La Harley Quinn de Caballero Blanco en solitario
«Ahora soy madre. Necesito ser mejor para ellos.»
Batman: Caballero Blanco de Sean Murphy ha cosechado un innegable éxito, un universo alternativo aplaudido por público y crítica mayoritariamente. Apoyado en el excelente dibujo, en un ritmo trepidante donde suceden hechos importantes para la vida del murciélago a cada momento o en la inteligente reimaginación del cosmos del caballero oscuro que realiza su autor, tanto Caballero Blanco como la Maldición del Caballero Blanco son lecturas muy recomendables. Fruto del prestigio ganado, llega un spin-off a la serie principal, protagonizada por uno de los personajes clave de la obra, Harley Quinn.
Murphy había escrito y dibujado todos los cómics de su universo, a excepción del especial de Von Frío, con arte de Klaus Jansen, mítico del mundo del cómic, amigo y mentor de Murphy. El especial se sitúa entre el capítulo 6 y 7 de La Maldición del Caballero Blanco, añadiendo trasfondo al “villano” mostrando sus primeros años en la Alemania nazi, tema del que ambos autores han hablado largo y tendido como comenta el propio Murphy. También se liga a Victor con la infancia de Bruce. Un número que complementa la serie principal con humanidad, alejándose de la frenética sucesión de acontecimientos del título principal. Esta serie de Harley Quinn se asemeja en el ritmo y en la escala de lo que se quiere contar, pero amplia el final de la Maldición del Caballero Blanco dejando un vistazo al futuro y a los personajes del Murphyverso.
Katana Collins publicó su primera novela en 2012, Soul Stripper, autora de género romántico en todas sus vertientes, cuenta con más de quince libros publicados. Este acercamiento a Harley Quinn es su primera incursión en el mundo del cómic. Murphy tiene la confianza de que su pareja escriba su universo. El matrimonio habrá hablado largo y tendido sobre Caballero Blanco y Collins habrá sido testigo de todo el proceso creativo y de la concepción del cómic original, allá por el año 2017. Ambos han ideado esta historia encargándose Collins de escribirla. Todo un lujo para el autor poder ceder el testigo a alguien tan apegado a su trabajo. La guionista entiende a Harley, tiene un buen concepto del ritmo, escribe acertadamente los diálogos y caracteriza correctamente cada personaje del libro. El texto tiene una mayor dificultad en conseguir despertar interés por una trama que comienza de forma estimulante pero que vira rápidamente hacia lugares comunes. Sin alardes, convierte este cómic en una entretenida y grata lectura.
Caballero Blanco siempre ha exhibido una enorme atención a los detalles, hasta un nivel enfermizo. El artista elegido debía mantener estas características y asemejar los personajes a las versiones de Murphy, en la medida de lo posible. No se podía haber elegido a nadie mejor. Matteo Scalera es un dibujante italiano con una larga carrera dentro del cómic americano. En Marvel ha trabajado en Hulk o los Vengadores. En DC se ha prodigado menos y se le ha podido ver esporádicamente en Batman. Dentro de la escena indie, destaca su trabajo en Ciencia Oscura junto a Rick Remender con un resultado sobresaliente. El guionista es un viejo conocido de Murphy, también han colaborado juntos en Tokio Ghost, y es que al autor de Clase Letal tiene un gusto exquisito para elegir a sus compañeros de trabajo. Scalera tiene una muy buena narrativa, una elegante composición de página y posee un trazo similar al de Murphy, resultando el artista idóneo para esta secuela. El dibujante no solo logra que sus personajes se parezcan a los del autor principal sino que también se equipara al excelso nivel de detalle de las obras pretéritas, logrando el ambiente correcto al universo. Cuenta con el color del reputado Dave Stewart, sustituto del no menos importante Matt Hollingsworth, colorista habitual de Murphy. La conjunción Scalera/Stewart da un aspecto más pictórico que el del dúo original, pero tremendamente coherente con los capítulos anteriores. La diferencia en el arte le viene bien al personaje dotando de personalidad propia un cómic que pretende corresponderse con el resto de la saga, pero único gracias al desempeño de sus autores. Murphy y Hollingsworth, colaboran en el spin-off encargándose de las portadas. Los “titulares” del universo, se relajan en esta entrega y otorgan cubiertas muy similares entre sí.
