Batman Day no apto para liberales de lo económico
«Hemos terminado creyendo que si alguien no produce, si no alimenta el sistema financiero… ni siquiera es humano»
Con motivo del Batman Day DC sacó una iniciativa a escala global con la publicación simultánea de una nueva miniserie Black Label dedicada al propio Batman (Bat Label le llaman algunos al sello).
Se trata de una miniserie de cuatro números dobles bimensuales que salió a la vez en Estados Unidos, España, Brasil, Italia y Alemania.
La ocasión lo tenía todo, el personaje, el día, el foco de atención del mundillo en todo el mundo… tenía que ser algo, sí o sí, de una calidad difícilmente discutible.
El encargo cayó en las manos y lápices del brasileño Rafael Grampá, premio Eisner y dibujante del especial El Regreso del Caballero Oscuro: El Chico Dorado donde le acompañó el legendario Frank Miller.
Grampá es en esta ocasión el autor en solitario del cómic. Una oportunidad para valorar las capacidades del brasileño como guionista y, ya que estamos en Black Label donde el tiempo y el espacio son diferentes, ver hasta donde es capaz de llevar su arte.
La trama nos sitúa a los inicios del Caballero Oscuro. Podríamos decir que es posterior a Año Uno pero debería ser otro Año Uno o una bifurcación temporal del original (tranquilos que no trata de multiversos) ya que el traje, los complementes e incluso el “logo” de Batman son diferentes. Son la versión Grampá de los originales o de alguna de las muchas versiones que han poblado los años. Batman lleva un año en las calles. Hay un debate sobre si es un aliado de la policía o un delincuente.
En la trama se nos abren diferentes historias. Inicialmente vemos a Batman irrumpiendo en un narco-laboratorio, para mezclarse en una investigación policial sobre un asesino en serie que aterroriza Gotham En paralelo, y brevemente, asistimos a una perorata antisistema de una influencer en la que Grampá vuelca los aspectos más explícitos de su mensaje.
Es un guion correcto, adecuado, eficaz, moderno (otro choque con el Año Uno original, parece que la obra de Miller y Mazzuchelli sea una máquina del tiempo que se va desplazando por las corrientes temporales) con trazas de crítica social, los personajes son distinguibles por su personalidad y forma de hablar. El hilo es una investigación criminal. Gustará a los fans del batman más detectivesco. No vemos torpezas, es interesante, nos dan ganas de saber más y rastrea en la historia para facilitar que el auténtico protagonista de este cómic pueda emerger en todo su esplendor, el dibujo.
Faltará ver cómo se desarrolla la historia. Si mantiene el nivel de lo que hemos leído en este primer número (ya sería una buena noticia) o las tramas desbarran de mala manera (esperemos que no), pero el apartado gráfico es glorioso. Puede que estemos en uno de los cómics históricos, rompedores y con mayor proyección del murciélago (depende de cómo se acabe desarrollando, como hemos dicho). Carne de reediciones constantes (aunque eso lo podemos garantizar ya).
El despliegue de recursos técnicos, la belleza del trazo, la originalidad de los planos, los detalles y el dominio de la puesta en escena de Grampá es apabullante. Se trata de un catálogo de virguerías, de nuevas maneras de mostrarnos a Batman y del desarrollo de la acción.
La narrativa fluye y surfea por el estilo orgánico, granuloso, caricaturesco y detallado de Grampá. El dibujante es valiente. No elude ningún reto ni retuerce el guion para ponérselo fácil, más bien al contrario, hace que la historia pase por lugares y situaciones que permitan exhibir su estilo portentoso y superdotado.
Las páginas son tan bellas y poderosas que nos dejan con la boca abierta. Repasar las líneas, trazos, texturas y detalles, los rincones de la página, el uso del claroscuro, el trazo con línea blanca (como si rasgara la tinta con una cuchilla) en las escenas más cargadas de negritud pueden enlentecer la lectura y hacer que podamos llegar a perder el… ¿qué estaba diciendo?
Grampá nos recuerda a Quitely en algunos aspectos, a Paul Pope en otros, a Dave Cooper y a algún autor europeo como Mezzo. Sin embargo es más que una compilación de influencias (él ha nombrado al propio Miller o a Crumb incluso). El brasileño pasa sus referencias y preferencias por la bat-idora y multiplica la mezcla llevándola mucho más allá.
De todas maneras, el estilo de Rafael Grampá es muy personal. Es probable que su dibujo de la figura humana, los rostros y las expresiones que en ocasiones son tan exageradas puedan parecer de un cómic humorístico. A algunos paladares les puede parecer que desentona o que no corresponde a un personaje “realista”y de entorno urbano como Batman.
No podemos olvidarnos del colorista Mat Lopes que le da un toque vintage, triste y cálido a la vez, recordando el aire melancólico de La peor banda del mundo.
Algo tiene Batman que tanto autores han hecho irrupciones sísmicas al versionar el personaje. Miller, Mazzuchelli, Bolland, Murphy, Sale… son algunos de los que han pasado a ser el foco del medio (del lado mainstream USA, claro) por su interpretación del cruzado de la capa. Lo dicho, algo tiene el personaje que permite ese lucimiento. La oscuridad, el ambiente, la acción física, el batmovil, los gadgets, Gotham, los villanos o la motivación de los autores ante el reto.
