Con el número 20 ya en las estanterías americanas, la serie semanal Batman Eternal se encuentra viento en popa cinco meses después de su lanzamiento. Habiéndose establecido en unas comodas 60.000 unidades y con la historia despegando de una vez por todas, es conveniente sacar el primer seguimiento, para poner un poco de orden en nuestra cabeza con todo lo que ha ido ocurriendo en este lapso de tiempo. Si bien es cierto que las vacaciones han pasado factura a la posibilidad de sacar a relucir un resumen antes, prometemos firmemente que no tardaremos tanto en sacar el siguiente seguimiento. Y aunque no conviene aburrir al personal con un extenso e innecesario resumen de tal amalgama de personajes –protagonistas, secundarios y secundarios de secundarios–, si parece necesario establecer un pequeño resumen a modo de plano de tablero donde están colocadas todas las piezas que los guionistas Scott Snyder, James Tynion IV, Ray Fawkes, Tim Seeley y John Layman han ido superponiendo y que, todo parece indicar, se verán revueltas de forma inevitable en un futuro no demasiado lejano.
Batman Eternal comenzaba de forma francamente interesante: un inquietante flash forward (impresionantemente dibujado por Jason Fabok, todo hay que decirlo) nos mostraba a Bruce Wayne malherido atado a la Bat-señal observando como Gotham se hundía en llamas mientras un villano –desconocido, obviamente– le describía la hazaña. Y así las cosas, si tal situación ya era bastante interesante –aunque no excesivamente innovadora– lo que vino después parecía serlo también: Jim Gordon era detenido y confinado en Blackgate por provocar un accidente de metro en el que morían cientos de personas al creer que había un hombre apuntándole con una pistola frente a un transformador y disparándolo y Gotham se veía envuelta en una cruenta guerra de bandas mafiosas, fundamentalmente las lideradas por el Pingüino Oswald Cobblepot y Carmine Falcone, siendo este último el cerebro de toda la operación al estar sobornando al alcalde Sebastian Hady y estando detrás del ascenso de Jack Forbes como nuevo comisario de la GCPD, el departamento policial de Gotham. Precisamente este último se convierte en uno de los hombres más peligrosos de la función, ordenando a toda la policía de la ciudad a detener a Batman y dejar de lado la supuesta guerra de bandas que parece darse en todos los rincones de la misma. No obstante, la llegada del joven Jason Bard, un viejo conocido del Universo DC, a la policía de Gotham arrojará algo de luz sobre el departamento y dará esperanzas a la lucha contra el crimen por parte de la propia policía. Además, será este quien se encargue, con la ayuda de la periodista Vicki Vale, de que los dos mafiosos acaben en la cárcel, deteniendo así sus bandas y poniendo en jaque los malvados planes de Jack Forbes. Quizás demasiado tarde, ya que en este mismo momento la ciudad de Gotham se encuentra fuera de control.
Fuera de la trama principal es donde nos sumergimos en una amalgama de secundarios y “terciarios” del universo de Batman que se verán envueltos en diversas tramas, sucediéndose en diversos lugares, que en su conjunto nada parecen tener en común pero a buen seguro el tiempo acabará relacionando:
Red Robin y Harper Row: Red Robin será el encargado de investigar una serie de infecciones de niños que se produjeron durante la iniciática persecución de Gordon contra Pyg –que finalizó con la detención del primero tras el mencionado accidente de metro–, descubriendo que la infección está siendo producida por unos nanobots que han infectado también al débil hermano de Harper Row, uniéndose pues esta misteriosa muchcacha a su investigación y llegando juntos hasta el mismísimo corazón de Tokyo, donde descubrirán que al científico creador de los nanobots le han sido robadas unas muestras en un estado de inestabilidad.
Catwoman: La siempre misteriosa Selyna Kyle se verá envuelta en la trama mafiosa, siendo testigo directo de la destrucción del Casino Iceberg del pingüino a manos de Falcone y sus esbirros. Salvará al mismísimo Oswald antes de terminar este último con sus huesos en la cárcel. Finalmente tendrá que ser salvada por Batman tras ser secuestrada junto a Falcone por Pyg, que curiosamente se encuentra en muchas de las tramas conjugadas.
