Batman: La Señal

Batman es un personaje con ochenta años de historia, y por sus aventuras han pasado multitud de personajes, tanto enemigos como aliados, amigos y amantes, o a veces incluso todo a la vez. Durante todas estas décadas la ciudad de Gotham ha ido creciendo poco a poco añadiendo a más habitantes famosos y engrosando lo que se ha ido llamando bat-familia, especialmente en lo que a aliados de Batman se refiere. Nightwing, o Dick Grayson el primer Robin, después Jason Todd, ahora Capucha Roja, Tim Drake y por último Damian Wayne, el actual Robin. Por no hablar de Barbara Gordon, Batgirl, Batwoman y algunos fantasmas del pasado como Azrael, entre otros muchos que pertenecen o han pertenecido a la batfamilia, siguiendo los pasos de Batman como pupilo, tomando incluso su manto en ocasiones, para después independizarse e imponer su justicia y su ley a los delincuentes en su propia colección. En resumen, es un largo y rico plantel de justicieros que Batman ha ido criando a lo largo del tiempo, y que incluso hay un amplio debate de que han podido superar al maestro, y convertirse en personajes más interesantes que el propio caballero oscuro, algo en lo que yo personalmente coincido en algunas ocasiones.

Y por si no fuera poco, a todo este plantel de murciélagos se une otro más, La Señal, quizás más conocido por su nombre real, Duke Thomas, que se lanza a protagonizar su primera colección, o más bien, una miniserie, pero que permite que el personaje al menos debute como protagonista principal de su propia aventura. Aprovechamos la edición en rústica de ECC Ediciones para analizar esta breve historia de tres números, titulada Batman y La Señal, de los cuales analizamos el primero en su momento, y descubrir si Duke Thomas se puede ganar un puesto duradero en la batfamilia, o quedará como un personaje más olvidado en la negra y larga sombra e historia del murciélago.

Duke Thomas es un prometedor joven que ha pasado por momentos muy duros. Primero, viviendo un ataque terrorista de Enigma en Gotham, y después siendo víctima del desquiciado Joker, que le secuestró junto a su familia para recrear el asesinato de los Wayne y hacer daño así a Batman, y que acabó con los padres de Duke afectados por el tóxico gas del Joker, que les ha dejado inhabilitados y enloquecidos seguramente de por vida. Tras esto, Duke se unió a la iniciativa We are Robin, de la que salió airoso y se ganó la atención de Batman, que le propuso tomarle como pupilo y entrenarle en la dura tarea de la lucha contra el crimen. Tras esto, le hemos visto ya con su traje amarillo, blanco y negro en una historia backup en All-Star Batman y después en uno de los prólogos de Noches Oscuras: Metal, en donde descubrimos que además es un metahumano con unos poderes un tanto extraños y difíciles de explicar. Al parecer, tiene una especie de visión fotokinética que le permite percibir la luz de forma distinta a los demás, sabiendo donde ha estado y donde va a estar, y al parecer, ver también de alguna forma los puntos débiles de su oponente.

Y con esta carta de presentación, Duke Thomas coge las riendas de su propia miniserie, y ya conocido como La Señal, se une a la batfamilia y al trabajo que Batman le ha encomendado: ser un protector de Gotham diurno, cuando el propio murciélago y sus otros compañeros no pueden actuar. Encargándose especialmente del barrio Narrows, actual lugar en donde se encuentra el asilo Arkham, y que es víctima del ataque de un extraño metahumano, así como de recientes metamorfosis de jóvenes en metahumanos con un trágico resultado final, ya que acaban muriendo poco después de la transformación. Y no solo es un problemático comienzo para el primer día de trabajo, sino que además Duke se encuentra al parecer en el centro de todo esto, siendo en parte culpable, o al menos eso le hacen creer. Tras todos estos extraños sucesos se encuentra un misterioso villano que sabe bastante de Duke, de su familia, y de sus enigmáticos poderes, con los que, junto a sus amigas Riko e Isabella, y a la detective Aisi, tendrá que hacer frente a estos terribles sucesos.

Una historia sencilla y corta, que Tony Patrick y Scott Snyder desarrollan de forma solvente, que nos regala una lectura ágil y entretenida. En su contra tiene que no hay elementos especialmente novedosos u originales que nos llamen demasiado la atención, salvo los extraños poderes de Duke, que personalmente me alejan un poco de la lectura básicamente porque no consigo comprender cómo funcionan. A su favor tiene precisamente estos poderes, por el potencial que pueden tener si consiguen desarrollarlos bien, y que se puedan entender, y por el hecho de ser un justiciero de la batfamilia con poderes, y que además se encarga de proteger Gotham de día, una idea que francamente me parece muy atractiva. A esto le añades un par de personajes interesantes, como la carismática detective Alex Aisi, que se ha cambiado recientemente al turno de día tras una trágica experiencia en el de noche, y un villano misterioso del que se nos revela bastante durante estos números, y que aún así sigue teniendo mucho que mostrar, lo cual le hace más interesante si cabe.

Que todo esto se pueda traducir en una serie regular, francamente no sé si es posible, más que nada por la prontitud del personaje, que quizás necesita más presencia y rodaje para que los lectores le vayan cogiendo cariño poco a poco, y que así cuando se lance en solitario no sea una salida en falso que acabe en fracaso, como tantos otros personajes en la historia de la batfamilia. Pero de momento, es un buen comienzo en el que Patrick y Snyder muestran todo lo que este personaje es capaz de ofrecer, que es bastante.

El apartado artístico de los tres números viene a cargo de Cully Hamner al dibujo, entintado y portadas, y Laura Martin al color. Hamner es un veterano dibujante que trabaja en la industria desde los años 90, y que se ha prodigado bastante por DC Comics, con Green Lantern: Mosaic, Detective Comics, Blue Beetle y el famoso Red de Warren Ellis como sus trabajos más importantes. En esta miniserie hay que decir que el dibujo de Hamner no es lo más destacable, siendo en general bastante cumplidor en las escenas de acción y los diseños especialmente de los trajes de Batman y Duke, y en algunos fondos como la Aguja del Gotham Proper. Por el contrario, Hamner peca de simplista en en diseños faciales y en aspectos concretos faltos de matices y detalles que deslucen un poco el resultado final, que Laura Martin apuntala bien con un buen color.