Guión: Paul Pope
Dibujo: Paul Pope
Edición España: ECC Ediciones / DeBolsillo (2014)
Contiene: Batman: Year 100 Nº 1-4 USA (DC Comics, 2006)
Formato: Tomo rústica de 200 páginas
Precio: 14,95€
La pesadilla que has tenido y has olvidado.»
En muchas ocasiones el éxito de un autor determinado no sólo depende de su talento, su imaginación o técnica, no solamente al menos, sino también, o sobre todo, por esa impredecible e innata capacidad para hacernos conectar con él. En el cómic, como en cualquier trabajo con grandes posibilidades artísticas asociadas, no hay una ecuación mágica ni una fórmula para convertir la tinta en oro y poder saber de primera mano si un guionista o dibujante tendrá un impacto u otro en el medio. En el mundo de la historieta abundan los artesanos, algunos de contrastada calidad, pero un peldaño por debajo de esos nombres que son capaces de superar la categoría, rompiendo el equilibrio entre mainstream y obra independiente, para imponer su personalidad por igual en obras propias o en narraciones relacionadas con historias y personajes con décadas de antigüedad. Este podría ser el caso de artistas como el británico Sean Phillips, el español David Rubín, el escocés Frank Quitely o, nuestro protagonista de hoy, el guionista y dibujante estadounidense Paul Pope. Este autor ha desarrollado en los últimos años un estilo personal muy marcado en el que la forma, su trazo antiestético y de corte feísta, acaba engullendo todo lo demás para provocar en nosotros una sorprendente e irresistible atracción.
De esta manera, el dibujo de Paul Pope parece la solución alquímica resultante de la fusión de influencias imposibles e irreconciliables: la intensidad y elegancia del primigenio Jack Kirby, la fuerza de la narrativa manga y la sugerente delicadeza del cómic europeo. Esto tiene una sencilla explicación si repasamos su biografía, en ella descubriremos como empezó su carrera en Japón con la publicación de Supertrouble en la editorial Kōdansha y como tuvo por mentor al mismísimo Moebius con quien colaboró en el magazine Buzz Buzz. En el año 2006, mismo año de la salida al mercado de Batman: Año 100, Paul Pope sería reconocido con un premio Eisner a la Mejor Historia Corta por su relato Teenaged Sidekick incluido en la antología Solo de DC Comics a la que también han contribuido autores como Tim Sale, Richard Corben, Mike Allred o Sergio Aragonés. Este éxito se prolongaría con la distopía batmaníaca de Paul Pope con la que conquistaría nuevamente los premios Eisner en la categoría de Mejor Serie Limitada y Mejor Autor. Ha sido esta la obra que ha supuesto un antes y un después en la carrera de este artista que en los últimos años ha trabajado en cabeceras como El Llanero Solitario y Hora de Aventuras y ha desarrollado para First Second títulos como Battling Boy y The Rise of Aurora West.
En Batman: Año 100 tenemos un cómic que se asienta levemente en la tradición de la ciencia ficción distópica y el género negro funcionando como homenaje prematuro al centenario del personaje creado en 1939 por Bill Finger y Bob Kane en Detective Comics #27. Por ello la acción se sitúa en el año 2039, fecha en la que Batman cumplirá esos cien años de edad del título, en una Gotham City corrupta y sometida a un estado policial totalitario, alusivo al que George Orwell describiría en su novela 1984 o al visionado por Alan Moore y David Lloyd en V de Vendetta. En este contexto se produce el asesinato de un agente federal y el principal sospechoso resulta ser una anacronía, una figura del pasado inexplicablemente olvidada, un justiciero y antiguo héroe de la ciudad que el Capitán Gordon, nieto del Comisario Gordon, recuerda bajo el nombre de Batman. Las preguntas se amontonan y Paul Pope nos adentra, sin prisas pero sin pausa, en una trama articulada mediante el misterio, la intriga y la acción que acaba siendo algo plana y tacaña en sus resoluciones, posiblemente por intentar mimetizar la austeridad y sobriedad de su orwelliano referente principal. Más interesantes resultan sus guiños y su discreto sentido de la metatextualidad en su pequeño recorrido por la historia y el vigor del mito del Caballero Oscuro.