Batwing y Jim Corrigan: La trama mas mística de cuantas pueblan Batman Eternal tiene que ver con el que precisamente es el más tecnológico de todos: Batwing. Enfundado en su tecnológico traje, acompañará a Jim Corrigan al Asilo de Arkham donde… ¡Sorpresa! Los internos han tomado el control del sanatorio liderados por la hija del Joker, la cual pretende realizar un ritual de resucitación que, con Deacon Blackfire de por medio, seguro que nada bueno augura en el futuro.
Julia Pennyworth y Alfred: Para aprender más sobre el pasado de Falcone, Batman acude a Hong Kong en busca de información. Asistido por el Batman de Japón perteneciente a su Batman Inc., Descubrirá que Falcone ha comprado al mafioso local Shen Fang para trasladar su guerra de bandas a Gotham. Volverá a Gotham con un personaje la mar de interesante, Julia Pennyworth, hija de Alfred, que ha sido herida en la batalla con el propio Fang. La relación padre-hija no será nada fácil dado que Julia no verá con buenos ojos que su padre sea un simple mayordomo al servicio de un ricachón mujeriego como Bruce Wayne. Aún le quedan por saber un par de cosas…
Stephanie Brown: Batman Eternal está sirviendo como salvoconducto para narrarnos la historia de origen de Stephanie Brown, que si bien es muy parecida a la que tenía en el antiguo universo DC, tiene algunas diferencias. Aquí la veremos siguiendo al pista de su padre como Cluemaster y siendo perseguida por él mismo, su banda y su madre. Encerrada en una biblioteca, sube posts a internet alertando de los crímenes de su padre, que va dejando pistas allá donde va y cuyo mayor deseo es ver muerta a su hija, pues conoció su secreto por error.
Batgirl, Red Hood y Batwoman: Barbara Gordon, preocupada por la detención de su padre, decide acudir por su cuenta a Sudamérica en busca de respuestas y Batman, que no se fía del juicio de Batgirl en estos momentos de crisis, decide enviar a Red Hood a que le eche un ojo. En su primera parada se enfrentan a Scorpiana, a la que consiguen derrotar no sin la ayuda de personajes tan dispares como Starfire o El Gaucho. Allí descubrirá que el hombre al que en teoría había disparado su padre en Gotham no se encontraba en Gotham en ese momento. Las pistas por lo tanto les llevarán a Brasil donde se encontrarán con Batwoman. Allí se verán las caras, en una fábrica de juguetes de superhéroes con mano de obra infantil y esclava, con el Dr Falsario y sus poderes de proyectar imaginaciones en los demás. Unos poderes que parecen tener conexión directa con la alucinación de Jim Gordon y que permitió su detención y la puesta de Jack Forbes como comisario de la ciudad.
Jim Gordon: Recluido en Blackgate donde, como era de esperar, no cuenta con demasiados amigos, se enfrentará a un juicio en el que la pena capital se cierne sobre su cabeza. Un buen día recibe la visita de su hijo, Jim Gordon Jr., a quien creía muerto. Éste le ofrece la posibilidad de escapar dejándole una de las puertas abiertas a una hora determinada pero su padre, a sabiendas de la psicopatía de su hijo, decide rehusar la oferta en el último momento a pesar de dudar en el último instante. Tras una redada en la cárcel, Jim Gordon se antoja como una de las pocas soluciones que Agatha Zorbatos, Alcaide de la misma, ve que puede tener la situación.
Decía en mi ya lejano análisis del número 1 de Batman Eternal que todo parecía indicar que sobrarían las emociones, dudando firmemente si lo hiciera la paciencia. ¡Y vaya si tenía razón! Con el número 20 ya en las estanterías americanas, o lo que es lo mismo, 5 meses después de tal conveniente predicción, la paciencia se encuentra en un punto de máxima crisis, a la espera de que la coctelera de personajes y situaciones en la que se ha convertido Batman Eternal amaine su caudal y la historia empiece a conjugarse poco a poco, como bien parecen indicar los dos últimos números de la colección. Tener una serie extra de Batman todas las semanas en la estantería de la tienda es un caramelo demasiado jugoso. Ningún editor en su sano juicio rechazaría la idea si se la pusieran delante. El problema es que conlleva una movilización de personal que quizás no sea beneficiosa para la misma. Además, surgen algunas dudas, ¿Hacia quien va dirigida? ¿Cuál es la verdadera intención de la serie? ¿Pretenden captar nuevos lectores para Batman? ¿O más bien va dirigida a que los que ya leen Batman conozcan otros personajes para ver si pican con sus colecciones respectivas? Es posible que el sí comience la respuesta a las dos últimas preguntas, pero está claro que la segunda representa en su mayoría el objetivo fundamental de esta serie. Sabiendo hacia donde llegar, pero no el cómo (está claro que los guionistas van improvisando el camino hacia llegar al flash forward inicial), la serie va dando tumbos de un lado a otro del mundo –literalmente– sin tener ningún sentido de la orientación. El hecho de que cinco guionistas y un montón de dibujantes (y los que quedan) se estén complementando como pueden (incluso con la salida de uno de los guionistas del equipo antes de comenzar a publicarse la serie) hace que los tumbos en potencia que una serie de estas características pueda dar sean excesivamente grandes, llevando al lector a no encontrar su hueco en esta enorme coctelera.
