Batman: Justicia ciega

23
2879

Edición original: Detective Comics #598-600 (marzo / mayo de 1989); DC Comics.
Edición España: abril de 2009; Planeta DeAgostini Cómics.
Guión: Sam Hamm.
Dibujo: Denys Cowan.
Entintado: Dick Giordano y Frank McLaughlin.
Formato: tomo recopilatorio de 168 págs. encuadernadas en cartoné.
Precio: 15,95 €.

Siguiendo la tendencia especialmente disfrutable por quienes tenemos al Caballero Oscuro entre nuestras preferencias comiqueras, durante el pasado mes de abril Planeta DeAgostini Cómics continuó con la incesante recuperación de buena parta de la extensa bibliografía de este personaje. En esta ocasión le tocó el turno a Justicia Ciega, historia realizada por Sam Hamm, Denys Cowan y Dick Giordano, originalmente desarrollada en las páginas de la cabecera Detective Comics con motivo de una celebración muy especial…

El 50 aniversario del Hombre Murciélago

Como sabrán los más versados en el particular universo de ficción protagonizado por el Cruzado de la Capa, durante el mes de mayo de 1939 la vigésimo séptima entrega de la colección Detective Comics albergó la presentación en sociedad de Batman. Sin poder intuir la relevancia de lo que a punto estaba de acontecer, dos jóvenes llamados Bob Kane y Bill Finger crearon al que se convertiría en uno de los personajes de ficción más populares de todos los tiempos, sentando las bases de una mitología que con el paso de los años se ha expandido a través de los numerosos spin-off surgidos con la clara intención de rentabilizar la aceptación del Hombre Murciélago.

Medio siglo más tarde, con motivo del 50 aniversario de la primera aparición del Caballero Oscuro y de los seis centenares de entregas de Detective Comics, los responsables editoriales de DC Comics decidieron celebrar tan significativa onomástica con un proyecto a la altura. Para ello, el legendario Dennis O’Neil fijó su atención en un guionista perteneciente al ámbito cinematográfico, quien además de haber leído en su infancia las aventuras del personaje, se encargó de los libretos de las adaptaciones cinematográficas dirigidas por Tim Burton: Batman (1989) y Batman Returns (1992). Evidentemente, nos estamos refiriendo a Sam Hamm, quien gracias a una huelga en la industria del cine, tuvo la oportunidad de asumir este ilusionante encargo. De este modo, se convirtió en un claro precursor de la tendencia tan vigente en la actualidad, que ha llevado a numerosos profesionales procedentes de otros medios audiovisuales –J.M. Straczynski, Kevin Smith, Allan Heinberg, Reginald Hudlin, Joss Whedon– a tratar de aportar nuevos enfoques dentro de las peculiaridades inherentes al Noveno Arte.

Hamm asumió el reto con la mayor humildad y respeto posibles, dejándose aconsejar por los más veteranos en estas lides para sacar provecho del formato escogido para esta historia: un arco argumental desarrollado en tres entregas de Detective Comics, la primera y la tercera con la inusual extensión de 80 páginas, mientras que la segunda respetaba las 24 páginas habituales. Pero, ¿quién se ocuparía del apartado gráfico?

Denys Cowan: That is The Question

En 1987, un joven dibujante llamado Denys Cowan (EE.UU.; 1961) formó equipo creativo con toda una institución del cómic norteamericano: Dennis O’Neil. Juntos, dieron forma a una de las colecciones más atípicas y reivindicables de la DC de finales de la década de los ochenta del siglo pasado: The Question. Creado en 1967 por el mítico Steve Ditko, este personaje protagonizó su primera aparición en las páginas de Blue Beetle #1, siendo adquirido por DC Comics como consecuencia del declive de la editorial Charlton Comics. Tratando de sacar el mayor partido al potencial del personaje, desde la “Distinguida Competencia” decidieron concederle su propia serie regular, empresa para la que recurrirían a los servicios de O’Neil y Cowan. Juntos, lograron dicho objetivo, encargándose de las aventuras del alter ego de Vic Sage durante 36 entregas –recopiladas por Planeta DeAgostini Cómics en formato Clásicos DC–, en las que este periodista obsesionado por conocer la verdad, patea las calles de la infecta Hub City, nido de corrupción y decadencia.