«Mi Batman no es totalmente ciencia ficción, es un superhéroe muy físico: sangra, suda, come», explica Paul Pope al hablar de su interpretación del personaje, «Él es alguien que nace en un estado policial global; alguien con el cuerpo de David Beckham, el cerebro de Tesla, y la riqueza de Howard Hughes… pretendiendo ser Nosferatu». De hecho, a nivel gráfico, este Batman parece una extraña fusión del apócrifo vampiro inspirado por el Drácula de Bram Stoker, recuperando de esta manera esa conexión perdida con la criatura de la que hablamos recientemente entorno al Batman & Drácula de Doug Moench y Kelley Jones, y la fuerza y carácter de las primeras historias de este superhéroe en una versión revisionada de las mismas que habría podido firmar Frank Miller. Debido a todo esto resulta algo decepcionante el desarrollo de Batman: Año 100 cuya prometedora premisa rompe nuestras expectativas a las primeras de cambio a través de una historia que no indaga ni profundiza en ningún momento en el interesante universo que construye a su alrededor ni parece saber mover a sus personajes de una manera efectiva dejándolos simplemente a la deriva dentro de un relato caracterizado por diálogos en su mayoría vacíos y extravagancias innecesarias -esa dentadura postiza- capaces de descolocarnos.
Hay que reconocer que Paul Pope maneja muy bien el ritmo, domina a la perfección la narrativa de la viñeta y define muy bien los tiempos, engatusa con su atípico trazo al espectador y lo introduce de manera fácil y directa en la intriga de la historia. Pero, a la hora de la verdad, todas estas virtudes se quedan en un segundo plano, no brillan como deberían porque la propuesta acaba siendo excesivamente ligera, conservadora y poco arriesgada para lo prometido. En realidad Batman: Año 100 no es una mal cómic, ni mucho menos, su lectura es ante todo fluida y entretenida, pero su aportación a la mitología del personaje se queda en un sencillo ejercicio estilístico con mucha personalidad pero sin fondo, con un bagaje que otros autores anteriormente han tanteado y han sabido conducir por caminos más interesantes. No es cuestión de pedirle a Paul Pope, del que siempre esperamos más, que revolucione el medio con una obra capaz de codearse con los grandes clásicos. No podemos pedirle un Batman: Año Uno o El Regreso del Caballero Oscuro, trabajos de Frank Miller de los que Batman: Año 100 hereda su interés por el género negro y la fábula distópica respectivamente, pero cuesta no lamentarse al ver en ella una bala perdida, bien orientada y con fuerza pero incapaz finalmente de lograr perforar la diana.
Review Overview
Argumento y guión - 5
Dibujo - 7
Interés - 6
6
Valoración Global
Historia en la que Paul Pope derrocha personalidad en el apartado gráfico pero se muestra racano en el guión resultando en un relato de ciencia ficción distópico referencial a la historia del Caballero Oscuro que promete ser más de lo que finalmente logra demostrar.
La historia la veo más un marco, un ambiente en la que Pope desarrolla pura aventura de acción, no le veo necesidad de detallarnos todo el nuevo universo que nos muestra. Y visualmente, en la línea de Pope, todo muy ‘vivo’, así que yo encantado con la propuesta, que veo de las mejores del personaje en muchos años.
La última edición por parte de DeBolsillo, horrible por la reducción de tamaño, y ya no por el tema visual del dibujo, que se sobreentiende, también por la tipografía que se hace hasta difícil de leer.
Un imprescindible.
Joder… vaya crítica a una de las mejores historias de Batman. A veces, hay que tomarse las cosas de forma más positiva. Batman es un caso curioso dentro del cómic. Todo un icono gracias a las películas, con años y años de historias nefastas. Solo son verdadera historia del cómic los Batman de Miller, de Jeph Loeb, La Broma Asesina, el Año 100… , y son historias muy recientes. Por supuesto, la excelsa etapa de Morrison hizo espabilar a DC y Scott Snyder está dejando a este personaje donde se merece. Lo que quiero decir con esto, es que aunque todo sea muy subjetivo, el mejor Batman quizá se ha visto en Batman The Animated Series. A veces, como con los Ultimates de Millar o los Vengatas de Bendis, salen haters por todos lados (especialmente en foros interneteros), cayendo en rappel hacia el suelo de la nave, pero hay una gran mayoría de matones silenciosos esperando en la nave a esa minoría de haters/trollers/ignorers. Bendis, Millar, Morrison, Pope o Allred tienen una gran legión de seguidores, y un 10% de esos seguidores es solo para criticarlos, y son los más ruidosos. Ahí están currículums y reconocimientos por parte de todo el sector del noveno arte (prensa, premios y compañeros) para que puedan poner las pelotas sobre la mesa tranquilamente.