Muy probablemente tampoco ayude en demasía la variedad gráfica que acompaña a la serie, con dibujantes saltando fuera y dentro de la cabecera cada dos o tres números. Si bien se nota un esfuerzo por parte de los mismos por dejarse notar en una serie del hombre murciélago y así alcanzar notoriedad y buenos encargos, su trabajo se ve diluido en torno a unos guiones caóticos y francamente frenéticos bajo la sombra editorial del “vamos a vender personajes a ver si reflotamos sus ventas”. Porque una cosa está clara: el éxito que parece tener Batman con sus series es claramente contrarrestado con las flojas ventas de algunos de sus compañeros –Batgirl y la extinta Nightwing a parte–. Y bajo tal comprensible objetivo, al lector le asoma un dolor de cabeza cuando intenta seguir a personajes que quizás no ha visto en su vida o ha visto hace demasiado tiempo y ni se acuerda de ellos. Veamos, si el camino para vender la serie de Batwing es meterlo a calzador en Batman Eternal sin ni siquiera presentarlo lo más mínimo, haciendo que el lector tenga que comprar sus serie para conocer a su protagonista, desde luego ese no es el camino correcto. ¿Por qué no ofrecer una historia de calidad sobre el personaje que llame la atención de los lectores? La respuesta es bien fácil: de los cinco guionistas que trabajan en el cómic uno de ellos básicamente luce nombre en la cabecera –Scott Snyder– y John Layman abandonó el barco al poco de empezar, siendo sustituido por Tim Seeley, cuyo valor en alza apenas concuerda con la calidad de sus guiones. De los otros tres, dos de ellos no paran de tener encargos tanto para la propia DC Comics como para otras editoriales en proyectos independientes. ¿Cómo es posible poner tu cabeza pensante en semejante rompecabezas e intentar aportar historias de calidad? Lógicamente se antoja muy difícil. Alguien debería plantearse seriamente el público objetivo de esta serie: si son los lectores de toda la vida del hombre murciélago, entonces nadie entiende por qué se encargan de reintroducir a los personajes del antiguo universo en este Nuevo Universo DC de la misma forma que ya habían sido presentados en su momento (a Jason Bard o Spoiler me refiero). ¿No convendría reinventarlos o, al menos, introducir nuevos interesantes personajes en su lugar? Si, por otro lado, los destinatarios de la serie son nuevos lectores que se han incorporado al Nuevo Universo DC por gracia y obra de Dan DiDio, ¿Por qué introduces a unos personajes aquí y a otros los metes a calzador prácticamente sin decir quienes son? Me imagino que un lector novel, o uno que apenas lea las series de Batman y Superman, se debe sentir abrumado leyendo esta serie, prácticamente sin entender que diablos está pasando aquí y por qué aparecen personajes de la nada que terminan convirtiéndose en los dueños del mambo. Lo más seguro es que muchos de estos personajes se queden sin cabecera dentro de poco –a Batwing me remito de nuevo– y haya que mantenerlos vivos de alguna forma. En ese sentido creo que los eventos de Marvel funcionan mejor, ayudados claramente por una planificación editorial menos caótica y una cadencia mensual o quincenal.
