Batgirl: Año Uno

 

Edición original: Batgirl: Year One núms. 1-9, Batgirl/Robin Year One (extras).
Edición nacional/ España: ECC Cómics.
Guión: Chuck Dixon y Scott Beatty.
Dibujo: Marcos Martín.
Entintado: Álvaro López.
Color: Javier Rodríguez.
Formato: Cartoné.
Precio: 23,00 €.

 

“Tengo que encontrar otro camino. Predecir mi propio futuro. Uno que sea sólo mío” Bárbara Gordon

En la mitología griega, Casandra consiguió el don de la clarividencia gracias a que el Dios Apolo se lo otorgó con la condición de que tuviese un encuentro carnal con él. Sin embargo, la sacerdotisa rompió el pacto. Como consecuencia de esto, el hijo de Zeus y Leto, sintiéndose rechazado, maldijo a Casandra manteniendo su don, pero asegurándola que nadie creería en sus profecías. Por otra parte, los oráculos griegos eran las respuestas dadas por los dioses a preguntas relacionadas con el futuro. Además, la figura humana que funcionaba como intermediaria de la respuesta también era denominada con dicho término.

Futuro, destino o irreversibilidad son conceptos que se repiten una y otra vez en la obra que hoy nos ocupa. Publicada originalmente entre febrero y octubre del año 2003, Batgirl: Año Uno, supuso la secuela temática que el tándem formado por Chuck Dixon y Scott Beatty crearon tras Robin: Año Uno (publicada entre octubre de 2000 y enero de 2001). De esta forma, podemos afirmar que Batgirl: Año Uno es hermana pequeña del cómic que abordaba los inicios del Chico Maravilla, pero no por ello es una obra menor. En su particular empeño por mostrarnos la génesis de cada personaje que forma la Batfamilia, esta pareja de guionistas volvió a colaborar para gestar Nightwing: Año Uno, que se publicó íntegramente en el 2005.

Cuando hablamos de Chuck Dixon rápidamente lo relacionamos con el hombre murciélago. El próximo mes de abril, el veterano autor nacido en Filadelfia cumplirá 65 primaveras. Pese a comenzar su carrera a mediados de los ochenta con obras como Evangeline o Airboy, Dixon se consagró en la década de los noventa gracias a ser uno de los responsables de Batman: La caída del caballero oscuro. Por su parte, Scott Beatty nació en 1959 y a lo largo de su carrera destacan sus trabajos en enciclopedias dedicadas al universo DC demostrando el vasto conocimiento que tiene sobre el mismo. Como resultado de la cooperación entre ambos, Batgirl: Año Uno es un producto fresco que aborda la particular metamorfosis de Bárbara Gordon para convertirse en una nueva superheroína gothamita. El desarrollo de su absoluta protagonista, que nos narrará su historia en primera persona, es fantástico y el cómic sirve como excusa perfecta para echar la vista atrás y reiniciar al personaje. Batgirl: Año Uno es la carta de presentación que todo sujeto periférico quisiera tener.

Sin lugar a duda, la satisfacción que nos genera este cómic no habría sido posible de no ser por su extraordinaria labor artística. La experiencia acumulada por Marcos Martín en Robin: Año Uno, obra en la que el dibujante catalán se fogueó siendo Javier Pulido capitán general de la misma, vino de perlas a su nuevo trabajo. Colores vivos y mucha luminosidad acompañan a un personaje que se aleja de los traumas de Bruce Wayne para transmitir alegría y vitalidad. Estilo pop art con sabor ibérico puesto que tanto del color como del entintado se encargaron dos grandes talentos de nuestro país como son Javi Rodríguez y Álvaro López. Martín, al que dedicamos una más que merecida jornada en nuestra web, sigue trabajando en el mercado americano donde ha combinado sus esfuerzos tanto en La Casa de las Ideas y DC como en Panel Syndicate, la editorial creada por el propio artista barcelonés y Brian K. Vaughan para publicar obras digitales. De aquí han salido perlas como Barrier o The Private Eye, en las que Martín demuestra que no deja de crecer en un sentido laboral de la palabra.

Batgirl: Año Uno está compuesto por nueve números cuya narrativa es tremendamente juguetona. Traspasando a los lectores los poderes del adivino, algunos de sus capítulos arrancan con un flashforward para que sepamos cual es el destino final que está por venir. Desde el comienzo del cómic se nos muestra a una Bárbara Gordon que tiene claro lo que quiere conseguir. A pesar de graduarse en la universidad siendo muy joven, esta chica prodigio ansía seguir los pasos de su padre y convertirse en policía. Sin embargo, pronto encontrará diversos obstáculos que parecen privarle de su sueño. Ni James Gordon primero ni el FBI y la Sociedad de la Justicia de América después ven apta a la menuda jovencita.

Todo cambiará la noche en que se celebra la Mascarada Millonaria, una fiesta de disfraces en la que se encuentra la flor y nata de la ciudad. Un villano de tercera categoría como El Hombre Polilla tratará de secuestrar a Bruce Wayne bajo la atenta mirada de Bárbara quien, vestida de mujer murciélago para provocar a su padre, entrará en acción e impedirá el rapto. A pesar de que su primer enemigo logra escapar, antes de hacerlo bautizará a la pelirroja como Batgirl. Ni que decir tiene que esta primera aparición estelar de la nueva justiciera llamará la atención tanto de Batman como de, sobre todo, Robin. La relación entre Barbs y el botitas de duende es uno de los puntos fuertes de la historia mientras que la figura del caballero oscuro pasará a un segundísimo segundo plano.

Sin entrar en profundos destripes para no fastidiar la experiencia a aquellos que no se hayan acercado aún a esta gran obra, comentar que en el apartado de personajes secundarios destacaremos a dos. En el lado aliado, Canario Negro formará dupla con Batgirl casi que de manera casual y vivirán juntas varias de las mejores viñetas de acción del cómic, persecución con moto incluída, y se atisba una relación que se sabe duradera. En el bando enemigo, las dificultades aumentarán varios enteros en el momento que entre en escena Luciérnaga, un pirómano con tendencias psicópatas que se hará socio del ridículo Hombre Polilla. Además, coqueteando de nuevo con el devenir de los acontecimientos, la silueta del Joker aparecerá para recordarnos que sea cual sea el futuro de la hija de James Gordon, no le tiene ningún miedo.

En cuanto a las ediciones publicadas por ECC en España, actualmente tenéis a la venta dos versiones de esta. La edición normal, cuenta con 232 páginas y cuesta 23 € mientras que, si optáis por la edición de la Colección Novelas Gráficas DC Cómics de Salvat, por unos pírricos 12,99 € tendréis un auténtico chollazo que cuenta como extra el número 38 de Detective Comics publicado en 1940 para un total de 224 páginas. Como siempre, aquí ya entrarían en juego valoraciones subjetivas acerca de la belleza de las tapas o el dibujo de las solapas.

En definitiva, Batgirl: Año Uno se presenta como una magnífica oportunidad para descubrir a este personaje. Una historia de origen plasmada a la perfección en la que entenderemos, desde un primer momento, las motivaciones de Barbara Gordon. El departamento artístico, con Marcos Martín a la cabeza, realiza un trabajo sobresaliente gracias al trazo sencillo utilizado para conseguir una estética sesentera llena de luz y color. Parafraseando a Haruki Murakami “El destino se lleva siempre su parte y no se retira hasta obtener lo que le corresponde”. El destino de Batgirl: Año Uno era acabar en nuestras estanterías para poder volver a disfrutar de ella tantas veces como predijera nuestro oráculo.