Bueno, a mí me parece bien que al Sr Pardo no le guste esta obrita de Pope. Si hay gente por el mundo que afirma que no le gustan, no sé, Borges, Kurosawa, Spielberg, Kubrick, Picasso o Dickens, por supuesto que no te puede gustar Paul Pope y más si lo defiendes con argumentos.
Aunque creo que merecería más nota, sobre todo por la sobresaliente parte gráfica, no tengo inconveniente en reconocer que el Pope-dibujante suele estar por encima del Pope-guionista. Me parece que su obra más equilibrada, la mejor, por lo menos de las que he leído, es 100%, la que hizo para Vertigo, que para mí roza el obramaestrón.
A mi Pope es un tipo que me encanta. Este mes he hecho un doble combo con este año 100 y además el de Aurora. Una pena lo de los formatos ( el de Aurora no es que sea de bolsillo, es que es una miniatura). Hay que admitir que es un autor muy personal. JH cita a Allred y creo que son casos similares, o los odias o los a amas. En esas nos encontramos los aficionados, polarizacion total
Una historia de Batman que se disfruta mucho y desde luego no la veo de 5 en argumento y guión, mención aparte la edición de DeBolsillo que no me gusta nada por la reducción, recomendaría la de planeta que por lo menos respeta su tamaño original.
Muy interesante la reflexión de JH. Está claro que la imagen icónica de Batman que hoy en día se encuentra en el inconsciente colectivo es relativamente reciente dentro de la historia del personaje, pero le ha sentado tan bien que llegó para quedarse. Batman ofrece a los autores la oportunidad de redescubrir al personaje continuamente, porque es capaz de encajar y adaptarse a casi cualquier situación, ya lo demostró Morrison.
Al margen de que la imagen de es muy posible que el mejor Batman fuera el de TAS, que además sirvió para poner en orden todo el universo de secundarios y villanos más allá de la propia serie, sí que hay ciertas etapas en los cómics que se han nutrido de esa escenario que sentaron Miller, Moore y Loeb, como por ejemplo la etapa de Tierra de Nadie antes de Morrison y de Snyder.
A mi me gusto mucho,no solo por la parte grafica,me parece que juega muy bien por ejemplo con la forma de que batman este de vuelta (sugiriendolo y dandote pistas pero nunca dandote una explicacion extensa,no sabes quien esta detras de la mascara y solo una frase corta te saca de dudas) y que sea un batman sin recursos,ver como en el batcinturon tiene tornillos alicates,etc,vamos lo que cualquiera podria adquirir en una tienda de bricolaje y no sus bat-trastos super modernos. De acuerdo que tiene sus fallos ( no me trago el personaje del nieto de gordon,aporta poco o nada a la historia y que ademas sea un clon del autentico no ayuda a darle personalidad) pero me parece muy resulton y con una historia que atrapa.
Como guionista a mí también me parece flojo, pero los Universos que crea, como en Battling Boy o este Año 100, compensan todo. Además, ese dibujo tan dinámico y natural, tan realista pero tan de cómic, me sigue impresionando en cada cómic que hace.
Seguramente uno de los tebeos (de Batman) más entretenidos de los últimos tiempos (y sí, aunque no al nivel de 100% o Heavy Liquid)
Lo de Aurora West creo que no es reducción respecto al original, de alguna foto que he visto en internet, creo que también tiene el tamaño de un tomo B5, creo que es, de manga. Por cierto el dibujo no es de David Rubin, ¿en este caso?
Tebeos orgánicos, masticables, adrenalíticos; pocos autores: Shirow, Allred, Peeters… transmiten tanto y de una manera tan directa, alcanzando un nivel de comunión con el lector como Pope, quizás el único autor actual al que seguir a ciegas en todo lo que lleve su nombre.
A mí (sin matarme tampoco) no me disgusta la forma de dibujar de Pope. También es verdad que no es que haya leído muchos tebeos de este hombre.
Y en cuanto a este Batman: Año 100… Bueno; digamos que… non me gustou un carallo.
Pero nada de nada, oye.
Pues yo estoy de acuerdo con la reseña, y además el trazo de Pope no me gusta. No le niego su talento como dibujante, simplemente no es para mi. E ideológicamente no comulgo con su ultraliberalismo, que es parecido al del Frank Miller pre ida de olla, pero defendido con mucha menos gracia y potencia narrativa, en mi opinión. En fin, que si el guión no es pa tanto, el dibujo no me mola y el mensaje me repele… Pues eso, que me parece muy ajustada la nota, llamadme troll.