Y echando un ojo al estilo, no veo aquí la grandeza de Chuck Dixon, el desparpajo y la locura de Grant Morrison, la violencia de Doug Moench o la oscuridad de Frank Miller. No veo tampoco la firma de un autor que, al menos, dote a los personajes de algún carisma como hizo, de forma más o menos acertada, Brian Azzarello. No le veo una identidad propia a la serie. Veo personajes tópicos pulular aquí y allá con villanos tópicos y situaciones tópicas –¿Motín en Blackgate? ¿Gotham invadida? ¿Arkham tomado por los pacientes?– en entornos tópicos sin ningún tipo de personalidad. Todo huele a merchandising mal ensamblado y si a eso le sumamos que el estilo gráfico va dando tumbos de un número a otro de forma radical el resultado es sin duda un mal sueño para todo seguidor del personaje. Una simple ojeada al dibujo del número 1, obra de Jason Fabok, y del 19, dibujado por Andy Clarke, sobra para darse cuenta de lo que digo.
Aún así, dicho todo esto, he de decir que si miramos en perspectiva la serie podemos decir que ha habido buenos momentos con potencial divertimento. Y si miramos desde más perspectiva todavía y nos ponemos a ver todas las tramas en su conjunto, vemos que poco a poco se van interconectando y que, salvo una tragedia sin antecedentes, podamos ver concluir a la serie en un punto álgido donde todos los personajes terminen entrecruzándose de una manera digna que se aleje del caos de situaciones que estamos viendo. Habiendo series de televisión como hay de forma gratuita a nuestro alcance, no entiendo que haya alguien desembolsándose los cerca de 3 dólares que vale cada número de estos cada semana. Al menos en la serie de televisió presentan –en su mayoría– a los personajes poco a poco y las tramas se van cociendo también de forma paulatina, no a golpe y porrazo sobre personajes que me obligan conocer a la perfección. Dudo que haya mucha gente que esté comprando esta serie en Estados Unidos y le esté encantado. Me imagino más bien el típico “si, bueno, no está mal la verdad», mientras orbitan a su alrededor miles y miles de cómics más refrescantes e interesantes para leer. Titulaba mi reseña del número 1 como “Dinamita quiróptera”. Sigo pensando que dinamita hay, desde luego, pero ésta tiene un límite infranqueable: la mecha ha de mantenerse viva. Y, por lo que veo, el charco de agua se acerca peligrosamente.
Es una serie que dejé hace tiempo de leer por
a) Caos visual, los artistas no pegan entre sí de ninguna manera
b) Cada número es escrito por un escritor distinto, por lo que se refuerza la sensación de que son una serie de one shots malamente ligados, sin ninguna coherencia. Y todo lo que escriben Fawkes y Layman es especialmente malo.
c) Es un coñazo. Como dice el Sr Martínez “personajes tópicos pulular aquí y allá con villanos tópicos y situaciones tópicas”
Vamos, que Future ends, sin ser una maravilla está bastante por encima, para mi gusto.
“Tim Seeley, cuyo valor en alza apenas concuerda con la calidad de sus guiones. “
A lo mejor ni tiene muchas oportunidades de lucirse en este batiburrillo, pero Grayson es la molonidad hecha cómic.
Esta iba a ser mi serie de Batman, pero al final me he quedado con Detective, y la dejé por los mismos motivos que el señor equis. ¿Tan difícil es juntar 3 o 4 dibujantes de estilo similar que se vayan alternando? Con lo bien que hicieron 52 y lo mal que lo están haciendo ahora.
Eso sí, la idea de una serie semanal coral me parece una idea excelente para los nuevos tiempos. Poder seguir un personaje cada semana es el camino al que, en mi opinión, debe ir acercándose el formato grapa. De todas formas, los dibujantes regulares de las series ya se alternan con otro montón de fill ins.
Bufff, yo que pensaba seguirla ahora que la va a publicar ECC… me habéis quitado todas las ganas.
a mi no me llama excesivamente la atencion pero lo que es innegable es la calidad de las portadas de alex Garner en esta serie y en Batgirl…Son cojonudas
Interesante artículo para un nada interesante cómic.
Intenté leer el primer número, pero lo dejé a las diez páginas. El guión era de lo más simple y tópico (flashfoward de un futuro catastrófico, novato que llega y con el que se inicia la narración) y el dibujo plano y soso. Y parece que hice bien, porque las críticas no es que sean buenas precisamente.
Respecto a lo de Seeley que menciona Mr. X, pues solo he leído los dos números que lleva Grayson, y sin saber que parte es de Seeley y cual de King, pues a mí me parece un tebeo chulo. Cada grapa te lleva un tiempo, está muy bien dibujado, son historias unitarias pero en las que se van desarrollando subtramas y personajes… Vamos, lo que le pido a un cómic de este tipo.
