Una ópera sobre Gotham
Detective Comics posiblemente sea la colección más interesante sobre Batman en la actualidad y de las mejores sobre la continuidad DC, con permiso de Superman o la de Jon Kent.
Ram V y Steffano Raffaelle le han sabido dar un toque y un tono muy particular a la colección del murciélago. El clima es muy importante en esta serie con tonos operísticos y una oscuridad y densidad gráfica importante. La sensación de colección adulta y seria conecta con la era dorada del personaje (los ochenta) y el momento en que se le dio una pátina de madurez que ya desde entonces ha formado parte intrínseca de Batman.
En este tercer tomo de la etapa Ram V profundiza en alguno de sus aspectos más destacados. La imagen, la oscuridad, la grandilocuencia y la densidad narrativa. La trama avanza lentamente recreándose en las relaciones de la familia Orgham hasta la apoteosis final (que no veremos en este tomo) en la que van a desembocar todas líneas argumentales. Tal cual está organizado todo como una ópera, en un crecendo constante hasta el número final (e igual de largo).
Sin embargo, parece que Ram afloja un poco y se deja llevar por vericuetos más convencionales, por lo que la historia es menos espesa y efectista quizás porque estamos llegando al final y Ram debe empezar a cerrar líneas y tramas.
La acción superheroica emerge para simplificar argumentos y acelerar dejando atrás cierta autocomplacencia en la que este macro-arco argumental (un arco de arcos, más bien) parecía que se pudiera embarrar.
Ram ha establecido una serie de andamios, subterfugios y efectos que han embellecido una trama algo estática (lenta) pero no podemos estar siempre contemplando la artificiosidad del invento y el guionista se despoja de las alharacas para entrar al trapo en los secretos de la familia Orgham, la aparción de los Arzem y la pelea (inacabable y bastante turra) entre Batman y Arzen, cuando parece que está todo el pescado vendido… no… vuelta atrás algo exasperante.
Raffaelle está estelar, destacando como uno de los dibujantes más solventes del cómic de superhéroes actual. Bello, sugerente, elegante, denso, oscuro… su estilo tiene cuajo, grosor y textura. Queremos destacar los homenajes a Sergio Toppi, leyenda del cómic italiano. Guiños nada forzados.
En el apartado gráfico hay cierto baile de dibujantes, con colaboraciones de Reis y Pansica que intentan mantener un mismo tono (sobre todo gracias al color) pero que empañan un poco el resultado final.
La colección se divide en dos series que tienen cierta relación. La parte “complementaria” la escriben Spurrier y Dan Watters. Spurrier acaba, un poco abruptamente (y con el piloto automático) la historia de Mr Freeze y Watters nos explica la forja del psicopático príncipe Arzen. Esta línea no carga con el peso de la colección y eso se agradece porque se mete por vericuetos más experimentales, profundiza más en los personajes y da más más grueso y empaque al hallazgo de Ram, el criminal y sangriento Arzen.
Por otro lado, el aspecto débil de esta subsección es el apartado gráfico, no porque los autores no sean solventes. A día de hoy la calidad artística es algo abrumador, sino por la variedad y el consabido baile de dibujantes inevitable para las grandes editoriales que parecen más preocupadas en cumplir su planning que en ofrecer un producto atractivo y, sobre todo, coherente. Raffaelle dibuja la parte de Watters y a pesar de hacer un trabajo excelente, choca la falta de contraste con la historia principal como sí estaba pasando en los números anteriores.
Detective en general ha sido el complemento de la serie principal de Batman. El lugar donde se han hecho experimentos y probaturas, donde los autores han tenido más margen para innovar. Eso nos ha dado grandes momentos y etapas. Ésta parecía que iba a ir en esa línea pero a medida que pasan los números y más se alarga el chicle, más se le ven las costuras a la trama de Ram V, más artificioso y vacío parece el contenido pero sobre todo a impresión que da es de que no hacía falta tanto viaje. El guionista corre el riesgo de dejar seca la colección y necesita dotar a la historia, que tan lentamente despliega, de una serie de golpes de efecto para animar la cosa, zarandear al murciélago y no tomarse tan en serio. Llevamos casi un año en este arco y no parece que sean necesarias tantas vueltas.
Sin embargo, se trata de un cómic disfrutable, denso, entretenido y bellamente dibujado con el que uno se puede entretener paladeando cada página.
Es triste ver como la grandilocuencia y el “orgullo” que exhibe Ram V con su guion puede torcerse por el sempiterno baile de ilustradores.
Lo mejor
• El dibujo con homenaje a Toppi incluído.
• El pasado de Arzen.
Lo peor
• Se hace largo ya.
Interesante
Guion - 6
Dibujo - 8.5
Interés - 8
7.5
Ram parece que no sabe rematar la faena.
Nada, al final tampoco me ha gustado. Menuda cruz llevo con Detective.
en la redacción hay disparidad de opiniones, unos se han bajado, a otros les encanta… yo estoy un poco en punto medio. lo q sí me parece es muy alargada y eso me hace ser un poco más crítico de lo que soy con otras obras que precisamente son muy sintéticas y dicen mucho con poco
Eso es. La etapa empezó muy bien e ilusionó bastante, pero es que la ilusión ya estaba en niveles normales cuando la etapa no había llegado ni a la mitad. Es lentorra. Me recuerda mucho a lo que ha pasado con Nightwing. En mi caso se suma la sensación inmediata de que al final nada de esto dejará huella (como ha pasado tantas veces antes) y el ansia viva por ser coleccionista de Detective y querer ver por fin una buena etapa moderna, que ya ha llovido desde Tynion y de momento lo mejor ha sido lo de Tomasi.
Pues opino lo mismo, me temo!
El buen arranque, lo que se intuía como una historia ambiciosa de fin de etapa, un final de un Batman crepuscular (y van…) con una trama perfilada y un juego de relaciones trabajado con un formato interesante y sugerente, se pierde en una trama en general lenta, estirada, engolada y que maneja demasiadas tramas a la vez, encallando en un lodo que ella misma ha ido formando. Tiene algún momento inspirado, pero al final uno tiene la impresion de estar transitando por los mismos lugares comunes de los últimos diez años, de volver al Arkhamverso de Rocksteady esta vez (afortunadamente) sin el Joker.
Los complementos también son un tanto erráticos y a veces rompen un poco el tono…
Yo sigo, pero con poca fe. En ese aspecto al menos el Batman de Zdarsky es una astracanada, pero tiene el punto a favor de que no se toma en serio a sí mismo.
En general a DC le veo un nivel para mí más bajo salvo proyectos puntuales y que se mueve a golpe de eventos. Es la misma situación que me hizo bajarme de Marvel. Por otro lado la politica de ECC me recuerda a la que me hizo bajarme de Panini en su momento…
Es curioso que el «todo importa» que adoptó DC se haya convertido en «nada importa realmente». Pero eso ya es otro tema…
Saludos!
sí, es como cuando te dicen que un alimento sirve para todo, lo que te hace sospechar es que no sirve para nada.
lo triste es que lo de Ram parece un poco oportunidad perdida… aunque el arco argumental no está cerrado, igual cuando acabe nos queda como una gran etapa y lo vemos reeditado en 10.000 boletines de novedades.
No te preocupes, que reeditado lo vas a ver hahah.