansias de venganza, el otrora admirado fundador de La Patrulla-X decide formar un nuevo equipo, integrado por Rondador Nocturno, Kaos, Polaris, Chica Maravillosa (Rachel Summers) y un recuperado Sendero de Guerra, quien ante la ausencia de Lobezno, parece destinado a desempeñar el papel que habitualmente interpreta el mutante canadiense. Una variopinta selección de hombres-x, cada uno con un cometido y unas motivaciones que en su disparidad parecen garantizar la idoneidad para afrontar la peligrosa misión comandada por el Profesor Xavier.

Para esta nueva andadura, el artista seleccionado por los responsables de Marvel Comics (o, según se comenta, por el propio guionista) ha sido Billy Tan, quien pese a evidenciar una mejoría tan radical como meritoria respecto a trabajos anteriores, termina por mostrarse demasiado irregular, alternando páginas en las que saca todo el partido posible a su peculiar estilo, con otras donde precisamente saca a relucir todos sus defectos.

En definitiva, un interesante inicio para esta nueva etapa de La Patrulla-X, una etapa que, teniendo en cuenta el talento de su guionista, debería reconciliar a los aficionados mutantes con una colección que en los últimos años les ha proporcionado más decepciones que alegrías. Sea como fuere, tal vez un arco argumental de doce entregas no se antoja como la opción más razonable para comenzar la andadura de Brubaker, aunque como reza el dicho, “el tiempo es ese juez implacable que da y quita razones”. Así, dentro de cinco meses, todos los lectores de La Partulla-X tendremos argumentos suficientes como para motivar nuestra sentencia.

Reseña de X-Men #19, por David Fernández

 

Guión: Mike Carey
Dibujo: Chris Bachalo
Correspondencia USA:
X-Men #
Panini cómics -48 págs- 2,90

 

Coincidiendo con el relanzamiento de La Patrulla-X, los responsables de Marvel Comics consideraron oportuno hacer lo propio con X-Men, su «hermana menor». Para ello decidieron depositar su confianza en Mike Carey, quien venía de firmar una excelente etapa en Hellblazer, colección protagonizada por uno de los más emblemáticos personajes de la línea Vertigo de DC Comics: John Constantine. A priori, la elección del guionista británico se antojaba un tanto extraña, pues en su currículum no destaca precisamente la presencia de cómics de género superheróico. Sin embargo, con el trabajo que ha realizado desde su desembarco en La Casa de las Ideas (Ultimate Fantastic Four y X-Men) está demostrando su versatilidad como guionista.

El elegido para dar vida y forma a las historias ideadas por Carey no fue otro que Chris Bachalo, quien ostenta una experiencia considerable dentro de la franquicia mutante (Generación-X, Patrulla-X, X-Men). Desde sus inicios como profesional dentro de la industria del cómic, el dibujante canadiense puso de manifiesto una incesante búsqueda del estilo propio, pudiendo apreciarse claramente cómo su trazo primerizo, elegante y más convencional (Shade, The Changing, Muerte: El Alto Coste de la vida) se convirtió de forma progresiva en otro mucho más recargado, atípico y original, donde las extrañas composiciones de página no dejaban lugar a los espacios en blanco. Pese a que quien escribe estas líneas es un admirador incondicional incluso del Bachalo más radical (Steampunk) lo cierto es que se agradece la simplificación puesta de manifiesto en sus últimos trabajos, como los X-Men que hoy comentamos, donde este inconfundible dibujante renuncia a algunas de sus señas de identidad en beneficio de una narración más fluida, sin que por ello estilo resulte menos atractivo.

Supernovas, primer arco argumental de esta nueva etapa, se centra en la formación de una “unidad de respuesta rápida” dentro de los X-Men destinada a afrontar las misiones más arriesgadas e inaplazables. La responsabilidad de crear y liderar este nuevo equipo recaerá en Pícara, por ser considerada por Cíclope como la persona más indicada para ocupar este puesto, debido a la “improvisación inspirada” de la que hace gala en las misiones. De este modo, la poderosa mutante seleccionará al Hombre de Hielo, Bala de Cañón y Mística, entre otras sorpresas. Su primera misión: investigar unos extraños sucesos acontecidos en la ciudad de Nogales (México) cuyos responsables parecen ser unos extraños personajes (Sangre, Fuego, Serafina, Perro, Serafina y Aguja) que, además de reclamar su posición como tercera especie superior a los humanos y mutantes, parecen especialmente interesados en dar caza a un reaparecido Dientes de Sable.

Un curioso punto de partida que, a la espera de comprobar cómo se desarrollará argumentalmente, parece garantizar el interés de la nueva andadura de la segunda colección en importancia, de entre las protagonizadas por los Hijos del Átomo.

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Juanjo
Juanjo
28 julio, 2007 12:20

Ya era hora que los mutantes tuvieran un buen argumento y sinceramente Brubaker es sensacional y la etapa de Carey promete un montón. A ver cuanto dura esta calidad que a veces dan ganas de vomitar con según que arcos, yo personalmente casi muero con la etapa de Milligan, joder que porquería. Yo lo de Apocalipsis sigo sin entenderlo.

el niño Tor
28 julio, 2007 14:45

lo de apocalipsis es facil de entender, Juanjo: algun villano muy malo les metio LSD a los mutantes (o fue al guionista?) en el suministro de agua, y tuvieron un mal viaje….

Juanjo
Juanjo
28 julio, 2007 15:46

Sinceramente creo que Milligan odia a Apocalipsis porque vaya mierda de saga, y lo de gámbito es ya para mear y no echar gota, LSD es poco tío creo que también alguien se ha metido algo «fumao». Es que sinceramente cuando un guionista entra en una serie no se lee la historia de aquel maligno que desea sacar?