Pues que poco desembolso, ya que la primera portada de Alex Garner es la del Batman #18, y parece que sólo hará 4…
A mí me molan mucho las portadas de Future ends -además esas si que las hace el mismo, Sook 😉
Lo que daría por ver dibujar a Sook un cómic entero, de principio a fin. Sigh.
De esta serie he pasado desde el minuto uno. He descubierto que a mí lo que me gusta es el Batman menos «serio» (o más «superheroico»).
Sr Diamond, (a menos que se estropee, que Jehová mi Mahoma no lo quieran) Grayson será su cómic
Diamond: «Lo que daría por ver dibujar a Sook un cómic entero, de principio a fin. Sigh»
Aquí otro que está deseando que el señor Sook se anime. Aún recuerdo los fantásticos primeros números de X Factor de David.
Creo que la reseña se puede simplificar en:
Es un truño infumable de serie. Malos guiones,peores diálogos, tantos dibujantes y de estilos tan dispares, la verdad es que con tanto autor no se podía esperar otra cosa.
Batman siempre fue de mis personajes favoritos pero de un tiempo a esta parte me cuesta encontrar un cómic de Batman del que pueda pasar de la página 10. Y cuando empiezo a pensar en que quizá sea un tema mío,que me he hecho mayor y ya es un personaje que se me hace bobo, agarro uno de las mil sagas que tengo en la estantería que no son nada del otro mundo y me lo paso pipa , disfrutando como un niño, me doy cuenta de que no soy yo ni el personaje, es una ola de autores mediocres y decisiones editoriales más que dudosas las que están matando al personaje.
Se qué más de uno me va a hablar de la ‘estupenda’ etapa de Snyder y la verdad es que cuando la leí por primera vez no me disgusto , pero después de volver a leerla me da la impresión que no es nada del otro jueves y que me agrado más por ser una salida de la porquería que llevaba tiempo leyendo del personaje que por su propia calidad en sí (un poco como los vengadores de Busiek después del héroes reborn )
samanosuke: «Recordad que ECC reedita Los 7 Soldados de la Victoria donde, si no recuerdo mal, Sook dibujaba la serie de Zatanna.»
Cierto, otro trabajazo de Sook, quizá mejor que el X Factor, y poniendo bien clarito en imagenes los desvaríos de Morrison.
tiamath: «Batman siempre fue de mis personajes favoritos pero de un tiempo a esta parte me cuesta encontrar un cómic de Batman del que pueda pasar de la página 10….» «Se qué más de uno me va a hablar de la ‘estupenda’ etapa de Snyder y la verdad es que cuando la leí por primera vez no me disgusto , pero después de volver a leerla me da la impresión que no es nada del otro jueves»
Pues la de Snyder no, pero la de Manapul y Bucelatto en Detective sí te la recomiendo. Acaba de empezar, pero está muy bien de momento.
Hombre, esta serie no es gran cosa, pero lo de Batman es que hay tantas series, entre murcielago y familia, que lo raro es que ninguna te haga tilín, está el Detective, el Batman y Robin, y todos los demás. El primer arco de Manapul ha ido de más a menos, porque se nota que su fuerte es más el visual que el guión, pero ha estado bien. Y luego está Batman y Robin que es una colección muy sólida mes a mes. Y de la batfamilia, aparte de Grayson, y con Batwoman de capa caída, está por ver que hacen los nuevos equipos de Catwoman y Batgirl.
«Sr Diamond, (a menos que se estropee, que Jehová mi Mahoma no lo quieran) Grayson será su cómic»
No le tenía mucho interés a Grayson por haber surgido de Forever Evil, pero si usted le da el visto bueno, tocará darle una oportunidad a la serie.
Afortunadamente, Sr D., no tiene que ver con el Truño interminable, sino como dice Spaidi «un tebeo chulo. Cada grapa te lleva un tiempo, está muy bien dibujado, son historias unitarias pero en las que se van desarrollando subtramas y personajes… Vamos, lo que le pido a un cómic de este tipo.» De momento, y cruzando los dedos que siga así, es un Jaquemate más pop.
