¿otro Batman? ¿really?
«No es mi trabajo proteger su margen de beneficios»
Es sorprendente el contraste entre el Batman de las colección regular y el de fuera de la continuidad. A mi modo de ver, el murciélago rinde mejor fuera. Es más conceptual y agradece evitar los cortafuegos que arrastran años de culebrón. Ya de por si, como cada personaje, tiene sus límites que conforman su definición básica.
El Batman de la continuidad ha tenido sus vaivenes pero por narices debe su desarrollo a los hechos de la serie regular. Sin embargo, y generalizando me ha parecido un Batman algo más humano, más cercano. Lógico si pensamos debe haber cierto vinculo, cierta identificación por parte del lector (bueno, todo la identificación posible con un multimillonario detective que se disfraza de rata alada).
El Batman de los especiales es más flexible y permite más matices, también facilita que se realicen con él pruebas y experimentos, que cuando son exitosos repercuten en la continuidad oficial.
La cuestión es que llegamos a Batman: Fortaleza. Tenemos una miniserie de Batman con un guionista desconocido y un dibujante contrastado. Pero sin el sellito de Black Label. Da que pensar. ¿Será un producto de usar y tirar? ¿Para pasar el rato?
Se ve que Gary Whitta (Rogue One), guionista de origen londinense, le confesó a Darick Robertson (The Boys, Transmetropolitan) que le encantaría escribir sobre Batman e inspeccionar los rincones oscuros del universo DC, que tenía una idea nueva sobre el personaje que lo adaptaría un poco a los nuevos tiempos.
El cómic trata de lo siguiente, hay un apagón tecnológico total en la Tierra. Lo han provocado unas fuerzas alienígenas que han venido a cazar a un ser que se encuentra en el planeta. Es un kryptoniano, es el último miembro de la casa de El y responde al nombre de Superman.
El gran azul está desparecido. Se inicia una carrera entre Batman y los invasores para encontrar al último hijo de Krypton. A la vez, que el murciélago y sus aliados (nos pegamos un mini tour en el universo DC sea cual sea esa Tierra) intentan contrarrestar los efectos del apagón y de los alienígenas haciendo turismo de caza.
Pero… ¿dónde está Superman? Lo gracioso es que
Aviso de Spoiler |
Todas las obras tienen varios niveles de lectura, por una parte está el técnico, el de la verosimilitud, la trama, la intención política del autor, etcétera.
Estamos en un cómic de superhéroes. Los límites de la verosimilitud siempre son complicados. Tragamos con tantas carretas que luego nos podemos sentir algo abochornados de pedir determinadas explicaciones. El apagón no está muy bien explicado. Apenas se ven consecuencias sociales, no se entiende muy bien a que tecnología afecta y a cual no (parece que el criterio es en función de lo que más conviene a la trama). Es el apagón global con menos consecuencias de la historia de la ficción. Pero claro, que llevamos mil años leyendo cómics donde los alienígenas hablan en inglés y se comunican perfectamente con personajes anglosajones, sin acentos ni problemas de vocabulario. Diferente a lo que ocurre cuando salen personajes de un país diferente a Estados Unidos o Inglaterra.
Los límites de la verosimilitud los pone cada uno. Cada uno elige con que transige y con que no. Pero en este caso hablamos del hecho principal del cómic. Un apagón. Si no tiene consecuencias apenas… .¿Para qué?
El posicionamiento de cada uno al respecto es tan personal que no podemos exigir más coherencia que la que nos apetezca pero deberemos transigir con la que tengan los demás.
Por otro lado, la trama está bien hilada, es episódica y va transcurriendo con tranquilidad sin sorpresas. No se trata de una historia brutal, con un tebeazo impactante, pero sí entretenido y bien escrito. Whitta es un autor que escribe bien los diálogos. Son afilados, certeros y proyectan más allá. El guionista hace que Batman suene más ingenioso de lo habitual. No hay humor descacharrante, pero si una pizca de ironía.
El Batman que se nos muestra en Fortaleza es más humano al estilo que solemos encontrar en su serie regular. Un pelín más cercano incluso. El gran hallazgo de Whitta es diluir el concepto del personaje, sus características, en el mundo actual. Batman reflexiona y por tanto actúa en consecuencia con el ritmo de los tiempos.
El cruzado de la capa es un héroe, un antihéroe más bien. Su objetivo es defender la justicia y no los balances de resultados de las grandes corporaciones. Ni siquiera la suya. Esto lo define el autor en un momento del primer número y en una sola página, redimensiona el personaje para el resto del tebeo con ecos quizás a la continuidad. Tenemos un hombre murciélago, socialmente consciente, políticamente definido. Y es un acierto. El contraste entre el icono y los nuevos tiempos necesitaba ser revisitado.
Whitta realiza una labor irregular. Sencillo y casi simplón en la trama, notable en el despliegue y excelente en el subtexto. Se le notan dejes de escritor formado y profesional, y toques progresistas en su planteamiento.
No es algo tan nuevo. El toque político lo hemos tenido con autores como Moore, Miller o Morrison. Incluso en épocas mucho más inocentes como Englehart. La diferencia está en que mientras muchos autores han realizado crítica social en los cómics de Batman, criticando también al personaje, Whitta lo redime, redimensiona e incorpora.
Ojalá este enfoque tenga impacto.
Darick Robertson puede confundir en este cómic. Su dibujo detallado y grueso tiene un punto humorístico y contrasta con este tebeo donde hay poco (más bien nada) cachondeo. Se trata de un autor notable, que narra de forma excelente y caracteriza de manera más que correcta. Sus personajes son perfectamente distinguibles. Sin embargo en las escenas de acción parece algo rígido. Realiza un buen trabajo, compacto, sólido y estable, se agradece tener a un mismo autor regular en todo la serie limitada pero este cómic necesitaba un plus, un punch, un toque que no corresponde al estilo de Robertson.
Algunos diseños son algo simplones, como los de los tres alienígenas que parecen sacados de un cómic random de la edad de plata, de una historieta humorística o incluso un fanzine. A Robertson se le dan mejor los ambientes y personajes urbanos, incluso en obras de ciencia ficción.
Al tratarse de un cómic que transcurre durante un apagón hay un gran uso de las sombras, a veces excesivo.
Como conclusión, se trata de un tebeo interesante con detalles que puede gustar a lectores puntuales de Batman y a los más habituales, aunque quienes busquen mamporros y acción epatante puedan quedarse con las ganas.
Quedamos a la espera de ver que más nos depara Whitta como guionista.
Lo mejor
• El paseíto por el universo DC.
• Los matices de este nuevo Batman.
• Algunos de los diálogos.
Lo peor
• La sobresaturación de títulos de Batman puede jugar en contra de este título.
• La propuesta es interesante pero no deja de ser una mera excusa y se nota por su poco desarrollo.
Interesante
Guion - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8.5
7.8
Una visión de Batman ligeramente diferente. Más consciente socialmente y menos impactante superheroicamente.