Murphy es conocido por su increíble y detallado dibujo. Punk Rock Jesus y Caballero Blanco le descubren como escritor y este spin-off de Harley Quinn le destapa como un gran “editor” capaz de encontrar la guionista adecuada y el dibujante más indicado para su universo.
Este cómic sucede tras los acontecimientos de los dos primeros libros, no es una lectura independiente, se instala en lo contado anteriormente y se referencia constantemente. Dos años después del final de La Maldición del Caballero Blanco, Harleen tiene una vida muy distinta en Gotham ahora que es madre de dos hijos. La maternidad es representada de forma desmitificada, honesta y nada idealizada, pero también resulta poco explorada, sin ánimo de indagar más allá de la presentación, quedándose corto un acercamiento que parecía aspirar a una profundidad mayor en los primeros capítulos.
La crianza de gemelos no es el principal problema de Harley que pronto empieza a trabajar con la policía para tratar de capturar a un nuevo asesino que parece ser un imitador del Joker. La inteligente rubia demostrará ingenio, fuerza y también, buen corazón, en una trama llena de recuerdos de la expsiquiatra. Buenos momentos del cómic donde ver sus primeros encuentros con Jack Napier, con el Joker o con Batman, definiendo con acierto la relación con cada uno de ellos. También es interesante el vistazo que deja de los distintos personajes, como el de Bruce en su nueva situación, entre otros.
Los villanos, atractivos en un principio, no trasmiten el carisma necesario conforme avanza la historia haciendo que esta pierda fuerza e interés. Cuentan con una presentación sugestiva con reminiscencias del cine en blanco y negro que no concreta del todo sus virtudes. El spin-off se distancia de los cómics principales de este particular universo en el ritmo, mucho más pausado con Harleen de protagonista, y en la trascendencia de lo contado, que nadie espere sucesos impactantes y definitivos para el Murphyverso como ocurría en los anteriores volúmenes. Este tebeo es una aventura de Harley Quinn, casi de presentación, que cuenta con la particularidad de ser madre. Por esta circunstancia y porque el personaje es muy distinto al del universo canónico de DC, no es el tebeo de rubia loca al que estás acostumbrado.
Un cómic que define bien a sus personajes con una trama que no da todo lo que se espera de ella, resultando finalmente, y como poco, entretenida, explorando esta versión de Harley Quinn de forma acertada mientras expande el universo de Caballero Blanco. Fabulosamente dibujado por Scalera, el arte es muy recomendable.
Lo mejor
• Matteo Scalera.
Lo peor
• Los villanos.
Guion - 7
Dibujo - 9
Interés - 6.5
7.5
Buen spin-off
Un cómic que tiene su mayor virtud en el dibujo con un guion sugestivo en un inicio que vira hacia la acción más convencional, resultando entretenido y una buena adicción al Murphyverso.
A mi me gusto mas que las dos historias de Murphy, porque se centra en lo que a mi juicio son los mejores elementos de las mismas (Harley, el GCPD) y quedan mas apartados los peores (Batman, Joker). Se deja de lado el impacto para centrarse en una historia detectivesca, interesante en sus primeros 3-4 numeros, mas convencional en los dos ultimos. Sirve para que los personajes puedan respirar un poco, y se desarrolle un poco caracterizacion y relaciones. Los antagonistas si que quedan muy descafeinados. Scalera hace un buen trabajo aunque puede no ser del gusto de todos. Como handicap pondria que esta muy relacionado con lo anterior, acercarte de primeras puede resultar en falta de contexto y spoilers. Esto para los vieja escuela puede no ser un problema, pero para lectores post-forum/zinco…