Grayson ha sido una agradable sorpresa, cada número (solo llevamos 2) una historia autoconclusiva con una más grande detrás. Vamos, que no lee uno un trozo de historia en un tebeo, sino una historia completa y una que se va desarrolando poco a poco. Vamos, lo que se hacía antes en los tebeos de superhéroes (y en series de televiisión como Buffy) antes de que llegarán los Hickman, Remender y todos esos que tienen una macrohistoria de 30 números.
« Vamos, lo que se hacía antes en los tebeos de superhéroes (y en series de televiisión como Buffy) antes de que llegarán los Hickman, Remender y todos esos que tienen una macrohistoria de 30 números.´´
Creo que la diferencia entre Grayson y, no sé, los Vengadores de Hickman o los de Remender es que , mientras los dos tienen planes a largo plazo, en Grayson Seely y King (y Janín, que c*ñ*) van desarrollando grapa a grapa su plan, haciendo que cada grapa sea satisfactoria y un disfrute para el lector. Mientras tanto, Remender y Hickman planean grandes arcos argumentales en los que la grapa no vale nada y que al cabo de un año, cuando siguen con la misma historia, aburre.
Y que conste que a mí Remender y Hickman, dependiendo del cómic, me gustan y mucho. Joder, que Hickman está escribiendo MP (lo que he leído) en base a historias unitarias. Que tan difícil no puede ser.
P.D: Me alegra que Mr. X use mis palabras para definir Grayson. que diablos, me alegra que alguien me cite 🙂
Gran semana para las 2 series semanales, como se nota que es la última semana de agosto, y que en septiembre, por distintas razones, han de hacer subir el nivel en general.
Reconozco no haber leído aún ninguna página de esta serie, pero me llama la atención que se critique tanto el baile de escritores y dibujantes con disparidad de estilos en la misma. Recuerdo que en la primera serie semanal de 52 (y más) partes que leí (Tierra de Nadie), metían mano muchísimos autores, y dentro de todo resultó una buena historia. Seguramente estaba mucho más planificada que Eternal, y tuvo la gran ventaja de que sobre la mitad de la saga Rucka se hiciera de las riendas y fuera el principal responsable de llevarla hasta el gran final, pero de todas formas, y reconociendo que en ciertos momentos la saga se estancaba un poco, con historias de relleno que poco aportaban al resultado global, la disparidad visual nunca fue un tema que lastrara excesivamente la historia. Uno sabía que ciertos autores se hacían cargo de un arco y que al siguiente vendrían otros diferentes, y me parece que eso precisamente enriquecía la experiencia, le otorgaba cierto dinamismo que mantenía fresco el relato, pues 52 números con el mismo tipo de dibujo y escritura pueden agotar a cualquiera. (Por mucho que me gustara el primer arco de Maleev y quedara con ganas de haber visto más de él en la saga, creo que 52 números habrían sido algo tediosos y uno terminaría perdiendo interés). Tal vez el gran problema de estas macrosagas sea pretender abarcar tanto, de forma que es imposible mantener un nivel parejo en cada número, y probablemente lo que cuentan en 50 capítulos, podría condensarse en la mitad, pero como propuesta me parecen bien interesantes. Por lo demás, al menos en cuanto a dibujantes, la plantilla de Eternal me parece de gran nivel
Acabo de leer los ultimos 10 numeros salidos de USA y debo decir que no son buenos tebeos ni de lejos pero no puedo negarles que entretienen un huevo y tienen cosas chulas.
A la par que uno puede notar un cierto afán de dejar huella, de querer cambiar el status-quo del Murcielago y generar repercusiones duraderas para el resto de sus colecciones cuando termine. Algo de lo que muchos se quejaban que no tuvo Death of the Family, por lo que Snyder debio de tomar nota de eso al idear esta serie semanal.