Autorretrato de Cowan, flanqueado por dos portadas de The Question

Casi dos décadas han pasado desde la finalización de dicha colección. Sin embargo, su recuerdo permanece indeleble en muchos lectores, hasta el punto de haberse convertido –junto a Batman: Justicia Ciega– en la obra más representativa en la bibliografía de Cowan. Lo cierto es que este dibujante ha protagonizado una trayectoria irregular, fruto de compaginar sus incursiones en el mundo del tebeo con una carrera más constante dentro de la industria televisiva, en la que destaca su labor como fundador de Milestone Media y vicepresidente de productor Animation for Black Entertainment Television (BET), y sus colaboraciones con productoras como Sony Television Animation y DreamWorks SKG.

Entre su producción comiquera se encuentran numerosos fill-in, la miniserie Deathlok, un paso fugaz por colecciones como Power Man and Iron Fist, The Flash, Black Panther o Green Arrow. Durante el pasado mes de junio, se publicó en España Batman Confidencial #2: Amantes y lunáticos; uno de sus trabajos más recientes, en el que pone de manifiesto un cambio estilístico que, puesto en comparación con el trazo mostrado en el tomo que hoy nos ocupa, resulta sumamente acusado

Batman: Justicia ciega

Como en tantas otras ocasiones, James Gordon, Comisario del Departamento de Policía de Gotham City, recurre a Batman para tratar de esclarecer los numerosos interrogantes que plantea un caso, ajeno a las más básicas reglas de la lógica. En esta ocasión, el hallazgo de un cadáver invita a pensar en un asesino que se vale de medios sumamente sofisticados, y es que el cuerpo de la víctima se reducía a una masa licuada, prácticamente irreconocible. Siguiendo el truculento rastro, el Caballero Oscuro se topa con un tipo apodado El Quebrantahuesos, quien valiéndose de un dispositivo sónico, destruye cuanto se interpone en su camino. Un violento encuentro con un desenlace inesperado…

Portadas de Detective Comics #598-600

Por otra parte, Bruce Wayne conoce a una joven llamada Jeannie Bowen quien trata por todos los medios de localizar a su hermano. Al parecer, Roy Bowen trabajaba para WayneTech, donde supuestamente obedecía las órdenes del Dr. Kenneth Harbinger. Ante la desesperación de Jeannie, el alter ego del Cruzado de la Capa interesará poner sus medios al servicio de la búsqueda de su hermano, tratando de desentrañar las circunstancias que rodearon su desaparición.

Por si ello fuera poco, Batman tendrá que enfrentarse a su propio pasado, rememorando el proceso que terminaría convirtiéndolo en el gran protector de Gotham City. ¿Cómo se entreno para asumir semejante tarea? ¿Quiénes fueron sus instructores? Y por encima de todo, ¿cómo están relacionadas todas las piezas de este puzzle? El Caballero Oscuro tendrá que componer la imagen final antes de que sea demasiado tarde…

Valoración personal

Tebeo que evoca recuerdos nostálgicos, el que hoy comento. Recuerdos relativos a una época en la que un lector de diez u once años concatenó una serie de lecturas que alteraron profundamente la visión que tenía de un personaje con tanta Historia a sus espaldas como Batman. Esas lecturas fueron Una muerte en la familia y Las diez noches de la Bestia, del dúo formado por Jim Starlin y Jim Aparo, El hijo del demonio, de Mike W. Barr y Jerry Bingham, y Justicia Ciega. Cuatro historias que tienen en común un enfoque bastante serio, duro y violento, alejado de las versiones más desenfadadas del Hombre Murciélago. Sin apenas darme cuenta, había alcanzado un “punto de no retorno”: desde entonces han transcurrido casi dos décadas (¡sigh!) leyendo vorazmente cuanto se ha publicado acerca del Cruzado de la Capa, que ha sido mucho, y de calidad muy variable.

Así que intuirá el lector lo complicado que resulta analizar este tebeo de forma mínimamente objetiva, precisamente debido al valor subjetivo que le confiero. Tal vez tenga alguna que otra inconsistencia, tanto a nivel gráfico como argumental. Probablemente no merezca figurar entre las 25 mejores historias de Batman de todos los tiempos, como argumento la web norteamericana IGN. Pero para quien escribe estas líneas, los pros superan a los contras.