Creo que me gustó el tebeo cuando lo leí. Salía un Batman feo con los dientes torcidos y botas de cordones al que perseguían unos perros malos. Creo que jadeaba todo el tiempo, le habría dado flato o algo. Es todo lo que recuerdo.
Sin entrar (por ahora) a opinar a fondo sobre el cómic en sí y sobre ésta opinión, si que me gustaría dar un toque de atención al autor de la reseña por no echarle un vistazo a otras reseñas de otros cómics publicadas en esta misma web. La idea de dar una puntuación es poder comparar. Dicho esto, ¿es intención de Jordi decirnos que este tebeo es peor que, por ejemplo, un recopilatorio de rellenos llamado Maldad Eterna o que un Superman-Wonder Woman nº2?
Y ahora entrando en materia:
Sé que va en gustos, pero yo agradecía muchísimo la intención de Pope en este cómic, que he incluido en lo mejor de lo publicado sobre Batman, por debajo de lo de Miller, lo de Moore y otros, pero bastante arriba.
Los lectores acostumbrados al tebeo de superheroes (y esto no es despectivo) pueden encontrar que no se profundiza en la historia, que no se define del todo el universo en el que se ubica la historia o incluso que el dibujo es «feista», pero la verdad es que esto es cómic en mayúscula y no la sucesión de ilustraciones y splashpages que se suele ver en las estanterías de DC, Marvel y compañía.
En un tebeo corto (que lo es), Pope crea un Batman distinto, un Robin distinto y un Jim Gordon distinto, todo ello sin necesidad de sacar un Joker o un Pingüino. Y aunque la historia se ubica en un universo alternativo (como cualquier buen tebeo de DC que se precie), bien podría haber sido el enfoque original.
Ah, y yo no veo el mensaje ultraliberal tan claro como en Miller), aquí el control del estado es bastante más sutil que tener a un Superman.
Macho, voy a tener que releerlo o comprar una neurona nueva.
Exactamente… ¿qué tiene de especial (u original) ese futuro que plantea Pope en este tebeo?
Primero gracias por los comentarios 😉
«[…] si que me gustaría dar un toque de atención al autor de la reseña por no echarle un vistazo a otras reseñas de otros cómics publicadas en esta misma web. «
Con todos los respetos y no me malentiendas, Ianu, pero no sé porque tendría que hacer tal cosa -que lo hago pero por otros motivos- para dar mi opinión sobre este cómic. Mis compañeros son personas autónomas e independientes de mi persona, con sus propios criterios y gustos que pueden coincidir o no con los míos. Yo cuando valoro una obra lo intento hacer en función de lo que me propone y si cumple a mi juicio con las expectativas, no en función de la comparación con la calidad de otras obras que pueda publicar la misma u otra editorial. La idea de la puntuación no es comparar, es una expresión gráfica de lo que el redactor cuenta en su reseña y sin relación con otras visiones que se puedan encontrar en la web. Mismo en esta entrada encontraréis un link a otra reseña más positiva de la obra realizada por Alberto Morán hace un tiempo por si queréis leer una segunda opinión. La dejo también por aquí. Pero lo dicho, no tendría mucho sentido que si un compañero le pone cierta nota a un cómic yo tenga que modificar la mía para que vaya a juego con el criterio suyo.
Dicho esto, por si no ha quedado claro en mi reseña, Batman Año 100 no me parece un mal cómic, pero creo que su fuerza reside en su apartado gráfico y el guión me parece en comparación bastante flojo. Pero es mi perspectiva, la culpa de conectar o no es mía y nadie más tiene que verse afectada por ella, yo soy muy aficionado a la ciencia ficción distópica, he leído muchas obras con planteamientos similares y creo esto puede haber influido para que en mi caso no haya visto en este cómic de Paul Pope ese extra capaz de conquistarme. Y, en cualquier caso, me parece un cómic entretenido, pero no una obra maestra ni sobre el personaje ni el género. Me parece una interpretación muy válida de Batman, nunca le negaré eso porque creo que es un punto fuerte del mismo pero… Y no será porque este acostumbrado al cómic de superhéroes actual porque lo tengo bastante abandonado por otro tipo de propuestas.
