Batman: Las diez noches de la bestia

 

Edición original: Batman núms. 417 a 420 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Jim Starlin.
Dibujo: Jim Aparo.
Entintado: Mike DeCarlo.
Color: Adrienne Roy.
Formato: Cartoné, 96 páginas.
Precio: 12,95 €

 

La bestia es la muerte que camina…

Soy un apasionado de toda la cultura, y especialmente en el ámbito cinematográfico, que explora la conocida como Guerra Fría, el período que abarca desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la caída de la URSS y que marcó la política internacional y la dividió en dos bloques claramente diferenciados con intereses yuxtapuestos y liderados por EEUU y la Unión Soviética, que pugnaban por hacerse con el control científico, tecnológico y político del planeta. Especialmente interesantes me parecen las películas de espías, y en concreto de James Bond, que bajo esa esperpéntica y naíf capa de inocencia, de tono casi burlesco, especialmente en la etapa de Roger Moore, se podía aprender bastante de cómo funcionaba el mundo en ese momento, en términos geopolíticos, y especialmente desde el bando occidental, claro está.

Una de las historias más conocidas del hombre murciélago con esa temática es Las diez noches de la Bestia, publicadas en los números 417 al 420 de la colección regular de Batman en pleno 1988, casi al final de la Guerra Fría, y que recoge todos esos elementos típicos de las ficciones de la época: héroes norteamericanos de moral impoluta, espías dobles, rusos locos y una fina capa de humor, a veces buscado y otras no, que impregna toda la historia. Escrita por el gran Jim Starlin y dibujada por otro mítico del cómic como es Jim Aparo, ésta es una de las historias de esos últimos años de los ochenta más queridas por los aficionados, pero que sin embargo quedó algo eclipsada por Una muerte en la familia, que vino apenas unos números después. Hoy aprovechamos la edición en cartoné por parte de ECC Ediciones de esta clásica historia para echar un vistazo a cómo era el mundo a través del cómic hace 30 años.

El Martillo es una célula de inteligencia de la KGB que fue desmantelada por el gobierno ruso porque empezó a obtener un poder inusitado y a operar de manera independiente a las órdenes del partido comunista. Su mejor agente es el denominado como KGBestia, que a aniquilado a centenares de enemigos del comunismo en misiones especiales por todo el mundo. Y pese a todo, parece que ni el Martillo ni la KGBestia han sido silenciados ni disueltos del todo por el gobierno ruso, y continúan haciendo de las suyas en misiones con objetivos propios e independientes. De esto les avisa el propio gobierno ruso a Estados Unidos, y en concreto de una misión especial que la Bestia va a efectuar en Gotham: asesinar a diez personas claves en el nuevo proyecto del gobierno estadounidense llamado “la guerra de las galaxias” (sí, en serio) y que amenaza con romper la guerra nuclear que mantienen las dos superpotencias, algo que no parece que le interese a esta extraña sociedad secreta. Para impedir la misión de la Bestia estarán Batman y Robin, el comisario Gordon y los policías de Gotham, así como algunos agentes de la CIA y un equipo especial del FBI. Casi nada. Y es normal, porque la KGBestia es sobrehumano, algo que experimenta el murciélago en sus propias carnes varias veces a lo largo de la historia.

Como podéis ver, una típica historia de espías de la Guerra Fría, con todos sus elementos característicos, traídos al mundo de Batman con también su idiosincrasia, como son el tono superheroico y detectivesco, especialmente presente además éste último, y más que nunca útil para desbaratar los planes de la KGBestia, que es muy superior físicamente a Batman, algo que demuestra en múltiples ocasiones. Es además, uno de los villanos más mortíferos y con más víctimas mortales en menos tiempo que recuerdo en una historia de Batman, así como de los más crueles, siendo capaz de eliminar a decenas de personas solo por acabar con un único objetivo de la forma más eficaz y sencilla. Es toda una máquina de matar que supone un reto muy complicado a Batman, puesto que se plantea por un momento qué hacer con un tipo así, algo que se soluciona con un final extraño y abrupto, que supone la mancha negra de una historia muy entretenida con lo mejor que te puede ofrecer un cómic de Batman y una historia de espías de la Guerra Fría.

En el apartado artístico tenemos a Jim Aparo en el dibujo, Mike DeCarlo en las tintas y Adrienne Roy en el color. Aparo es una leyenda del cómic, y especialmente en DC Comics, por su trabajo durante décadas en colecciones como Batman, Aquaman, The Brave and the Bold, Detective Comics o Green Arrow, por nombrar solo algunas. Me cuesta pensar en un mejor dibujante de Batman en esta época, y mira que había buenos, pero lo cierto es que Aparo es uno de los que mejor transmitían esa oscuridad y el tono noir y detectivesco a las historias ideadas por los guionistas de la época, entre los que estaba Jim Starlin, por supuesto. Sus personajes estaban repletos de un dinamismo sorprendente, que hacían las historias ágiles de leer, pese a estar llenas algunas veces de texto, como es por ejemplo este mismo caso. El diseño de la KGBestia es cuanto menos, peculiar, con reminiscencias sadomasoquistas que el personaje después irá perdiendo en sucesivas apariciones a lo largo de los años, con un uniforme algo diferente. Atrevido no obstante por parte de Aparo y Starlin mostrar un diseño así, que por otra parte, seguía manteniendo ese estética hortera y ridícula de las historias de espías de la Guerra Fría. Algo a lo que ayuda también la colorista, Adrienne Roy, con una paleta viva y colorida, que no era tampoco tan extraño en los cómics de la época.