En primer lugar, llama poderosamente la atención que, teniendo la oportunidad de jugar con una de las galerías de villanos más carismáticas del mundo del tebeo, Sam Hamm se hubiera decantado por crear uno nuevo. Por razones que encuentran justificación argumental, este Quebrantahuesos no pasará a la historia de Némesis del Caballero Oscuro… ni creo que existiera intención alguna de que así fuera. Hamm prefiere urdir una trama que permita explorar a conciencia la figura de Bruce Wayne, su formación, sus miedos recurrentes, el temor a echar por tierra el legado construido con el paso de los años, la convicción con la que aborda su cruzada contra el crimen… pero por el camino, plantea determinadas situaciones cuyo desarrollo –tal vez por inexperiencia o por su falta de familiaridad con el personaje– parece difícilmente compatible con la caracterización predominantemente utilizada por cuantos autores han contribuido a enriquecer el legado del Hombre Murciélago. No es reprochable mostrar la debilidad, vulnerabilidad o humanidad del héroe, pero es difícilmente justificable mostrar al “Mayor detective del mundo” constantemente a remolque de los acontecimientos, claramente superado por las circunstancias e incapaz de anticiparse a los movimientos de sus enemigos.

Batman vs. El Quebrantahuesos

De todos modos, Hamm se las apaña para que el lector haga caso omiso de esta circunstancia, ganándose su complicidad al construir una historia sumamente entretenida, que apenas concede un respiro. Un thriller de tintes corporativos, cargado de acción, aventura y una sucesión de giros no demasiado originales, pero sí resultones. Y como anécdota, comentar que a este guionista le corresponde el honor de crear a Henri Ducard, personaje posteriormente retomado por Dennis O’Neil y Dick Giordano en la historia corta The man who falls, a su vez inspiración de Christopher Nolan y David S. Goyer para el film Batman begins (2005).

En el apartado gráfico, todo el protagonismo recae sobre Denys Cowan, quien entintado por el veterano Dick Giordano, muestra un registro que parece vocacionalmente cercano a la caracterización casi canónica del personaje, establecida por Neal Adams a finales de los años sesenta. Poco o nada que ver con el trazo mucho más suelto, feista y anatómicamente “libre” que se ha podido apreciar en las páginas de Batman Confidencial #2: Amantes y lunáticos. Un trabajo correcto, el realizado en Justicia ciega, al que tal vez se le pueda reprochar cierta rigidez en determinadas poses, que sin embargo no entorpece una lectura perfectamente comprensible.

No comparto la opinión de quienes sitúan ésta entra las historias más destacadas del Caballero Oscuro, al menos no por sus méritos artísticos. Pero tampoco puedo negar que, por razones que entran casi de lleno en la subjetividad más acentuada, Batman: Justicia ciega siempre ocupará un lugar destacado en mi tebeoteca particular: el reservado a aquellas obras que convirtieron a Batman en mi personaje de ficción preferido.

Enlaces de interés

Un saludo y hasta la semana que viene! (eso espero)

Subscribe
Notifícame
23 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
John Space
John Space
21 noviembre, 2009 9:59

«Las diez noches de la Bestia, del dúo formado por Jim Starlin y Jim Aparo, El hijo del demonio, de Mike W. Barr y Jerry Bingham, y Justicia Ciega
Ésos tambien fueron mis primeros Batman, más la adaptación al cómic de la peli de 1989 🙂

Xavier Blas co Grau
Xavier Blas co Grau
21 noviembre, 2009 11:18

Yo sí la considero una de las mejores historias de Batman y también fue una de mis primeras lecturas, allá por 1990, cuando la publicó Zinco.

Por cierto, ¡qué rápido pasan los años! Entonces tenía 13 y ahora ya pinto canas con 32.

Yota
Lector
21 noviembre, 2009 12:16

Genial artículo como siempre David 😉 No había caído hasta leer los créditos que yo tengo esta miniserie en su edición original de Zinco y todavía no la he leído!

A ver si deshago este error pronto.

william_gull
william_gull
21 noviembre, 2009 12:31

Debemos de ser de la misma quinta… yo también «conocí» a Batman con «Justicia Ciega», «Una muerte en la familia» y aquella historia del Señor de las Ratas y «Las muchas muertes de Batman», todo a raíz de la peli de Burton. En aquellos tiempos en los que sólo leía muties, vengatas y trepamuros fue mi primera  experiencia DC.

Gracias por el artículo. Me parece que haré unas relecturas…

Nexus
Nexus
21 noviembre, 2009 13:57

Y el Batman de Alan Davis, y Batman The Cult…. Lo dice uno de 33 años.

Lord Deu
Lord Deu
21 noviembre, 2009 15:11

Tambien soy de la misma epoca, y apesar de la subjetividad que tiene mi cariño por los comics de ese lustro, me atrevo a decir que esta es una de las grandes historias de Batman, y una de las mas subvaloradas por cierto.

John Space
John Space
21 noviembre, 2009 15:54

Los buenos tiempos. Los buenos cómics.

