Batman contra el impostor.
«Le diré al mundo que Bruce Wayne es Batman.Y será por tu propio bien.»
Nueva serie de Batman para el sello adulto de la editorial, Black Label. No confundir con Batman: Impostors, de David Hine y Scott McDaniel, aquel arco de Detective Comics ligado al videojuego Gotham City Impostors de calidad cuestionable. Este Batman: El impostor se estrenó el 12 de octubre en su país de origen, pudiéndose leer internacionalmente el mismo mes en multitud de países europeos, sudamericanos o incluso en Corea del Sur, como parte de un ambicioso plan de publicación. Para España el día elegido para su salida al mercado fue el martes 19 de octubre. En estos países se ha publicado la tercera entrega del cómic antes de finalizar 2021, exhibiendo una buena coordinación.
Mattson Tomlin es el guionista de Project Power y Little Fish, también ha sido contratado para coescribir la próxima película The Batman con Matt Reeves y Peter Craig, donde Tomlin ha realizado labores de apoyo. Viendo la portada del cómic se aprecian similitudes en el atuendo con el murciélago cinematográfico de Pattinson. Al dibujo tenemos a Andrea Sorrentino que ha trabajado con Batman de manera tangencial en Joker: Sonrisa Asesina del mismo Black Label junto a un compañero habitual, el reputado Jeff Lemire. Tomlin dice querer tratar el universo de Batman de una forma realista, con un Bruce Wayne que el propio autor define como trágicamente imperfecto. Una visión a la que el arte de Sorrentino y Jordie Bellaire viene como anillo verde al dedo de Hal Jordan, conformando un equipo muy bien avenido.
La doctora Leslie Thompkins recupera a un Batman moribundo. El héroe expone cómo ha acabado visitando a la psiquiatra, presentando un cruzado de la capa terrenal, realista y hasta cierto punto, inexperto. La mujer y un joven Bruce llegan a un acuerdo por el bien del murciélago. La brillante detective Wong de la policía de Gotham lidia con un magnate de la ciudad, descontento con las pérdidas que generan las actividades de Batman. La chica, al igual que cada personaje al que presta atención el cómic, cuenta con un intenso y detectivesco monólogo interior que nos conduce por la historia. Resulta interesante el proceso deductivo de la joven, pero por desgracia, la fórmula es sobreexplotada y se adhiere al resto de personajes, Batman, Thompkins u Otis Flannegan, volviendo la narración poco ágil y repetitiva.
Un paseo por la infancia de Bruce nos muestra que en esta historia, Alfred no es el hombre que todos conocemos. Sin un padre adoptivo, tampoco Batman es el mismo, cuyo dibujo recuerda a “Batinson” y la caracterización hace presuponer lo que veremos en el film de Reeves. Un Batman detective, iracundo y terrenal con un halo distinto, perturbador, quizás más triste, rodeado de una estética oscura es lo que podemos encontrar en este Batman: El impostor.
El misterio del cómic no resulta convincente (circunstancia que aumenta la percepción del monólogo repetitivo) muy pocas pistas son dadas al lector que no se siente partícipe en la resolución del secreto. Un comedido interés por la trama contrasta con el que despiertan los protagonistas de la historia. Los distintos personajes crean un conjunto cohesionado y están lo suficientemente desarrollados como para querer saber más de ellos, sobre todo de Bruce y Blair, cuya dinámica es un punto fuerte del cómic. Los, en un inicio, prometedores pasajes con la Dra Thompkins apenas indagan de forma original quedándose en la superficie de la psicología del héroe.
Sorrentino tiene su propio diseño de página, no muy variado pero innegablemente particular y atractivo. Recrea muy buenas escenas de lucha con Batman como protagonista, sin dejar de representar ni un solo instante la decadencia y oscuridad de Gotham con una tinta preponderante y contundente. De un marcado estilo propio, el artista cuenta con multitud de admiradores. Sus rostros no suelen convencer, pero en este trabajo la inexpresividad de la que ha hecho gala en otras ocasiones no destaca en exceso, mejorando en este aspecto. Una gran narrativa es patente en cada página, con una Bellaire entregada a blancos y negros, rojos o grises, siempre apoyando el trazo de Sorrentino y su visión sobre la ciudad. Tonos más cálidos son utilizados para las conversaciones con Thompkins. No es la primera vez que dibujante y colorista trabajan juntos, en esta nueva ocasión vuelven a complementarse a la perfección.