Gracias por la aclaración, Jordi. Entendía que existía una coherencia entre las puntuaciones que les dabais a los cómics en las distintas reseñas. No me malinterpretes, tu opinión me parece muy fundamentada y, por lo tanto, la respeto pese a que pueda o no compartirla. Lo que me parecía extraño es la puntuación, pero ya que me dices que éstas no guardan relación entre sí, que son únicamente reflejo de la reseña en sí, sin contextualizar más que con los gustos del autor de la misma, la acepto.
Lo del cómic de superhéroes lo digo (de nuevo, no quiero que resulte despectivo), porque, realmente éste tebeo no sigue, ni en ritmo ni en muchos otros aspectos, el estándar de ese tipo de material (y no lo digo por las publicaciones recientes, que tampoco sigo, sino en general).
-Tenemos una historia que se nos presenta ya empezada, lo cuál es común en otros géneros (como el negro).
-Hay un personaje que es protagonista, pero totalmente desconocido. Aquí Pope juega a que usemos lo que sabemos de Batman, pero sin fiarnos de que nos vaya a servir.
-En el desarrollo no se nos termina de explicar quién es Batman ni de dónde sale, lo que nos deja con la miel en los labios.
-Tiene un final anticlimático (y esto puede ser falta de pericia del autor o a propósito).
Por otro lado, concuerdo contigo en que el fuerte de Pope es la ambientación y los detalles.
– «Este autor ha desarrollado en los últimos años un estilo personal muy marcado en el que la forma, su trazo antiestético y de corte feísta, acaba engullendo todo lo demás para provocar en nosotros una sorprendente e irresistible atracción.
De esta manera, el dibujo de Paul Pope parece la solución alquímica resultante de la fusión de influencias imposibles e irreconciliables: la intensidad y elegancia del primigenio Jack Kirby, la fuerza de la narrativa manga y la sugerente delicadeza del cómic europeo»
Sobre el primer punto, estoy de acuerdo. A mi me atrajo de una forma sorprendente por lo que había leído sobre la obra en cuestión, en nuestra ZN y en otros puntos de internete. Y cuando, en la tienda, abrí el tomo y vi ese corte feísta, como lo la llama usted, Mr.Pardo, la atracción se convirtió en, no diré repulsión,
pero si rechazo hacia ese tipo de arte.
Respecto a las influencias, puedo entender lo del Rey Kirby; De la fuerza de la narrativa manga no puedo hablar o, mejor dicho, hablaría mal por que no me gusta nada de nada el manga. Y les aseguro que lo he intentado, que conste. Quizás esa fue una de las razones de que este Batman de Pope me tirara para atrás.
Y respecto a la sugerente delicadeza del cómic europeo, no le diré yo que no, Mr.Pardo, que para eso está usted aquí en ZN reseñando de forma magistral comics y entiende más que yo del tema, como debe ser,
pero ¿que quiere que le diga?
Yo, la delicadeza en el trazo es que no se la vi por ningún lado, oiga usted. Que la tiene, seguro que si, no le diré yo lo contrario, exactamente igual que tantos y tantos comics a los que no me he vuelto acercar por que me han repelido desde el principio, lo mismo que este Batman que, sumado al tema del guión por lo que pude leer en la tienda y he confirmado con su reseña, creo que he dejado bastante claro, no es para mi.
A mi es que esas bocas y esos piños en primer plano no me parecieron nada delicados, la verdad.
Feístas, eso si. Llameme delicado
😉
Rockeros Saludos
Que cabrón el Samano! Que mal me quiere, coño!
«Lo del cómic de superhéroes lo digo (de nuevo, no quiero que resulte despectivo), porque, realmente éste tebeo no sigue, ni en ritmo ni en muchos otros aspectos, el estándar de ese tipo de material (y no lo digo por las publicaciones recientes, que tampoco sigo, sino en general).»
Nada de malinterpretaciones, Ianu 😉 Estoy totalmente de acuerdo en esto que comentas y los detalles que desgranas sobre las diferencias de la propuesta de Paul Pope con el cómic de superhéroes prototípico. Desde luego, eso es lo que me llamó en su momento para acercarme a este cómic, la intención se agradece, lo que pasa es que en mi opinión aparte de eso a la historia le faltan dientes para acabar de morder. El final, ciertamente, me parece muy anticlimático, por la trama y el misterio que viene desarrollando a lo largo de todo el relato y que hacen que sepa a poco.
«[…] la atracción se convirtió en, no diré repulsión, pero si rechazo hacia ese tipo de arte.»