Iván Martínez Hulin
21 noviembre, 2009 17:37

Buena reseña, compañero, de lo más completa.

Un saludo.

themurci
themurci
21 noviembre, 2009 17:56

Blind Justice tiene una de las mejores líneas en mi opinión, que inclusive usé como firma en algunos foros por mucho tiempo:

– because justice is blind, like a bat.

ZordoN
ZordoN
21 noviembre, 2009 19:47

El «justicia ciega» fue probablemente uno de mis primeros Batman también, y lo más sorprendente es que aun lo conservo y procuro que no se deteriore mucho más de lo que está. Digo sorprendente porque yo soy del 84 y creo que cuando me llegó solo tenia unos 6 años o por ahí y los comics de esa época (salvo unos pocos) se perdieron en el tiempo.

Me parece una historia de batman muy importante y lo que no se es como no le dan tanta importancia al hecho de que el pobre chico muriera por su culpa. Entiendo que no es una muerte tan icónica como la de Jason Todd, pero no por ello Bruce la tendría que haber olvidado así de fácil

rollo
rollo
22 noviembre, 2009 0:30

Igual que varios de ustedes mis primeras historias de Batman fueron muerte en la familia, arkham asylum, y recuerdo con gratos recuerdos la etapa de Alan Grant y Norm Breyfogle

Martin
Martin
22 noviembre, 2009 3:51

«Los buenos tiempos. Los buenos cómics.»

Y esta vez soy yo el que, por una vez en la vida, coincido plenamente con Jonh Space.

Que buenos tiempos, donde las historias se hacían con respeto hacia los personajes y hacia el lector, y no como mero endiosamiento o lucimiento del autor de turno.

Historias puras, entretenidas, llenas de todos los condimentos que una historia de superheroes, y de Batman, debe tener.

Las diez noches de la bestia,  Las muchas muertes de Batman, Justicia ciega, y tantas otras.

Que buenos recuerdos, que lástima esta patética actualidad del murcielago

Martin
Martin
22 noviembre, 2009 3:52

Bueno , no todo es malo, por lo menos estuvo «Whatever Hapened…»
Gracias por eso.

Roland-o
Roland-o
22 noviembre, 2009 19:29

Yo con 28 años la primera historia que leí de Batman fue «Las dies noches de la bestia», allá en 1991, en la edición de Perfil (Argentina). Les paso una pregunta: ¿en donde aparece esa historia corta de O’Neil Y Giordano?, me refiero a The Man Who Falls, mencionada en el artículo.

GEORGOS
GEORGOS
22 noviembre, 2009 19:33

«Yo sí la considero una de las mejores historias de Batman y también fue una de mis primeras lecturas, allá por 1990, cuando la publicó Zinco.
Por cierto, ¡qué rápido pasan los años! Entonces tenía 13 y ahora ya pinto canas con 32.»

No se si será por la melancolía o por las «canas» que tienes de verla como una de las mejores historias…

Por mi parte, me quedo con las historias presentes pese a que no reniego en algunos aspectos a los gloriosos 80´s. De todas formas, a veces el valor nostálgico nos impide ser totalmente objetivos con historias que, pese a tener encanto en su momento, distan mucho de ser de lo mejorcito del personaje (en mi humilde opinión).

Por cierto, hay más gente que disfruta de Morrison.

Lord Deu
Lord Deu
22 noviembre, 2009 19:35

Los que disfrutamos la era Morrison, no somos pocos, solo somos menos bocones…

Martin
Martin
23 noviembre, 2009 0:39

JAJAJJA «Menos bocones» , justo los fans de Morrison!!!

Ese fue el mejor chiste que leí!

Gracias por las risas, no esperaba menos de ti y tus aires de superioridad

Alfonso
Alfonso
Lector
23 noviembre, 2009 9:40

«¿en donde aparece esa historia corta de O’Neil Y Giordano?, me refiero a The Man Who Falls, mencionada en el artículo»

¡Hola!

La historia «The Man Who Falls» apareció originariamente en el recopilatorio SECRET ORIGINS TRADE PAPERBACK

nightwing
nightwing
23 noviembre, 2009 12:25

pocos? los comic de morrison son el segundo como mas vendido de DC mes a mes

Lord Deu
Lord Deu
24 noviembre, 2009 2:25

Martin ha dicho:
23 Noviembre, 2009 a las 0:39h
JAJAJJA “Menos bocones” , justo los fans de Morrison!!!
Ese fue el mejor chiste que leí!
Gracias por las risas, no esperaba menos de ti y tus aires de superioridad

Justamente a esto me referia. Ejemplo Express.