ECC Comics publicó el mes pasado dentro de su nueva línea de lujo la que para mí es la mejor historia del Joker y una de las mejores de Batman, su título Batman: La broma asesina, y sus autores Alan Moore y Brian Bolland. Hablar de una obra maestra siempre es difícil, por más halagos que le hagas siempre te quedas corto, y ésta perfectamente podría tener ese status, quizás sea por la forma adulta y terrorífica en la que nos presenta a la némesis de Batman, quizás por esos diálogos en los que con cada nueva relectura descubres detalles que se te habían pasado por alto. El caso es que por fin, vuelve a estar disponible en el mercado en la que podría ser una de las mejores ediciones que se han publicado hasta la fecha.
La broma asesina a pesar de estar contenida en algo menos de cincuenta páginas, cuarenta y seis para ser exactos, es capaz de contarnos con maestría dos historias paralelas que se alimentan entre sí, en primer lugar el origen del Joker, o más bien, como un comediante fracasado tras tener el peor día de su vida termina convirtiéndose en la maldad personificada, y a su vez, ya en el presente asistimos a su enésima fuga de Arkham City con un plan absolutamente pavoroso, hacer pasar al Comisario Gordon por un día como el que desencadenó su locura para ver si como le sucedió a él, este es capaz de pasar el fino tejido que separa la cordura de la demencia. Y que puede haber más doloroso para un padre que ver como alguien a quien odiamos profundamente hace daño a un hijo nuestro, y eso es justo lo que hace el Joker presentándose en casa de Gordon y disparando a bocajarro a su hija Bárbara que es quien le abre la puerta. El disparo es certero, en el abdomen, con el objetivo de dejarla paralítica, ¿que puede haber más cruel que postrar en una silla de ruedas a alguien con tanta movilidad como ella? el segundo acto es igual o más cruel si cabe, primero sacar una serie de vejatorias instantáneas de la pobre Bárbara en su sufrimiento, y posteriormente llevarse al Comisario al parque de atracciones que el Joker ha comprado para adaptarlo a su perversa mente y convertirlo en el campo de batalla del que a buen seguro será el enfrentamiento definitivo contra su némesis Batman.
El desarrollo de ambas tramas en paralelo es absolutamente brillante, por un lado nos descubre a qué se debió ese paso hacia la locura y a su vez porque enfocó su carrera hacia el crimen, por un lado, la necesidad de ganar dinero con vistas al bebé que pronto tendrá con su mujer y para ello, nada mejor que dinero fácil, surgiendo la posibilidad de ayudar a la banda de la Capucha Roja a entrar en la planta química en la que trabajó. Su destino y cómo cayó en los residuos químicos que alteran su cuerpo es conocido por todos. Lo que sabíamos era la gran pérdida, el shock por el que pasó pocas horas antes del accidente. ¿Es pues su locura una exteriorización del dolor que tuvo que pasar? ¿Convierte esto en víctima al Joker? Preguntas que quedan sin resolver y con las que tendrá que juguetear el lector.
Si brillantes son los diálogos y la forma en la que va guiando al lector hacia el conocimiento sobre las motivaciones de héroe y muy especialmente villano, el trabajo del dibujante Brian Bolland también hay que destacarlo pues está al nivel de los guiones, y encontrar a alguien capaz de llegar al nivel de Alan Moore es tarea casi imposible. Pues bien, Brian se convierte en el dibujante perfecto para esta historia, su trazo elegante, limpio, su composición de página casi cuadricular en el uso de la viñeta pero a su vez tan efectiva, su juego con los planos, páginas como en la que el Joker dispara a Bárbara tienen tanta fuerza que esas secuencias que perduran para siempre en la memoria de los lectores. A su vez, tenemos la suerte de que DC Comics permitiese al dibujante ‘remasterizar’ la edición siendo el mismo quien en esta ocasión pusiese el color, ¿que hemos ganado con esto? pues que sin ser malo el color original no era el que el dibujante tenía en mente cuando plasmó en su cabeza la obra, el pensaba jugar con los tonos en los colores para crear ambientación, para distinguir ambas tramas jugando con los grises para la secuencia del pasado y unos más vivos para la actual. Si ya era magnífica la obra en su concepción original, con este cambio de calor consigue subir un escalón más en la calidad de la obra.
Como en toda obra maestra, y La broma asesina lo es, es difícil quedarse con un momento, con una escena, un diálogo o una viñeta, ésta historia es genial por todo su conjunto, por el dramatismo que desprende, por las consecuencias que tuvo para el universo DC – por más que se empeñen en convertirla en un elseworld todos sabemos que realmente ocurrió – porque es difícil encontrar un equilibrio tan perfecto entre dibujo y guión, y porque sin lugar a dudas estamos ante una de las grandes historias del universo DC.
Con respecto a la edición de ECC Comics enmarcada dentro de su línea Edición deluxe, su tamaño es algo más grande que el de otras obras en tapa dura publicada por la editorial, sin llegar a tamaño absolute tan engorroso para su lectura. La cubierta, de aspecto rugoso le da un aire de estar ante una edición cuidada, al igual que el gramaje del papel de alta calidad. Lo que hace realmente diferente a esta edición es la funda de plástico que sirve para proteger la obra además de llevar impresos motivos con detalles de la obra. La obra se completa con un prólogo escrito por Tim Sale, un epílogo escrito por Brian Bolland, y una historia corta de ocho páginas donde Bolland hace las veces tanto de guionista y dibujante bastante perturbadora por cierto. Se completa la edición con dos páginas de extras con bocetos y detalles de cómo creó la famosa cubierta de la obra con el Joker ‘apuntando’ con su cámara de fotos.
Valoración
Guión - 9.5
Dibujo - 9.5
Interés - 10
9.7
Obra maestra
Una de las grandes obras maestras del mundo del cómic, probablemente la mejor historia del Joker.
Para mí gusto lo mejor de Batman, increíble lo que consiguio Moore en 48 páginas.
Entiendo que a la gente le guste más el nuevo color, es más moderno y va más en la línea de lo actual. He de decir que si fuese una obra nueva me encantaría, porque es un buen trabajo, pero me quedo, de lejos, con el color original. El asunto del recoloreado me parece una enorme falta de respeto por parte de Bolland hacia Higgins (al que se le ha eliminado de los títulos de crédito), el colorista de la edición original, en la que el color tenía una intención más allá de resultar bonito y mucho más arte y trabajo por detrás que el aplicado digitalmente por Bolland. Además hay bastantes (aunque sutiles) cambios en el dibujo que demuestran que Bolland es, además de un magnífico dibujante y entintador, perfeccionista exceso. No sé que opinaría Moore de todo esto.
Totalmente de acuerdo. Para mí el otro coloreado era mucho mejor, pero prece que es una cosa que no interesa respetar. Que se lo digan a Barry Windsor-Smith si no.
Para mí el nuevo coloreado mata el tebeo completamente. Lo convierte en otra cosa, lo Nolaniza. Es la versión «Batman» de la historia. Pasamos de «The Killing Joke» a «The Serious Bloke». Todos esos morados, amarillos y verdes forman parte de la alucinada del Joker que Higgins aplica magistralmente.
Raúl, ¿es mejor esta edición que la de Planeta que sacó allá por 2009 con motivo del Salón del Cómic? Esa es la edición que tengo y, comparando, creo que lo único nuevo es el tema de la funda. Gracias.
Sobre el coloreado, corre a cargo de Bolland (si mal no recuerdo) en esta edición, aunque la verdad es que siempre choca para el que descubrió esta historia a través del magnífico (y chillón) coloreado de John Higgins.