En ese sentido creo que esa es la particularidad de Paul Pope, un dibujo que tiene la capacidad tanto de repelernos como atraernos y sin ser capaces a veces de reconocer si más una cosa u otra.
«Y respecto a la sugerente delicadeza del cómic europeo, no le diré yo que no, Mr.Pardo, que para eso está usted aquí en ZN reseñando de forma magistral comics y entiende más que yo del tema, como debe ser, pero ¿que quiere que le diga? Yo, la delicadeza en el trazo es que no se la vi por ningún lado, oiga usted.»
De esto no entiendo más que nadie, TheBaldRocker, seguramente en la mayoría de casos incluso sabré menos. Soy otro aficionado más dando sus impresiones sobre un cómic 😉 Uy, esto ha quedado un poco Nothing Hill, ¿no? xD
Lo mismo la palabra «delicadeza» choca al relacionarla con Paul Pope, sobre todo en un cómic con un Batman con esa dentadura, pero a mí sí me parece ver ese trazo cercano al cómic europeo o, al menos, estoy casi seguro que su autor lo tiene en mente o interiorizado en sus trabajos. Lo que sí es cierto es que la influencia manga me parece más visible.
«Que cabrón el Samano! Que mal me quiere, coño!»
Hágale caso al señor Samano que de esto sabe mucho y todo lo que recomiendo es caviar para el paladar.
Jordi T. Pardo
20 noviembre, 2014 de 18:38
– «Hágale caso al señor Samano que de esto sabe mucho y todo lo que recomiendo es caviar para el paladar»
Ay, amigo Jordi, que ahí te ha traicionado el subconsciente 😉
Pero que yo se lo agradezco a los dos, de verdad, pero que, vamos, es que el manga va a ser que no es lo mio.
Y me las piro, que aun me convenceréis…
Que noooo, que es broma!
😉
Rockeros Saludos
De lo mejorcito de Batman en la década pasada, y, como siempre en un Elseworld (bueno, el batman de Morrison también es casi un elseworld)
Retranqueiro, lo original (para mí) no es el futuro que se describe, que es muy similar al planteado en muchos otros medios (tiene un algo de de 1984, de V de Vendetta, de Minority Report…), sino el tono de lo que describe y, sobre todo, el personaje, con la ambigüedad que se plantea:
Podría inferirse que Batman no es una sola persona, sino -como ocurre, por ejemplo con The Phanthom- su manto pasa de una generación a la siguiente, aunque en ningún caso te lo deja claro
.
Lo que me gusta es cómo plantea Pope el asunto del funcionamiento del héroe y su identidad secreta. En ningún momento nos dicen quién está detrás de la máscara, ni importa. Éste Batman no tiene Bat-cueva , sino un piso franco, y necesita de una red de colaboradores, como si se tratase de un espía, un agente secreto o un terrorista. También me gusta, en el campo del diseño del personaje, cómo plantea Pope que debe ser Batman. Se trata, junto con el de Año 1, del Batman más creíble y menos icónico: sangra, jadea, suda, está despeinado cuando se saca la máscara y tiene un uniforme que bien podría ser real (se nota el esfuerzo de Pope en este campo).
Creo q merece más nota. Pero suele pasar q los tebeos cojos de guión se valoran menos que los cojos de dibujo. Un tebeo que se editarà y editará.
Y que me compraré algún día cuando los editores dejen de hacer experimentos con gaseosa.
(En serio que me pregunto que pensarán cuando posan sus pezuñitas en estas aberraciones, entornando los ojos para imbuirse en letras y dibujos tan densos)
A mi la historia me atrapó, a pesar de la extensión se lee de un tirón gracias a lo dinámico del dibujo (que si bien a primera hojeada no me gustó, terminó ganándome plenamente, en especial los planos de la ciudad). La única pega es el final «anti climático» como dijo alguien por ahí, pues deja tantos cabos sueltos que baja un poco mi valoración final de la obra, pero que el viaje entretuvo, entretuvo. Le daría al menos 4 stars
A mi el cómic me gusto mucho y o es de lo más diferente y entretenido de batman que he leído en tiempo.Si es verdad que la história es algo liosa pero sí considero majistral el dibujo. De hecho pocos dibujantes logran ese dinamismo narrativo . Como ya se ha dicho por aqui tambien creo que merece más nota ese apartado. Vamos, que tampoco hay que buscarle tres pies al gato ni desmerecer su obra porque no esté a la altura de las obras maestras de batman, que por cierto tampoco hay tantas.