A mi del final del último número me ha sorprendido la identidad del villano… y poco más
sobre todo teniendo en cuenta que pensaba que era un personaje que se iba a quedar en barbecho siendo su creador quien es, por lo que me alegra que lo hayan recuperado. Descubriendo además como Alfred acaba perdiendo la cabeza
Por lo demás, coincido en los que comentáis que es una colección tirando a chunga, recordando más a los infames Juegos de Guerra anteriores a la crisis que a otras sagas del murciélago, y ese rollo truculento a lo Tony Daniel o Finch. La cosa mejora bastante cuando es Seeley el que toma los guiones, pero tampoco es que haga milagros, puesto que en ocasiones se pasa de sobreexpositivo (como en la presentación de -SPOILER!-)
un Jaquemate más pop
No se me ocurriría definición mejor. No llega al nivel de surrealismo de la Spyral de Morrison, y sí, es más algo a medio camino entre esta y lo que era Checkmate
Una teoría descabellada que me acaba deasaltar a la cabeza pero conlleva spoilers sobre el final del número 21 de Batman Eternal
Silenció, quien irrumpe en la mansión Wayne para inyectar a Alfred la toxina del miedo directamente en el cerebro, no es en realidad Thomas Elliot, sino el Joker, no solo porque ya hubiera asaltado el edificio en la saga de La Muerte de la Familia, sino porque el ocultar su cara con vendas estaría justificado por el hecho de que -bueno- no tiene cara. Esto conduciría plausiblemente a un punto en el que los argumentos de la serie de Snyder y Eternal colisionarían, con el payaso del crimen cerrando el círculo desvelándose como el secretísimo rival final de Batman en la etapa Snyder en la saga que ataría cabos con lo construido entre La Muerte de la Familia y Año Cero
Acabo de leer esto en Newsarama: ¿En serio TODA la historia de Eternal todavia tiene cuerda hasta como mínimo marzo del 2015?
Dios santo, me parece que aqui se han pasado. Van alargar hasta extremos inverosímiles una historia que bien podría haberse contado de forma perfecta en solo una docena de números. Y mas encima se van a hacer un lio tratando de encajar cronológicamente esta historia con los otros bat-titulos sin que spoileen sucesos de Eternal todavia en desarrollo o por desarrollar. Me temo unos próximos meses confusos y llenos de juegos de malabares para que al final todo encaje de mala manera.
En cuanto a la identidad de….
Ojala no sea cierto lo comentas Gavilan.
Por que ya estoy hasta los coj0nes de que utilicen que se utilice al Joker como enemigo en casi toda gran historia de Batman que se quiera hacer. De tanto utilizarle ya hace mucho que perdio la gracia y el sentido de la maravilla. Y desde luego no seria ni »descabellado» ni »secretisimo» por lo obvio que resultaria (al menos para mi).
Snyder deberia de hacer como su amigo Slott: tomar a un villano de tres al cuarto de la galería del heroe y convertirle en su nemesis definitiva mediante una historia en la que le haga tal daño TREMENDO a Batman que no pueda recuperarse del todo y que dicho villano deje de ser un chiste.
Como lo de Doc Ock en Spider-man. Desde Superior yo ya no miro con los mismos ojos las historias pasadas de Otto (antes me daba risa lo patético que me parecía). Y como mola eso.
Algo como lo que (casi) hizo el ya mentado Jeph Loeb en Batman Silencio. Es una mierd* de tebeo, como todo lo que escribe Loeb sin Tim Sale, pero no puedo negarle que tiene un final sorpresivo. Ni me esperaba lo de Riddler como Final Boss y toda la conversación posterior entre el y Batman en el final, resulta cojonuda.
Delaviux, en situaciones normales te daría la razón, porque personalmente es un personaje que a mi siempre se me ha hecho bastante cansino. Sin embargo, piensa que en realidad
el Joker apenas ha aparecido en los tres años que han durado los Nuevos 52, más allá de la primera saga del Detective Comics de Daniel y La Muerte de la Familia, e incluso aquella dio la sensación de coitus interruptus.
Una editorial como DC solo se guarda un personaje de tal calado en la recamara si tiene preparado algo gordo con él, y teniendo en cuenta que desde el comiezo de los N52 ha estado «incompleto» y lo a menudo que Snyder ha dado puntadas con él, me da que lo que vimos con él en su segunda macrosaga solo fue el aperitivo de lo que nos espera
Hace tiempo leí o soñé que leí
Que Snyder tenía previsto una saga de Joker´s returm, como consecuencia de la Muerte de la Familai
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Lo que podría concordar con la teoría del Sr Gavilán o no concordar en absoluto.
Y lo más raro de todo es que todas las nuevas series de la bat-familia, la nueva Catwoman –en esta es más evidente-, la nueva serie de Batgirl, la nueva saga de Batman, la serie esa de Gotham fantastique… ¿son coetáneas o post-Batman eternal? ¿Y cómo demonios…?
Aquí van a quedar más cabos sueltos que en la última media docena de películas de David Lynch, hoygan.