Rafael Grampá presenta las credenciales para formar parte de este olimpo de dibujantes de Batman. El desarrollo de la serie dirá si es digno de este honor.
Lo mejor
• El dibujo de Rafael Grampá.
Lo peor
• Sin lugar a dudas, el precio.
Un dibujo grandioso
Guion - 8
Dibujo - 9.5
Interés - 8.7
8.7
Rafael Grampá despliega todas sus habilidades y lo da todo. Aquí estamos nosotros para recibirlo.
A mi el dibujo me ha flipado ya no es solo el trazo, es la narrativa, el uso de las sombras, el diseño de las páginas, el color, es una pasada, el guión interesante, una pena el precio creo que se han pasado tres pueblos, este Batman si me gusta y no el de la serie regular lastima que solo veamos esto en series especiales.
El dibujo es maravilloso sin lugar a dudas. Es muy dificil que el guion esté a la altura porque entonces hablaríamos de uno de los mejores cómics de lo que llevamos de siglo (¿me he venido muy arriba?). Yo me conformo en que mantenga el nivel del primer número. Interesante y máas que correcto.
Gracias por comentar.
De Batman es posible aunque para eso habrá que esperar a leer los cuatro números.
¿Os podéis creer que no me gusta Grampá? Y sé apreciarlo, objetivamente es sobresaliente en todos los aspectos (aunque en las páginas aquí mostradas lo que más me atrae es el color de Mat Lopes) pero no me dice ná de ná.
Seguramente sea por la comparación que imperceptiblemente me lleva a Quitely, que sin embargo me encanta.
Cosas de humanos.
A mí el dibujo de Grampa como dices me parece sobresaliente en todos los aspectos, aunque me resonaba mucho más en «El chico dorado». Cosas de humanos, sí.
Y después el guión… Es que historias de Año Uno intensito ya es un género para mí agotado en los últimos años. Pero esto es subjetividad pura y dura. Me parece excesivamente expositivo en sus ideas. La capacidad de sugerencia descansa sobre «el hombre que llora» pero más por el juego con los dibujos animados (lo mejor a nivel visual) que por el personaje en sí mismo. Un destilado de lo más reciente del murciélago en cómic y cine. Pero el planteamiento a veces tiene estás cosas. A ver cómo evoluciona…
Comparto esa subjetividad. Year One es mi historia favorita de Batman, y encima tuve la suerte de leerla siendo muy crío. Y es improbable que aparezca una historia que sea mejor que Year One en ese género, pero superar la experiencia lectora que yo tuve cuando la descubrí es que es totalmente imposible.
Creo que es un error imitar la fórmula de Year One. No obstante, sí se puede capturar su esencia. Por ejemplo, eso me pasó con Días de Frío, mi historia favorita de la etapa King, que en nada recuerda a Year One en cuanto a género específico, pero me dejó la agradable sensación de que esa Gotham era exactamente la misma de Year One unos años después, sus mismos ambientes, sus mismas pesquisas. Eso sí que mola.
Sin quitarle el mérito a King por ese Batman que ya no tiene el control y que compensa su inseguridad con una mayor violencia, el excelente trabajo de Lee Weeks creo que pesa mucho en eso.
Yo echo de menos un Batman más urbano y menos antipático. Sobre todo porque los registros actuales son mas planos y ya un poco quemados en un personaje con cierto grado de sobreeexposicion
De acuerdo en todo. De hecho, el responsable total de la imagen que mencionaba de Gotham es Weeks, obviamente.
El Batman que quiere ser feliz y nunca puede supone una faceta primordial del personaje: diría que donde mejor se expuso es en La Máscara del Fantasma.
Y también diría que hoy por hoy, hay demasiada gente escribiendo su versión de Batman, sin darse cuenta de que es idéntica a la del escritor de al lado, aunque quizá observar esto sea tarea del editor.
Casi cualquier cosa de BTAS está bien. Bueno, o por lo menos para los que la vivimos. Igual para las nuevas generaciones es demasiado infantil, a saber… Me gustaría un feedback de eso jaja
Pues un poco sí. Lo paradójico es que cada autor intenta dar su versión de Batman, una versión rompedora que lleve al personaje más allá… Y es prácticamente Intercambiable con cualquier otra versión del canon o alternativa! Pero eso sí, pasando de ellas
Hola de nuevo! Cuantos mensajes chichosos el caso es que suelo pensar en lo que dices, porque BTAS es para mí la versión definitiva de Batman, pero a pesar de todos los méritos objetivos que aporta, no puedo obviar que mi primer contacto con ella fue a los cuatro años.
Estoy deseando ver lo nuevo de Timm, esa serie precuela de BTAS que tiene pintón.
Y algo que ya he comentado otras veces, imagino que para un escritor que entra a Batman realizar su versión definitiva del personaje es algo demasiado tentador, aunque sea un calco de las otras 837€&3738 versiones recientes o incluso simultáneas: “la mía será diferente, ya verán! Voy a matar a Robin!”.
