Las calles del infierno
Un trabajo del dúo creativo Paul Dini-Dustin Nguyen requiere atención, habida cuenta de los resultados notables que han producido en el pasado sus historias del murciélago. En esta ocasión, la perspectiva resulta interesante por dos hechos fundamentales en su premisa. En primer lugar, tenemos a otro Batman (Dick Grayson en esta ocasión). En segundo, el título y argumento nos remiten a una visión distinta en lo que respecta al argumento, centrándose en el elemento callejero de una ciudad infame, negra y violenta capaz de crear monstruos en la práctica totalidad de su trazado. Vamos a hablar de Gotham.
En cuanto a los arcos, comenzamos con una historia descafeinada, centrada en Silencio. Con él, Dini pretende hablar de la huella que ha dejado la muerte de Bruce Wayne en la ciudad, así como potenciar el lado destructivo de su villano. Con gran oficio, no obstante, sabe situar otras piezas en el conjunto de los capítulos, presentando elementos que van a acompañar la etapa en su primera mitad y que resultan más interesantes (la desaparición de niños, específicamente). La trama crece con los pequeños detalles y personajes, con mayor cohesión para la historia. Zsasz está, por ejemplo, francamente terrorífico, no tanto por la violencia demostrada sino por la que no, la oculta y que se puede imaginar o intuir. Aprovecha la concepción de los monstruos para traer a otros nuevos, incidiendo en el elemento destructivo de la ciudad y en una idea tan simple como elemental: la delincuencia de Gotham fomenta pillaje y delincuencia de otra índole, de traje y corbata; a la sombra del delito de sangre pero con las manos igualmente manchadas.
El dibujo de Dustin Nguyen, por su parte, convence a la hora de trasladar la historia al papel, en compañía del color de John Kalisz que, sin grandes estridencias, colabora en la creación de la atmosfera principal de la serie, distinguiéndose con el tono elegido la multiplicidad de escenarios, sobre todo a la hora de sentar una línea delimitadora entre la clase alta gothamita y los ambientes pobres y oscuros que sientan la mayor parte de la acción. Especialmente, resulta interesante el diseño para Batman por el que optar Nguyen. A través de distintas técnicas que se repiten a lo largo de las páginas, se esfuerza por ocultar el rostro del héroe, despersonalizándolo de cierta manera y dándole un aire místico que encaja muy bien. El protagonista no ha de ser él, recordemos, sino las propias calles, y ese trabajo se realiza desde el dibujo en primer lugar.
Tenemos un interludio, en los números cinco y seis, con otro guionista, Chris Yost, con temática similar a la que venía siendo dada por el propio Dini. El efecto de Gotham y su violencia en un sacerdote, puesto en una situación comprometida. Se trata de un breve arco, Leviatán, correcto y entretenido aunque ciertamente también pueda ser definido como anodino y sin mucha emoción.
Con el regreso de Dini, la colección acelera y da un paso adelante en el cómputo global. Hay decisiones acertadas en el guion (por ejemplo, pasar a un ambiente festivo y navideño como contexto) en sintonía con un dibujo que se siente menos encorsetado que en el tramo anterior. Se sigue capturando el espíritu de la implacabilidad de Gotham con nuevos y viejos personajes, recurriendo a un segundo plano para continuar desarrollando lo que se convertirá en el Corte final y el desenlace para la trama principal que se gesta a lo largo de los once números.
La caracterización de Robin y Batman, más secundarios que en otras cabeceras, funciona mejor en los últimos números, precisamente cuando su papel se reduce en mayor beneficio de la galería de secundarios. Resulta atractiva la simbiosis que tienen con la ciudad y la criminalidad, así como la definición del lugar que ocupan en el caos general.
Se trata de una colección que, por lo expuesto, transita por lugares correctos, como solo un guionista del poder y conocimiento de Paul Dini puede elaborar, sobre todo cuando cuenta con un dibujante como Nguyen que conoce y entiende las necesidades de la historia. No obstante, se echa en falta cierto atrevimiento o ventura en su desarrollo. Es una historia que no arriesga en casi ningún momento, no se aleja de una línea central normal de un argumento de Batman. Se crean personajes para reproducir conductas, pero no hay reflexión concreta o crítica real a la estructura de Gotham. A pesar de que funcione todo a un nivel aceptable, no tenemos nada que escape de lo rutinario.
Por ello, en conclusión, tenemos un tomo repleto de momentos entretenidos, con diálogos afilados, con mayor o menor acierto pero adecuados y correctos. Con un dibujo atractivo que permite que la historia principal no decaiga en ningún momento. Estamos ante un trabajo correcto que, sin sorprender, cumple con su función principal.
Lo mejor
• La galería de secundarios.
• Las historias al margen de la principal por parte de Paul Dini.
Lo peor
• No se arriesga en ningún momento.
Es una etapa interesante pero no un inprescindible.
Primer apunte: Dini plantea una gran historia rio que empieza en Detective y acaba aqui. Para apreciarla bien habria que empezar por su principio.
Segundo apunte:el que se espere encontrar algo que evique rl espiritu de Batman TAS se va a llevar un buen golpe. Dini plantea una historia cada vez mas grim and gritty,con unos niveles de truculencia pocas veces visto. Sobre todo cuando comenzo su tandem con Nguyen. Seria interesante saber si Nguyen influyo en el tono de Dini o Dini (o el editor) eligio a Nguyen para eso. A mi mientras lo iba leyendo me sorprendia el cambio de registro cada vez mas agresivo. Años despues, al leer la novela grafica de Dini contando lo suyo lo entendi mejor.
Sobre los riesgos… Bueno,es de las pocas personas que hizo algo con Zsasz, Jabe Doe o Silencio en unas historias duras, siguio la tendencia dwsmitificadora de las figuras de thomas y Martha Wayne, le dio un origen a Joker… Algo hizo! Pero en esa epoca las riendas las tenia Morrison, era el Tomasi de Snyder!
Como ultima curiosidad. En la epoca, a medida que crecia el rechaxo eb redes a Morrison se reivindicaba a Dini como el buen Batman,despues ya se puso el foco en Snyder en sus inicios. Ahora la etapa Morrison cada vez es mas valorada,y la de Dini cada vez es mas secundaria. O es impresion mia?
Y otra pregunta… Los complementos de Manhunter de Andreyko de esta etapa siguen ineditos en España,no?de los de Question y Ragman ya ni pregunto…
Saludos!
Interesante punto de vista sobre la etapa de Dini, yo sigo sosteniendo que fue excelente lo que hizo con el Caballero Oscuro, y lo que es más importante le da un enfoque totalmente diferente a lo desarrollado en Batman TAS y eso es todavía mejor; toma otro camino y emplea a gran cantidad de personajes y los aborda con gran destreza.
Tal vez la única cuestión negativa es que no durara más en la colección.
En cuanto a la etapa de Morrison en Batman tuvo sus altibajos y tropiezos, pero sigo sosteniendo que a partir de Batman Inc se fue al diablo y perdio la brújula, por más que muchos sostengan que ahí empezó a subri la calidad para mi fue todo lo contrario.