Un thriller con tintes psicológicos, ambientación oscura y carácter realista (que no siempre cumple) con buenos personajes en un rol detectivesco, donde Wong investiga a Batman, este al impostor y Leslie psicoanaliza a Bruce. A pesar de que cada una de estas dinámicas otorga algún buen momento, no se logra despertar un interés desmedido por lo que se cuenta. Además, la conclusión es precipitada. El cómic termina, la historia acaba, pero este Batman tiene muchas posibilidades de secuela. El dibujo es el gran atractivo del tebeo, Sorrentino y Bellaire forman un dúo artístico fantástico. El italiano tiene mucha culpa del éxito que pueda obtener este trabajo, su Gotham oscura y decrépita se sale de las páginas y el color de Bellaire ambienta a la mil maravillas. Un cómic reclamo para los no habituales o los seguidores de DC en el cine. Si eres lector del personaje, un ejercicio más, realizado con oficio, que gustará más o menos en función del gusto por sus autores y premisa.
Lo mejor
• Sorrentino.
Lo peor
• No indaga lo suficiente en aquello que propone.
Guion - 7
Dibujo - 8
Interés - 7
7.3
Bueno
Un buen cómic que no brilla tanto como se propone, resultando una lectura amena y entretenida, con visos de la nueva versión fílmica del personaje.
Bastante de acuerdo con la reseña. Sorrentino lo mejor sin duda. El guion, mejorable y con un desenlace precipitado. El «misterio» es bastante predecible, no tanto por pistas como por el «sindrome de Scooby Doo» (si hay tres personajes aparte de los protagonistas esta claro que uno de ellos es el villano, y por perfil casi siempre se acierta). Una cosa que me resulto molesta es que parece que te has subido a una pelicula que ya empezo (y que habia cosas interesantes tanto o mas interesantes en lo que te has perdido) y que le falta algo para cerrar bien, posibilidad de secuela aparte.
Como curiosidad, Sorrentino dibujo a un Batman mas canon en «Yo, vampiro».
Y para el que quiera debatir. El tema del «realismo» en Batman. Batman es el mas irreal de los superheroes. Por su «perfeccion fisica», habilidades (criminologia, mecanica, quimica…) que harian falta varias vidas para adquirir, tiempo de ejercicio (mantenerse años en ese estado de perfeccion recibiendo un castigo constante y sin cuidarse de forma optima), sus artilugios (se balancea entre edificios con una pistola gancho!). En esta situacion, cuanto mas realista se quiera hacer al personaje, menos verosimil sera.
En el caso concreto de esta serie me llama la atencion como se hace trampas a si misma. Te venden que cada daño es real, cada golpe una fractura. El primer numero insiste explicitamente en esto. Progresivamente vemos a Batman encajar balas y perder sangre… Llevandolo bastante bien. Y ya de escenas como la de la pistola en la sala de interrogatorios sin mas consecuencias que un personaje se ponga triste es de traca!
Si es que lo de que Batman es el superheroe más realista porque no tiene poderes es ridículo. Si hoy en día es el que más poderes tiene del universo DC. Es el más inteligente, resiste golpes de Doomsday como si nada, se enfrenta cara a cara contra Superman y gana, tiene gadgets para cada situación (si tiene un traje que le permite ir a Apokolips y apalizar a los Nuevos Dioses)…
La base del personaje es la más irreal de todas. Más incluso que Superman, Flash o Spiderman. Como dices, tiene todas las habilidades habidas y por haber. Es el más listo, el mejor Detective, el mejor científico, el mejor estratega, es multimillonario más allá de toda lógica real, resiste palizas infinitas… vamos que el tópico del héroe realista es ridículo en este personaje.