La verdad es que con Timm estoy un poco ilusionado y un poco preocupado, porque tiene una vena gamberra/excesiva que lo mismo acaba siendo refrescante que iconoclasta. Pero seguro que será interesante!
Cierto, y a estas alturas no creo que nos vaya a mostrar una nueva faceta, pero por mi parte, ni falta.
Y para cerrar el círculo, esta nueva preBTAS se encuadrará entre esas historias Year One +1/2.
Estoy de acuerdo, estas historias de Batman Año 1,5 son un género en si mismo bastante homogéneo. Pero para mi es una zona confortable, porque me da las sensación de que Batman siempre funciona o que es el personaje que mejor funciona en este tipo de historias. Puede que sea un gusto personal y el tipo de historia que querría hacer si fuera guionista de Batman. Claramente Miller «inventó» un género y a la vez estableció el canon.
Por otro lado, creo que la mayoría de autores que se acercan a Batman deben sentir los mismo y las mismas ganas de hacer su versión de Año 1 o Año 1,5 o Año 0´5, pero siempre moviendose a una distancia prudencial del original.
El problema en DC en general y del artista en particular es… Qué aporta contar lo mismo de maneras no muy diferentes y en tan poco tiempo? En el Batman Day tienes el «Justice Buster» y el «Gárgola de Gotham», ambas años uno fuera de continuidad. Sería como no sé, intentar hacer un origen o dos de Superman al año. Os imagináis? xD
Vamos’ que si no has leído mucho Batman y coges Gárgola de Gotham y/o te mola Grampá puedes gozarlo. Si has leído Año Uno, Año Cero, Tierra Uno, has visto las pelis de Nolan y/o de Reeves y/o Joker, has ojeado el Acertijo Año Uno o jugado un poco al videojuego de Arkham… El impacto es.mucho menor. Porque mucho de lo que has leído en Grampá es un eco de lo que ya has visto. Es el confort de transitar por lugares comunes. Y eso no parece muy ambicioso desde un punto de vista artístico (hacer caja es otra cosa).
Bueno, hoy estoy espeso, no sé si me explico!
Es que es un género que pertenece a Batman: cuando lees un Year X de otro personaje, da la sensación de que el personaje en cuestión está cedido en otro equipo. Me pasó hasta con el Ojo de Halcón de Fraction.
De hecho, Bats tuvo su propia colección de Years One y pico, Legends of the Dark Knight.
Las páginas mostradas en el artículo son muy flojas comparadas a lo que se aprecia en el papel. A mi Grampá no me entusiasmó en el Chico Dorado (lo tendría que releer) igual es que me sorprendió demasiado. Aquí me parece flipante.
Tiene viñetas y planos que transmiten mucho más que series enteras de Bastman, eso sí, a mi modo de ver.
Son gustos, cosas de humanos, como dices.
No le quito mérito como artista, además, lo chachi de Batman es eso, que es un personaje caleidoscópico. Simplemente es que no es mi estilo visual favorito, si veo el de Fornés y el de Mazzuchelli mi mente dice “yuju, tenemos relevo!” Y si veo a Grampá y Quitely pienso “bueno, pues otro en esa línea” siempre entendiendo y valorando sus diferencias, porque son impresiones espontáneas.
Lo que está claro es que a Grampá no lo vas a confundir nunca con un dibujante superheroico genérico, y eso es una gran virtud en mi opinión.
Admito que el arte se ve impresionante y que la narrativa de Grampa puede ser una delicia. Pero no soy fan de Batman y honestamente la historia no me parece que aporte algo o que no sea algo ya mil veces repetido. Es decir, es otro Batman que inicia con otros diseños… y ¿qué otra cosa? ¿Qué aporta?,¿que lo diferencia de otras historias similares más allá de lo visual?
Supongo que para los completistas de Batman esto se sumara a White Knight, otra historia de Batman que tampoco entendí el furor.
A mí tampoco me convence. La primera serie a partir de 3-4 números se vuelve tediosa. A partir de ahí me parecen planteamientos desaprovechados y aburridos más alla de cada primer número (que suele suponer una elipsis con la anterior que tampoco se explora demasiado). y al principio aún tenías el dibujo. Después se va descuidando y delegando en spin-offs (alguno no se molesta ya ni en sostener el mismo dibujante).
Quizás uno de los puntos es lo restrictivo que es (todo gira en torno a media docena de personajes) que se centran en los mismos conflictos bastante básicos (parte de ellos reciclados en gran parte). Como una versión culebrón de lo que ya has leído de Batman. Y Batman NO debería ser un culebrón a ese nivel. Batman no es una soap opera. Que la puedes hacer, por supuesto. Pero hace falta un guión más trabajado.
Pero ha tenido su éxito, así que igual es que la narrativa me ha dejado atrás al fin! O que la gente sólo quiere leer Batman en modo after con Joker. O Joker sin más
Yo leí la primera mini, la disfruté, luego la regalé, y creo que nunca la volveré a releer ni a leer las continuaciones.
Pero me parece muy inteligente que DC utilice a Batman como cebo para atraer a grandes artistas a su lado del patio.